Se ha ido
Gabo, los propagandistas nos lo venderán como ejemplo del comunismo (algo
que voy a desmentir, porque como le ocurrió a Voltaire, me he propuesto
"Ecrasez l´infame"); Gabo era mucho Gabo, también
era apátrida, periodista y soñador, quizás lo menos importante era su
condición política, de la que tantos infames se aprovecharán.
Gabo nos enseñó a mirar, mirar la magia de la realidad, a descubrir la soledad en cien años y a envejecer en otoños sin patriarcas. De todas sus obras, hay una singular, que nos ofrece posiblemente su visión política de la realidad: "El general y su laberinto", donde nos cuenta el patetismo y humanidad de un Simón Bolivar, arrojado a la soledad del poder, que los propagandistas y sus intereses bolivarianos han elevado a los altares.
Gabo, nunca fue comunista, así lo dice él mismo: " En 1983, cuando se le preguntó a Gabriel García Márquez: «¿Es usted comunista?» el escritor respondió: «Por supuesto que no. No lo soy ni lo he sido nunca. Ni tampoco he formado parte de ningún partido político».
Sin embargo sí quería una evolución social de América Latina, en la que hubiera Progreso, Libertad y mayor Igualdad, pero una cosa es lo que quisiera para América Latina y otra muy diferente, lo que él, personalmente, se consideraba a sí mismo; sigo pensando que cuando se haga arqueología de su memoria y se quiten los escombros de propaganda e intoxicaciones que se van a verter sobre su recuerdo, nos encontraremos a un humilde ser humano que anhelaba libertad para este mundo, conmocionado por la vesania de los déspotas que le correspondió conocer.
De hecho, el único acto político personal que se le reconoce, fue la creación de una revista en 1960 cuyo título era Accion Liberal, junto a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza, de la que sólo se vendieron tres números.
Adios Gabo, tu muerte fue demasiado anunciada, algo que seguramente no te hubiera gustado; no te dejan ser general en tu laberinto, con tus putas tristes y tus raíces profundas, como tampoco te agradará que los infames se aprovechen de tu recuerdo, pero ya sabes, el mundo se desploma de silencios y se resquebraja en espantos.
Buen viaje, presumo que algunos te van a seguir falleciendo mucho tiempo
Gabo nos enseñó a mirar, mirar la magia de la realidad, a descubrir la soledad en cien años y a envejecer en otoños sin patriarcas. De todas sus obras, hay una singular, que nos ofrece posiblemente su visión política de la realidad: "El general y su laberinto", donde nos cuenta el patetismo y humanidad de un Simón Bolivar, arrojado a la soledad del poder, que los propagandistas y sus intereses bolivarianos han elevado a los altares.
Gabo, nunca fue comunista, así lo dice él mismo: " En 1983, cuando se le preguntó a Gabriel García Márquez: «¿Es usted comunista?» el escritor respondió: «Por supuesto que no. No lo soy ni lo he sido nunca. Ni tampoco he formado parte de ningún partido político».
Sin embargo sí quería una evolución social de América Latina, en la que hubiera Progreso, Libertad y mayor Igualdad, pero una cosa es lo que quisiera para América Latina y otra muy diferente, lo que él, personalmente, se consideraba a sí mismo; sigo pensando que cuando se haga arqueología de su memoria y se quiten los escombros de propaganda e intoxicaciones que se van a verter sobre su recuerdo, nos encontraremos a un humilde ser humano que anhelaba libertad para este mundo, conmocionado por la vesania de los déspotas que le correspondió conocer.
De hecho, el único acto político personal que se le reconoce, fue la creación de una revista en 1960 cuyo título era Accion Liberal, junto a su amigo Plinio Apuleyo Mendoza, de la que sólo se vendieron tres números.
Adios Gabo, tu muerte fue demasiado anunciada, algo que seguramente no te hubiera gustado; no te dejan ser general en tu laberinto, con tus putas tristes y tus raíces profundas, como tampoco te agradará que los infames se aprovechen de tu recuerdo, pero ya sabes, el mundo se desploma de silencios y se resquebraja en espantos.
Buen viaje, presumo que algunos te van a seguir falleciendo mucho tiempo
Enrique Suárez