“La propaganda en una democracia es lo mismo que la coerción
en un estado totalitario” Noam Chomsky
Una cosa es la realidad, otra diferente su interpretación. Sobre
la realidad se pueden hacer juicios, pero también se puede opinar, y también se puede opinar sobre las interpretaciones y
los juicios de la realidad. Lo que está claro es que la realidad, sus interpretaciones,
los juicios y las opiniones consecuentes son cosas de distinta especie y por
tanto no pueden juzgarse de la misma forma.
Desgraciadamente, en este país en el que vivimos todo se
confunde, en muchas ocasiones de forma interesada con el ánimo de intoxicar a
la gente para influir de esa forma en la opinión pública y obtener su apoyo a
las propuestas más favorables a los intereses de alguien o también, para llevar
al contrario a una difícil situación.
Pues bien, hacer un juicio definitivo, sobre las
interpretaciones interesadas de la realidad para establecer una opinión
inapelable no sólo es una memez, sino una reacción desesperada que muestra la
precaria situación en la que se encuentran los forjadores de opinión que largan
la especie. Eso es lo que le ha acontecido a El País y a Rubalcaba, junto con
todos los que desde la izquierda (y algunos de la derecha) se han conformado
con elevar una sospecha a una prueba patognomónica sin siquiera tener al oso a
tiro. Esto se produce por confundir los deseos con la realidad. Para dar
lecciones morales están en el PSOE después de lo de Zapatero, en fin.
Dice Bárcenas que esos papeles no son suyos y que está
dispuesto a demostrar que no lo son. Rajoy ha dicho que él no ha cobrado en
negro ni ha pagado en negro. Cospedal que los datos se pueden falsificar. Pío
García Escudero que lo suyo si era cierto. Gallardón que se van a querellar con
todo el mundo. En fin, con lo fácil que sería, después de todo lo que habrán
hablado en ponerse de acuerdo en dar una explicación sencilla para que la gente
comprendiera lo que ha ocurrido. Pero en el PP son la leche, como no saben ser
socialistas en el proceso de decisión, colegian lo que hay que decir y luego
cada uno dice lo que le parece oportuno. Y se arma un jaleo descomunal, porque
donde ya había algunos interesados en crear confusión vienen los del PP y confirman
que, efectivamente, hay una tremenda confusión.
Analicemos los hechos, El Mundo publica que Bárcenas tiene 22
millones de euros en Suiza, El País publica “los papeles de Bárcenas” que
indican que toda la cúpula del partido ha cobrado, añaden que en negro, porque
supongo que sabrán que la contabilidad del PP no tiene esos datos. Estamos en
una crisis galopante y todo esto acontece mientras en el PSOE nos contaban el
bonito cuento de Amy Martín (mientras que quedan otros miles por contarnos,
como la honestidad de José Blanco y su aval por Rubalcaba) y en CIU están a punto de imputar a su
secretario general, que se apellida Pujol en una trama de ITV (en la que parece
que José Blanco también tuvo algo que ver). Todo eso ya sé que es casualidad,
claro, por eso no he dicho que haya tenido nada que ver, sino que acontece en
el mismo tiempo, es decir, correlaciona en el tiempo. ¿A quién le interesa que lo de Bárcenas sea cierto?, pues ustedes mismos.
También acontece en el tiempo que El País tiene una deuda contraída
de 3500 millones de euros, de los que 400 millones corresponden a un préstamo
de Bankia. Eso tampoco quiere decir que en El País estén asfixiados y necesiten
hacer algo con urgencia para resolver su situación. Tampoco voy a decir que en
El País “construyan” noticias, pero recientemente publicaron la foto de Chávez
y tuvieron que retirar la tirada, será por la urgencia en recobrar
credibilidad, digo yo.
Una vez más tenemos al PSOE y al PP liándonos a los
españoles, en esa guerra inacabable que mantienen desde 11-M de 2004, cuando
Rubalcaba aprovechó un atentado terrorista con 192 muertos para decir que este
país necesitaba un gobierno que no mintiera, cuando en realidad, el gobierno no
mentía, porque no sabía lo que había acontecido y colgó el sambenito a ETA de
forma imprudente. Desde entonces en este país no puede haber ningún acuerdo
entre el PSOE y el PP, porque precisamente los protagonistas de aquellos
acontecimientos son los mismos que están y de ahí se derivan muchos de los
problemas que tenemos los españoles.
¿Por qué Aznar asigno en un primer momento a ETA como autora
del atentado?, pues por la misma razón que Rubalcaba ha insinuado que Rajoy es
un delincuente y debe dimitir, cuando Rajoy es el Presidente del Gobierno de
España. Pues por imprudencia temeraria de ambos, por confundir sus deseos con
la realidad, pero eso no quiere decir que Aznar fuera la causa del atentado del
11-M, por haber llevado a España a la guerra de Irak, como se corrió desde el
PSOE, porque eso es desconocer que Osama Ben Laden y Saddam Hussein se odiaban
a muerte y jamás le hubiera hecho un favor el saudí al iraquí, ni harto de
malvasía, porque eran enemigos acérrimos y a Osama Ben Laden le interesaba ser el
jefe de la resistencia talibán, de todos los musulmanes. Saddam Hussein no era
un fanático religioso, por lo tanto estaba próximo a ser un infiel para Osama
Ben Laden. A Rubalcaba todo esto le dio igual, sirvió para correr la especie
del pásalo y eso permitió que Zapatero triunfara en las elecciones y que hoy él
sea la máxima autoridad del PSOE, que era de lo que se trataba.
En fin, no me extenderé más, pero la próxima noticia que
ustedes vean que condena a alguien, miren a quién puede beneficiar y
posiblemente descubran de donde ha salido.
Que sea verdad o no, es lo que menos
importa, porque de lo que se trata es de que lo parezca, con eso es suficiente. Si non e vero, e ben trovato, dicen los italianos
Enrique Suárez
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