Algún caso se ha descrito de sujetos que no podían pronunciar una determinada palabra, lo que es síntoma de un trauma psicológico o una reacción neurótica más que de un problema neurológico o del aparato de fonación. Esto le ocurre al Presidente Zapatero con la palabra “crisis”, indicando superstición o algo peor.
Sin embargo al Presidente del Gobierno se le llena la boca hablando de medidas sociales cuando le preguntan los periodistas por la crisis económica, es como si un loro repitiera un discurso que le han implantado por condicionamiento operante.
“Lo importante son las medidas sociales, no renunciaré a las medidas sociales”, repite sin cesar, pero nunca dice en que consisten, algo muy político por cierto: no decir en que consiste lo que se promete.
Medidas económicas sí ha propuesto, y ha dicho espontáneamente que “no son pan para hoy y que no hipotecan el futuro”. Cuando nadie le ha preguntado, que anticipe que no son accesorias, ni determinantes, es para temerse lo peor. Veamos las medidas económicas que se han propuesto desde el Gobierno.
En el último Consejo de Ministros extraordinario, celebrado precisamente por la “crisis económica”, se han aprobado veinticuatro reformas para seis sectores: financiación de pymes, vivienda, transporte, energía y cambio climático, telecomunicaciones y sociedad de la información, y servicios.
Y el Presidente de Gobierno ha concluido diciendo que si el petróleo sigue su tendencia a la baja la inflación posiblemente disminuirá. Fíjense que capacidad predictiva tiene el ocupante de La Moncloa. Así andamos a estas alturas
Ahora analicemos los hechos, el PSOE triunfó en las elecciones gracias a que el PP entonó un discurso racional económico y nacional político, del que ahora parece haberse arrepentido, demostrando a los ciudadanos que la irracionalidad es más rentable. Las grandes medidas económicas de este gobierno han sido devolver 400 euros devaluados a los que los han pagado de más primero, ofrecer ayudas al alquiler a los jóvenes y 2500 euros a los nuevos papás.
El PSOE contrató a figuras internacionales para hacer su programa político electoral, entre ellas algún prestigioso economista, pero ante la crisis económica más importante de las tres últimas décadas se organiza con ocurrencias. Esto es lo que podemos esperar de un gobierno que nos ha mentido para triunfar en las elecciones, por boca de Solbes y del Presidente, y que pretende resolver los problemas energéticos de España con un ministro como Sebastián que va a regalar bombillas de bajo consumo a los ciudadanos, una por año.
La afasia de Zapatero con la palabra crisis sólo es un síntoma de un grave cuadro patológico, a veces se comienza por la omisión de una palabra y se termina como el barón de Munchausen, viajando a la luna sobre una bala de cañón, y seguiremos sin saber si las medidas sociales son la ley de plazos del aborto, la incorporación de transexuales al ejército, o la prohibición del pan de molde.
Erasmo de Salinas
Sin embargo al Presidente del Gobierno se le llena la boca hablando de medidas sociales cuando le preguntan los periodistas por la crisis económica, es como si un loro repitiera un discurso que le han implantado por condicionamiento operante.
“Lo importante son las medidas sociales, no renunciaré a las medidas sociales”, repite sin cesar, pero nunca dice en que consisten, algo muy político por cierto: no decir en que consiste lo que se promete.
Medidas económicas sí ha propuesto, y ha dicho espontáneamente que “no son pan para hoy y que no hipotecan el futuro”. Cuando nadie le ha preguntado, que anticipe que no son accesorias, ni determinantes, es para temerse lo peor. Veamos las medidas económicas que se han propuesto desde el Gobierno.
En el último Consejo de Ministros extraordinario, celebrado precisamente por la “crisis económica”, se han aprobado veinticuatro reformas para seis sectores: financiación de pymes, vivienda, transporte, energía y cambio climático, telecomunicaciones y sociedad de la información, y servicios.
Y el Presidente de Gobierno ha concluido diciendo que si el petróleo sigue su tendencia a la baja la inflación posiblemente disminuirá. Fíjense que capacidad predictiva tiene el ocupante de La Moncloa. Así andamos a estas alturas
Ahora analicemos los hechos, el PSOE triunfó en las elecciones gracias a que el PP entonó un discurso racional económico y nacional político, del que ahora parece haberse arrepentido, demostrando a los ciudadanos que la irracionalidad es más rentable. Las grandes medidas económicas de este gobierno han sido devolver 400 euros devaluados a los que los han pagado de más primero, ofrecer ayudas al alquiler a los jóvenes y 2500 euros a los nuevos papás.
El PSOE contrató a figuras internacionales para hacer su programa político electoral, entre ellas algún prestigioso economista, pero ante la crisis económica más importante de las tres últimas décadas se organiza con ocurrencias. Esto es lo que podemos esperar de un gobierno que nos ha mentido para triunfar en las elecciones, por boca de Solbes y del Presidente, y que pretende resolver los problemas energéticos de España con un ministro como Sebastián que va a regalar bombillas de bajo consumo a los ciudadanos, una por año.
La afasia de Zapatero con la palabra crisis sólo es un síntoma de un grave cuadro patológico, a veces se comienza por la omisión de una palabra y se termina como el barón de Munchausen, viajando a la luna sobre una bala de cañón, y seguiremos sin saber si las medidas sociales son la ley de plazos del aborto, la incorporación de transexuales al ejército, o la prohibición del pan de molde.
Erasmo de Salinas