En la última encuesta del CIS se
ha preguntado a una muestra representativa de españoles su opinión sobre lo que
pagan y lo que reciben del Estado, estos han sido los resultados más o menos
agrupados para comprensión de aquellos no habituados al manejo de tablas,
gráficas y estadísticas.
A pesar de lo que nos han
expuesto hasta la saciedad tanto desde el Gobierno actual como desde los
anteriores los españoles no estamos satisfechos con los servicios públicos, más
bien ocurre lo contrario, pensamos que pagamos demasiados impuestos para los
servicios públicos que recibimos.
Por hacer un breve resumen en
orden decreciente, de los entrevistados han considerado que se encuentran poco
o nada satisfechos los siguientes porcentajes: justicia (78 %), dependencia
(76,5 %), enseñanza (61 %), sanidad (58,8 %), servicios sociales (58 %),
pensiones (57,5 %), obras públicas (51 %), seguridad ciudadana (48 %) y
Transporte público (34,8 %). En resumen,
el 69,2 % de los españoles están poco o nada satisfechos en relación a los
servicios públicos que reciben en proporción a los impuestos que pagan,
mientras que un 66,2 % dicen recibir menos de lo que pagan al Estado, por tanto
se supone que tienen la impresión de que están siendo estafados por el Estado,
consecuentemente la mayoría de los encuestados consideran que el Estado dedica
muy pocos recursos a los servicios públicos en relación a los impuestos que
recibe. Hubiera estado bien que se hubiera preguntado a qué creen que se dedica
el excedente de impuestos que recibe el Estado en proporción a los servicios
que proporciona, pero los
entrevistadores del CIS, parece que no se atrevieron.
En cuanto a los impuestos sólo un
2,7 % de encuestados consideran que se pagan pocos impuestos, el 88 % considera
que se cobran de forma injusta, el 91 % que hay mucho fraude fiscal, y algo
sorprendente, en vez de a las grandes fortunas, se considera que el fraude
proviene en mayor cantidad de la escasez de trabajo que obliga a aceptar
cualquier condición y de los sueldos excesivamente bajos.
En conclusión se puede decir lo
siguiente, la gente considera que los servicios públicos que recibe no le
satisfacen, que les resultan demasiado caros porque pagan demasiados impuestos
para lo que reciben y por lo tanto que están siendo estafados por el Estado,
que se gasta en otras cosas el dinero de sus impuestos y no en proporcionar los
mejores servicios públicos. Reconocen los encuestados que hay demasiado fraude
fiscal, que los impuestos no se cobran con justicia y que el origen del fraude
está en las pésimas condiciones laborales que padecen los españoles.
Lo que no queda claro en la
encuesta es que si los encuestados consideran que los representantes del Estado
son unos estafadores que están cobrando más de lo que reportan en bienestar
público, como no han iniciado todavía una reacción contra la corrupción,
depredación y expolio que los políticos de la casta, formada por todos los
partidos, están cometiendo con ellos. A ver si el CIS se anima y lo pregunta
para la próxima, si todavía queda tiempo.
Enrique Suárez