Nada permanece, todo cambia

"Se hace lo que se es y se es lo que se hace" Pedro San José Orellana (EPI)

Heráclito,  nos dijo que era imposible bañarse dos veces en el agua que desciende por un  río, más tarde  se dedicó a estudiar el fuego. Las cosas cambian, nada permanece, nosotros  también cambiamos y cambiamos, al mismo tiempo las cosas que nos rodean en el mundo. En numerosas ocasiones nos amargamos la vida pensando, sintiendo y contemplando que las cosas cambian demasiado deprisa o demasiado despacio tanto en nosotros mismos como en aquellos que nos rodean y el entorno en el que vivimos. Sin embargo nos olvidamos de todo aquello que ya ha cambiado. 

Sin duda nuestra cohorte ha sido la que ha vivido los cambios más importantes en la historia de la humanidad, se ha llegado a la luna, se han acabado los grandes conflictos planetarios, aunque quedan todavía algunos focos residuales, se ha creado una red de comunicación que permite a todos los ciudadanos del planeta comunicarse en tiempo instantáneo a precio asequible, los índices de desarrollo humano han crecido en todos los países del planeta, hay menos hambre, hay menos guerras y hay menos miseria en el mundo. Nunca tantos hemos opinado tanto.  Hoy, tenemos acceso a la información que ningún antecesor ha tenido en su vida, en un minuto podemos obtener datos que en otras épocas llevaría posiblemente años. 

No quiero decir con ello que vivamos en el mejor mundo de los posibles, como aquel Cándido de Voltaire, pero la inmensa mayoría de los habitantes del planeta ha logrado vivir mejor de lo que lo hicieron sus padres en las últimas décadas.  Sin duda, en todo el planeta hay más libertad, aunque eso no haya afectado a que el poder haya transferido su principio de dominación a los ciudadanos, todavía estamos tutelados por autoridades que, en nombre de cualquier creencia o ideología, nos imponen el curso por la vida que conviene a sus intereses, pero eso también cambiará y lo hará pronto. Posiblemente seamos nosotros o nuestros hijos los que acaben de liberar al planeta de todas las tiranías, despotismos y opresiones, un sueño inalcanzable hace tan sólo unas décadas.

Nada permanece, todo cambia, somos hijos del tiempo –no del viento- y el tiempo impone la única dictadura que estamos obligados a asumir, como seres mortales, sin embargo, posiblemente también seamos conscientes de que en este planeta jamás se habían acuñado antes a fuego, el fuego heracliteo, los valores, principios y leyes que darán lugar a una nueva humanidad, que vivirá en mayor libertad y justicia, que alcanzará cotas de equidad jamás alcanzadas y que escribirá una página en la historia de la evolución humana que siempre será recordada.

Brindo con todos vosotros por un 2013 mejor que todos los años anteriores en la existencia de los seres humanos; son años de tránsito, de crisis, de cambio, pero sin duda, hacia un mundo mejor.

Enrique Suárez

La deslegitimación legitimada

Monólogo de Laurencia en Fuenteovejuna
Hablá España, poneos en pie

"No tiene sentido decir que los hombres son iguales ante la ley, cuando es la ley mantenedora de su desigualdad." Ramiro de Maeztu

¿Para qué sirve la ley en un país donde los que mandan no la cumplen y la mayoría de los que obedecen no puede disfrutar de sus derechos?, ergo ¿para qué sirven las leyes y los legisladores, si no hay consecución con ellas ni en aquellos que mandan ni en aquellos que obedecen, los primeros porque no quieren, los segundos porque no pueden?

Los españoles tenemos demasiados problemas para no preocuparnos sobre el porvenir,  pero posiblemente, el mayor de todos ellos (el más doloroso,  también el más nocivo para nuestra salud pública)  sea la desautorización de nuestros gobernantes por una cuestión de deslegitimación. No en vano, “Cuando los poderosos pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”, decía el científico alemán Georg Cristoph Lichtemberg.

Por legítimo, se comprende aquello que es conforme a ley, también aquello que es auténtico y verdadero, aquello que es como tiene que ser y no puede ser sometido a censura. La legitimación es la causa necesaria, aunque no suficiente de todas las leyes, en realidad, es un principio, el principio original que ofrece autenticidad a todo acto legislativo, pero también es la condición imprescindible que debe exigirse a todo acto de poder en una democracia. Si el poder actúa sin legitimación en su función legislativa, la democracia degenera en demagogia, oclocracia o tiranía.

Sin duda, para exigir el cumplimiento de las leyes desde el poder, es imprescindible que desde el poder se cumplan las leyes, si desde el poder no se cumplen las leyes, es inadmisible que se exija su cumplimiento a los tributarios de la legislación, salvo con alguna forma de violencia y opresión, alejándose de cualquier principio de justicia. Las leyes no son justas por ser buenas, sino buenas por ser justas.

En una democracia puede acontecer, en alguna ocasión, que la legitimación quede deslegitimada, pero lo que no puede ocurrir nunca es que la deslegitimación quede legitimada, en ninguna circunstancia. En nuestro país, desgraciadamente,  hemos cruzado desde hace tiempo la delgada línea roja que separa la transgresión puntual de la legislación  por parte del poder a la legitimación de la ilegalidad por costumbre, a un principio consuetudinario de deslegitimación por los hechos. Es inadmisible para cualquier pueblo que viva en una democracia, en un Estado de Derecho,  asumir que con mil casos por año de corrupción política desvelados en la última década, no vaya nadie  a la cárcel, salvo escasas excepciones, y no por más de un año de reclusión, aunque haya utilizado El Escorial para convertirlo en un barrio de viviendas sociales, o  haya dedicado El Museo del Prado para hacer macrofiestas con botellón. Pero al mismo tiempo es injusto, que ante semejante propelía impuesta desde el poder, que alguien se quede sin casa por no pagar tres letras, sin trabajo por llegar después que el enchufado, sin sanidad y justicia por no tener dinero, sin soberanía porque a un tarugo catalán se le ocurra un viaje a ninguna parte. Es inadmisible que si tienes dinero para pagar unos buenos abogados te libres del peso de la ley y si no lo tienes, tengas que asumir todo su peso, además, de injusto, también es inmoral.

Pero sin duda alguna, lo peor de todos es que se legitime y legalice la deslegitimación como principio amoral en el ejercicio del poder, que los poderosos actúen desde la deslegitimación, porque a partir de ese momento, toda ley que surja será ilegítima y todas las que existen quedarán derogadas de facto, aunque no de iure. Salvo en despotismo o tiranía, individual o colectiva, ejercer el poder desde la ilegitimidad trae como consecuencia inmediata que los demócratas que cumplan con las leyes, están haciéndole un flaco favor a la democracia y una enorme pleitesía a la tiranía.  

Estamos aceptando la deslegitimación como principio, que en nombre de la democracia y a su pesar, unos delincuentes ejerzan el poder sin rendir cuentas a nadie, desde el más depravado despotismo y que además, pretendan convertir nuestra devastada democracia en una dictadura ilegítima e ilegal, para librarse de cumplir las leyes que exigen a todos los demás, los que no pertenecemos a la selecta casta que se han organizado, para esquilmarnos económica y políticamente hablando, para utilizar las instituciones públicas como agencias de sus negocios privados.

En un país en el que han desaparecido 300.000 millones de euros de las Cajas de Ahorros que luego se transformaron en bancos para ocultar el desfalco por los consejos de administración formados por partidos políticos y sindicatos que de esa forma escurrían la responsabilidad de sus actos delictivos y al mismo tiempo, son rescatados con 50.000 millones de euros pagados por todos los españoles para maquillar el despropósito, todo aquel que no defraude al Estado depredador es cómplice de su depredación. Quien pague sus impuestos es un defraudador, puesto que sostiene un régimen corrupto de defraudadores con su dinero. No hay principio alguno en una democracia que obligue a cavar la fosa y pagar a los verdugos para enterrar a la propia democracia, como tampoco hay ningún principio  que obligue a seguir manteniendo en el poder, a colaborar con él,  a los que hunden el país en el que vives, sea en nombre de la ilusión que sea, hasta que no se resuelva el engaño y se rindan cuentas sobre las responsabilidades impunes.

Los españoles afrontamos en estos momentos una difícil disquisición: si permitimos que prosigan en el poder y la oposición, en la representación política, a aquellos que no sólo incumplen las leyes, sino que mandan desde la ilegitimidad sobrevenida, a los que permanecen impunes ante los delitos que han cometido, estamos contribuyendo a la creación de una dictadura, despotismo y tiranía, nos estamos cargando la democracia al consentir que sus principales enemigos permanezcan inmunes ante las leyes que ellos crearon y que nosotros estamos obligados a cumplir. No hay legitimación alguna que permita en una democracia, que los detentadores del poder actúen de esta forma, en su impostura y molicie.

Sin duda, este país está abocado a dos alternativas, o se cumple la ley por todos, gobernantes y gobernados, o no se cumple por nadie; si aquellos que detentan el poder se convierten en corruptos y depravados comendadores, la obligación de los demócratas es incumplir la ley, defraudar al Estado y hacer todo lo posible para derrocar a la casta que intenta y logra, por nuestra inocencia, imponernos su despotismo, su opresión y su tiranía. 

Tras estos magníficos años de progreso que nos han ofrecido nuestros representantes políticos, hemos regresado al siglo XVII,  es hora de utiliza, por tanto, aquellos recursos que sirvieron a nuestros antepasados, es hora de ejercer la dignidad soberana antes de que nos la arrebaten, como han hecho con nuestra ciudadanía: “¿quién  mató al comendador?... Fuenteovejuna, señor”.

La casta se carga todos los días a Fuenteovejuna y no se arrepiente de nada, no actuar de la misma forma que ellos actúan sería extraordinariamente injusto, impropio de demócratas, más propio de súbditos, esclavos, siervos o vasallos. Si queremos vivir en una democracia, estamos obligados a  ser guales ante la ley, aunque las leyes no sean justas, son leyes, su cumplimiento es justicia y su incumplimiento injusticia. Todas estas cosas no dependen de los políticos que se han expuesto, sino de nosotros mismos. Es hora de recordar a Albert Camus: "La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas."

Enrique Suárez

La casta nos oculta que estamos en estanflación encubierta

"El Estado es esa gran falacia que permite a muchos vivir a costa de todos los demás" Frederic Bastiat

Sin lugar a dudas, es para este blog un orgullo haber previsto la entrada en estanflación de nuestro país en fecha tan remota como mayo de 2008;  por aquel tiempo, el pirata Solbes mentía a los españoles y a Pizarro en un debate público en TVE, diciendo que España no entraría en crisis, lo que permitió al PSOE ganar las elecciones, exactamente igual que ocurrió con Mariano Rajoy en 2011, cuando dijo que no subirían los impuestos y solamente lo hizo en 27 categorías, además de recortar sueldos, pagas, incrementar el IRPF y congelar las pensiones. Si alguien en este país dice que tan cínicos son los del PSOE como los del PP, no andarán descaminados.

Como se ha dicho, en mayo de 2008 anunciamos que España entraría en estanflación, algo con lo que coincidimos con el Presidente Obama cuando llamó a Zapatero en junio de 2008 para advertírselo, despertándolo del delirio de grandeza en el que se había instalado. En el PSOE decidieron ponerle remedio como acostumbran, inundando de dinero público el país para que los canales de corrupción establecidos lo distribuyeran por todas partes. Sólo había un problema, España no tenía dinero, se lo habían gastado todo, así que la decisión fue subir los impuestos, reducir sueldos, congelar pensiones, lo mismo que Rajoy, vamos, pero además –hay que ser temerarios- adquirir más de 300.000 millones de deuda pública para acabar de maquillarlo todo, a ver si engañábamos a los inversores extranjeros con una escenificación del país de jauja.

Dirán ustedes que los del PSOE han sido unos miserables y unos mezquinos que sólo han velado por sus intereses, pues sí, estoy de acuerdo con ustedes. La cuestión es que España que no tenía graves problemas de deuda pública, para tapar todas las tropelías políticas de la casta,  se endeudó hasta las cejas de los españoles, no las de Zapatero y la deuda pública comenzó a crecer sin freno. Mariano Rajoy, por aquella época ejercía de Tancredo, esperando que el PSOE hundiera el país, sin hacer oposición. Actualmente España tiene más de 800.000 millones de euros de deuda, un 82 % del PIB. 

Zapatero logró 2,5 millones de parados en su égida, lo que no está nada mal para hacerlo en nombre del socialismo, pero además logró que cerraran un millón de empresas, para arreglar la cuestión introdujo 6 millones de inmigrantes entre 2008-2009 sin contratos de trabajo y elevó el déficit público al 11,5 % en el último año que estuvo en el Gobierno. La Casta quebró las Cajas de Ahorros transformadas en bancos y desaparecieron alrededor de 300.000 millones de euros en los últimos cinco años, que dicen que están enterrados bajo un ladrillo, posiblemente a buen recaudo de los miembros de la Casta. Rajoy, que siempre ejerció de Tancredo, cuando llegó al gobierno hace un año se dedicó a mejorar la tarea de su predecesor, creando más de 600.000 nuevos parados, empobreciendo a los españoles un 20 % en el último año con impuestos, tasas, recortes y subterfugios, posiblemente ilegales e inconstitucionales, pero también tuvo la genial idea de seguir endeudándose, este año añadimos 80.000 millones de euros más de deuda pública, junto con otros 50.000 millones de euros del rescate bancario a las cajas quebradas por la casta en plena impunidad. 

Mariano Rajoy pasará a la historia de los malos gobiernos fundamentalmente por un dato, está a punto de lograr la tasa de desempleo joven más elevada del mundo, partiendo de la más elevada de Europa, un 60 % de jóvenes españoles están sin empleo y van a ser los que tendrán que pagar los 500.000 millones de euros de deuda pública,  que han logrado en 5 años Zapatero y Rajoy, y la casta que les ampara.

Pero de lo que realmente quería hablarles, perdonen los preámbulos para introducirles en materia, es de que este país en el que vivimos lleva en estanflación encubierta por la casta desde hace cinco años, algo que se ha maquillado con una inflación falsa creando nuevosimpuestos, pero no crecimiento de precios por crecimiento de productividad, competitividad y riqueza, sino todo lo contrario. Los precios no pueden subir en un país que se está empobreciendo por otra razón más que la mala gestión política de la economía.

La estanflación es un fenómeno curioso que consiste en una recesión económica prolongada –reducción del PIB- unido a una escalada de precios –inflación consecuente- , porque la producción se reduce más rápido que el consumo y por la ley de la oferta y la demanda, los precios suben al ser los bienes más escasos. Quien acuñó el término en 1965, el primer ministro británico, Ian  McLeod, lo describió de la siguiente forma: «Ahora tenemos lo peor de ambos mundos: no solo inflación por un lado o estancamiento del otro, tenemos algo así como estanflación». Y requiere por parte de los gobernantes una habilidad extraordinaria para regatear sus consecuencias. Aunque las recesiones pueden tener causas internas o externas, la estanflación siempre es de origen interno, "la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario", y quienes manejan las monedas soberanas son las autoridades monetarias de cada país.

Pues bien, esa es la situación en la que se encuentra España actualmente, hasta ahora maquillada a nivel macroeconómico, pero que el próximo año vamos a sufrir todos los españoles a nivel microeconómico, pagando cada vez más por menos y peor.

Las repercusiones de la estanflación sobre los ciudadanos afectan a numerosos aspectos de nuestras vidas, les descubriré a continuación una relación pormenorizada:

¿Cómo afecta la estanflación a la vida de los ciudadanos?

1)      La consecuencia inmediata es el incremento del desempleo, por debajo del 3 % de crecimiento del PIB no se crea empleo, fundamentalmente en los sectores más frágiles del mercado laboral que afectan especialmente a jóvenes, mujeres e inmigrantes. España está en una recesión mayor del 2 % (-2 % del PIB), para llegar al 3 % nos faltan más de 5 puntos porcentuales, así que calculen ustedes cuanto nos queda para que en este país se cree empleo

2)      Se cierran empresas por quiebra, porque no pueden resistir las condiciones crediticias sin demanda de sus productos, las más vulnerables, las que estén con una elevada presión crediticia cerrarán las primeras. Más desempleo.

3)      Incremento de los precios considerable, subida descontrolada de la inflación, con grandes elevaciones de precios en productos básicos. Encarecimiento de todas las energías.  Subida de las facturas domésticas. Reducción de las rentas, reducción de ahorros, que se los “come” la inflación. Empobrecimiento.  Pueden fijarse en Argentina como modelo.

4)      Disminución galopante del consumo, porque el desempleo influye en la cuestión, pero también el flujo económico que se reduce, enfriamiento de la economía, reducción de las importaciones, saldo de nuestros productos en venta al exterior con apenas beneficios, economía de supervivencia en las empresas. Más cierres empresariales, más desempleo.

5)      Conflictos en el mercado laboral, abaratamiento de la mano de obra, huelgas sectoriales ininterrumpidas, reducción de empleo público (al menos medio millón de puestos de trabajo son prescindibles), desaparición de derechos laborales, la gente trabajará más por menos, cada vez más, cada vez por menos.

6)      Disminución de la recaudación por parte del Estado con lo que se incrementará la presión fiscal con subida de impuestos, tasas, al mismo tiempo que se producirán recortes importantes en servicios básicos ofrecidos por las administraciones públicas.

7)      Desinversión extranjera, huida de los capitales a lugares menos tormentosos, problemas para colocar los 230.000 millones de euros de deuda pública previstos para 2013. Prima de riesgo más elevada, y  mantenida por encima de los 400 puntos, pagando intereses del 6 % o más por el dinero, lo que aún incrementará más las dificultades, reduciendo nuestra competitividad.

8)      Subida de los productos de importación, cada día nos costará más adquirir recursos en el mercado exterior. Escasez de algunos productos que eran habituales en el mercado hasta hace poco. Problemas para adquirir determinados productos, volveremos a la España de la chapuza.

9)      Paralización - estancamiento de la obra pública, el Estado reduce su participación en el mercado porque no tiene recursos más que para mantener su funcionamiento.

10)   Repercusiones sobre la salud de los ciudadanos, incremento de la tasa de mortalidad y morbilidad, mayores problemas para resolver las enfermedades, fallos en los servicios, masificación, listas de espera, encarecimiento de los medicamentos y las actividades sanitarias. Problemas de desnutrición y elevación de muertes por accidente y suicidios.

En el año 2008, Rafael Pampillon, profesor del Instituto de Empresa nos advertía de sus consecuencias: “Estamos viviendo del crédito exterior, y el futuro se va a complicar. La subida de los precios de la energía y de los alimentos está impulsando la inflación más en España que en otros países de su entorno. Habría que debatir si la política fiscal española debería ser restrictiva o expansiva, si el gasto público debe seguir aumentando o no”, hoy podemos decir que la política económica durante la época de Zapatero fue expansiva e incrementó el gasto público considerablemente y fue un fracaso, en el último año, el gobierno de Rajoy ha realizado una política económica extraordinariamente restrictiva y una desaceleración del gasto público, pero se ha gastado 130.000 millones de euros de deuda, creado más de 600.000 nuevos parados y no ha bajado el déficit público del 7 %, aunque ha reducido el gasto público, no lo ha hecho ni cuarta parte de lo necesario.

A pesar de los falsos augurios del Gobierno de Mariano Rajoy de una posible mejoría en 2013 o 2014, las opiniones independientes cada día están más convencidas de que los problemas económicos de España no se están resolviendo o no se están resolviendo al ritmo que debiera hacerse, por lo que estamos abocados a una agudización de la crisis en los próximos años. Tambien nos lo han advertido desde las revistas especializadas, por parte de numerosos expertos.  Y desde las organizaciones de consumidores. Lo que no nos dicen es que llevamos en ESTANFLACIÓN ENCUBIERTA desde hace cinco años, maquillada por las políticas de la casta para ocultarla.

¿Siguen sin comprender lo que está ocurriendo?, pues lean esta frase y lo comprenderán de forma inmediata, si no lo logran a la primera, sigan intentándolo hasta que lo consigan, porque les conviene comprenderlo.
 
"Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo. El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo... es el fin de cualquier Nación. “No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”. Adrian Rogers

 

Les recomendamos que sigan atentos a los medios de comunicación de la casta mientras les van dejando en pelotas, pero no se preocupen, la casta les dirá que no tuvo más remedio que hacerlo así y que siempre ha sido pensando en su bien. Que sean felices con lo que les quede, que cada vez será menos.

Enrique Suárez