No es baladí comprobar el acto de promesa de “cumplir y hacer cumplir la Constitución” del actual Presidente de Gobierno al asumir su cargo ante el Rey y los testigos convocados para el acto. ¿Se cumple actualmente la Constitución Española de 1978 en nuestro país?. ¿Ha faltado a su palabra el Presidente de Gobierno?. ¿Qué parte de la Constitución se cumple actualmente en España?.
Verán ustedes, la Carta Magna no es un chicle, ni en la interpretación más relativa que pueda realizar este individuo que defiende sus intereses políticos por encima de los del conjunto de los españoles.
Este malandrín de poca monta, desconoce los límites de su poder, es decir desconoce que su poder está restringido exclusivamente a lo que delimite nuestra Constitución, la que prometió cumplir y hacer cumplir en su día. El notario del acontecimiento debería exigirle públicamente que sea coherente con sus palabras, antes de que los españoles tengamos ocasión de recordárselo en las urnas.
La Constitución Española no se está cumpliendo en Cataluña, donde se lleva aplicando un Estatut aprobado por un tercio de la población y ratificado en el Parlamento Español por el PSOE y otros partidos.
Todavía nadie le ha dicho a este señor que sobre cuestiones relacionadas con la nación española, su Gobierno no tiene potestad alguna, porque la soberanía de los españoles, del pueblo español, no es objeto de transferencia, ni delegación, ni representación política.
Hay algunas cosas que están fuera del poder político, porque corresponden al ámbito del dominio, de la propiedad colectiva de los españoles sobre unidad política, territorial y cultural de España, que ni es un concepto discutido, ni discutible, sino perfectamente establecido por nuestra Constitución vigente.
No sólo la conciencia y honor de Rodríguez Zapatero están en tela de juicio, sino su situación jurídica, porque si falta a su palabra puede ser acusado de traición a los españoles. En realidad lo que está haciendo este individuo es algo parecido a lo que le costó a Zelaya la presidencia de Honduras, o lo que ha permitido a Hugo Chavez convertir el régimen de su país en una autarquía.
Este individuo sigue sin comprender que la democracia no puede legitimar nada más que lo establecido legítimamente dentro de la Constitución vigente, todo lo que exceda su articulado puede ser muy democrático pero al mismo tiempo muy ilegítimo, que es lo que está aconteciendo en estos momentos en Cataluña, donde los españoles están siendo desposeídos de sus derechos fundamentales porque a este individuo y a otro de la sucursal de su partido en Cataluña, y a unos cuantos descerebrados que ahorcan al Rey para felicitar las fiestas, mientras queman banderas españolas y amenazan a los ciudadanos de nuestro país con persecuciones xenófobas, les ha salido de las narices, para ocultar el abismo de corrupción que se abre bajo la apariencia de un oasis.
Mientras haya españoles que sean desposeídos de sus derechos fundamentales en Cataluña o en cualquier otro lugar de España, Rodríguez Zapatero tendrá en entredicho su conciencia y honor, y será sospechoso de estar cometiendo un delito de traición a los españoles penado con cárcel. ¿Ha llegado la hora de juzgar a Zapatero y que pague por sus errores con privación de libertad, o tenemos que seguir esperando a que el Tribunal Constitucional se decida?. ¿Cómo se va a restituir a los damnificados españoles que residen en Cataluña de la lesión de sus Derechos Fundamentales en caso de que el Estatut resulte revocado tras tres años de estar aplícandose de forma ilegítima?. ¿O se piensan estos paletos que no habrá responsables de su acción delictiva?.
Enrique Suárez Retuerta
Verán ustedes, la Carta Magna no es un chicle, ni en la interpretación más relativa que pueda realizar este individuo que defiende sus intereses políticos por encima de los del conjunto de los españoles.
Este malandrín de poca monta, desconoce los límites de su poder, es decir desconoce que su poder está restringido exclusivamente a lo que delimite nuestra Constitución, la que prometió cumplir y hacer cumplir en su día. El notario del acontecimiento debería exigirle públicamente que sea coherente con sus palabras, antes de que los españoles tengamos ocasión de recordárselo en las urnas.
La Constitución Española no se está cumpliendo en Cataluña, donde se lleva aplicando un Estatut aprobado por un tercio de la población y ratificado en el Parlamento Español por el PSOE y otros partidos.
Todavía nadie le ha dicho a este señor que sobre cuestiones relacionadas con la nación española, su Gobierno no tiene potestad alguna, porque la soberanía de los españoles, del pueblo español, no es objeto de transferencia, ni delegación, ni representación política.
Hay algunas cosas que están fuera del poder político, porque corresponden al ámbito del dominio, de la propiedad colectiva de los españoles sobre unidad política, territorial y cultural de España, que ni es un concepto discutido, ni discutible, sino perfectamente establecido por nuestra Constitución vigente.
No sólo la conciencia y honor de Rodríguez Zapatero están en tela de juicio, sino su situación jurídica, porque si falta a su palabra puede ser acusado de traición a los españoles. En realidad lo que está haciendo este individuo es algo parecido a lo que le costó a Zelaya la presidencia de Honduras, o lo que ha permitido a Hugo Chavez convertir el régimen de su país en una autarquía.
Este individuo sigue sin comprender que la democracia no puede legitimar nada más que lo establecido legítimamente dentro de la Constitución vigente, todo lo que exceda su articulado puede ser muy democrático pero al mismo tiempo muy ilegítimo, que es lo que está aconteciendo en estos momentos en Cataluña, donde los españoles están siendo desposeídos de sus derechos fundamentales porque a este individuo y a otro de la sucursal de su partido en Cataluña, y a unos cuantos descerebrados que ahorcan al Rey para felicitar las fiestas, mientras queman banderas españolas y amenazan a los ciudadanos de nuestro país con persecuciones xenófobas, les ha salido de las narices, para ocultar el abismo de corrupción que se abre bajo la apariencia de un oasis.
Mientras haya españoles que sean desposeídos de sus derechos fundamentales en Cataluña o en cualquier otro lugar de España, Rodríguez Zapatero tendrá en entredicho su conciencia y honor, y será sospechoso de estar cometiendo un delito de traición a los españoles penado con cárcel. ¿Ha llegado la hora de juzgar a Zapatero y que pague por sus errores con privación de libertad, o tenemos que seguir esperando a que el Tribunal Constitucional se decida?. ¿Cómo se va a restituir a los damnificados españoles que residen en Cataluña de la lesión de sus Derechos Fundamentales en caso de que el Estatut resulte revocado tras tres años de estar aplícandose de forma ilegítima?. ¿O se piensan estos paletos que no habrá responsables de su acción delictiva?.
Enrique Suárez Retuerta