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martes, 1 de febrero de 2011

Francisco Álvarez Cascos, firma el epitafio de la partitocracia española


Hoy, 31 de enero de 2011 ha sido un día memorable para la política española, porque el político más completo del panorama español (el mejor discípulo de Jovellanos) ha decidido escribir el epitafio de la partitocracia española, al declarar que su nueva formación política: Foro Asturias, se ubica en la transversalidad política, ese nuevo paradigma ideológico que avanza por Europa con energía propia y que ya se ha afincado en los países más avanzados: Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda o Italia.

La transversalidad política concluye con El Contrato Social de Rousseau sobre el que se han establecido los partidos políticos europeos tradicionales, para encarrilarse en la nueva realidad política europea que trasciende el cautiverio histórico que denunció Fukuyama, las geometrías sociales colectivistas y los localismos particularistas, tan gratos a los nacionalismos disgregadores.

Actualmente vivimos en una sociedad globalizada e interrelacionada de forma inmediata y masiva por las nuevas tecnologías, que requiere evolución de las relaciones entre políticos y ciudadanos. La representación política no puede restringirse en estos tiempos a la firma de un cheque en blanco cada cuatro años a los políticos designados por los partidos. Los ciudadanos requieren que la democracia se haga abierta y participativa y que la gestión de los recursos comunes sea transparente y rigurosa.

Se requiere una justicia independiente que controle al poder político, pero también que regule por ley los negocios de las grandes corporaciones económicas. El ser humano debe recobrar su identidad y abandonar definitivamente su indexización clientelar, pero también debe superar su estatus de mercancía laboral. Los seres humanos no somos clientes, usuarios, contribuyentes, consumidores, productores, o espectadores pasivos, somos seres humanos con criterio y capacidad de decisión que no debemos ser tutelados por los políticos como si fuéramos niños pequeños o ganado electoral.

Las ideologías políticas clásicas se han quedado anticuadas, ni el socialismo, ni el conservadurismo pueden resolver los problemas actuales y menos si viven eternamente en conflicto y crispación. La transversalidad política es una facción política, asentada sobre los ejes estructurales del liberalismo orientado al bienestar común, por la mejora de las condiciones individuales, que se opone a las ideologías doctrinarias, dogmáticas y sectarias, que representan esos dinosaurios mecánicos que son los partidos políticos convencionales.

Los partidos políticos convencionales han perdido su oportunidad de transformarse a demanda de las necesidades e intereses de los ciudadanos, para seguir ejerciendo el poder autoritario de una forma que recuerda a la del Antíguo Régimen, han preferido acantonarse en el poder engañando a sus electores, que transformarse en las herramientas requeridas a su servicio. Pagarán sus errores, más temprano que tarde.

Francisco Álvarez Cascos ha sabido adaptarse a los requerimientos políticos del presente al mismo tiempo que se ha orientado a la recuperación de lo valioso del pasado y lo deseado en el futuro. Una combinación de recursos inteligente para afrontar los graves problemas que asolan a la política, la economía y la cultura en Asturias. Si logra transmitir a los asturianos sus intenciones, sin duda está llamado a ser el próximo Presidente del Principado de Asturias, porque mientras su objetivo es llevar la comunidad asturiana al siglo XXI, el de sus rivales es mantenerla cautiva en el siglo XIX. Los asturianos sabremos decidir lo que nos conviene.

Enrique Suárez

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