No se faltará a la verdad, si recordamos que en España vivimos actualmente en un régimen totalitario, porque como tal se define un sistema en que todos los poderes están concentrados, prácticamente, en las mismas manos. En la democracia de nuestro país, Montesquieu no se conoce, algo dijo Alfonso Guerra en su día al respecto. Vivimos en un totalitarismo político discreto, mientras que la política se ha convertido en un factor inmanente, ambiental, inefable, que se encuentra omnipresente en la sociedad.
El poder ejecutivo depende del legislativo, el judicial no es independiente y correlaciona en sus decisiones con el interés político del ejecutivo correspondiente en más del 80 % de las ocasiones. El “cuarto poder”, los medios de comunicación están en mayor o menor medida al servicio del gobierno correspondiente y de la oposición connivente. Hay medios de comunicación que dependen del poder político correspondiente, más que de su gestión empresarial, más que de sus lectores.
Los ciudadanos estamos inermes ante la opresión a que nos someten los políticos. Ante la propaganda a la que nos someten los medios de comunicación. En las últimas legislaturas hemos visto legislaciones de la vida social que recuerdan al estalinismo o al fascismo.No hay alternativa ciudadana al poder político, el Estado controla a la Sociedad por completo, cuando por sentido común y por definición constitucional, debería ocurrir precisamente lo contrario, que la Sociedad controlara al Estado, esta es una de las mayores perversiones de la política que padecemos los españoles.
Los políticos han ocupado el nicho de las creencias, del que han desplazado a las religiónes, desde la teoría de las dos espadas de Occam, el poder divino y el poder humano se habían configurado como contrapoderes en equilibrio. Al desvanecerse por dinamitación las creencias religiosas, su poder se debilita, y deja paso a un poder civil hegemónico, que no es realmente un poder civil, ojalá fuera así, sino un poder estatal autoritario, tiránico, representado en el gobierno de turno.
Dos ejemplos se pueden observar la enseñanza del castellano en Cataluña, la enseñanza de la religión en España, no son posibles, porque solo interesa un sistema educativo políticamente coherente con los valores al uso del Gobierno de turno. Se asiste en la educación a la implantación de valores determinados, desde perspectivas concretas, en detrimento y contraposición de los demás valores existentes, de los valores consuetudinarios, de los valores universales. ¿Puede haber mayor prueba de totalitarismo que el adoctrinamiento de los mas jóvenes, del pueblo?.
Los ciudadanos debemos responder ante esta intromisión del Estado en nuestras vidas privadas, porque estas acciones atentan contra nuestra libertad. La sociedad debe organizarse, estructurarse políticamente, presentar batalla contra lo que viene, no solo a nivel de nuestro país, sino también en relación con el proceso de globalización que estamos viviendo, o estaremos condenados a la esclavitud política de los nuevos amos.
Los ciudadanos debemos recuperar el poder que nos han arrebatado los políticos, nuestra soberanía cívica. La inmensa mayoría de los ciudadanos tenemos intereses comunes, pero los partidos políticos se encargan de fragmentarlo, para que quede bien oculto el propósito común y poder seguir actuando exclusivamente según su criterio partidario, sin responder a las auténticas necesidades de sus representados.
Es hora de que los ciudadanos nos representemos apropiadamente en la política, en relación a los intereses democráticos compartidos y regulemos las actividades de los intermediarios que nos representan en el proceso político. Es hora de ejercer la libertad, que consiste en elegir, no solo entre las alternativas que nos ofrecen, sino en las que los ciudadanos necesitamos y deseamos, esa es la filosofía profunda que emerge en el proyecto de Foro Asturias.
La decisión última sobre el camino que debe seguir nuestra sociedad debe depender en última instancia de los ciudadanos, y cada día debe ser menos mediado este proceso por los políticos. Los políticos deben permanecer próximos a los ciudadanos, hasta confundirse con ellos. Es hora de erradicar la casta señorial en que se han convertido arrastrándonos de nuevo al Antiguo Régimen.
Los ciudadanos debemos pasar a la acción, tomando conciencia de la realidad y buscando las soluciones para nuestros auténticos problemas, no los que nos presentan los políticos que son precisamente los que le interesan que veamos. Esto debe hacerse de forma democrática, promoviendo la participación de los ciudadanos en la política, este proceso debe guiarse por la síntesis necesaria entre libertades individuales e igualdad colectiva, de forma equilibrada e inteligente, en un modelo posibilista y justo.
El “quinto poder” es el económico, pues “el sexto” debe ser Ciudadano, por la cuenta que nos tiene. Ante la depravación insólita a la que estamos asistiendo en la política asturiana y española, los ciudadanos debemos recobrar nuestra soberanía política para decidir en las urnas sobre nuestro futuro, sabemos que nos enfrentaremos a todos los detentadores y usurpadores, así como a todos los medios que les hacen de altavoz con su propaganda, pero no importa demasiado, los asturianos no vamos a arredranos ante unos advenedizos aprovechados, en nuestra historia está escrito que cuando la opresión de los impostores nos asfixia, nos reunimos y la acabamos derrotando.
Foro Asturias gobernará en mayo con Francisco Álvarez Cascos como Presidente del Principado de Asturias, lo demás importa nada.
Enrique Suárez
El poder ejecutivo depende del legislativo, el judicial no es independiente y correlaciona en sus decisiones con el interés político del ejecutivo correspondiente en más del 80 % de las ocasiones. El “cuarto poder”, los medios de comunicación están en mayor o menor medida al servicio del gobierno correspondiente y de la oposición connivente. Hay medios de comunicación que dependen del poder político correspondiente, más que de su gestión empresarial, más que de sus lectores.
Los ciudadanos estamos inermes ante la opresión a que nos someten los políticos. Ante la propaganda a la que nos someten los medios de comunicación. En las últimas legislaturas hemos visto legislaciones de la vida social que recuerdan al estalinismo o al fascismo.No hay alternativa ciudadana al poder político, el Estado controla a la Sociedad por completo, cuando por sentido común y por definición constitucional, debería ocurrir precisamente lo contrario, que la Sociedad controlara al Estado, esta es una de las mayores perversiones de la política que padecemos los españoles.
Los políticos han ocupado el nicho de las creencias, del que han desplazado a las religiónes, desde la teoría de las dos espadas de Occam, el poder divino y el poder humano se habían configurado como contrapoderes en equilibrio. Al desvanecerse por dinamitación las creencias religiosas, su poder se debilita, y deja paso a un poder civil hegemónico, que no es realmente un poder civil, ojalá fuera así, sino un poder estatal autoritario, tiránico, representado en el gobierno de turno.
Dos ejemplos se pueden observar la enseñanza del castellano en Cataluña, la enseñanza de la religión en España, no son posibles, porque solo interesa un sistema educativo políticamente coherente con los valores al uso del Gobierno de turno. Se asiste en la educación a la implantación de valores determinados, desde perspectivas concretas, en detrimento y contraposición de los demás valores existentes, de los valores consuetudinarios, de los valores universales. ¿Puede haber mayor prueba de totalitarismo que el adoctrinamiento de los mas jóvenes, del pueblo?.
Los ciudadanos debemos responder ante esta intromisión del Estado en nuestras vidas privadas, porque estas acciones atentan contra nuestra libertad. La sociedad debe organizarse, estructurarse políticamente, presentar batalla contra lo que viene, no solo a nivel de nuestro país, sino también en relación con el proceso de globalización que estamos viviendo, o estaremos condenados a la esclavitud política de los nuevos amos.
Los ciudadanos debemos recuperar el poder que nos han arrebatado los políticos, nuestra soberanía cívica. La inmensa mayoría de los ciudadanos tenemos intereses comunes, pero los partidos políticos se encargan de fragmentarlo, para que quede bien oculto el propósito común y poder seguir actuando exclusivamente según su criterio partidario, sin responder a las auténticas necesidades de sus representados.
Es hora de que los ciudadanos nos representemos apropiadamente en la política, en relación a los intereses democráticos compartidos y regulemos las actividades de los intermediarios que nos representan en el proceso político. Es hora de ejercer la libertad, que consiste en elegir, no solo entre las alternativas que nos ofrecen, sino en las que los ciudadanos necesitamos y deseamos, esa es la filosofía profunda que emerge en el proyecto de Foro Asturias.
La decisión última sobre el camino que debe seguir nuestra sociedad debe depender en última instancia de los ciudadanos, y cada día debe ser menos mediado este proceso por los políticos. Los políticos deben permanecer próximos a los ciudadanos, hasta confundirse con ellos. Es hora de erradicar la casta señorial en que se han convertido arrastrándonos de nuevo al Antiguo Régimen.
Los ciudadanos debemos pasar a la acción, tomando conciencia de la realidad y buscando las soluciones para nuestros auténticos problemas, no los que nos presentan los políticos que son precisamente los que le interesan que veamos. Esto debe hacerse de forma democrática, promoviendo la participación de los ciudadanos en la política, este proceso debe guiarse por la síntesis necesaria entre libertades individuales e igualdad colectiva, de forma equilibrada e inteligente, en un modelo posibilista y justo.
El “quinto poder” es el económico, pues “el sexto” debe ser Ciudadano, por la cuenta que nos tiene. Ante la depravación insólita a la que estamos asistiendo en la política asturiana y española, los ciudadanos debemos recobrar nuestra soberanía política para decidir en las urnas sobre nuestro futuro, sabemos que nos enfrentaremos a todos los detentadores y usurpadores, así como a todos los medios que les hacen de altavoz con su propaganda, pero no importa demasiado, los asturianos no vamos a arredranos ante unos advenedizos aprovechados, en nuestra historia está escrito que cuando la opresión de los impostores nos asfixia, nos reunimos y la acabamos derrotando.
Foro Asturias gobernará en mayo con Francisco Álvarez Cascos como Presidente del Principado de Asturias, lo demás importa nada.
Enrique Suárez