Lo de la política asturiana va camino de convertirse en una serie televisiva. Cada día cobra más interés el papel protagonista de los partidos políticos que se reúnen en la Junta General del Principado de Asturias para que esta comunidad no pueda ser gobernada; la última entrega ha sido la devolución de los presupuestos presentados por el Gobierno de Foro presidido por Francisco Álvarez Cascos.
Lo ocurrido hoy roza el esperpento, tras haber sobrepasado con holgura la desmesura a que nos tiene acostumbrados el Partido Popular. Es difícil explicarlo en pocas palabras, salvo que se exponga la motivación oculta de sus acciones, que no es otra que la de derribar cualquier propuesta de su ex Secretario General, ex Vicepresidente y ex ministro de Fomento con los gobiernos sucesivos de José María Aznar.
Se podrán decir muchas cosas de Francisco Álvarez Cascos, según interpretaciones, pero lo que nadie con un dedo de frente niega en este país, es que es un político trabajador, riguroso y exhaustivo en su gestión de la realidad. Precisamente esa fama la adquirió durante los 34 años que militó en el partido social de la gaviota, en el que últimamente las siglas son más importantes que las personas. Incluso los que hoy le han negado su apoyo desde el PP, tienen numerosas declaraciones en las que así lo confirman.
Resulta que ahora, tras cambiar de formación política, ha perdido toda confianza en su gestión y particularmente en la elaboración de los próximos presupuestos de Asturias, por cierto, los que dedicaban, salvaguardando servicios esenciales, más partidas a la inversión de todas las comunidades españolas.
La cuestión se ha desarrollado de la siguiente forma, el PP ha presentado una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Asturias que ha sido apoyada por el PSOE, y el resultado es que en la comunidad gobernada por Foro, ahora tendrán que prorrogarse los presupuestos aprobados por el PSOE para el año 2011, precisamente los que fueron rechazados por el PP en aquella ocasión por ser excesivos e inadecuados, según declararon sus portavoces en numerosas ocasiones.
Así tenemos que, gracias al PP, Asturias tendrá los presupuestos del PSOE del año 2011, pero además en una situación de crisis galopante, absolutamente inasumibles e inadaptados a la situación de económica que se atraviesa actualmente en Asturias y en España, incumpliendo de antemano todos los propósitos y las clausulas de limitación del Gobierno de España y las directivas europeas. Evidentemente todo el espectáculo aprobado con el apoyo de Mariano Rajoy (aunque diga lo contrario), Presidente del Gobierno de España.
La justificación del PP para presentar una enmienda a la totalidad es que los presupuestos no se ajustaban a los recortes decididos por Mariano Rajoy, tras haber mentido a los españoles en su campaña con que no subiría los impuestos para ganar las elecciones. Así que a la impostura de Rajoy, justificada en un déficit oculto que conocía todo el mundo menos él, por leer solo El Marca, se suma la impostura del PP asturiano que prefiere apoyar los presupuestos del PSOE para el año pasado antes que los de Foro para este año, con la única intención de hacer imposible el gobierno en el Principado, pues si en coherencia seguimos su criterio y ya eran inadecuados el año pasado, mucho más lo serán en este.
Supongo que los votantes del PP estarán atónitos, salvo que sean analfabetos, ciegos y sordos, ante la actuación estelar del partido que han votado en las pasadas elecciones de forma mayoritaria en Asturias, viendo como prevalece la enemistad con su antiguo ex secretario general, sobre los intereses de Asturias y los asturianos.
No se puede asumir tanta frivolidad e impostura y ausencia de sentido del ridículo en unos representantes públicos que cobran todos los meses su sueldo de los impuestos de los asturianos, que han preferido resucitar al socialismo de Areces, al que han sido “no oposición” durante los últimos doce años, que aprobar unos presupuestos realizados con criterio, rigor y esfuerzo por el partido que dirige la persona que logró, más que ninguna otra, que el PP accediera al Gobierno de España por primera vez en su historia.
Hay ocasiones en que la impostura no es solo una condición depravada sino una magnífica representación de la miseria humana que merece elogio por su insidia estúpida, aquella que definía Carlo María Cipolla en “Allegro ma non troppo” como la que ocasionaba un perjuicio a los demás, aunque eso supusiera también un perjuicio para sus promotores y sus votantes. "Nosotros nos fastidiamos, pero le fastidiamos más a él...y a los asturianos que les den", pero al final los que resultan víctimas de la estupidez del PP de Asturias, no somos otros que los asturianos, los que votaron al PP y los que no les votamos, los de ahora, y los de las próximas generaciones. Demos las gracias al PP de Asturias por apartarnos, una vez más, de cualquier posibilidad de escaparnos del marasmo.
Enrique Suárez
* Mi agradecimiento a Laura de Lázaro y Andrea Martín por la labor de recopilación de contradicciones inolvidables del PP asturiano (que se muestran en los enlaces), que pueden seguir ustedes en el muro de facebook de Foro Asturias
Lo ocurrido hoy roza el esperpento, tras haber sobrepasado con holgura la desmesura a que nos tiene acostumbrados el Partido Popular. Es difícil explicarlo en pocas palabras, salvo que se exponga la motivación oculta de sus acciones, que no es otra que la de derribar cualquier propuesta de su ex Secretario General, ex Vicepresidente y ex ministro de Fomento con los gobiernos sucesivos de José María Aznar.
Se podrán decir muchas cosas de Francisco Álvarez Cascos, según interpretaciones, pero lo que nadie con un dedo de frente niega en este país, es que es un político trabajador, riguroso y exhaustivo en su gestión de la realidad. Precisamente esa fama la adquirió durante los 34 años que militó en el partido social de la gaviota, en el que últimamente las siglas son más importantes que las personas. Incluso los que hoy le han negado su apoyo desde el PP, tienen numerosas declaraciones en las que así lo confirman.
Resulta que ahora, tras cambiar de formación política, ha perdido toda confianza en su gestión y particularmente en la elaboración de los próximos presupuestos de Asturias, por cierto, los que dedicaban, salvaguardando servicios esenciales, más partidas a la inversión de todas las comunidades españolas.
La cuestión se ha desarrollado de la siguiente forma, el PP ha presentado una enmienda a la totalidad a los presupuestos de Asturias que ha sido apoyada por el PSOE, y el resultado es que en la comunidad gobernada por Foro, ahora tendrán que prorrogarse los presupuestos aprobados por el PSOE para el año 2011, precisamente los que fueron rechazados por el PP en aquella ocasión por ser excesivos e inadecuados, según declararon sus portavoces en numerosas ocasiones.
Así tenemos que, gracias al PP, Asturias tendrá los presupuestos del PSOE del año 2011, pero además en una situación de crisis galopante, absolutamente inasumibles e inadaptados a la situación de económica que se atraviesa actualmente en Asturias y en España, incumpliendo de antemano todos los propósitos y las clausulas de limitación del Gobierno de España y las directivas europeas. Evidentemente todo el espectáculo aprobado con el apoyo de Mariano Rajoy (aunque diga lo contrario), Presidente del Gobierno de España.
La justificación del PP para presentar una enmienda a la totalidad es que los presupuestos no se ajustaban a los recortes decididos por Mariano Rajoy, tras haber mentido a los españoles en su campaña con que no subiría los impuestos para ganar las elecciones. Así que a la impostura de Rajoy, justificada en un déficit oculto que conocía todo el mundo menos él, por leer solo El Marca, se suma la impostura del PP asturiano que prefiere apoyar los presupuestos del PSOE para el año pasado antes que los de Foro para este año, con la única intención de hacer imposible el gobierno en el Principado, pues si en coherencia seguimos su criterio y ya eran inadecuados el año pasado, mucho más lo serán en este.
Supongo que los votantes del PP estarán atónitos, salvo que sean analfabetos, ciegos y sordos, ante la actuación estelar del partido que han votado en las pasadas elecciones de forma mayoritaria en Asturias, viendo como prevalece la enemistad con su antiguo ex secretario general, sobre los intereses de Asturias y los asturianos.
No se puede asumir tanta frivolidad e impostura y ausencia de sentido del ridículo en unos representantes públicos que cobran todos los meses su sueldo de los impuestos de los asturianos, que han preferido resucitar al socialismo de Areces, al que han sido “no oposición” durante los últimos doce años, que aprobar unos presupuestos realizados con criterio, rigor y esfuerzo por el partido que dirige la persona que logró, más que ninguna otra, que el PP accediera al Gobierno de España por primera vez en su historia.
Hay ocasiones en que la impostura no es solo una condición depravada sino una magnífica representación de la miseria humana que merece elogio por su insidia estúpida, aquella que definía Carlo María Cipolla en “Allegro ma non troppo” como la que ocasionaba un perjuicio a los demás, aunque eso supusiera también un perjuicio para sus promotores y sus votantes. "Nosotros nos fastidiamos, pero le fastidiamos más a él...y a los asturianos que les den", pero al final los que resultan víctimas de la estupidez del PP de Asturias, no somos otros que los asturianos, los que votaron al PP y los que no les votamos, los de ahora, y los de las próximas generaciones. Demos las gracias al PP de Asturias por apartarnos, una vez más, de cualquier posibilidad de escaparnos del marasmo.
Enrique Suárez
* Mi agradecimiento a Laura de Lázaro y Andrea Martín por la labor de recopilación de contradicciones inolvidables del PP asturiano (que se muestran en los enlaces), que pueden seguir ustedes en el muro de facebook de Foro Asturias