Asistimos al penúltimo episodio en el descubrimiento de la urdimbre de corrupción que ha asolado Asturias durante las últimas décadas. Hoy, hablaremos de los portavoces del duerno y al mismo tiempo, censores de toda información que pudiera perjudicarles, a ellos y a sus patrocinadores, cuando no paladines de la intoxicación mercenaria.
El duerno, sabrán ustedes que es la artesa en la que comen los animales, habitualmente los cerdos, y ha sido la forma alegórica, con que popularmente se han denominado las connivencias inconfesables entre los representantes políticos del Principado durante las últimas legislaturas, miembros de PSOE, PP e IU, junto con la participación de alguna entidad financiera, determinadas empresas, algunos sindicatos y asociaciones, y numerosos vividores que se han beneficiado del negocio de lo público en Asturias, bajo la égida desquiciada en su despilfarro y oprobio de los Gobiernos de Vicente Álvarez Areces. Que ahora se permite reclamar el pago a sus acólitos y adeptos , bajo la bondadosa propuesta de pagar las nóminas a los trabajadores de la TPA.
Dos hechos están permitiendo que se descubra el descomunal entramado de fiasco, impostura y derroche que se ha organizado desde la política asturiana, que se extiende a los principales medios de comunicación autonómicos; por una parte “el caso Riopedre”, que concluyó con la plana mayor de la Consejería de Educación del Principado de Asturias durante 10 años, en la cárcel, y por otra, el triunfo electoral de Foro, a pesar de la resistencia mediática de TPA-LNE-LVA, del partido de Francisco Alvarez Cascos, que le permitió formar gobierno.
¿Existe algún vínculo económico entre TPA-LNE-LVA?, pues gracias a El Comentario-TV, y la Sindicatura de cuentas, nos hemos enterado que una de las principales productoras con quien contrata la TPA, Asturmedia, es una empresa formada por La Nueva España y MediaPro, la compañía televisiva de Roures, entre cuyas empresas se encuentra Público, el diario que se adjunta con La Voz de Asturias, así que dos de los principales diarios del Principado tienen establecido un negocio con la TPA, por el que facturan aproximadamente entre 2 y 7 millones de euros, sólo en el último año. A los que se deben añadir 4 millones de euros por la transmisión de la Fórmula 1 y el Fútbol que se lleva Mediapro (última cifra de lo que pedía en 2008).
Desde su fundación, la TPA lleva gastados alrededor de 150 - 200 millones de euros de dinero público de Asturias, y se desconoce cuanta ha sido la participación total que se hayan podido llevar La Nueva España y MediaPro-La Voz de Asturias-Público, por la vía de la empresa conjunta, Asturmedia, aunque no se descartan otras aventuras económicas.
Si a la cuestión añadimos que el Consejo de Administración de la TPA formado por los partidos políticos con representación en el Principado (PSOE-PP-IU) y otras entidades, se han acantonado para que Foro Asturias el partido que triunfó en las elecciones no pueda estar representado en el órgano institucional, al menos hasta después de las Elecciones Generales, nos podemos imaginar el rango de corrupción que puede existir en la entidad pública, pagada con el dinero de todos los asturianos.
Pero también nos daremos cuenta de que tanto en TPA, como LNE, como LVA, toda la información que surja del Gobierno de Foro será negativa y la de sus detractores será elevada a verdades irrevocables; algo que ocurrió durante la pasada campaña electoral y sigue produciéndose a 50 días de las Elecciones Generales. Foro Asturias ha denunciado en reiteradas ocasiones la falsedad de las informaciones que procura La Nueva España, la última, que el Gobierno del Principado no pagaba a sus proveedores.
Mientras el juez Sorando, que se encarga del caso Riopedre, es advertido de sanción por el fiscal del TSJA, nombrado por el Gobierno, se va descubriendo el entramado de corrupción que ha sido ocultado por EL BURKA INFORMATIVO ASTURIANO (TPA-LNE-LVA) y que afecta, en toda su extensión, a la administración pública del Principado gestionada por los gobiernos de Areces durante los últimos doce años. Un entramado que actualmente se investiga y que afecta a más de 130 personas que trabajan en el Principado y que deja al descubierto su relación con al menos 12- 15 empresas a nombre de sus familiares o socios. Mientras salen a la luz las Auditorías independientes encargadas por el Gobierno de Álvarez Cascos, podemos imaginarnos la profundidad de la ciénaga, por el arbolado del bosque.
¿Ahora se dan cuenta ustedes por qué el Gobierno de Foro Asturias lo hace todo mal, según LVA-TPA-LNE y la oposición todo bien? ¿Ahora se dan cuenta ustedes del manto de silencio que estos medios de comunicación han extendido sobre la opinión pública asturiana durante la última década? ¿Ahora se dan cuenta cómo se pueden gastar millones de euros en un despilfarro sin fin, por parte del Gobierno de Areces y nadie dice nada, ni desde la oposición, ni desde los principales medios de comunicación asturianos? Pues vayan haciendo cuentas, porque además de haberles secuestrado la información con censura, intoxicarles con noticias falsas y haberles embadurnado de propaganda durante años, los contribuyentes asturianos siguen condenados a pagar su secuestro informativo y lo seguirán pagando, como la Justicia o el Gobierno de Alvarez Cascos no lo remedien.
LLama poderosamente la atención ver al expresidente del Principado de Asturias, que gracias a la connivencia del PP se fue sin dar explicaciones a los asturianos de la corrupción existente en su Gobierno, acusar ahora al Presidente Alvarez Cascos de mentir y de oscuras intenciones...para ocultar sus oscuros hechos y los de su Gobierno, claro está. Ahora, Vicente Álvarez Areces, se presenta al senado, tal vez ni siquiera salga elegido, lo tiene difícil, porque su partido sólo obtendrá un senador y los socialistas pueden votar a otro de los que se presenten. Sin blindaje senatorial, con la que se le viene encima al PSOE de Asturias con el caso Riopedre, es normal que comience a perder los nervios.
Aquí pueden conocer ustedes más información sobre el tema, producida directamente por usuarios y trabajadores de la TPA
Enrique Suárez