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jueves, 17 de marzo de 2011

Cómo repercutirá la crisis sobre la salud y el bienestar de los españoles


Los británicos hace tiempo que distinguen el bienestar social (welfare) del bienestar individual (wellbeing). En una situación de crisis económica, política y social, que está haciendo estragos en España (a diferencia de nuestros vecinos europeos), se espera que ambos indicadores de bienestar se deterioren, fundamentalmente porque el descenso del bienestar social repercutirá sobre el bienestar individual de todos los españoles, a lo que habrá que añadir la pérdida de bienestar individual por las circunstancias particulares de cada uno, que multiplicará los efectos. Ambos indicadores establecen, en estas circunstancias, una sinergia en el descalabro de nuestro bienestar.

Tras las grandes cifras macroeconómicas, la propaganda gubernamental, los discursos políticos de diseño y la connivencia mediática, se nos olvida, más de lo que debiéramos, que los 4,7 millones de parados que hay en España tienen nombre y apellidos y un rostro que mira a su Gobierno y a sus compatriotas desde la desesperación.

Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, desde la gran sensibilidad que caracteriza a ambos en periodos preelectorales, deberían reunirse todas las semanas con parados españoles, elegidos por sorteo en el INEM, para que pudieran mirarles a la cara y decirles lo que piensan, y los que tengan hijos podrían llevarlos para que jugaran en La Moncloa o en el Parlamento, al fin y al cabo, Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, entre otros representantes políticos, también son empleados de los parados españoles y no sus nuevos amos, por lo que sería aconsejable que rindieran cuentas de su negligencia, impostura e ineptitud, además de sus numerosos engaños, antes de ofrecernos el paraíso en la próxima campaña electoral.

La crisis repercutirá sobre nuestra salud

La política, realmente tiene capacidad de deteriorar la vida de los seres humanos, incluso hasta el extremo de acabar con ella como ha denunciado recientemente la Dra. Margarita Chang, directora de la Organización Mundial de la Salud. Advertía la Dra. Chang del deterioro que la crisis global ocasionaría sobra la salud física y mental de los ciudadanos, algo que resultará indeleble e irrecuperable. Recordemos que la vigente definición de salud propuesta por la OMS es: “el bienestar físico, psíquico y social de los seres humanos” y proviene de 1947.

En los países desarrollados, la crisis económica hará que los ciudadanos pierdan bienestar, objetivo y subjetivo, calidad de vida, niveles de salud, su trabajo, sus propiedades y ahorros, su cohesión familiar y social, y buena parte de su libertad, pero en los países no desarrollados, la crisis económica provocara muertes, muchas enfermedades y muertes, porque donde se está al límite de la supervivencia, cualquier desliz puede conducir al deterioro de la salud y la pérdida de la vida, algo que también afectará al 21 % de los españoles que se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

Afectará a nuestra Salud mental y física

La crisis económica, además de social, también es psicológica. Quizás el factor que más incide en la crisis psicológica que se ha producido en España es la absoluta falta de credibilidad que han atesorado los Gobiernos de Rodríguez Zapatero, que muy pocos (más del 86 % de los españoles, consideran en el último eurobarómetro que las soluciones del Gobierno son “nada eficaces” para resolver la crisis) creen que puedan resolver nuestros problemas.

Se elevarán las tasas de estrés (el 44 % tiene más estrés que hace dos años según un estudio de Pfizzer), esto ocasionará más fallecimientos por enfermedades cardiovasculares, debido a la subida de la tensión arterial, el colesterol y los factores favorecedores de estas patologías. También se producirá una disminución de los sistemas defensivos que incrementará las tasas de infecciones y posiblemente las cancerígenas.

Se elevará el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, lo que hará que el estado recaude más impuestos pero también que se deteriore acumulativamente la salud de los ciudadanos.

Al tener menos poder adquisitivo, la alimentación de los españoles será de peor calidad, incrementando los productos más industriales con elevación de los niveles de grasas, lo que redundará en un incremento acumulado de problemas.

Se incrementarán los estados de ansiedad y angustia en la población, al igual que los de depresión y suicidio. La carga de acontecimientos vitales multiplicará los efectos perjudiciales. Se producirán numerosos trastornos del sueño y un incremento en el consumo de psicofármacos.

Por los mismos motivos se incrementarán los accidentes de circulación, al igual que los suicidios y los homicidios, en el caso de los suicidios masculinos en un estudio realizado en Japón, hasta el 67 % se asociaron a la pérdida de trabajo. Al igual que se produjo en la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos.

Se incrementará la agresividad y la criminalidad, consecuentemente la inseguridad, el desamparo y la indefensión, el deterioro de las condiciones sociales incidirá sobre el estrés y también aumentarán las patologías, tanto somáticas como psíquicas.

Debido al incremento de patologías de diverso tipo, se producirá un aumento considerable en la demanda sanitaria, que ya está extenuada por el crecimiento de población inmigrante sin haber incrementado el personal que atiende los servicios.

Esto ocasionará un deterioro en la atención recibida, que a su vez repercutirá negativamente sobre la salud de los ciudadanos, que verán cómo se va mermando su estado de salud sin que el sistema sanitario pueda atenderlas de forma debida. La crisis económica también incidirá sobre las partidas dedicadas a la atención y asistencia de los ciudadanos, lo que también incidirá negativamente sobre sus problemas de salud ciudadanos.

Afectará a nuestra Salud social

Posiblemente la salud social de los españoles se ha deteriorado en los últimos años y se deteriorará en los próximos más que en ningún otro país occidental, alcanzando el grado de “epidemia social”.

Algo que ya se puede constatar en el deterioro del Índice de Desarrollo Humano de la ONU en el que hemos retrocedido cinco puestos, solo en el año 2010, estando actualmente en el número 20 a nivel mundial, con un IDH de 0,863.

Pero quizás lo más interesante sea comprobar que en los últimos 30 años, el periodo quinquenal entre 2005 y 2010 ha sido en el que se ha producido menor crecimiento del IDH en España (1,5), cuando nunca habíamos descendido del 2,4, ni en las peores crisis económicas que se vivieron en esta época (Valores: 1980 (0,680), 1985 (0,704), 1990 (0,729), 1995 (0,789), 2000 (0,828), 2005 (0,848), 2010 (0,863))

Pero no son los únicos indicadores del deterioro, por primera vez en España, el CIS nos muestra que los jóvenes españoles consideran mayoritariamente que su vida será peor que la de sus padres y el 54% dice no tener proyecto alguno por el que sentirse ilusionado.

Un país que confía más en los Estados Unidos o la Unión Europea que en su propio Gobierno para resolver sus problemas económicos, y en el que sólo un 3 % de sus habitantes piensan que la situación económica es buena, es un país deprimido y desmoralizado, que está en el nivel más bajo de evaluación del futuro, lo que resulta patente cuando el 58 % considera que lo peor de la crisis económica aún está por llegar.

La democracia en España, se está convirtiendo para mucha gente en un mal inevitable, más que en un bien imprescindible. Eso también repercute sobre nuestra salud política, porque en la última encuesta del CIS, como en las anteriores, los españoles consideran que la representación política es el tercer problema más grave que tenemos tras el paro y la crisis económica.

España, el país más a la izquierda de la Unión Europea

A pesar de la espeluznante claridad de las cifras, un 37 % de los ciudadanos españoles se consideran de izquierdas, según el informe presentado por Irene Martín y Guillermo Cordero, politólogos de la Universidad Autónoma de Madrid. Este apasionamiento manifiesto ante los espejismos que nos muestran de la realidad, presente exclusivamente en nuestra democracia (dónde se vota con el corazón y la memoria, en vez de con la cabeza o la cartera, más por la propaganda que por la realidad), es posiblemente uno de los factores más perniciosos para que podamos salir de la crisis económica y política en la que nos encontramos

Salvo que la gente se dé cuenta de que los gobiernos del PSOE son los que más han incrementado el deterioro de nuestro bienestar en las últimas décadas, lo tenemos complicado. Evidentemente, la alternativa para mejorar nuestras circunstancias no pasa por el PSOE, pero está claro que la gente sigue sin preferir al PP y que lo vota para huir de lo peor, más que para abrazarse a sus soluciones aún no expuestas.

Lo que está claro es que estamos atrapados entre el peor Gobierno y la peor Oposición de la historia democrática de España. Una circunstancia penosa que nos condena al declive sin fin. ¿Cómo se pueden resolver nuestros problemas si no hay soluciones políticas?.

Fascinante en estas circunstancias son las declaraciones de la Ministra de Sanidad, Leire Pajín, que considera que España será: "uno de los países más avanzados en proteger la calidad de vida", realmente desconoce lo que es la calidad de vida, desconoce la situación en la que nos encontramos y nos vamos a encontrar los españoles en el futuro, o miente descaradamente, o las tres a la vez. Mejor podría dedicarse, de forma urgente, a establecer un plan preventivo sobre el deterioro de la salud y bienestar que está invadiendo a los españoles en el presente. No se trata de resolver el futuro, sino el presente, lo que está aconteciendo ahora mismo, pero para eso habría que tener conocimientos, inteligencia y sinceridad para afrontarlo, condiciones que no brillan precisamente en Leire Pajín.

Pónganse en lo peor, porque también su jefe prometió pleno empleo y ya nos aproximamos a los 5 millones de parados. El problema de este Gobierno no es otro que la credibilidad, pueden ofrecernos el paraíso, pero tras sus hechos, estoy seguro de que la mayoría de los españoles pensaremos en cómo será el infierno. Dentro de un par de años veremos los resultados y la culpa será del cambio climático, de la derecha o de la conjunción interplanetaria, como siempre.

¿Cuándo un Gobierno del PSOE ha sido responsable de sus errores en el deterioro de nuestras circunstancias vitales?. ¿Si ni siquiera se reconocen públicamente los problemas como van a resolverse?. Realmente no se sabe si es mayor su soberbia o su estupidez.

Biante de Priena

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