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sábado, 25 de octubre de 2008
Sudáfrica cederá su silla a Zapatero
Ser antisocialista, hoy
Siguiendo las consignas de su eminente secretario general, el PSOE ha decidido diversificarse en los últimos años en su larga marcha hacia el totalitarismo. El PSOE se ha apropiado de lo público, nadie puede representar lo público salvo el PSOE. Lo público son las instituciones colonizadas en las que cada día se comulga con las ruedas del molino triturador de memorias, para que la única memoria posible, la del PSOE, sea implantada, bien por decreto, veredicto o Educación para la Ciudadanía.
Siguen las enseñanzas del franquismo, en un país que todavía no ha evolucionado políticamente, atrapado en un voraz estatalismo, repleto de corrupciones y nepotismos. Más que un partido político, el PSOE aspira a formar un régimen –un zégîmên, decimos aquí-.
El PSOE se diversifica
Pero el PSOE no puede ser representativo en todas las áreas de la sociedad civil, por eso se está diversificando permanentemente. Tenemos un PSOE nacionalista representado por el PSC, el PSGA, el PSE, y PS de las Islas Baleares; en la educación se representa en los partidarios de la Educación para la Ciudadanía y el anticlericalismo, en la sanidad, en las asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, en la justicia con las asociaciones progresistas y feministas, y la escuadra Garzón haciendo de las suyas, en el mundo laboral con los sindicatos de clase, CCOO y UGT, en la patronal con la presidencia de la CEOE, del señor que ha “heredado” Marsans, en el mundo financiero con las cajas de ahorros de sus feudos políticos y las empresas que han crecido a la sombra del socialismo.
Los medios de comunicación que apoyan el régimen se agrupan alrededor de El País, El Periódico, El Plural, Público, La SER, La sexta, Cuatro, y RTVE. Unos lo hacen de forma burda y otros son más sutiles pero todos, al final, nunca dicen nada que pueda herir al Gobierno, al PSOE, al régimen.
Hasta tiene representación en la oposición, con las tesis de Gallardón en el PP y la deriva del penúltimo Rajoy, el socialismo nacional de Rosa Díez y UPyD, y el socialismo alternativo al PSC de Ciutadans.
Y lo más penoso, es que los auténticos socialistas, los que han representado esta ideología de forma honesta, que los hay –aunque cada día son más escasos-, se han dejado ir en esta representación esperpéntica de sus sueños.
Ser hoy antisocialista es una auténtica necesidad, como en los años posteriores a la postguerra, fue ser antifranquista. El socialismo se ha convertido en un obstáculo para la democracia, la igualdad, la libertad y la justicia.
La rebelión no acaba de materializarse, pero avanza sin pausa, la crisis económica empujará a los españoles a la calle de forma natural, y cuando la calle se llene de ciudadanos que crean en sí mismos y no en ninguna secta política, el régimen saltará por los aires. ¿Cuánto tiempo queda para la acción civil?. No lo sé, pero sí sé que cada día menos, el régimen socialista está dando sus últimos estertores –el comportamiento infantil de Rodríguez Zapatero por no ser invitado “refundación del capitalismo” que se celebrará próximamente en Washington, es el mejor signo de su debilidad.
Tras la caída del socialismo en España, previa demostración de su corrupción, de su desinterés por los ciudadanos, del egoísmo de sus dirigentes, de su ineptitud e incapacidad, de los graves problemas que nos ha creado a los españoles, está cada día más próxima.
No se puede seguir mintiendo a los ciudadanos y que no se den cuenta de que con los gobiernos socialistas, los españoles siempre hemos perdido, identidad, valores, recursos, principios, y dinero. Mantener un faraón como Zapatero con su corte de inútiles es demasiado caro, no nos lo podemos permitir, ni como un capricho adolescente. Estoy seguro que con la marcha de Zapatero también se irá el PP, por haber demostrado su incapacidad, su inutilidad y su estulticia tanto en la oposición, como en el Gobierno.
Cuando logremos echar a esta cohorte de políticos profesionales, estaremos en condiciones de comenzar a resolver las cosas, viene una nueva transición, inherente a la historia de nuestra nación, siempre dirigiéndose hacia un futuro imposible, gracias a los políticos que nos representan.
Erasmo de Salinas
Siguen las enseñanzas del franquismo, en un país que todavía no ha evolucionado políticamente, atrapado en un voraz estatalismo, repleto de corrupciones y nepotismos. Más que un partido político, el PSOE aspira a formar un régimen –un zégîmên, decimos aquí-.
El PSOE se diversifica
Pero el PSOE no puede ser representativo en todas las áreas de la sociedad civil, por eso se está diversificando permanentemente. Tenemos un PSOE nacionalista representado por el PSC, el PSGA, el PSE, y PS de las Islas Baleares; en la educación se representa en los partidarios de la Educación para la Ciudadanía y el anticlericalismo, en la sanidad, en las asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, en la justicia con las asociaciones progresistas y feministas, y la escuadra Garzón haciendo de las suyas, en el mundo laboral con los sindicatos de clase, CCOO y UGT, en la patronal con la presidencia de la CEOE, del señor que ha “heredado” Marsans, en el mundo financiero con las cajas de ahorros de sus feudos políticos y las empresas que han crecido a la sombra del socialismo.
Los medios de comunicación que apoyan el régimen se agrupan alrededor de El País, El Periódico, El Plural, Público, La SER, La sexta, Cuatro, y RTVE. Unos lo hacen de forma burda y otros son más sutiles pero todos, al final, nunca dicen nada que pueda herir al Gobierno, al PSOE, al régimen.
Hasta tiene representación en la oposición, con las tesis de Gallardón en el PP y la deriva del penúltimo Rajoy, el socialismo nacional de Rosa Díez y UPyD, y el socialismo alternativo al PSC de Ciutadans.
Y lo más penoso, es que los auténticos socialistas, los que han representado esta ideología de forma honesta, que los hay –aunque cada día son más escasos-, se han dejado ir en esta representación esperpéntica de sus sueños.
Ser hoy antisocialista es una auténtica necesidad, como en los años posteriores a la postguerra, fue ser antifranquista. El socialismo se ha convertido en un obstáculo para la democracia, la igualdad, la libertad y la justicia.
La rebelión no acaba de materializarse, pero avanza sin pausa, la crisis económica empujará a los españoles a la calle de forma natural, y cuando la calle se llene de ciudadanos que crean en sí mismos y no en ninguna secta política, el régimen saltará por los aires. ¿Cuánto tiempo queda para la acción civil?. No lo sé, pero sí sé que cada día menos, el régimen socialista está dando sus últimos estertores –el comportamiento infantil de Rodríguez Zapatero por no ser invitado “refundación del capitalismo” que se celebrará próximamente en Washington, es el mejor signo de su debilidad.
Tras la caída del socialismo en España, previa demostración de su corrupción, de su desinterés por los ciudadanos, del egoísmo de sus dirigentes, de su ineptitud e incapacidad, de los graves problemas que nos ha creado a los españoles, está cada día más próxima.
No se puede seguir mintiendo a los ciudadanos y que no se den cuenta de que con los gobiernos socialistas, los españoles siempre hemos perdido, identidad, valores, recursos, principios, y dinero. Mantener un faraón como Zapatero con su corte de inútiles es demasiado caro, no nos lo podemos permitir, ni como un capricho adolescente. Estoy seguro que con la marcha de Zapatero también se irá el PP, por haber demostrado su incapacidad, su inutilidad y su estulticia tanto en la oposición, como en el Gobierno.
Cuando logremos echar a esta cohorte de políticos profesionales, estaremos en condiciones de comenzar a resolver las cosas, viene una nueva transición, inherente a la historia de nuestra nación, siempre dirigiéndose hacia un futuro imposible, gracias a los políticos que nos representan.
Erasmo de Salinas
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El Zégîmên,
España,
PSOE
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