La incidencia por gripe se ha multiplicado en la semana 32 por 19, si en 2008 hubo en estas fechas 847 casos de gripe, en 2009 se han producido 16.105 casos, según fuentes del Ministerio de Sanidad y Política Social, un dato que está pasando desapercibido interesadamente para que no afecte al turismo estacional, lo que haría que se incrementara la crisis económica en nuestro país.
Con una población dispersa por las vacaciones, fuera de sus lugares habituales de residencia, sin vacunas finalizadas para la cepa A H1N1, los problemas graves se van a multiplicar considerablemente. El Ministerio de Sanidad y Política Social ante las circunstancias que se avecinan, ha decidido cambiar la forma de realizar el recuento epidemiológico de casos, pasando del registro a la estimación.
Se estima que en la semana 32, de los 16.105 casos de gripe considerados, un 72 % son de gripe A H1N1, aproximadamente 12.270 casos.
El Ministerio de Sanidad y Política Social ha preferido que la vida de los españoles no se alterara en verano para no perjudicar el turismo, con lo que se han incrementado considerablemente los contagios, en las próximas semanas aún lo harán más. Los problemas se van a multiplicar, porque numerosos ciudadanos que se encuentren desplazados de sus domicilios habituales, tendrán dudas en ingresar en lugares que no conocen, dificultades pare acercarse a servicios sanitarios que no son los suyos, y problemas para tratar de forma adecuada sus problemas.
Habrá que esperar a las cifras de morbi-mortalidad que se produzcan por la gripe A y compararlas con las que se producirán en otros países del entorno europeo para saber si el Ministerio de Sanidad y Política Social ha acertado o se ha equivocado en su acción política.
En un análisis prematuro sobre la cuestión, las políticas no intervencionistas, sin ningún criterio de contención, ni de disuasión de la movilidad o el contacto social, por no perjudicar más a los sectores económicos estacionales, tendrá sus consecuencias inmediatas. Sin vacunas aún concluidas, con la población dispersada, y sin unos criterios claro de acción, definidos por todas las posibilidades que puedan presentarse, la política que ha seguido el Ministerio de Sanidad y Consumo ha sido claramente irresponsable. En España, los más afectados por contagio son los que más se mueven en esta época, los adolescentes y los jóvenes.
Posiblemente en septiembre estemos tan preocupados por la gripe, que la crisis económica, el paro, el desgobierno o el terrorismo, pasarán a un segundo plano, y Zapatero regresará de vacaciones para tranquilizar a la población diciendo que todo está controlado y que se han tomado todas las medidas generales indicadas por la OMS.
Pero en un país como España no es suficiente con lo que diga la OMS, sino que se deben implementar las acciones particulares que se corresponden con nuestras circunstancias propias. No haberlo hecho ha sido una negligencia que podrá costar unos problemas graves que podrían haberse evitado. En los próximos meses, de una sencilla comparación entre la letalidad que se producirá en España por gripe A y en otros países del entorno, tendremos la nota que saca este Gobierno en ocuparse de la salud de los españoles. Creo que no me equivocaré si anticipo que va a ser mucho más elevada que en otros países de nuestro entorno, que disfrutan de gobiernos más rigurosos a la hora de tomar decisiones políticas que afectan a la salud de sus ciudadanos.
Biante de Priena
Con una población dispersa por las vacaciones, fuera de sus lugares habituales de residencia, sin vacunas finalizadas para la cepa A H1N1, los problemas graves se van a multiplicar considerablemente. El Ministerio de Sanidad y Política Social ante las circunstancias que se avecinan, ha decidido cambiar la forma de realizar el recuento epidemiológico de casos, pasando del registro a la estimación.
Se estima que en la semana 32, de los 16.105 casos de gripe considerados, un 72 % son de gripe A H1N1, aproximadamente 12.270 casos.
El Ministerio de Sanidad y Política Social ha preferido que la vida de los españoles no se alterara en verano para no perjudicar el turismo, con lo que se han incrementado considerablemente los contagios, en las próximas semanas aún lo harán más. Los problemas se van a multiplicar, porque numerosos ciudadanos que se encuentren desplazados de sus domicilios habituales, tendrán dudas en ingresar en lugares que no conocen, dificultades pare acercarse a servicios sanitarios que no son los suyos, y problemas para tratar de forma adecuada sus problemas.
Habrá que esperar a las cifras de morbi-mortalidad que se produzcan por la gripe A y compararlas con las que se producirán en otros países del entorno europeo para saber si el Ministerio de Sanidad y Política Social ha acertado o se ha equivocado en su acción política.
En un análisis prematuro sobre la cuestión, las políticas no intervencionistas, sin ningún criterio de contención, ni de disuasión de la movilidad o el contacto social, por no perjudicar más a los sectores económicos estacionales, tendrá sus consecuencias inmediatas. Sin vacunas aún concluidas, con la población dispersada, y sin unos criterios claro de acción, definidos por todas las posibilidades que puedan presentarse, la política que ha seguido el Ministerio de Sanidad y Consumo ha sido claramente irresponsable. En España, los más afectados por contagio son los que más se mueven en esta época, los adolescentes y los jóvenes.
Posiblemente en septiembre estemos tan preocupados por la gripe, que la crisis económica, el paro, el desgobierno o el terrorismo, pasarán a un segundo plano, y Zapatero regresará de vacaciones para tranquilizar a la población diciendo que todo está controlado y que se han tomado todas las medidas generales indicadas por la OMS.
Pero en un país como España no es suficiente con lo que diga la OMS, sino que se deben implementar las acciones particulares que se corresponden con nuestras circunstancias propias. No haberlo hecho ha sido una negligencia que podrá costar unos problemas graves que podrían haberse evitado. En los próximos meses, de una sencilla comparación entre la letalidad que se producirá en España por gripe A y en otros países del entorno, tendremos la nota que saca este Gobierno en ocuparse de la salud de los españoles. Creo que no me equivocaré si anticipo que va a ser mucho más elevada que en otros países de nuestro entorno, que disfrutan de gobiernos más rigurosos a la hora de tomar decisiones políticas que afectan a la salud de sus ciudadanos.
Biante de Priena