"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo el más sagrado e indispensable de los deberes" Maximilien Robespierre
No vivimos en un Estado de Derecho, ni Democrático, ni
Social, vivimos en un Estado de Impunidad, donde los que mandan se han
inventado una tiranía para vivir a costa de los que han condenado a
obedecerles, en nombre de una Constitución que han mancillado para someterles,
de una nación que les repudia y a la que no representan, y de una impostura
inefable, fruto de su usurpación corrupta de la que piensan salir indemnes.
Detentar el poder es la norma de los déspotas en estos tiempos, aquellos que no
conocerán otro destino que la venganza de su pueblo por todos los crímenes que
han cometido. No solo van a pagar lo que han destrozado, lo que han derrochado,
lo que han robado, también pagarán el
tiempo de nuestras vidas que nos han hecho perder por su codicia y miseria. Es
hora de derrocarles, los hijos por los padres, los padres por los hijos, los
hermanos por los hermanos, los amigos por los amigos.
La aristocracia que conforma la casta política en
España ha vulnerado todos los límites admisibles en una democracia para imponer
su opresión, su molicie, su devastación. Lo han hecho arteramente, con el
sigilo de los defraudadores, con la sevicia de los depravados, con la vesania
de los caciques. Se han servido de una justicia ahormada a sus intereses y
privilegios, nos han impuesto la censura y la intoxicación desde unos medios de
comunicación domeñados y serviles. Han vulnerado todas las reglas éticas y
morales, sin tener piedad por aquellos que han ido dejando como cadáveres
sociales en las cunetas de la historia, sin pensar en sus hijos que pagarán las
deudas de sus orgías de poder junto con los de todos. No hay contrato que pueda
contener tanta inmundicia y mezquindad, tanta presunción y soberbia, tanta
mendacidad e ineptitud, tanta desmesura.
No hay justicia que ampare sus actos, no hay
legitimación alguna para sus decisiones, porque la democracia no puede conceder
el poder a los tiranos, ni la coartada a su tiranía. No hay libertad cuando sus
decisiones nos convierten en esclavos. No hay legitimidad alguna para imponer
el hambre a un pueblo, ni en nombre de credos, ni en nombre de ideas, ni en
nombre de nada. No hay equidad cuando ellos disfrutan de lo que otros pagamos.
No hay nada que sostenga un régimen que se ha corrompido y destila putrefacción
por todas partes. Es necesario amputar la gangrena de la política infame en la
que nos hacen vivir, antes de que nos acabe matando.
¿Pero cómo hacerlo?, ¿cómo derrocar a los impostores?,
¿cómo acabar con tanta basura humana que jura representarnos y solo vela por
sus propios intereses y prebendas? Es sencillo, convirtiéndoles a todos ellos
en un único partido, una organización delincuente con distintas formas, que ha
tomado la calle y el Parlamento, los medios y los fines, las instituciones y el
poder, porque en realidad, lo que han hecho no es otra cosa que dar un Golpe de
Estado democrático, como el de Fidel Castro o Hugo Chávez, valiéndose de las
multitudes anuladas por sus limosnas, calladas en la servidumbre, atemorizadas
y acobardadas por el miedo que imponen a su pueblo, en un terrorismo de Estado
sin precedentes, que les hace parecer la única solución a nuestros problemas,
cuando son el problema al que nos enfrentamos y cualquier solución pasa por
aniquilar su tenaza maniquea.
Todos ellos son un único partido político, el partido del poder, y los ciudadanos somos otro diferente, el partido de la democracia. Cuando el poder tirano se enfrenta a la democracia, siempre acaba derrotado, sólo es cuestión de tiempo.
Todos ellos son un único partido político, el partido del poder, y los ciudadanos somos otro diferente, el partido de la democracia. Cuando el poder tirano se enfrenta a la democracia, siempre acaba derrotado, sólo es cuestión de tiempo.
Es hora de enfrentarnos a la casta, a la aristocracia
oligárquica de los señores de esta democracia que nos han convertido en
súbditos de su arrogancia, vasallos de su estupidez, esclavos de su avaricia.
No hay banco malo, ni bueno, hay banco en los tribunales para juzgarlos a todos
y cárceles para que se pudran. No es una cuestión de justicia solamente, sino
de dignidad, si no les bajamos del pedestal, nos acabarán pisando la nuca en
nombre de la democracia, a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Sin duda, es hora de rebelarse, de plantarles cara, de
trabarse ante su impunidad. Es hora de conquistar la opinión pública y aunar
fuerzas para derribarlos, que nadie diga que no puede hacerse, porque quien
diga tal cosa es un siervo del poder y los españoles todavía somos libres y soberanos, para
someter a los usurpadores a la Ley que incumplen. Que nadie diga que no se puede antes de
intentarlo. Es la hora de los no representados, tu hora y la mía, la nuestra,
porque todos los que mandan en impunidad forman ya parte del pasado, aunque
nunca del olvido, debemos obligarles a que rindan cuentas y que se dejen de
cuentos.
Si nosotros pagamos sus errores, es justo que ellos paguen los
perjuicios que nos han impuesto. Los bandos están establecidos, ciudadanos demócratas: el partido de la democracia, contra tiranos de todos los partidos políticos, sindicatos de casta, y organizaciones mafiosas afincadas en los privilegios: el partido del poder, la casta. Es hora, ya es hora.
Enrique Suárez
1 comentario:
andaluces en el pensamiento del honorable pujol
https://www.youtube.com/watch?v=SNgPQYDn1hc
el nick te lleva al youube
¿quíen levanto Cataluña en las ultimas décadas mayoritariamente?
Jose Montilla no cuenta, que esta chupando del vote con pensión y sueldo en el senado.
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