En una ocasión como la que estamos viviendo, en la que se ha producido la coalición más sorprendente de la historia política reciente de España, la redacción de Ciudadanos en la Red ha logrado contactar con el ciudadano más crítico del Partido Riverista (antes denominado Ciudadanos-Ciutadans), el controvertido personaje al que la dirección del partido denunció en su día a las autoridades por haber mostrado a la opinión pública los entresijos más siniestros de la formación política que comenzó con un chico desnudo, una militancia entusiasmada y el lema “sólo nos importan las personas”, y ha acabado con un chico desnudo, sin militancia y con el lema “sólo nos importan los euros ”, nos referimos al Ciudadano Ubú, por supuesto.
Un auténtico placer, Ciudadano Ubú, poder conversar con usted sobre la deriva del partido Riverista, al que usted tanto críticó en su día
Muchas gracias, aprecio su recuerdo, y el interés que han mostrado en entrevistarme, ahora que me encuentro de paso por Barcelona, esta ciudad que cada día se hunde un poquito más en las miserias del nacionalismo y el adoctrinamiento, en la ciénaga cuatribarrada, de forma desapercibida por la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Ha estado usted fuera de España desde que se celebró aquel congreso de Ciutadans en el que los afiliados tuvieron pánico a la libertad, ¿cómo ha visto las cosas desde la distancia?.
Sí, realmente sólo regresé en una ocasión para festejar el premio que le concedieron a Albert Boadella por su ensayo Adios a Cataluña, creo que él también se ha autoexiliado en Madrid desde entonces. Para comprender lo que ocurre en Cataluña hay que alejarse, pues la putrefacción de la realidad social catalana es tan descomunal, que no puede apreciarse correctamente desde dentro. Quien vive en el desierto, desconoce lo que son los árboles, los rios, las praderas, y no los echa en falta. Se acostumbra al monólogo y llega a olvidar la diversidad, piensa que todo es lo mismo en todas partes, pero está en un grave error. Ocurre como en la época del franquismo en España, sólo al regreso se podían reconocer todas las ausencias y carencias que procuraba el régimen, pero desde dentro todo parecía normal.
¿Qué opina usted ahora de la labor del President Montilla y su tripartit?.
Pues lo que siempre opiné, alguien que pide disculpas por no conocer suficientemente la lengua de una comunidad y haber resultado elegido presidente de la misma, es sin duda un esperpento desdibujado, una contradicción en sí mismo. Es fácil comprender que en una democracia como la española, un personaje como el señor Montilla está destinado a triunfar, porque sólo levanta sospechas entre la gente inteligente que no le vota, pero estos son minoría, por supuesto, una minoría silenciada por la mediocridad circundante que asfixia cualquier alternativa que pueda destronar a la estupidez reinante.
En cuanto al tripartit, que quiere que le diga, Carod-Rovira podría haber triunfado en cualquier cabaret parisino de la postguerra, y el señor Saura como capo en un campo de concentración nazi, por lo tanto están en donde deben estar, en el Gobierno de Cataluña, en la Generalitat. Son el otro necesario para la glorificación de la escena surrealista que se vive en la realidad catalana.
¿Y qué le parece a usted la operación del señor Rivera uniéndose a un partido paneuropeo construido a golpe de talonario?.
Recordarán ustedes que definí en su día al chico Rivera como una boutade narcisista, en realidad, con alguien como él de presidente, el partido de los ciudadanos se convirtió en una broma fenomenal. Lo más político que hay en la cabeza del chico Rivera, son las patillas. Todo lo demás es un montaje, una careta hipócrita, producto de la operación triunfo en la que lleva empeñado toda su vida.
Alguien que se prepara para estafar al prójimo sin rubor alguno, bien termina sus días en el olvido o en la cárcel. No sé de que se extrañan hoy los atribulados militantes que discrepan de la coalición que se ha formado. Verá usted, Libertas es lo que es, el señor Durán es simpático y ladino, y Ciudadanos un recuerdo, ya no existe.
¿Así qué usted comprende entonces la actitud de Antonio Robles y otros afiliados al abandonar el partido?
El señor Robles es posiblemente, en compañía de su compañero que calla tanto como habla Rivera, uno de los máximos responsables de lo ocurrido. Nunca fue capaz de admitir, desde su participación en aquel grupo denominado Iniciativa No Nacionalista, que el futuro no contaba con él. Aún así se empeñó en convencer a todo el mundo de su error al no reconocerle como el líder mesiánico que él mismo se considera, en su egolatría patológica.
Y los intelectuales fundadores, señor Ubú, ¿qué opinión le merecen?
Pues que quiere usted que le diga, los intelectuales no querían saber nada de política, lo dijeron desde el comienzo. Jugar sí, pero nada más. Su papel fue de desentendimiento con la paternidad responsable del retoño desde el principio. Ellos se acostaron con la opinión pública, de aquella relación surgió un hijo, al que inicialmente reconocieron como legítimo, para después olvidarse de él. Muy a la moda de Rousseau, quién quiere escribir Las Ensoñaciones de un Paseante Solitario no puede permitirse la responsabilidad de la paternidad rigurosa. Hay que comprenderlo, póngase usted en su lugar.
Bueno no todos reaccionaron de la misma forma, el profesor de Carreras tuvo mucho interés en malograr la transversalidad inicial del partido procurando el cambio de ideario, a la cochambre heredera del PSC no nacionalista. ¿Qué opinión le merece su actuación en el segundo congreso expulsando la mitad del partido con su propuesta?
El señor Françesc de Carreras Serra, hijo de un conocido “camisa nueva” de Gerona, y primo carnal del ex ministro socialista Narcis Serra, tenía otros intereses inconfesables y como colaborador habitual de la Generalitat en la preparación de la autodeterminación paulatina de Cataluña –recuerden ustedes su propuesta de referéndum-, estaba claro que defendería prioritariamente los intereses de la "famiglia", antes que cualquier otra alternativa. Como buen catalán, el señor De Carreras tuvo bien claro que intereses debía defender desde el principio, y José Domingo y Antonio Robles le ayudaron a conseguirlo, fue una auténtica simbiosis: “os dejo el partido sin liberales, pero tenéis que apoyar a Albert Rivera”. Y convirtieron a Rivera en el antídoto del Espíritu del Tívoli. Los diputados Robles y Domingo, en su enorme ambición, aceptaron su propuesta y hoy se lamentan en público de lo que favorecieron en privado, a espaldas de la militancia.
¿Cree usted que Ciutadans sobrevivirá a esta nueva epopeya de convertirse en socio de un partido tan extraño y contestado como Libertas?
Ciudadanos posiblemente, no, pero Rivera sí. En realidad esta operación es la primera entrega de la promoción de Albert Rivera como político nacional. Posiblemente le hagan candidato en las próximas elecciones generales por alguna coalición sostenida en la pasta que suelte algún grupo de interés. En realidad, Ciudadanos siempre ha estado al servicio de Rivera y no al revés.
¿Y el partido de Rosa Díez?, ¿qué consideración le ofrece?
Pues no mucho mejor que Ciudadanos, , por lo que leído por ahí, posiblemente sea aún menos democrático en su organización interna. Si comparten el modelo de líder mediático, organización interna autoritaria, discurso deseable, y afiliados palmeros, porque los críticos no les interesan a ninguna de las dos formaciones. Los críticos cuestionan a la dirección y eso es un pecado en un partido político no democrático, en algún sitio está escrito que sólo la dirección puede cuestionar a los críticos y no al revés, no hay igualdad entre los afiliados, que junto con la erradicación de la libertad de opinión, acaba derivando en una ausencia de democracia.
¿Quiere decir alguna cosa más, Ciudadano Ubú?
Sí, quiero agradecer a su blog la pertinaz reivindicación de regeneración democrática y regreso a la realidad en la que andan ustedes. En España vivimos una realidad paralela, en un mundo al revés, en la que los más tunantes ocupan los cargos electivos, mientras que los más honestos y más cualificados son apartados. Suele ocurrir casi todos los siglos, la usurpación política es una selección artificial de los peores al servicio de sus propios intereses. A veces concluye en conflicto y otras, como la actual, en letargo.
Y quiero dar un fuerte abrazo a los zanahorios, lo mejor que me he encontrado en esta batalla de la inteligencia contra la estupidez. Porque al final, lo que queda es el olvido. Lo que estamos viviendo en la política española no merece la energía del recuerdo.
Y Ciudadano Ubú se fue como llegó, con las manos en los bolsillos y la vista perdida en el horizonte de los sueños, proyectando una larga sombra sobre la historia, como Orson Welles en Ciudadano Kane. Sólo algunos personajes tienen la capacidad de convertir la leyenda en realidad. Nuestro ilustre entrevistado es uno de ellos.
Ciudadanos en la Red
Un auténtico placer, Ciudadano Ubú, poder conversar con usted sobre la deriva del partido Riverista, al que usted tanto críticó en su día
Muchas gracias, aprecio su recuerdo, y el interés que han mostrado en entrevistarme, ahora que me encuentro de paso por Barcelona, esta ciudad que cada día se hunde un poquito más en las miserias del nacionalismo y el adoctrinamiento, en la ciénaga cuatribarrada, de forma desapercibida por la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Ha estado usted fuera de España desde que se celebró aquel congreso de Ciutadans en el que los afiliados tuvieron pánico a la libertad, ¿cómo ha visto las cosas desde la distancia?.
Sí, realmente sólo regresé en una ocasión para festejar el premio que le concedieron a Albert Boadella por su ensayo Adios a Cataluña, creo que él también se ha autoexiliado en Madrid desde entonces. Para comprender lo que ocurre en Cataluña hay que alejarse, pues la putrefacción de la realidad social catalana es tan descomunal, que no puede apreciarse correctamente desde dentro. Quien vive en el desierto, desconoce lo que son los árboles, los rios, las praderas, y no los echa en falta. Se acostumbra al monólogo y llega a olvidar la diversidad, piensa que todo es lo mismo en todas partes, pero está en un grave error. Ocurre como en la época del franquismo en España, sólo al regreso se podían reconocer todas las ausencias y carencias que procuraba el régimen, pero desde dentro todo parecía normal.
¿Qué opina usted ahora de la labor del President Montilla y su tripartit?.
Pues lo que siempre opiné, alguien que pide disculpas por no conocer suficientemente la lengua de una comunidad y haber resultado elegido presidente de la misma, es sin duda un esperpento desdibujado, una contradicción en sí mismo. Es fácil comprender que en una democracia como la española, un personaje como el señor Montilla está destinado a triunfar, porque sólo levanta sospechas entre la gente inteligente que no le vota, pero estos son minoría, por supuesto, una minoría silenciada por la mediocridad circundante que asfixia cualquier alternativa que pueda destronar a la estupidez reinante.
En cuanto al tripartit, que quiere que le diga, Carod-Rovira podría haber triunfado en cualquier cabaret parisino de la postguerra, y el señor Saura como capo en un campo de concentración nazi, por lo tanto están en donde deben estar, en el Gobierno de Cataluña, en la Generalitat. Son el otro necesario para la glorificación de la escena surrealista que se vive en la realidad catalana.
¿Y qué le parece a usted la operación del señor Rivera uniéndose a un partido paneuropeo construido a golpe de talonario?.
Recordarán ustedes que definí en su día al chico Rivera como una boutade narcisista, en realidad, con alguien como él de presidente, el partido de los ciudadanos se convirtió en una broma fenomenal. Lo más político que hay en la cabeza del chico Rivera, son las patillas. Todo lo demás es un montaje, una careta hipócrita, producto de la operación triunfo en la que lleva empeñado toda su vida.
Alguien que se prepara para estafar al prójimo sin rubor alguno, bien termina sus días en el olvido o en la cárcel. No sé de que se extrañan hoy los atribulados militantes que discrepan de la coalición que se ha formado. Verá usted, Libertas es lo que es, el señor Durán es simpático y ladino, y Ciudadanos un recuerdo, ya no existe.
¿Así qué usted comprende entonces la actitud de Antonio Robles y otros afiliados al abandonar el partido?
El señor Robles es posiblemente, en compañía de su compañero que calla tanto como habla Rivera, uno de los máximos responsables de lo ocurrido. Nunca fue capaz de admitir, desde su participación en aquel grupo denominado Iniciativa No Nacionalista, que el futuro no contaba con él. Aún así se empeñó en convencer a todo el mundo de su error al no reconocerle como el líder mesiánico que él mismo se considera, en su egolatría patológica.
Y los intelectuales fundadores, señor Ubú, ¿qué opinión le merecen?
Pues que quiere usted que le diga, los intelectuales no querían saber nada de política, lo dijeron desde el comienzo. Jugar sí, pero nada más. Su papel fue de desentendimiento con la paternidad responsable del retoño desde el principio. Ellos se acostaron con la opinión pública, de aquella relación surgió un hijo, al que inicialmente reconocieron como legítimo, para después olvidarse de él. Muy a la moda de Rousseau, quién quiere escribir Las Ensoñaciones de un Paseante Solitario no puede permitirse la responsabilidad de la paternidad rigurosa. Hay que comprenderlo, póngase usted en su lugar.
Bueno no todos reaccionaron de la misma forma, el profesor de Carreras tuvo mucho interés en malograr la transversalidad inicial del partido procurando el cambio de ideario, a la cochambre heredera del PSC no nacionalista. ¿Qué opinión le merece su actuación en el segundo congreso expulsando la mitad del partido con su propuesta?
El señor Françesc de Carreras Serra, hijo de un conocido “camisa nueva” de Gerona, y primo carnal del ex ministro socialista Narcis Serra, tenía otros intereses inconfesables y como colaborador habitual de la Generalitat en la preparación de la autodeterminación paulatina de Cataluña –recuerden ustedes su propuesta de referéndum-, estaba claro que defendería prioritariamente los intereses de la "famiglia", antes que cualquier otra alternativa. Como buen catalán, el señor De Carreras tuvo bien claro que intereses debía defender desde el principio, y José Domingo y Antonio Robles le ayudaron a conseguirlo, fue una auténtica simbiosis: “os dejo el partido sin liberales, pero tenéis que apoyar a Albert Rivera”. Y convirtieron a Rivera en el antídoto del Espíritu del Tívoli. Los diputados Robles y Domingo, en su enorme ambición, aceptaron su propuesta y hoy se lamentan en público de lo que favorecieron en privado, a espaldas de la militancia.
¿Cree usted que Ciutadans sobrevivirá a esta nueva epopeya de convertirse en socio de un partido tan extraño y contestado como Libertas?
Ciudadanos posiblemente, no, pero Rivera sí. En realidad esta operación es la primera entrega de la promoción de Albert Rivera como político nacional. Posiblemente le hagan candidato en las próximas elecciones generales por alguna coalición sostenida en la pasta que suelte algún grupo de interés. En realidad, Ciudadanos siempre ha estado al servicio de Rivera y no al revés.
¿Y el partido de Rosa Díez?, ¿qué consideración le ofrece?
Pues no mucho mejor que Ciudadanos, , por lo que leído por ahí, posiblemente sea aún menos democrático en su organización interna. Si comparten el modelo de líder mediático, organización interna autoritaria, discurso deseable, y afiliados palmeros, porque los críticos no les interesan a ninguna de las dos formaciones. Los críticos cuestionan a la dirección y eso es un pecado en un partido político no democrático, en algún sitio está escrito que sólo la dirección puede cuestionar a los críticos y no al revés, no hay igualdad entre los afiliados, que junto con la erradicación de la libertad de opinión, acaba derivando en una ausencia de democracia.
¿Quiere decir alguna cosa más, Ciudadano Ubú?
Sí, quiero agradecer a su blog la pertinaz reivindicación de regeneración democrática y regreso a la realidad en la que andan ustedes. En España vivimos una realidad paralela, en un mundo al revés, en la que los más tunantes ocupan los cargos electivos, mientras que los más honestos y más cualificados son apartados. Suele ocurrir casi todos los siglos, la usurpación política es una selección artificial de los peores al servicio de sus propios intereses. A veces concluye en conflicto y otras, como la actual, en letargo.
Y quiero dar un fuerte abrazo a los zanahorios, lo mejor que me he encontrado en esta batalla de la inteligencia contra la estupidez. Porque al final, lo que queda es el olvido. Lo que estamos viviendo en la política española no merece la energía del recuerdo.
Y Ciudadano Ubú se fue como llegó, con las manos en los bolsillos y la vista perdida en el horizonte de los sueños, proyectando una larga sombra sobre la historia, como Orson Welles en Ciudadano Kane. Sólo algunos personajes tienen la capacidad de convertir la leyenda en realidad. Nuestro ilustre entrevistado es uno de ellos.
Ciudadanos en la Red
4 comentarios:
Joder UbU, joder, debes seguir desemascarando a esos hijos de perra
Gracias Ubú, muchas gracias, por haber mantenido a buen recaudo la caja de las esencias del partido. Al leerte hoy, he vuelto a sentir el estremecimiento que sentí en el Tívoli. Más tarde todo se deshizo, pero queda la fuerza que nos unió en algún lugar recóndito. Hoy, y así lo siento, como lo escribo, tu representas a Ciudadanos y no Albert Rivera, ni pin y pon.
Absolutamente genial.
¡Ubú president, Ubú presideeeeeeent!
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