Tras la decisión de Francisco Álvarez Cascos de abandonar el partido que construyó con otros muchos, por su descastamiento y errática deriva actual, precisamente en el momento en que las encuestas le ofrecen al PP los mejores resultados de su historia, es necesario hacerse la pregunta de si para que un partido político triunfe en unas elecciones (o al menos en las encuestas) está condenado a abandonar sus principios y fundamentos y convertirse en una maquinaria electoral inhumana y sin escrúpulos. Es exactamente lo que le ha ocurrido al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, que hoy no lo conoce ni la madre que lo parió, como dijo Alfonso Guerra.
La deshumanización del poder cada día es más descomunal, existe un abismo entre la casta política y los ciudadanos que les mantenemos. Sin duda, la marcha de Cascos de su partido debe inscribirse en este contexto en el que los partidos políticos se han convertido en marcas comerciales, en simples siglas vacías de contenido, que solo atesoran en su haber mentiras, demagogias y falacias.
Francisco Álvarez Cascos se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo y ha salido de escena para regresar a la política con mayúsculas, desde los orígenes, apoyado por unos cuantos leales, volviendo a construir desde la nada un proyecto libre de degeneraciones e insidias, más humano, menos autoritario, más libre, equitativo y democrático. Los partidos políticos actuales son dinosaurios próximos a su extinción, por eso la salida de escena de Cascos anuncia que cada día está más próxima; en este divorcio con su obra, el PP, Cascos se ha llevado los principios y le ha dejado a Rajoy las siglas, a las que ahora tienen que dotar de contenido los jóvenes castores del social-liberalismo de Lasalle, los emolumentos de Cospedal, los discursos de patio escuela de Soraya, las ideas de Pedro Arriola y la congregación de inútiles trepas que se acantona en el PP ante los vientos de gloria que anticipan.
Cascos está libre y con el Santo Grial de los principios de la política dispuestos para su aplicación en el momento oportuno, porque el diseño y la apariencia es lo de menos. Cascos sabe que la realidad es lo que cuenta, pero antes de marcharse ha dejado un retrato de la familia del PP (curiosa la felicitación de la familia Brady que han largado en Navidad ¿qué habrán tratado de ocultar?) que recuerda aquel lienzo en el que Goya inmortalizó a la familia de Carlos IV, antes de que España se hiciera una nación política de ciudadanos soberanos y atravesara los horrores de una guerra de independencia contra los franceses de Napoleón y las felonías de una monarquía sin escrúpulos.
Toda la obra gira alrededor de una mujer en el centro del cuadro, entonces la Reina Maria Luisa, esposa y madre de felones, y hoy, Maria Dolores de Cospedal, la matriarca de la dinastía de un PP que se ha convertido en el club de los jóvenes castores ambiciosos, como denunciaba con acierto, José Antonio Martínez-Abarca en sus Crónicas Murcianas, se supone que Mariano Rajoy será Carlos IV y Alberto Ruiz Gallardón, el inolvidable Fernando VII. Enhorabuena Francisco, lo has clavao.
Enrique Suárez
La deshumanización del poder cada día es más descomunal, existe un abismo entre la casta política y los ciudadanos que les mantenemos. Sin duda, la marcha de Cascos de su partido debe inscribirse en este contexto en el que los partidos políticos se han convertido en marcas comerciales, en simples siglas vacías de contenido, que solo atesoran en su haber mentiras, demagogias y falacias.
Francisco Álvarez Cascos se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo y ha salido de escena para regresar a la política con mayúsculas, desde los orígenes, apoyado por unos cuantos leales, volviendo a construir desde la nada un proyecto libre de degeneraciones e insidias, más humano, menos autoritario, más libre, equitativo y democrático. Los partidos políticos actuales son dinosaurios próximos a su extinción, por eso la salida de escena de Cascos anuncia que cada día está más próxima; en este divorcio con su obra, el PP, Cascos se ha llevado los principios y le ha dejado a Rajoy las siglas, a las que ahora tienen que dotar de contenido los jóvenes castores del social-liberalismo de Lasalle, los emolumentos de Cospedal, los discursos de patio escuela de Soraya, las ideas de Pedro Arriola y la congregación de inútiles trepas que se acantona en el PP ante los vientos de gloria que anticipan.
Cascos está libre y con el Santo Grial de los principios de la política dispuestos para su aplicación en el momento oportuno, porque el diseño y la apariencia es lo de menos. Cascos sabe que la realidad es lo que cuenta, pero antes de marcharse ha dejado un retrato de la familia del PP (curiosa la felicitación de la familia Brady que han largado en Navidad ¿qué habrán tratado de ocultar?) que recuerda aquel lienzo en el que Goya inmortalizó a la familia de Carlos IV, antes de que España se hiciera una nación política de ciudadanos soberanos y atravesara los horrores de una guerra de independencia contra los franceses de Napoleón y las felonías de una monarquía sin escrúpulos.
Toda la obra gira alrededor de una mujer en el centro del cuadro, entonces la Reina Maria Luisa, esposa y madre de felones, y hoy, Maria Dolores de Cospedal, la matriarca de la dinastía de un PP que se ha convertido en el club de los jóvenes castores ambiciosos, como denunciaba con acierto, José Antonio Martínez-Abarca en sus Crónicas Murcianas, se supone que Mariano Rajoy será Carlos IV y Alberto Ruiz Gallardón, el inolvidable Fernando VII. Enhorabuena Francisco, lo has clavao.
Enrique Suárez
6 comentarios:
Autoritarismo
Conocí a Alvarez Cascos bastante bien durante su larga etapa de oposición. Sus formas intratables, fascistoides en grado sumo, su autoritarismo y su prepotencia sirvieron a José María Aznar para construir un partido a su imagen e interés. Pero jamás pude sospechar algunos de sus comportamientos cuando estuvo en el Gobierno en los primeros años como vicepresidente político y posteriormente en el Ministerio de Fomento.
Múltiples sospechas
No hablo de dinero, aunque podría. Dicen los jueces que hay que tener pruebas. Y desde luego FAC es un tipo odioso para muchos pero no tonto. Lo que hay son múltiples sospechas y algunas realidades. Sus relaciones con algunos de los más significados capos de la Gürtel están ahí, en cualquier caso. Irrefutables. Y obvio hoy sus conexiones con los Díaz Ferrán y compañía.
La política como bazar
Cascos tiene neuronas de sheriff que bordean el sistema. Ahora, no sé si porque los negocios le van mal o porque tiene mono de ordeno y mando, quiere –imitando a su maestro Fraga- volver en su vejez a mandar en su tierra, seguramente para que su tercera mujer, María Porto, crea que todavía es alguien. Se le han levantado, con toda razón, todos los muertos que dejó en la tumba de su ambición y su autoritarismo y le han dejado a la intemperie. Su recurso al antiguo jefe y a la lideresa madrileña no le han servido de nada. Ahora comprenderá que el tiempo no pasa en balde. El aznarismo empieza a ser enterrado. Cascos siempre entendió esto de la política como un bazar: te cambio esto a cambio de lo otro; te apoyo hoy para que me ayudes mañana.
Y habrá comprobado también que el gallego de Pontevedra ya no está por la labor. ¡O témpora! ¡O mores!
El pasado
A medida que pasa el tiempo el aznarismo se diluye como un azucarillo. El día que Rajoy duerma en Moncloa se habrá terminado por completo. Los siete años de Zapatero les ha servido para mover la patita en el PP pero con Mariano en el palacio de la Moncloa ese juego se habrá acabado. El detritus del aznarismo se ha refugiado donde ha podido, especialmente en la Comunidad de Madrid. Nunca entenderá la generosidad de Aguirre a tal respecto e intentará pillar cacho si el PP retorna al poder político. Pero son el pasado. Su amenaza de crear un partido en Asturias para hacer la puñeta al PP es de aurora boreal. Nadie le cree ya. No tiene fuerza, ni razón, ni poder. Sólo ira y resentimiento. ¡A quien hierro mata, a hierro muere, Cascos!
Una miaja de marianismo
Pero esta decisión de dejar en la cuneta a Alvarez Cascos refleja también –se pongan como quieran los que quieran- un poco de la personalidad (complicada y mucho más larga de lo que estiman algunos) de Mariano Rajoy. Ha resistido la presión, se ha quitado de en medio, ha dejado pudrir el tema y al final ha hecho lo que le ha convenido. Esto es, optar por una candidata apoyada por el partido en Asturias, imagen nueva y de acuerdo con los intereses partidarios y hasta personales. El resto son cuentos chinos. Lo que sí sorprende en la actitud de algunos políticos españoles es que desconozcan la vieja máxima que dejó esculpida el inveterado maestro Claudio Sánchez Albornoz: ¡El tiempo todo lo puede! Amén.
VIENDO LO QUE LEES Y VALORAS COMO ECUÁNIME ME PUEDO IMAGINAR EL COLOR DE LAS MENINGES QUE TE GASTAS
Paz y amor, jajajaja
(Comienza aquí)
Profe mira lo que he encontrado, de aquel ecuánime y magnífico periodista que nos recomendabas, Graciano Palomo ¿a ti no te parece un poquito sectario y tendencioso, sólo un poquito...?
GRACIANO PALOMO
03/01/2011
Cascos o la caída del último farsante
Había amenazado en el más puro estilo dóberman que le caracteriza: o me dais lo que pido o la armo. La ha armado pero de modo fútil. Ya le conocen. Porque a Álvarez Cascos nunca le importó nada el PP, ni España; sólo se ha importado a sí mismo. Es la triste historia de uno de los dirigentes más autoritarios, más fachas, más obscenos (políticamente) de los muchos que he conocido a lo largo de mi vida periodística. Y soy caritativo dadas las entrañables fechas que nos circundan.
Ya no da miedo a nadie. Porque al final se impuso la cordura y el parecer de María Dolores de Cospedal en el llamado caso Cascos. Este antiguo general secretario de la derecha, el más formidable autoritario que ha pasado por la Secretaria General, acaba de probar la medicina que él mismo había hecho tragar a otros durante sus diez años en el mando del Partido Popular.
Enrique, lo siento de veras, pero tus artículos cada día me parecen mas alejados de la realidad, siempre pretendes aparentar ser el juez de todo sin conceder un debate limpio de lo que sucede, recurres por lo general a tus personajes de "las guerras troyanas" lo cual aumenta mas tu desfase con la actualidad, y la actualidad aunque no quieras reconocerlo es que tu adalid Álvarez Cascos ha actuado como en el siempre ha sido habitual, en plan "sheriff" inquisidor, y aunque no lo entiendas, ese estilo ya está caduco, aunque ahora lo tienes mas fácil para averiguar cuantos seguidores reales tiene en Asturias, ofrécele que lidere Movimiento Democrático y podremos saber cuantos son los votos que obtiene del total de los posibles votantes, aunque no hay que ser un mago para predecir que en el caso que se presentara por Mov. Demo. dudo mucho que obtuviese mas de 15.000 votos que serian los necesarios para optar a escaño, el URAS-PAS con algo mas de 13.000 votos en las última elecciones se quedó por debajo del 3% necesario.
Lo siento Enrique, tus risitas del ja,ja,ja, acompañadas del Paz y Amor ficticio, indican bien a las claras el monumental cabreo que arrastras y ya sabes cual es el "antídoto"...."AJO Y AGUA" y por favor ponte al día, esos recursos de personajes griegos no encajan en nuestra realidad social, pero...."cada loco con su tema".
Paz y Amor a todos los ciudadanos que luchan por conseguir un justo y equitativo reparto del trabajo y la riqueza.
Gracias profe, ¿y del ecuánime Graciano Palomo no me dices nada?. Verás, la propaganda no es un argumento produce paro: 5 millones y miseria. No sigas defendiendo a los opresores de los trabajadores si eres soialista, profe, no está bien, te va a salir una úlcera de la incoherencia.
Salud
Mira Enrique, para mi Graciano Palomo tan solo es un periodista mas que se aprovecha de los vientos dependiendo de la dirección que toman en beneficio de su interés personal, descargando las tintas unas veces sobre la derecha y otras sobre la izquierda, pero en ocasiones sus críticas son verdades como templos.
Yo siempre he defendido los principios éticos y morales que han de existir en una sociedad para poder conseguir que se lleve a efecto un justo reparto de la riqueza y el trabajo, y eso solo se puede conseguir con un programa económico solidario, los liberales siempre han intentado implantar un sistema "libre" en la economía, y a la vista está el resultado, solo tienes que escuchar a Arcadi Oliveres en este link:
http://www.youtube.com/watch?v=VlelJa79Juo
Si después de verlo y escucharlo tienes algo que objetar de esa cruda realidad, por favor dímelo, aunque conociéndote por tus escritos seguro que como siempre me sales "por peteneras".
Enrique, tanto los trabajadores, si, esos millones que conocemos con el nombre de "currantes", como los que han tenido la desgracia de quedarse sin trabajo, no son mas que el fruto de los "facinerosos capitalistas" que campean como "progenitores" por todo el mundo con el beneplácito de los gobernantes de turno, ya sean estos del color político que quieras, y no le des mas vueltas, el mundo occidental está manejado por esas hordas de miserables que mueven los hilos de este teatro de guiñol donde tu, yo y millones de seres nos movemos al son de sus caprichos y devaneos.
Arcadio Oliveres y otros muchos como el lo vienen denunciando cada día, y lo peor es que ante esas hordas pocas posibilidades nos quedan de cambiar los signos del mundo, mientras, como ocurre en nuestro País, los dos partidos mayoritarios solo piensan en alcanzar el poder y que al pueblo le den ....."por allí".Estoy deseando que tu adalid Cascos saque la chistera y nos lleve a ese Edén y haga posible que vuelva a descargar sobre nuestro País aquel milagroso “Maná” que quitó el hambre del mundo.
Paz y Amor a todos los ciudadanos que luchan por un reparto justo del trabajo y la riqueza.
Profesor jubilado, con tu permiso, firmo también tu comentario. Ya había escuchado a Arcadi Oliveres, en esta y en otras intervenciones, y a otras personas en su misma línea, y más de una vez pensé en poner los enlaces, pero no lo he hecho porque sé que Enrique saldría -como bien dices- “por peteneras”.
Pero tenemos la desgracia de que ni las propias víctimas reconocen a sus agresores, prefiriendo mirar a la caja tonta y sus mundos de Yupi, porque claro, ¡no va a ser mentira lo que dicen en la tele! Y mientras esto no cambie, imposible siquiera emprender el camino.
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