La ignorancia, los ignorantes, los confiados que hoy hacen cola en el paro, los desahuciados, los que han perdido su identidad en los territorios ocupados por los nacionalistas, los funcionarios enchufados, las feministas, los del “pásalo y el no a la guerra”, los del “nunca mais”, los del cordón sanitario, los amigos de los palestinos, los desenterradores de los titiriteros, la SGAE, TVE, Tele Cinco, La Cuatro, El País, Público, la SER, todos los periodistas del fondo de reptiles.
Mi vecino que es un envidioso, los que piensan que el de las cejas es un héroe, los que se han sacado una pensión sin reunir los méritos, los que cobran las ayudas públicas y trabajan en la economía sumergida, los constructores corruptos que han financiado al PSOE, al PP, a los nacionalistas.
Las empresas que han hecho el agosto a la sombra del impresentable, las de las energías renovables, los grandes bancos que han recibido ayudas y sus accionistas, los que han sacado tajada quedándose con empresas públicas por cuatro euros, los sindicalistas de CCOO y la UGT que hacen huelgas generales con aplazamiento, los del cambio climático.
Los del PSOE, por supuesto, todos y cada uno de los sinvergüenzas que han contribuido a hundir el país, los que han trincado del dinero público, los que han trincado de los que han trincado del dinero público. Los antifranquistas, los progresistas, los del viaje a Pandora sin regreso.
Pero también los del PP que no han hecho nada para derrocar a esta camada de impresentables, los nacionalistas que se han aprovechado del imbécil, los de ETA, los de Batasuna, los que salen a la calle un día o dos al año de manifa y luego cobran subsidios durante todo el año, los colectivos –siempre de izquierdas, siempre abonados desde el pesebre-, muchas ONG camufladas de salvadores de la humanidad.
Los antitaurinos, los inventores del lenguaje para la estafa pública –talante, solidaridad-, los pacifistas, los antijudíos, los antiamericanos, los que apoyan el cine español, los de la SGAE, los que han votado alcaldes para que les dé algo, los que sirven a la administración cobrando diez por lo que cuesta uno para repartir cuatro para cada uno.
Los que se han promocionado a sí mismos con el dinero de todos, como Bono y sus compinches, los que han callado, los que han mirado para otro lado, los que siguen creyendo en los sueños de un iluso, los que han ocultado la información real, los que nos han intoxicado con propaganda, los que apoyan al régimen, haga lo que haga y diga lo que diga, por qué viven de él. Fundamentalmente todos los antiespañoles.
Hay tanta gente sin vergüenza en España viviendo de los españoles, que va a ser muy difícil quitar toda esta mugre de la vida pública, lo mejor que hacíamos era salir del país y encargar a una empresa de la desparasitación.
Pero que lo tengan en cuenta, ni perdón, ni olvido para los sinvergüenzas aprovechados. Con el próximo Gobierno se hará una Auditoría General y los españoles tenemos que ponernos de acuerdo en una sola cosa: conseguir llevar a la cárcel a todos los que han delinquido a la sombra del poder y lograr que devuelvan hasta el último euro que han robado. Estos “roldanes” del PSOE son así, primero trincan y luego no saben que ha pasado con lo trincado.
Biante de Priena
Mi vecino que es un envidioso, los que piensan que el de las cejas es un héroe, los que se han sacado una pensión sin reunir los méritos, los que cobran las ayudas públicas y trabajan en la economía sumergida, los constructores corruptos que han financiado al PSOE, al PP, a los nacionalistas.
Las empresas que han hecho el agosto a la sombra del impresentable, las de las energías renovables, los grandes bancos que han recibido ayudas y sus accionistas, los que han sacado tajada quedándose con empresas públicas por cuatro euros, los sindicalistas de CCOO y la UGT que hacen huelgas generales con aplazamiento, los del cambio climático.
Los del PSOE, por supuesto, todos y cada uno de los sinvergüenzas que han contribuido a hundir el país, los que han trincado del dinero público, los que han trincado de los que han trincado del dinero público. Los antifranquistas, los progresistas, los del viaje a Pandora sin regreso.
Pero también los del PP que no han hecho nada para derrocar a esta camada de impresentables, los nacionalistas que se han aprovechado del imbécil, los de ETA, los de Batasuna, los que salen a la calle un día o dos al año de manifa y luego cobran subsidios durante todo el año, los colectivos –siempre de izquierdas, siempre abonados desde el pesebre-, muchas ONG camufladas de salvadores de la humanidad.
Los antitaurinos, los inventores del lenguaje para la estafa pública –talante, solidaridad-, los pacifistas, los antijudíos, los antiamericanos, los que apoyan el cine español, los de la SGAE, los que han votado alcaldes para que les dé algo, los que sirven a la administración cobrando diez por lo que cuesta uno para repartir cuatro para cada uno.
Los que se han promocionado a sí mismos con el dinero de todos, como Bono y sus compinches, los que han callado, los que han mirado para otro lado, los que siguen creyendo en los sueños de un iluso, los que han ocultado la información real, los que nos han intoxicado con propaganda, los que apoyan al régimen, haga lo que haga y diga lo que diga, por qué viven de él. Fundamentalmente todos los antiespañoles.
Hay tanta gente sin vergüenza en España viviendo de los españoles, que va a ser muy difícil quitar toda esta mugre de la vida pública, lo mejor que hacíamos era salir del país y encargar a una empresa de la desparasitación.
Pero que lo tengan en cuenta, ni perdón, ni olvido para los sinvergüenzas aprovechados. Con el próximo Gobierno se hará una Auditoría General y los españoles tenemos que ponernos de acuerdo en una sola cosa: conseguir llevar a la cárcel a todos los que han delinquido a la sombra del poder y lograr que devuelvan hasta el último euro que han robado. Estos “roldanes” del PSOE son así, primero trincan y luego no saben que ha pasado con lo trincado.
Biante de Priena