Dicen que Mariano Rajoy es el hombre con más poder de este
país, se equivocan, porque el personaje con más poder de este país es Luis
Bárcenas, que bien recuerda aquella anécdota de Napoleón, ante su ministro de
policía, Fouché, duque de Otranto, el único hombre ante el que el emperador
francés reconoció el estremecimiento que le ocasionaba.
Luis Bárcenas, exgerente y extesorero del PP, reside
actualmente en el Módulo IV de la cárcel de Soto del Real, dicen que los
compañeros le gastan bromas y que se queja de que haya que acostarse a las 21:00 horas. Al parecer, comparte celda con el mismo recluso con el que estuvo
Miguel Blesa. Su chofer le ha llevado gomina y ropa deportiva.
Hoy se ha reunido la ejecutiva del PP, María Dolores de
Cospedal ha dicho que en su partido confían en la justicia, pero parece que la
justicia no confía en su partido, también ha dicho que cuando se deja de
confiar en la política surge la tiranía, cuando en su exultante y entusiasta ignorancia,
desconoce que la tiranía también es política, una de las degeneraciones de la
política que tan certeramente describió Polibio. Parece mentira que alguien con tan escasa formación política se prodigue en instrucciones morales sobre aquello que desconoce.
Mariano Rajoy se ha vuelto a vestir el traje de Don Tancredo
que lucía durante los Gobiernos de Zapatero que estaban destrozando este país y
no ha dicho ni este sobre es mío, aunque parece que ha sido el más beneficiado por los pagos irregulares que se realizaban en su partido y que superan, en su
caso, el millón y medio de euros.
Parece que “Luis el cabrón”, según retrato de Correa el del
caso Gürtell cada día está aficionándose más a la ópera, y que ha solicitado
permiso a las autoridades presidiarias para recibir clases de canto por
correspondencia, porque tiene toda la intención de triunfar en los escenarios
del bello canto anta la audiencia formada por la opinión pública española.
Cuando alguien ha reunido en diez años 48 millones de euros
desapercibidamente, casi al descuido, no ha podido ser sin conocimiento de
todos aquellos que recibían sobres, ni de aquellos que no los recibían, es
decir, no ha podido ocurrir sin el conocimiento de la cúpula del PP, ni de Mariano Rajoy. La constatación de ese conocimiento, con pruebas, por el recaudador, ante lo que pudiera ocurrir, es su mejor salvoconducto para aliviar sus penas.
No estamos hablando de ninguna tontería, el caso está abierto
y puede concluir con media cúpula del PP en la cárcel, porque cuando Luis
Bárcenas comience su cantata inolvidable, va a desmoronarse del pasmo hasta la gaviota sobre la que vuelan
felices hacia la nada, toda esta banda de impresentables del partido que forma actualmente
gobierno en este país.
Han dicho fuentes próximas a Luis Bárcenas que últimamente se
ríe más que antes, que se muestra feliz de esta oportunidad que le ha brindado
el destino para cargarse él solo un Gobierno, un Partido y a buena parte de la CASTA política
española, de un solo viaje. Sueña con ser recordado como un héroe por los españoles, porque lo
que él sabe, no lo sabe nadie más que él y ya tiene relación detallada de todo
lo acontecido en una caja de seguridad de un banco suizo, con instrucciones
concretas por si le ocurre algo inesperado. Así que nos vamos a enterar de lo acontecido, o sí, o también.
Enrique Suárez