desde 2.006 en Internet

viernes, 19 de noviembre de 2010

Pedro Arriola, ese hombre


La no-política del PP tiene un origen: el sociólogo Pedro Arriola, asesor electoral del PP desde hace casi 20 años, ideólogo de cabecera de Mariano Rajoy, hombre de confianza de José María Aznar, marido de Celia Villalobos y que al parecer se endosa 2 millones de euros al año por lograr que el PP pierda las elecciones con parsimonia y melancolía.

Si el PSOE de los brotes verdes en el desierto, la deuda galopante, el défict subterráneo, el paro asiático y las ocurrencias de Zapatero triunfa en las elecciones, no es a pesar de Pedro Arriola, sino gracias a él. El asesor, bien podría decirse que es el PP "en sí mismo" , porque bien parece un funcionario del partido, que cambia de jefes periódicamente. Si en el PP hubo problemas cuando se fue el tesorero Luis Bárcenas –por el que Francisco Álvarez Cascos puso la mano en el fuego en los momentos más difíciles- por si pudiera decir algo inconveniente, con la mucha información que poseía tras su dedicación al PP, que no podría contar Pedro Arriola que lleva más de 20 años recopilando información del partido.

Isabel San Sebastián dijo en cierta ocasión que Arriola era “un personaje siniestro que no da un paso sin cobrar”, añadiendo más tarde sobre el personaje: “La supervivencia política de este siniestro sujeto y su creciente influencia sobre Mariano Rajoy representan un misterio no sólo para quienes escuchamos atónitos ciertas confesiones, sino en primer término para aquellos dirigentes llamados a ejercer la oposición sin entender ni compartir las instrucciones que les dan. Actuar al dictado de un valido incompetente es más de lo que muchos están dispuestos a aguantar.” Isabel Durán lo dejó muy claro: “Rajoy sabrá, pero para mí, Arriola es un desastre para el PP”.

Pedro J. Ramírez, poniendo nombre y apellido a la persona que le sobra a Rajoya, ha dicho que el problema del PP para triunfar en las elecciones no es Rajoy, quien "sigue siendo la misma persona cabal, experimentada, equilibrada, íntegra y sólidamente analítica", sino "el consultor externo [Arriola] y los intereses creados de una mezquina camarilla".

Cesar Alonso de los Rios, hombre cabal en su profesión de periodista, se manifestaba así sobre Pedro Arriola:” Si identificamos las posturas de Pedro Arriola con un cierto relativismo ideológico y político, sí. Creo que eso de no tomarse en serio los principios y los valores, es una posición que se identifica con Pedro Arriola. No le conozco mucho, pero me parece que encarna un poco la identificación con un centro que intenta limar asperezas y tensiones ideológicas.”

Pedro Arriola es el artífice de la estrategia de deriva hacia la moderación y resistencia pasiva del PP en los últimos años, de su “descafeinización ideológica”, el principal promotor de la renovación del partido con la entrada de las damas de Génova: María Dolores de Cospedal, Soraya Saez de Santa María, posiblemente asesorado por Celia Villalobos, reconocida partidaria de una deriva feminista en su partido. También ha sido el asesor de la deriva del PP hacia posiciones conniventes con el PSOE en el tema de ETA, lo que ocasionó la salida del partido de María San Gil y Ortega Lara, entre otros.

Como ha indicado José Oneto, con un criterio sibilino: "De esta forma, de acuerdo con la más pura doctrina de su sociólogo de cabecera Pedro Arriola que insiste, una y otra vez, en que no hay que hacer ninguna oposición, ni presentar ningún tipo de propuesta, sino incidir en el deterioro de la imagen de Zapatero, situada según las encuestas, en su peor momento, Rajoy se ha limitado a pedir una renuncia, precisamente cuando el Gobierno ha conseguido lo que parecía imposible: un pacto parlamentario de estabilidad con el Partido Nacionalista Vasco y con Coalición Canaria que le permitirá, no solo la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, sino llegar con comodidad hasta el 2012 y agotar la legislatura.

Arriola quiere la renovación del partido a cualquier precio, en su modelo imaginario Gallardón es más valioso que Esperanza Aguirre. Y con el paso del tiempo se ha ido deshaciendo de todas las viejas glorias: Acebes y Zaplana, le deben su salida de la política. Arenas le debe su desplazamiento por Cospedal. Y posiblemente Cascos, su desplazamiento por Rajoy, como lider del PP, cuando se decidió la sucesión de Aznar.

Sin embargo, y desde mi criterio de psicólogo, sociólogo, y antropólogo, Arriola ha desnaturalizado al PP por completo, convirtiéndolo en un PSOE bis, ubicándolo en el social-liberalismo de Rawls, más que en el partido de la oposición que debiera ser. Lo que ha ocurrido en este pais gobernado como una república bananera por José Luis Rodríguez Zapatero, no hubiera sido posible si el PP (no guiado por Arriola) se hubiera plantado en una oposición razonable y no en una ausencia connivente en los asuntos de Estado. Si Mariano Rajoy no acaba de despuntar en las encuestas, no es porque tenga menos cualidades que su rival, el Presidente de Gobierno, sino porque su oposición es desleída y amorfa, y en muchas ocasiones insustancial, incoherente e incongruente con lo que se espera del PP; eso da una “imagen aparentemente maquillada o disfrazada” que siembra desconfianza en los electores, porque fuerza a una representación teatral y no a una manifestación natural. La ausencia de un discurso propio, claro y anticipado, y no exclusivamente consecuente del rival, también es responsabilidad de Arriola, así como aquella niña que terminó en aborto.

Sin duda en los planes de Arriola, la presencia de la candidatura de Francisco Álvarez Cascos en Asturias, personaje recio, digno, con palabra y valores claros, encaja dificilmente en el marco relativista del sociólogo de cabecera de Mariano Rajoy y el PP aficionado a las derrotas electorales. La esposa de Arriola, Celia Villalobos le envió un sutil mensaje a su “amigo” Cascos, porque ella no se había enterado que tuviera interés de regresar a la política. En argot torero, esto es una invitación a que Cascos la llame por teléfono y le solicite a su marido que le recomiende a Rajoy, algo por lo que puede esperar sentada toda su vida ante el monumento a Torrijos de su ciudad, que es un buen sitio.

No es Francisco Alvarez Cascos hombre de pedir favores y menos a quien está en la política por intereses económicos y de poder, como el señor Arriola y su esposa. Cascos no bajará la cabeza ni ante la dirección regional del PP, ni siquiera ante la dirección nacional, sólo lo hará ante Rajoy, si acaso, porque es un hombre leal, pero él sabe que se debe a su partido, a sus militantes, a sus votantes y a nadie más. Por eso para su regreso no ha elegido el camino más fácil por la autopista de la designación, sino por el puerto del apoyo popular, de sus partidarios, sugido en la espontaneidad y la libertad. Cascos regresa al PP, para que el PP regrese a sí mismo y se deje de una puñetera vez de experimentos que conceden la victoria electoral siempre al PSOE. Se aproxima a Asturias, sin prisa, pero sin pausa, con parsimonia y perseverancia, el cabmino del futuro se abre a pico y pala, con unidad y esperanza. Cascos quiere ser elegido por los suyos para luego ser elegido por su pueblo, así se hacen las cosas en democracia, por eso he dicho que con él, regresa la Política (con mayúsculas) a este país

Y Cascos no está solo, siete mil asturianos han decidido apoyarle con sus firmas (más avales que los recibidos por Tomás Gómez o Trinidad Jiménez en las primarias del PSOE de Madrid), hoy diez alcaldes del PP (de los doce que el partido tiene en Asturias) le han mostrado su apoyo y lo han convocado a una reunión para el próximo 27 de noviembre en Asturias. Esperanza Aguirre, Alberto Núñez Feijoo, Mayor Oreja, Juan Vicente Herrera, Javier Arenas, Luisa Fernández Rudí, Ana Mato y otros muchísimos que, seguramente, le han manifestado su apoyo en privado están con él, así como numerosos asturianos y españoles que no están en el PP, entre los que me encuentro.

La cuestión de Cascos es algo más importante que un problema circunscrito y aislado en el PP de Asturias, es una rebelión ante la estupidez programada, es el camino imprescindible para alcanzar el futuro que nos merecemos los asturianos y los españoles, hartos de ver como el PSOE lo hace mal y el PP le corresponde. Creo que se ha acabado "la lluvia fina", y el rechazo al liberalismo antipático, porque tiene que llover a cántaros, que llevamos muchos años de sequía.

Cascos no está solo señor Arriola, somo muchos los que estamos con él, y el más tonto hace Rolex, téngalo en cuenta y no se equivoque con los asturianos. Alguien dijo que el corazón de un patriota era el arma más poderosa y estamos dispuestos a demostrarlo.

Enrique Suárez

No hay comentarios:

Enlaces Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...