"En
España, necesitamos dos empleados públicos para hacer lo mismo que en
otros países de la zona euro hace uno solo". Enrique Suárez
Han acabado con todo. Y lo peor
es que siguen insistiendo. La Casta es insaciable. No pasa un día sin que
asistamos a un nuevo esperpento político-financiero, hoy ha sido en Sabadell.
¿Pero de dónde ha salido esta legión de macarras que expolian al pueblo español
como si este país fuera su lupanar? No
tienen vergüenza, no respetan nada, son la codicia personificada en siglas de
partidos y sindicatos, que en nombre de la democracia, se han forrado a costa
de dejar esquilmados a los españoles.
Ahora, desde el PSOE quieren
pedir perdón, ¡estaría bueno!, primero que devuelvan la pasta que han trincado.
Si en este país hubiera justicia se tendrían que hacer auditorías personales a
todos los miembros de partidos que hayan tenido acceso a dinero público. Es
necesario para hacer un punto final y comenzar de nuevo, tras la restitución y
las condenas correspondientes, claro está. Pero desgraciadamente, tenemos un
Fiscal General del Estado ciego, que a punto está de lograr un puesto de
trabajo en la ONCE, porque méritos no le faltan. Y una justicia en la que sus
representantes viven confortablemente al pairo del poder
La res pública ya no da más
leche, la han vaciado estos energúmenos, ineptos delincuentes, pero todavía
siguen empeñados en convencernos de que lo público es necesario en este país,
cuando se ha demostrado que es el pesebre de todos los sinvergüenzas que han
vivido de estafarnos. Lo público, en realidad, es un nido de parásitos, como
voy a demostrar a continuación.
Verán ustedes, permanezcan
atentos para comprender lo que acontece, antes de que nos dejen en pelotas ante
el futuro. Lo público ha sido el duerno de todos los partidos, sindicatos,
asociaciones y organizaciones afines al poder. Lo público, tiene en estos momentos en España, un millón más de los empleados que necesita (tirando por lobajo) para su correcto funcionamiento en comparación con otros países europeos.
Sigue siendo intolerable que para hacer lo mismo que hace un empleado de
cualquier país europeo, en España se necesiten dos empleados públicos.
En este país hay mucho cuentista
que vive del cuento de lo público, a costa de los demás. No sé si ustedes
sabrán que desde 2001 hasta 2011 en España hemos pasado de tener 2,5 millones
de empleados públicos a tener 3,2 millones, 700.000 empleados públicos más.
Mientras que durante el mismo periodo, hemos pasado de tener 2,5 millones de
parados a tener 5 millones. ¿Cómo se puede explicar en justicia, en nombre de que sacrosanta ley de igualdad pueden
promoverse protestas y huelgas en defensa de lo público, cuando en este sector
ha crecido un 27 % el empleo, mientras en todos los demás ha crecido un 25 % el
paro?
Lo que está claro es que lo
público es un corralito laboral defendido por la casta política-sindical, con
el embaucamiento de que es una conquista social, cuando en realidad es una
sectaria imposición por parte de aquellos que viven a costa de los demás,
siendo muchos los que no pegan palo al agua, pero que no están dispuestos a
perder sus privilegios, cuando los españoles que no viven de lo público han
perdido toda seguridad en su supervivencia.
Sin entrar en más mezquindades de
esta patulea de fantoches que viven del prójimo y la pancarta, se puede deducir
que si el paro hubiera seguido una evolución en el empleo público igual que en
todos los demás, hoy tendríamos que tener un 25 % menos de los empleados públicos
que teníamos en el año 2001, es decir aproximadamente 1.875.000 empleados
públicos, teniendo en cuenta el proceso de tecnificación e informatización
posiblemente algunos menos, pero sin embargo tenemos 3.2 millones, lo que
quiere decir que nos sobran aproximadamente 1,3 millones de empleados públicos,
en relación a la evolución natural del mercado laboral español y en comparación
con otros países europeos. Sólo hay que recordar que entre 1980 y 2006, en España se pasó de 1.117.456
empleados públicos a 2.728.269 empleados públicos, cuando en la mayoría de los países
de Europa no se ha incrementado en más de un 10 % el número de empleados
públicos. Cierto es que hay muchos trabajos que son necesarios e
imprescindibles, que hay gente que trabaja en el sector público como el que
más, pero también es cierto que hay cientos de miles de parásitos que han
convertido lo público en su feudo para seguir trincando hasta la jubilación. Es
hora de hacer criba, separando el trigo necesario de la paja prescindible.
Es hora de que los españoles nos
demos cuenta de como nos estafan, con las mejores intenciones de mantener sus
pesebres desde partidos y sindicatos, en defensa de lo público que no es otra
cosa que un puesto de trabajo seguro para los que llevan el carnet en la boca,
tienen un pariente en un sindicato o un partido, y salen en las manifestaciones
para hacer bulto en defensa de sus propios intereses.
Les recomiendo que la próxima vez
que traten de tomarles el pelo, convocándoles a una protesta para defender sus
privilegios, (lo público, lo social, su bienestar y el sueldo seguro porque se
lo merecen los angelitos), les digan que se metan la pancarta por donde les
quepa con los tensores incluidos. Creo que va siendo hora de que los españoles
que pagan los improductivos salvadores que nos quieren adoctrinar en la moral
de sus privilegios por la gracia del enchufe, reaccionen ante la estafa a la
que están siendo sometidos. En España sobran un millón de empleados públicos, y
Rajoy nos sube los impuestos a los demás, cuando ya la vaca no da más leche,
quizás haya que acabar con la res pública que nos está dejando en la ruina,
para que unos cuantos desalmados sigan cobrando todos los meses, y encima se
intitulen de héroes sociales y esperen veneración popular. ¡Hay que tener geta!
Enrique Suárez