La izquierda siempre ha tenido en España mucho de propaganda y poco de hechos, a los supuestos izquierdistas –extraordinariamente conservadores por otra parte, sólo hay que mirar a los sindicatos de clase o a los que disfrutan de poltrona- siempre les ha gustado decir que son los demás los que se equivocan, el socialismo es la única doctrina política que se atreve a decir que la realidad es fascista y así llevan más de cien años viviendo del cuento.
Recordando los últimos años de la dictadura franquista, no puedo olvidarme de aquella frase acuñada por todas las izquierdas como protesta ante la ausencia de libertades políticas y democracia: “contra Franco se vive mejor”. En el primer lustro de los años setenta del siglo pasado los que hoy disfrutan de poder y despacho, iban de vaqueros y no dejaban de socavar los cimientos de un régimen, que por otra parte se caía por si mismo de pura senectud. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes socialistas actuales –muchos de ellos hijos de dirigentes políticos del franquismo- disfrutaban convirtiendo en hazañas épicas una pintada o un concierto en algún garito.
El franquismo se vino abajo por si mismo, no hubo ni que empujarlo, pero la propaganda de la izquierda hipnotizó a las masas asegurando que Franco se había muerto al fin en su cama, gracias a lo que todos ellos habían luchado por nuestra libertad y su futuro personal.
Han pasado 35 años desde aquel 20 de noviembre de 1975 y ahora volvemos a estar igual que entonces, no sé si se deberá la cosa al mito del eterno retorno o a la evolución puntuada de la cultura, pero los españoles, la inmensa mayoría de los españoles, ahora volvemos a estar unidos contra el régimen, contra su opresión, contra su reparto de privilegios, contra su doctrina, contra su sectarismo, contra su estupidez, contra su percepción única de la realidad, contra su miseria, contra su patrocinio y contra su detectación del poder.
Los españoles nos ponemos de acuerdo mejor para saber lo que no queremos que lo que queremos, siempre nos ocurre lo mismo, y ahora, la inmensa mayoría estamos de acuerdo en que no queremos a Zapatero y el zapaterismo, como hace 35 años nos pusimos de acuerdo en que queríamos otra cosa que no fuera Franco y el franquismo.
A los españoles, al final nos importa menos que los políticos nos roben más o menos, lo que nos molesta es que nos puedan tocar las gónadas y ahora el Presidente carismático de la ceja y su Gobierno de tebeo nos las están tocando. Se nota en la calle y en la red, en todas partes, que este país está cansado del iluminismo de este descerebrado y sus secuaces, los españoles ya no soportamos más su desmesura, su osadía, su memez y estamos cansados de aguantar a unos petimetres que por tener carnet se piensan que son la quintaesencia de la sabiduría universal.
Verán ustedes, si con Franco teníamos la Sección Femenina ahora tenemos el Instituto de la Mujer, que es lo mismo, pero de signo contrario. Si con Franco teníamos a la Falange ahora tenemos al PSOE. Si con Franco teníamos a los sindicatos verticales ahora tenemos a los sindicatos de clase. Si con Franco teníamos la cruzada cristiana ahora tenemos la cruzada socialista. Si con Franco los homosexuales eran perseguidos por el poder, ahora son los heterosexuales los que van a tener que explicar su condición. Si con Franco España celebraba que vivíamos en una nación, grande y libre, ahora vivimos en No se qué, pequeño y oprimido, por las autonomías y todos los aprovechados que han brotado por doquier en esta democracia de cartón. Si antes nos esperaba el más allá en el cielo, ahora se han empeñado en que la economía sostenible, la ecología y el cambio climático nos convierte en habitantes del infierno, pecadores, fumadores, bebedores; y en último extremo, lo que no soporta el poder sectario del socialismo, es que haya jóvenes aspirantes a fundar una familia normal y tener hijos, que terminen estudiando algo más que Educación para la Ciudadanía, ¿cómo pueden tener la desvergüenza de no querer ser "progresistas"?.
De lo que estoy seguro es que el mundo que nos ofrecen no es el mejor de los posibles, ni el que nos merecemos españoles ,que después de pagar todas las obscenidades del poder encima tienemos que soportar su desmesura asintiendo como borregos o ser considerados fachas en su defecto. Los tiempos han cambiado y las personas también lo han hecho y cuando la política y quienes la dirigen se convierten en un estorbo para nuestra evolución, más que en una opción que facilite nuestra existencia, toca cambio de régimen, ahora estamos en una democracia, y más que querer que gobierne el PP, que todavía huele a alcanfor, naftalina e incienso, lo que los españoles queremos es que en el PSOE aparten a Rodríguez Zapatero de una puñetera vez antes de que destroce lo que queda de España.
En el PSOE deberían pensarse seriamente de una vez en sustituir al ínclito, porque a este paso va a arrasar con todo lo que han hecho a lo largo de la historia, con lo bueno y con lo malo. De no hacerlo, seremos los españoles los que decidiremos eliminar al PSOE de nuestras vidas, porque ya no hay quien pueda soportar tanta soberbia, estupidez y osadía. Dicho queda.
Mientras tanto, seguiremos viviendo mejor contra Zapatero, no queda otra.
Enrique Suárez Retuerta
Un ciudadano español que no renuncia a su soberanía