Nadie lo ha dicho todavía. Héroes. Hay que llamar a las cosas por su nombre. Dos chavales de 24 y 23 años, guardias civiles, desarmados, en otro país, Francia, asesinados por unos criminales de ETA que en esta ocasión no han logrado escapar, porque la gendarmería francesa de Sarkozy ha demostrado cómo se pueden hacer las cosas cuando se quiere hacerlas.
¿Cuántos sueños rotos en el comienzo de una vida adulta al servicio a nuestro país?. España. Todo por la patria. Estaban allí, por su coraje, por sus ganas de romper la inercia, por hacer algo para cambiar las cosas, por qué creían en sí mismos, y en lo que estaban haciendo. Estaban aprendiendo a combatir el terror y el miedo al mismo tiempo, estaban, y por eso hoy están muertos.
Los terroristas les asesinaron a ellos, pero nos han herido a todos los españoles. Y con cada tiro en la nuca a Centeno y a Trapero, un millón de españoles cambiará su intención de voto, porque los caídos son de los nuestros, y con cada uno que nos arrebatan sben que nos hacen daño a todos, pero desconocen que también nos hacen más fuertes, porque todavía somos una nación, y no solo un Estado. Todo por la patria, ¿verdad?.
Los españoles estamos más heridos con estas muertes que con otras, por qué llevamos muchas encima y por qué sabemos que son las penúltimas, y tras ellas todos volvemos al estado de amenaza, a ser las potenciales víctimas de una banda de asesinos.
“Pasaban por allí”, quiso decir Rubalcaba, aunque luego rectificó. Un crimen “fortuito” (¿accidental?). Luego se supo poco más, pero al parecer los chavales estaban haciendo su trabajo, vigilaban, y se encontraron con la muerte que les asesinó por la espalda sin contemplaciones, con unas armas posiblemente robadas durante aquella tregua, del diálogo y el proceso de paz.
Los del PSOE se han puesto muy nerviosos, en las declaraciones que hacen se les nota, culpan al PP, a los medios, a la maldita suerte, o a la casualidad, porque no quieren mirarse en el espejo de sus errores, no se pueden creer que han perdido las elecciones de marzo.
Tratan de rectificar, convocando manifestaciones de cinco minutos de unidad “histórica” a las que no acuden los ciudadanos, ni la AVT “repugante” de Alcaraz, que hoy más que nunca se ha convertido en el único portavoz posible, en todo lo relacionado con la banda terrorista. La memoria histórica reciente, pesa mucho más que la resucitada.
La izquierda pesebrera sabe que va a perder las elecciones, y eso supone muchos puestos de trabajo inventados que se van al carajo, observatorios que se cierran, asociaciones que se diluyen, favores que no se podrán devolver, hipotecas que no se podrán pagar, y tal vez los hijos de algunos, tengan que regresar tras su periplo por los mejores colegios extranjeros.
Muchas configuraciones culturales inventadas “ad hoc” se van a quedar sin subvenciones, y ya no podrán defender por todo lo alto, con nuestro dinero, la lucha contra el cambio climático o la Alianza de las Civilizaciones. También se va a quedar algún sobrino sin la plaza de administrativo que está a punto de convocarse.
La izquierda pesebrera está muy nerviosa, terriblemente nerviosa, solo había que ver hoy a Margarita de El Periódico, y a Losada de la Ser, en el programa “59 segundos” de TVE. A Javier Pradera en El País, a Sopena en El Plural, a Gabilondo en La Cuatro. O sin ir más lejos, visitar los foros del PSOE, para ver cual es el estado de ánimo de algunos socialistas honestos, que los hay y son muchos, pero que se han equivocado, por qué con su silencio han permitido todo lo que ha ocurrido.
Comienzan a discutir entre ellos, porque Zapatero quiere quitar impuestos de los ricos para ganar las elecciones, y Llamazares le ha dicho que alto ahí. Se acabó la unidad de la izquierda sindical, política y social. Pero también porque no tienen tiempo de rectificar, de girar 180 grados en su política antiterrorista, nadie les va a creer en tres meses, y al final saben que solo les votarán los que tienen más odio que vergüenza, y no son suficientes. Hay mucho socialista que no soporta a Zapatero, ni lo que ha hecho.
Ahora veremos la reacción al estar en peligro su status van a arreciar las críticas a todo lo que se mueva, con tal de aparecer a los ojos de la ciudadanía como auténticos justicieros políticos, gente honesta, los nuevos guardianes del progresismo. Destaparán todos los líos que puedan, sacarán toda la miseria que han acumulado estos años contra los demás, y terminaremos contemplando los execrables crímenes contra la humanidad que han cometido sus rivales, que al final, somos casi todos los que no pensamos votarles.
Centeno y Trapero, dos chavales llenos de sueños, ya no están con nosotros, pero su muerte no va a ser ni inútil, ni olvidada; algún día, dentro de muchos años, cuando los niños que aún no han nacido estudien historia, escucharán sus nombres, como hoy recordamos los de Riego o Torrijos, también militares, y que también entregaron su vida por España. Ellos no lo saben, pero nosotros vamos a encargarnos de que así sea, al igual que con todos los que cayeron antes, uno por uno.
Esta es la auténtica memoria histórica que vamos a legar a nuestros hijos, la de unos chavales jóvenes que eligieron servir a su patria y que murieron en acto de servicio, a manos de unos criminales de ETA que se habían envalentonado, tras haber engañado por su extrema ambición, y no por su extrema inocencia, a un presidente de Gobierno que había por entonces, y que se llamaba algo así como...¿Zurupeto?, bueno, algo así.
Gracias Centeno, gracias Trapero, gracias en nombre de todos los españoles por haber entregado vuestra vida por nosotros, para que podamos continuar viviendo en libertad, en un Estado de Derecho, en una democracia sólida.
Sois nuestros héroes, que no intenten los miserables quitaros ni una pizca de honor, ni un segundo de gloria, porque se van a encontrar con muchos de nosotros mirándoles a los ojos, antes de espetarles en la cara lo que se merecen, y algo más.
Hoy 6 de diciembre, es el día de la Constitución, un buen día para recordar que los españoles somos lo que nos hacemos, y no lo que nos hacen.
¡Viva la Constitución!. ¡Viva España!.
Biante de Priena