Aunque todas se resumen en una: devaluar a los españoles
hasta el empobrecimiento relativo con otros países de la UE, se pueden
reconocer hasta cinco fallas en la política del gobierno que siguen sin
resolver y que nos terminarán hundiendo en la miseria. Se presentan a
continuación, no por su orden de importancia, sino por su orden de ignominia a los ciudadanos de este país.
1)
La
Farsa del Empleo
España tiene una burbuja de empleo
público de alrededor de un millón de personas, de las que medio millón son
prescindibles e innecesarias de forma inmediata. Al contrario de lo que dice la
EPA, la tasa de destrucción de empleo no ha concluido su reducción y como se
exponía en un artículo reciente, en lo que se refiere al empleo público todavía
no ha comenzado siquiera, pues a pesar de la crisis, que ha destruido un 25 %
de la actividad laboral no pública en España, la actividad pública se ha
incrementado en un 25 %. En España tenemos por cada cinco trabajadores uno
público, mientras que en Alemania y otros países la tasa es de un trabajador
público por cada diez trabajadores no públicos. Existe una burbuja de empleo
público que debe estallar, fundamentalmente en las comunidades autonómicas, porque es el principal factor que impide el
crecimiento económico de este país. El burro de los empresarios y trabajadores
no públicos, no puede seguir tirando del carro por el excesivo peso en
impuestos que le han colocado para poder pagar un Estado descomunal que no
necesita.
2)
La
Farsa de la Actividad Económica y creación de riqueza
España lleva en decrecimiento siete
años, aproximadamente desde que Pedro Solbes le dijo a Pizarro que no había
crisis en aquel debate televisivo que salió con parche pirata. España lleva en
estanflación encubierta desde hace seis años. La actividad productiva no ha
dejado de reducirse, el PIB no ha dejado de disminuir y el IPC se ha mantenido estable a costa de subir
los impuestos a los españoles, de bajar los sueldos, y de cobrar más por los
servicios públicos. En realidad hace meses que estamos en deflación, y la crisis va a durar
décadas con la política keynesiana de acumular la riqueza del país en el Estado
y no en el mercado. Sin duda la mayor falacia es la del descenso de la prima de riesgo, que en realidad ha disminuido más porque Alemania está endeudándose gracias a su economía activa y las bufandas del BCE, una forma de demostrar que no se debe a la política del gobierno de Mariano Rajoy, es que ha descendido al mismo tiempo que las de Grecia, Portugal e Italia, que no están gobernadas por Mariano Rajoy, pero sí son igual de dependientes de la política económica alemana, com la de España.
3)
La
Farsa de la persecución de la Corrupción
Parece que en España se está
persiguiendo la corrupción, así parecen indicarlo determinados hechos, como que
el extesorero del PP esté en la cárcel, o que en el caso de los EREs de
Andalucía, ya vayan 125 imputados. En realidad la casta política está haciendo
una magnífica representación teatral, en Asturias hay un caso de corrupción
denominado “caso Marea” que afecta al PSOE, que ha recibido 60 recursos,
exclusivamente para detener la marcha de la justicia. De los 500 imputados en
España por corrupción política, sólo hay un 4 % en la cárcel, algunos corruptos
forman parte de todos los Gobiernos, el nacional y los autonómicos. La Fiscalía
General del Estado que debería ser la que organizara la persecución de la
corrupción en España, tanto en la época de Zapatero, como en la actual a lo que
se dedica es a ocultar la corrupción de la casta y a impedir que se puedan
perseguir los delitos políticos, en connivencia con la corrupción existente. Los españoles no se creen que en este país se persiga la corrupción, cuando somos el país del mundo con más aforados protegidos de la acción común de la justicia.
4)
La
Farsa de la salida de la crisis
En el gobierno se muestran eufóricos,
o al menos eso manifiestan, con la próxima resolución de la crisis, aunque saben
que esa es la falacia más artera que podrían haber inventado. En España se está
creando una sociedad dual, con gente que no tiene demasiados problemas para su
supervivencia y gente que tiene cada día más problemas para sobrevivir. El
gobierno sigue endeudando este país en 330 millones de euros diarios, estamos
en un déficit público real que ha
superado el 7,1 % (posiblemente sin maquillajes el 9 %), la economía española
está en recesión y el consumo esperando la deflación que se maquilla con
impuestos. Los datos que indican mejoría de la economía española son
coyunturales, la prima de riesgo española no ha mejorado por sí misma, sino
porque Alemania se está endeudando demasiado deprisa, el turismo internacional ha
crecido por el abaratamiento de precios, de salarios, y de beneficios, pero no
se puede mantener. En España no se venden viviendas desde hace años y las que
se compran en los últimos tiempos deberían ser investigadas porque posiblemente
provengan del blanqueo del desfalco de 300.000 millones de euros de las Cajas de Ahorros, que se
hará pagar a los españoles, después de haberlas expoliado los miembros de
partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales y mafiosas.
5)
La
Farsa institucional
Los partidos políticos son las
instituciones más denigrantes de este país, al menos para un 85 % de los
españoles. Un país que considera que la corrupción es aún mayor problema que la
economía en el ámbito de la Unión Europea es una república bananera. La
desigualdad en España ha crecido de forma insoportable con Zapatero y con
Rajoy. La libertad se ha reducido. Según datos de Transparencia Internacional
España se ha ido a tasas de los años 90 del siglo pasado en confianza en el
sistema. Los problemas territoriales alcanzan el rango de incumplimiento
Constitucional y no pasa nada. Los terroristas de ETA han sido condonados de
sus crímenes por un artefacto jurídico urdido desde los distintos gobiernos. En España quien roba desde el poder es inmune a la justicia e impune ante elpueblo.
Este sistema acabará reventando, y ojalá lo haga deprisa, porque no se puede acumular tanta mierda en un Estado hasta convertirlo en una fosa séptica al servicio de la casta, mientras que los españoles estamos condenados a ser el retrete de su impostura. Más que una democracia, esto es una diarrea de despropósitos de los detentadores del poder.
Este sistema acabará reventando, y ojalá lo haga deprisa, porque no se puede acumular tanta mierda en un Estado hasta convertirlo en una fosa séptica al servicio de la casta, mientras que los españoles estamos condenados a ser el retrete de su impostura. Más que una democracia, esto es una diarrea de despropósitos de los detentadores del poder.
Enrique Suárez