Creo que Francisco Alvarez Cascos ya lo sabe, lleva años suficientes en la política española para no desconocer que la operación que, en estos momentos, se está desarrollando contra él por las fuerzas reaccionarias de este país, pretende como único objetivo acosarle, derribarle y evitar de cualquier forma que pueda acceder al poder, con recursos suficientes para desarrollar la actividad política que pretende, aquella considerada como normal por la mayoría de los ciudadanos de Asturias y de España, es decir, transparente, rigurosa, honesta, eficaz y responsable.
Ni Amaiur está recibiendo tanta presión como Foro, su partido, por buena parte de los agentes políticos, mediáticos, sociales y financieros de este país. A Francisco, van a lincharle socialmente, a embadurnar su imagen pública, a denostar todo lo que ha hecho y por supuesto a repudiarle como alternativa, después de haberle impedido gobernar, boicoteando todas las iniciativas que ha propuesto, esencialmente, racionales y apropiadas a la realidad (a pesar de que los medios de comunicación autonómicos se hayan empeñado en reiterar lo contrario, en su insidiosa campaña de propaganda permanente contra él).
Tanta inquina compartida por adversarios habituales entre ellos, no puede ser casual, sino causal; ha sido considerado por el establishment un peligro, la oveja negra de la política española; entre otras razones, porque no compadrea con todos los que comparten la extravagante pretensión de someter a los asturianos a sus reiterados engaños, corrupciones, estratagemas y represiones con el objetivo de perpetuarse en el poder, sean políticos, sindicalistas, empresarios, o medios de comunicación. Las fuerzas reaccionarias del Principado van a por él, pero también las nacionales.
La opinión pública más inteligente de Asturias sabrá que cuando el PSOE coincide con el PP, y estos con IU y UPyD; La Voz de Asturias con La Nueva España; los empresarios con los sindicatos; los indignados con los carcas; los voceros de cualquier causa financiada con dineros públicos con los gerifaltes de los chiringuitos, y deciden ponerse de acuerdo contra él, están brindando una excelente ocasión para saber que lo que representa es el futuro más alentador frente a un pasado que no se resigna a perderse en el olvido. En realidad, tanta animadversión reunida está conformando un gran frente del duerno contra Foro, una colección de reaccionarios del más de lo mismo contra alguien que no va a permitirles su supervivencia en el engaño perpetuo a la población asturiana.
Los asturianos sólo tienen que hacer una sencilla reflexión para decantarse definitivamente por su proyecto, que es la siguiente: si los que arruinaron Asturias, se alían con los que ayer se les oponían, sólo puede ser por un motivo, temen que les envíe al olvido. Es decir, temen que acabe con la corrupción del PSOE y del PP, las subvenciones sindicales, las ayudas a los empresarios afines al poder, los proyectos faraónicos e inútiles, las SOGEPSA y los Niemeyer, los negocios de la RTPA que bendicen La Nueva España y la Sexta-Público-La Voz de Asturias de Roures, por los millones que les han concedido a lo largo de estos años. Es decir, todos los que reunidos han hundido Asturias, habiendo convertido esta comunidad en la que más población pierde, que tiene más pensionistas y menos tasa de actividad laboral del país.
Pero cuando además la campaña trasciende el Pajares, para tratar de enredarle en las corrupciones del PP, agitadas por el PSOE –que no critica al PP, pero si a Cascos personalmente-, y se acompaña de la campaña de ostracismo de los medios nacionales sobre lo que acontece en Asturias, con escasas palabras para “el Gürtel del PSOE asturiano”, sobre el boicot a que ha sido sometido su Gobierno, y siguen empeñados en hacerle un traje a la medida de las falacias modelo Camps, es que se está produciendo un “acuerdo implícito” de todas las representaciones del poder para acabar con sus objetivos.
Pero ha sido inteligente, a pesar de que no es capaz de zaherirse el burka mediático que le han impuesto, por inadecuación manifiesta de los equipos de comunicación que le acompañan, y que son incapaces de iniciar una campaña de contrapropaganda; a pesar de ello, insisto en que ha sido inteligente, porque como los personajes de las tragedias griegas ha adherido por completo su porvenir al de la obra que pretende: extraer Asturias de la incertidumbre y ofrecer un futuro de normalización y bienestar para esta tierra. En vista de que todos los que han detentado el poder en Asturias durante las últimas tres décadas de decadencia se han convertido en la fuerza reaccionaria conjunta que pretende noquearle, ha decidido aliarse con el sentido común y la razón de los asturianos, pidiéndoles su confianza mayoritaria para sacar el Principado adelante tras más de 30 años de podredumbre continuada, de reconversiones y desmantelamiento, de nichos de corrupción y oprobio, de un clima de explotación y expolio político permanente.
Las próximas elecciones serán un test de inteligencia para los asturianos, que tendrán que elegir entre las mentiras que les ofrecen las fuerzas reaccionarias consolidadas en el Principado o una propuesta de futuro, que tras siete meses de gobierno logró mostrar que los que le precedieron en el gobierno-oposición de Asturias no eran trigo limpio, sino cizaña muy bien organizada en un entramado de corrupción estructural para no ser apartada del poder por los siglos de los siglos.
Asturias decide el futuro de Cascos y el suyo, al mismo tiempo, el 25 de marzo. La batalla no será de Cascos y Foro contra los demás, sino de la democracia contra la demagogia más miserable y expoliadora.
En esta ocasión votar por Foro es regresar a la democracia, mientras que votar por todos los demás es hundirnos para siempre en la explotación más insidiosa y mezquina, en la que las palabras (y las mentiras) prevalecen sobre los hechos, que conforman la realidad.
Enrique Suárez