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lunes, 20 de septiembre de 2010

Trabajo, dependencia y esclavitud

"Trabajar es el precio que pagamos los esclavos por soñar que somos libres en un mundo civilizado " Biante de Priena.

Si el gobierno español dijera por una sola vez la verdad, las cosas cambiarían de forma dramática en este país, pero no lo harán por qué prefieren mantener en el engaño permanente a sus votantes, esos que no votan por la derecha aunque se mueran. La estrategia de la izquierda española es envolver en mentiras y propaganda la realidad: que nadie se entere de lo que está ocurriendo.

Todavía no he visto a ningún analista con criterio decirnos lo que está ocurriendo realmente en este país, muchos de ellos no lo saben, y por eso repiten, en idas y venidas, opiniones sin fundamento para estimular las reacciones viscerales de sus lectores, da igual que sean de izquierdas que de derechas, por qué creyentes los hay en ambos lados del tinglado. Parece mentira, pero entre tanto frikismo y panoplias no queda nadie que diga lo que está ocurriendo y que se atreva a hacer una predicción sobre lo que ocurrirá en los próximos años.

En el Gobierno lo saben, en la oposición seguro que también, y no dudo que algunos directores de medios de comunicación no lo ignoren, pero otra cosa es que lo digan. Pues abriendo los ojos, compatriotas, que la cosa está chunga. Vayamos por partes:

Vivimos en una sociedad dual, que es aquella en la que se ha producido una segregación en dos clases de ciudadanos: unos que tienen todas las ventajas y derechos, a la que pertenecen los nuevos señores, de izquierdas y de derechas, mientras que otros, también de izquierdas y de derechas, vivirán el resto de su vida en la miseria, al borde de la esclavitud, hipnotizados por la telebasura, con subsidios eternos y condenados sine die a la dependencia.

Verán ustedes, las clases medias están desapareciendo, aquí van a quedar dos grupos bien definidos: los pobres y los ricos, y mucha propaganda diciendo que este país está lleno de posibilidades, y aquí la gente con ideas y que trabaja se puede hacer rica, partiendo de pobre. Más bien es al revés la gente partiendo de una situación acomodada pasará a engrosar las capas sociales de pobreza cada día con más facilidad.

Da pena ver a esos indigentes intelectuales que dirigen CCOO y UGT participando del engaño, diciendo a sus seguidores que defienden el trabajo cuando lo único que hacen es defender el privilegio de sus liberados. Da vergüenza observar a un gobierno socialista recortando derechos a los españoles, incrementando los impuestos directos e indirectos, ampliando la edad de jubilación, recortando los sueldos a los funcionarios, congelando las pensiones e incrementando la deuda sin fin que van a terminar pagando nuestros tataranietos. Da asco ver a la oposición sin decir nada, por qué sabe que no hay nada que hacer, pero espera heredar a los socialistas para seguir con una nueva versión del engaño. Ayer decía que el resumen de todos nuestros males era la intrépida ignorancia hoy añado que la avaricia de los que representan a los españoles, sindicalistas y políticos. Todos los que dicen representarnos, de izquierdas, de derechas, nacionalistas y no nacionalistas. Una auténtica casta que ejerce el poder con criterios más propios del feudalismo que de una democracia.

¿Cuás es realmente la situación?

La situación es que a España la crisis evolutiva de la economía nos ha cogido en el limbo, porque no es cierto que esto sea un ciclo, qué más quisiéramos, lo que ha ocurrido es un cambio estructural.

Sencillo de explicar, en el mercado mundial de producción y consumo, han entrado 3.000 millones de trabajadores nuevos de golpe, con China, India y los países emergentes, dispuestos a trabajar por la centésima parte de lo que se hace en los países occidentales, para producir lo mismo. La única forma de salvar a los trabajadores de los países occidentales de la debacle que ya ha llegado, sería incrementando las ventajas diferenciales, es decir, la creatividad, el esfuerzo, las comunicaciones, los recursos propios –sobre todo los humanos-, para crear una economía diferenciada y distinguida.

En España habíamos resistido hasta ahora por qué partíamos de una situación precaria y al entrar en la Unión Europea nos llegaron ingentes cantidades de dinero, por el auge del turismo, que empujó la construcción, pero ahora nos hemos quedado en el limbo, por qué ni somos una gran economía, ni nuestra estructura económica y laboral permite que funcionemos como un sistema abierto, atento a los cambios del mercado. En realidad nuestra situación era artificial, por qué producíamos con calidad europea a precios del tercer mundo, pero ahora hay otros que producen igual o mejor que nosotros a precios aún más bajos. Así que nos quedamos en el limbo, ni reunimos las condiciones para ser un país rico, ni reunimos las condiciones para ser un país pobre, estamos en una situación intermedia, que en este caso es la peor de todas, por qué no tenemos recursos para llegar a ser ricos y cada día nos vamos empobreciendo más.

Los grandes problemas de España en estos momentos son la descomunal deuda que nos asfixia con los intereses que hay que pagar para los que tenemos que seguir endeudándonos más. La deuda española total, pública y privada, supera el 400 % del PIB anual. La productividad española es de las bajas de los países occidentales, entre otras cosas al férreo yugo laboral que imponen los sindicatos para mantener sus privilegios: cuánto más pobres, más afiliados. Los sindicatos de clase españoles son una fuerza reaccionaria que defiende sus privilegios como la falange durante el franquismo. La competitividad española ha descendido en los años que lleva gobernando el socialismo del puesto 23 mundial al 42, que se dice pronto. De los parados españoles una buena parte son jóvenes, por qué el paro juvenil alcanza casi el 50 %, los jóvenes dependientes, los jubilados con las pensiones congelada, los cuatro millones y medio de parados que tienen que comer, han incrementado la tasa de dependencia del trabajador español a una de las más elevadas del mundo. Para poder vivir como hace veinte años hay que trabajar mucho más, quien tiene la fortuna de que no le hayan echado del trabajo. Está situación reduce el consumo, la demanda interna, y España nunca ha sido un país que haya logrado cubrir su balanza comercial, por qué ya se encargan nuestros socios de vender sus productos en el exterior.

Todo eso lo habíamos paliado parcialmente con el turismo, pero ahora el turismo también ha entrado en decadencia, por qué han entrado en el mercado nuevos competidores. Pero además, para organizar este desastre descomunal, gracias a las autonomías y al modelo de fortalecimiento del Estado del socialismo, en España se han contratado medio millón de funcionarios más, que hay que pagar cada mes, para hacer menos de lo que se hacía hace una década. Por eso, y no por otra razón, para incrementar la productividad de los trabajadores estatales, lo único que se puede hacer es inventar problemas, legislaciones que requieran mayor asfixia de los ciudadanos, burocracia a lo bestia, para no tener de brazos cruzados al 30 % de los trabajadores del Estado. Es decir, muchos más problemas para los ciudadanos.

No dejan de engañarnos

Nos están engañando, queridos compatriotas, los del PSOE, los del PP, los nacionalistas, los sindicalistas y todos los que viven de la representación pública de los demás, del erario público, a nuestra costa.

La coyuntura nos condena al abismo, da igual que gobiernen unos que otros, ni el PSOE, ni el PP, podrán resolver nuestros problemas. En España no se va a producir trabajo hasta que la economía crezca a un 2,5-3 %, y eso no se va a producir hasta el año 2016-2018. Pero tampoco podemos seguir endeudándonos por qué ya estamos en el límite de lo que Europa nos permite para seguir formando parte de la Unión Europea. La única forma de resolver los problemas es recortar considerablemente los gastos de la administración pública al tiempo que se incrementan los impuestos, pero también recortando la calidad de los servicios que gestiona el Estado, es decir reduciendo nuestro bienestar.

El Estado Providencia que se ha inventado el socialismo tiene los días contados, pero desde el PSOE le pasarán la patata caliente al PP, para luego ponerse los primeros a la cabeza de la manifestación reclamando al Gobierno, todo lo que sus gobiernos ha destrozado, acabando con el bienestar de España, nos van a mantener en una situación artificial hasta las próximas elecciones, en la ilusión de que nuestros problemas se están resolviendo, para dejar en la ruina definitiva el país, y el que venga detrás será entonces el culpable de todos lo ocurrido, manejarán la propaganda, la agitación en la calle y todo lo que sea necesario, para que los españoles se enteren de que el PP ha sido el que nos ha arruinado, cuando ellos son los únicos responsables de lo ocurrido, por eso en el PSOE no jubilan a Zapatero, por qué saben que no hay solución y ya lo dan por quemado, así que siga engañándonos los dos próximos años y que gobierne el PP la ruina que van a dejar de país.

Si en el PP hubiera gente inteligente, antes de entrar a formar gobierno, habría que exigir una auditoría general, para que todos los españoles supiéramos la realidad de lo que han hecho los socialistas, una foto finish de su obra, como punto de comienzo del largo desierto que nos espera, pero tengo muchas dudas, demasiadas, de que en el PP quede alguien con suficiente inteligencia y coraje para hacerlo. Sencillamente tomarán el poder para seguir trincando hasta que no haya nada que trincar.

No obstante hay alternativas, a pesar de nuestra catastrófica situación económica, política y cultural, que no pasan por el PSOE, el PP, ni los partidos nacionalistas, la UPyD, IU y todos los demás. La alternativa es crear un nuevo modelo de relación política entre ciudadanos fundamentado en la transparencia y no en la ocultación, erradicando los políticos del poder e introduciendo en las decisiones a los ciudadanos.

Hace un año escribí un artículo titulado “La Sociedad Escalar” en el que se ofrecían alternativas a un cambio de modelo. Hay que crear lo que no existe, cuando lo que existe se ha demostrado que no sirve para seguir adelante.



Biante de Priena

2 comentarios:

fractalio dijo...

No me es posible creer en ningún movimiento cuyo primer objetivo no sea echar por tierra el sistema económico actual a medio o largo plazo, y que no comience por el diseño de un sistema absolutamente nuevo y diferente.

Dentro de este sistema, por reducción al absurdo, es imposible que nadie sea capaz de conseguir una regeneración democrática ni nada que se le parezca, pues el sistema en sí está absolutamente corrompido, ha ido doblegando a la sociedad a la chita callando, ha subsistido gracias a la inflación continuada de todo -pero que ya es insostenible- y está al servicio exclusivo de unos señores que lo dominan y que han sido los únicos beneficiarios de él.

Si alguien habla de economía no basada en el crecimiento continuo, y con unas normas que comiencen por la permisividad cero para tramposos, mafiosos y especuladores, entonces sí. Pero no sé dónde están esas propuestas.

Enrique Suárez dijo...

Comencemos por la permisividad, por que como nos paremos de golpe lo vamos a pasar muy mal. Es necesario un cambio de sistema, y aquí viene lo más importante. Puede ser un cambio de sistema orientado hacia la libertad o hacia otra cosa. Por eso la gente tiene que darse cuenta de que lo mismo que se está comiendo el futuro de sus nietos gracias a que el poder nos está endeudando sin fin, también nos estamos comiendo su libertad y cualquier posibilidad de bienestar.

El principio de la economía sostenible no debe ser la depredación del presente, pero tampoco del futuro. Una economía sostenible que convierte en mendigos a nuestros descendientes es algo propio de los descerebrados que tenemos en el gobierno y la oposición en este país, auténticos ejemplos de estupidez humana.

Gracias por tu opinión fractalio

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