Leo en La Vanguardia que cada catalán, hasta los recién nacidos y los recién llegados, paga 42 euros al año por mantener esa ventana propagandística de la Generalitat y el nacionalismo denominada TV3, más otros 42 euros por mantener la cultura catalana a base de subvenciones a los amigos de los políticos, más todos los estudios que se hacen desde la Generalitat a 12.000 euros, diciendo que son para investigación.
La propaganda oficial es muy cara, cualquier ciudadano de Cataluña se podría acoger a una plataforma digital y recibir cincuenta canales por lo que cuesta mantener TV3 y los aparatos de propaganda, pero no puede hacerlo, porque los catalanes no son libres de decidir y elegir, sino sólo de asentir, tampoco de disentir.
No me extraña que a Montilla no le salgan las cuentas, y quiera más dinero a golpe de atraco al Estado en relación a no se qué principio diferencial que se sacará de la manga. Lo dijimos hace cierto tiempo y esta noticia confirma nuestros temores.
El nacionalismo es muy caro, si se une con el socialismo entonces resulta prohibitivo. Cada catalán paga un impuesto televisivo en Cataluña de 42 euros al año por TV3, más otros 42 euros para subvencionar las agencias nazis catalana, eso que se sepa.
Esto cuesta es sólo el aparato de propaganda oficialista, sumen sueldos y concesiones, y llegarán a la conclusión de que cada ciudadano en Cataluña se estima que paga un plus por su catalanidad, que se pregunte cada uno de los que cotizan si sus condiciones de vida y los servicios que recibe de la Generalitat lo merecen, en comparación con los demás españoles.
Una familia de cuatro miembros por 200 euros se podría acoger a una plataforma digital de televisión y aprender inglés, francés, alemán o japonés, además de ver buenas películas y programas interesantes. Se lo piensen.
Biante de Priena
La propaganda oficial es muy cara, cualquier ciudadano de Cataluña se podría acoger a una plataforma digital y recibir cincuenta canales por lo que cuesta mantener TV3 y los aparatos de propaganda, pero no puede hacerlo, porque los catalanes no son libres de decidir y elegir, sino sólo de asentir, tampoco de disentir.
No me extraña que a Montilla no le salgan las cuentas, y quiera más dinero a golpe de atraco al Estado en relación a no se qué principio diferencial que se sacará de la manga. Lo dijimos hace cierto tiempo y esta noticia confirma nuestros temores.
El nacionalismo es muy caro, si se une con el socialismo entonces resulta prohibitivo. Cada catalán paga un impuesto televisivo en Cataluña de 42 euros al año por TV3, más otros 42 euros para subvencionar las agencias nazis catalana, eso que se sepa.
Esto cuesta es sólo el aparato de propaganda oficialista, sumen sueldos y concesiones, y llegarán a la conclusión de que cada ciudadano en Cataluña se estima que paga un plus por su catalanidad, que se pregunte cada uno de los que cotizan si sus condiciones de vida y los servicios que recibe de la Generalitat lo merecen, en comparación con los demás españoles.
Una familia de cuatro miembros por 200 euros se podría acoger a una plataforma digital de televisión y aprender inglés, francés, alemán o japonés, además de ver buenas películas y programas interesantes. Se lo piensen.
Biante de Priena