Ocho años nos hemos pasado abducidos por la obsesión del cejado de sustituir el talento por el talante en este país, para que de golpe y porrazo, el puño socialista nos ofrezca a un Rubalcaba arrogante y peleón. Como la campaña electoral dure mucho, los dirigentes del PSOE les van a provocar una esquizofrenia a los votantes de su partido, que ya no se sabe si es de izquierdas o derechas, pacifista o beligerante, progresista o conservador.
Ser votante socialista no es fácil, fundamentalmente por haber sido engañado tantas veces con falsas promesas: pleno empleo, desaceleraciones, procesos de paz, nacionalismos extravagantes, pelotazos, corrupciones, sectarismos, soberbias, petulancias, y papanatismos. No, ciertamente no es fácil ser socialista en este país, y descubrir que el partido que propugnaba la igualdad, el trabajo para todos y la defensa a ultranza de los derechos sociales, concluye su égida gubernamental creando la mayor desigualdad, cinco millones de parados y recortes sociales hasta para los pensionistas.
Hace algunos años se recomendó desde este blog que Zapatero acudiera a un psiquiatra porque de otra forma iba a volver locos a la mayoría de los españoles. No nos hicieron caso y el resultado está a la vista, el PSOE nunca ha tenido menos credibilidad entre sus votantes en la historia democrática, ni ha recibido más improperios por los que, aún a pesar de no haberse equivocado votando por el partido de Zapatero, están expuestos a la misma desgracia que los que le votaron.
También se advirtió, en numerosas ocasiones, desde hace varios años, que Zapatero iba a dejar el país destrozado, pero tampoco nadie nos hizo caso, eran tiempos felices en los que se subvencionaba hasta el papel higiénico extraído de maderas nobles, pero cuando este país comprobó que todo había sido una ocurrencia y que tras toda la parafernalia propagandística que se habían organizado con el dinero de los españoles los compañeros socialistas, ya era demasiado tarde para rectificar, adheridos al poder hasta el último día, porque posiblemente auguren con acierto que el próximo Presidente del PSOE que habrá en España será en el siglo XXII como mínimo.
¿Y qué hará ahora tanta gente que vivía a costa de los demás?, ¿cómo se ganarán la vida estos “pícaros” del siglo XXI que han engañado a un pueblo con sus chorradas para dejarlo arruinado, desmoralizado y harto? Es difícil saberlo, muchos se habrán organizado un buen futuro desde el poder, y ahora se cobrarán los favores hechos a los poderosos gracias a la estafa a la que nos han sometido a los españoles, pero algunos van a tener que regresar a los ríos de cochambre de los que partieron. Los que están más apalancados se salvarán a sí mismos dejando caer a todos los demás, solidariamente, eso sí. No sé yo si no empezarán a salir hasta los entresijos de la memoria de Pablo Iglesias cuando los que han vivido tan bien fastidiando a los demás, desciendan del caballo del poder y tengan que deambular a pie por la vida como el resto.
De hecho, los más avezados entre los dirigentes socialistas han puesto pies en polvorosa, antes de que los acaben implicando en algún tinglado de gasolineras, concesiones y subvenciones. Creo que uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los socialistas que han dirigido este país es a la justicia, porque una vez que pierdan el poder, les van a caer denuncias, demandas y querellas como para bloquear los tribunales por diez años. Que falta de talante se anticipa en algunos demócratas que vivieron a costa de él estafándonos a todos los demás.
El único placer que nos queda a los españoles, es contemplar el ocaso de los ídolos en su decadencia y el desenlace de la pesadilla que comenzó hace siete años, cuando una legión de descerebrados tomó el poder al asalto de las urnas, aliándose con unos terroristas de origen desconocido, para derrocar con infundios y patrañas la paupérrima democracia de este país, para imponer su fanatismo fundamentalista a un pueblo atenazado por la opresión, la tiranía y la cochambre.
Ese es el legado de Zapatero y el socialismo español que no debemos olvidar en las próximas décadas. Mal eslogan han elegido, porque esta pelea es de los socialistas contra los españoles cabreados tras su vorágine, y en esta ocasión, llevan todas las de perder, no solo las elecciones, sino hasta en muchos casos la libertad, cuando hayan sido juzgados por tribunales independientes, si alguna vez logramos que existan en este país.
Enrique Suárez
Ser votante socialista no es fácil, fundamentalmente por haber sido engañado tantas veces con falsas promesas: pleno empleo, desaceleraciones, procesos de paz, nacionalismos extravagantes, pelotazos, corrupciones, sectarismos, soberbias, petulancias, y papanatismos. No, ciertamente no es fácil ser socialista en este país, y descubrir que el partido que propugnaba la igualdad, el trabajo para todos y la defensa a ultranza de los derechos sociales, concluye su égida gubernamental creando la mayor desigualdad, cinco millones de parados y recortes sociales hasta para los pensionistas.
Hace algunos años se recomendó desde este blog que Zapatero acudiera a un psiquiatra porque de otra forma iba a volver locos a la mayoría de los españoles. No nos hicieron caso y el resultado está a la vista, el PSOE nunca ha tenido menos credibilidad entre sus votantes en la historia democrática, ni ha recibido más improperios por los que, aún a pesar de no haberse equivocado votando por el partido de Zapatero, están expuestos a la misma desgracia que los que le votaron.
También se advirtió, en numerosas ocasiones, desde hace varios años, que Zapatero iba a dejar el país destrozado, pero tampoco nadie nos hizo caso, eran tiempos felices en los que se subvencionaba hasta el papel higiénico extraído de maderas nobles, pero cuando este país comprobó que todo había sido una ocurrencia y que tras toda la parafernalia propagandística que se habían organizado con el dinero de los españoles los compañeros socialistas, ya era demasiado tarde para rectificar, adheridos al poder hasta el último día, porque posiblemente auguren con acierto que el próximo Presidente del PSOE que habrá en España será en el siglo XXII como mínimo.
¿Y qué hará ahora tanta gente que vivía a costa de los demás?, ¿cómo se ganarán la vida estos “pícaros” del siglo XXI que han engañado a un pueblo con sus chorradas para dejarlo arruinado, desmoralizado y harto? Es difícil saberlo, muchos se habrán organizado un buen futuro desde el poder, y ahora se cobrarán los favores hechos a los poderosos gracias a la estafa a la que nos han sometido a los españoles, pero algunos van a tener que regresar a los ríos de cochambre de los que partieron. Los que están más apalancados se salvarán a sí mismos dejando caer a todos los demás, solidariamente, eso sí. No sé yo si no empezarán a salir hasta los entresijos de la memoria de Pablo Iglesias cuando los que han vivido tan bien fastidiando a los demás, desciendan del caballo del poder y tengan que deambular a pie por la vida como el resto.
De hecho, los más avezados entre los dirigentes socialistas han puesto pies en polvorosa, antes de que los acaben implicando en algún tinglado de gasolineras, concesiones y subvenciones. Creo que uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los socialistas que han dirigido este país es a la justicia, porque una vez que pierdan el poder, les van a caer denuncias, demandas y querellas como para bloquear los tribunales por diez años. Que falta de talante se anticipa en algunos demócratas que vivieron a costa de él estafándonos a todos los demás.
El único placer que nos queda a los españoles, es contemplar el ocaso de los ídolos en su decadencia y el desenlace de la pesadilla que comenzó hace siete años, cuando una legión de descerebrados tomó el poder al asalto de las urnas, aliándose con unos terroristas de origen desconocido, para derrocar con infundios y patrañas la paupérrima democracia de este país, para imponer su fanatismo fundamentalista a un pueblo atenazado por la opresión, la tiranía y la cochambre.
Ese es el legado de Zapatero y el socialismo español que no debemos olvidar en las próximas décadas. Mal eslogan han elegido, porque esta pelea es de los socialistas contra los españoles cabreados tras su vorágine, y en esta ocasión, llevan todas las de perder, no solo las elecciones, sino hasta en muchos casos la libertad, cuando hayan sido juzgados por tribunales independientes, si alguna vez logramos que existan en este país.
Enrique Suárez