desde 2.006 en Internet

martes, 9 de marzo de 2010

Un cazurro en La Moncloa


Monteira ha preparado sagazmente, reunido con los cientos de asesores, la primera comparecencia pública de Zapatero en televisión, que para lo único que ha servido es para contemplar la incapacidad absoluta que tiene el cejado de resolver los problemas que asolan España. Si quisiera credibilidad, que no la quiere, se hubiera reunido con tres periodistas críticos y no con tres almibarados pichones que babeaban mientras le escuchaban.

Zapatero es un cazurro de libro, que como bien expone el diccionario de la RAE se corresponde con las siguientes definiciones.

1. adj. Malicioso, reservado y de pocas palabras. U. t. c. s.
2. adj. Tosco, basto, zafio.
3. adj. Torpe, lento en comprender.
4. adj. ant. Se decía de las palabras, expresiones o actos bajos y groseros.
5. adj. ant. Se decía de la persona que las profería o los practicaba.

El cazurro de La Moncloa. Cazurro es un calificativo utilizado por los asturianos para definir la necedad de algunos leoneses, en especial los de León capital, no superada en todo el ámbito patrio por nadie, aunque ha sido adaptada por los propios leoneses para caracterizar al que eleva entre ellos su necedad a proporciones cósmicas e interplanetarias. Tradicionalmente un maño puede caracterizarse por su terquedad, pero un cazurro es "burro" además de terco, al mismo tiempo, y muchas otras cosas. Una expresión típica es la siguiente: "pero como eres tan cazurro si es facilísimo", pero el que no vio la crisis, dijo en su día a los que la vieron que mentían, esto es típico de un cazurro, porque la realidad se equivoca siempre antes que ellos.

También por los bercianos consideran cazurros a aquellos que se creen superiores a los demás y en realidad no valen una mierda. Chiste de cazurros: ¿en qué se parece un cazurro a un pescado?, en que la cabeza es la parte más inútil. Y los de la montaña leonesa consideran que los cazurros no tienen remedio: "es más difícil convencer a un cazurro que mover una montaña de sitio".

Al parecer, el término proviene de la latinización de la alocución árabe Cad´ur, que significa “el que no cesa” y que era la forma en que los musulmanes calificaban a los habitantes de la cordillera cantábrica cuando encontraron una resistencia extraordinaria a su avance invasor.

El personaje de nuestra literatura que mejor caracteriza al cazurro es Sancho Panza, ejemplo de persona taimada, callada, sumisa y supuestamente ignorante, que realmente hacen lo que les conviene con picardía y astucia. Un cazurro suele ser desconfiado y ... tímido, pero buscando el provecho fácil de su trabajo.

Y de ahí viene el término popular pancista (De panza.) adj. y s. fam. Dícese de quien, sirviendo sólo su interés personal, procura no pertenecer a ningún partido, para poder medrar, o estar en paz con todos. O como dice El País "Se dice de la persona sin ideas propias y que adopta fácilmente las de quienes mandan para favorecerse de ello". El problema es que cuando "manda" un pancista la cosa ya no tiene remedio.

En fin, tenemos un cazurro en La Moncloa, lo mejor que podemos hacer es echarnos a temblar y volver a rezar aunque seamos ateos, porque cuando un cazurro se aferra al poder no hay nadie en este mundo que le pueda obligar a soltarlo, sabe que ha llegado a él sin merecérselo, como Sancho Panza a la Ínsula Barataria.

Y luego dice el ínclito que España es discutida y discutible. ¡Será cazurro! (con Z de Zapatero). España condenada a vivir entre Don Quijote y Sancho Panza por los siglos de los siglos. Gracias Cervantes por la foto, lo has calcado.

Erasmo de Salinas

1 comentario:

Casandra dijo...

Señor mío, o me equivoco mucho, mucho, pero no creo, o para los asturianos, los cazurros no son los de León, a los que consideran un poco primos, en el buen sentido de la palabra, no en el peyorativo, sino aproximadamente los de Palencia, Zamora y Valladolid, o sea, lo que vienen a ser meseteños. Así que, Zapatero, por más que lo lamente, sí, es un cazurro por partida doble, porque lo es también en el sentido más ultra-peyorativo del término, es decir: UN CAZURRO RENEGADO.

Dicho lo cualo...Arremánguese el dobladillo, porque, ¡mecagoentó!, ¡cómo l´enganche, me vi a encasquetar la boina pá coger carrerilla y va a saber usted, señor Erasmo, a cómo vale una güena garrota de Tierra de Campos! ¡Y sin padrinos ni Dios que lo fundó!

Enlaces Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...