No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.
En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.
Francisco de Quevedo y Villegas
Si la corrupción, la impunidad, el fraude, el abuso de poder de
los poderosos y la única alternativa para derrocarlos es Podemos –patulea de
oclócratas totalitarios comunistas y consumistas, que nunca concibieron en su
cabeza la democracia- son los síntomas de la enfermedad que sufre la democracia
española, el diagnóstico del síndrome que padece nuestro sistema representativo
no es otro que la inmoralidad. Nuestra democracia, mala o buena, se muere de
inmoralidad y algunos esperan como buitres y carroñeros el festín definitivo que
van a concederse con el cadáver de nuestras instituciones, escasos recursos y
muchas deudas.
En otras ocasiones de la historia acontecieron episodios
similares, España siempre ha sido tierra de grandes ideas salvadoras de la
humanidad que han servido para que los depredadores se afinquen en la
nutrición y el parasitismo. Felipe II fue más papista que el Papa y Zapatero más islamista que
Mahoma, concediendo a los musulmanes carta de naturaleza civilizada con su
Alianza de Civilizaciones, por el medio tenemos a otros notables expoliadores,
desde Fernando VII o Godoy, hasta Largo Caballero o Primo de Rivera. Los
nacionalistas nacieron expoliando y morirán expoliando, es su condición natural.
Pablo Iglesias, el joven, es un farsante, de la misma
magnitud que Rajoy o Zapatero, un funcionario de la política que lleva camino
de convertirse en el nuevo Llamazares del comunismo, treinta años colgado del
guindo sin dar grana. Con este elenco no hay obra que representar, todo es una
farsa, un fiasco, una filfa, un simulacro. Una obra degradante y decadente a la
que los españoles asistimos atrapados el patio de butacas en que todos estos
mangantes han convertido nuestra vida. Caverna de Platón del siglo XXI, donde
las redes sociales sustituyen a la realidad, sin otro guión, que el del despojo y la extorsión de un pueblo
Todo es mentira, todo una farsa, todo una cruel desventura,
porque una vez más, unos y otros, en nombre de la democracia y a su pesar, se
tratan de adueñar del poder al birle y descuido, como auténticos trileros que
son, infundiendo el miedo al otro como auténticos fascistas, para elegir el amo
menos malo entre todos, y eso no es democracia, es behetría para vasallos y no
isocracia para ciudadanos libres.
Pues dicho lo anterior, queda claro que el sistema
democrático está deslegitimado de iure y de facto y toda esta farándula de
impresentables tiene como único objetivo pasar página deprisa creando un
conflicto inexistente entre los que dicen que mejor van a defendernos de los
contrarios, cuando de lo que realmente se trata y de lo que debieran hablar los
demócratas no es de la elección del próximo verdugo, sino de los medios para
erradicar la pena de muerte y la muerte de pena a que toda esta calaña
carroñera está sometiendo a los españoles
Debido a mis expulsiones y persecuciones desde los aledaños
del poder o su oposición "oficial", cada día voy viendo más restringidas las posibilidades de difundir
mis alegatos y panfletos en defensa de la libertad, la democracia, la justicia y el civismo, así que solicito ayuda de
los libres para difundirlos urbi et orbe. Gracias por adelantado a los no representados, la mayoría cívica ocultada por el poder y silenciada por los medios,
que son la auténtica y única esperanza de este país.
Enrique Suárez