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jueves, 31 de julio de 2008

España regresa a Cataluña

Cuando Tarradellas regresó a Cataluña tras muchos años de destierro, pronunció aquella famosa frase que hablaba de presencia tras la ausencia: "ya soc aquí". Cuando Boadella se autoexilió social y políticamente de la comunidad catalana, tituló su obra de despedida de una forma singular: "Adios Cataluña", con la que por cierto obtuvo el Premio Espasa de Ensayo.

El dilema de la presencia y la ausencia es una alegoría de lo que ocurre en Cataluña en los últimos años, en los que se ha pasado de ser tierra histórica de mezclas y acogida a impartir modelado de xenofobias, racismos, exclusiones y sectarismos gracias a unos ignorantes sobrealzados por el destino, el poder, y las urnas.


Nos ha llevado mucho tiempo de sinsabores y penurias descubrir que es lo que ha ocurrido en Cataluña para que la cultura española se haya erradicado de la enseñanza, de la vida pública, de la sociedad y de la política, sin prácticamente resistencia alguna, con la excepción de Boadella, Paco Caja, Girauta y algún valiente más, como algunos de los que escriben habitualmente en este blog y en otros.

Ahora es fácil de explicar lo que ha ocurrido, es hora de que se manifieste públicamente, porque en Cataluña no ha fracasado la resistencia contra el catalanismo furibundo por fortaleza del rival, más bien se ha hecho fracasar a propósito desde sectores sociales y políticos muy diversos, y por supuesto desde las instituciones públicas y privadas ocupadas tradicionalmente por los nacionalistas de CIU y ERC, y por los vasallos del nacionalismo representados por el PSC, ICV y el PPC. A los que últimamente se han añadido esa estirpe de tunantes arribistas que habita en Ciutadans y UPyD Cataluña, que son la representación política necesaria "contra el nacionalismo" para lograr su triunfo irremediable. La resistencia ha fracasado porque no ha existido, porque algunos no han querido que exista.

Algún lector no iniciado en el tema se sorprenderá porque no me he dejado a ningún partido político de Cataluña en el tintero, es así porque la forma en que ha logrado su sinuoso triunfo el nacionalismo catalán ha sido gracias a que quienes tendrían que oponerse a su opresión política y social no han hecho nada más que aparentar que hacían o iban a hacer algo, para que otros no ocuparan la trinchera de la defensa de lo español, ¿y cómo ha podido ocurrir?, pues gracias a todos los personajes que forman el elenco no-nacionalista en Cataluña, comenzando por Albert Rivera, José Domingo y Antonio Robles, los tres diputados obtenidos por el partido Ciutadans, incapaces de hacer absolutamente nada relevante durante dos años de servicio a la causa, siguiendo por muchos de los intelectuales que les apoyaron como Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Félix de Ázua, o Félix Ovejero, entre otros, que rentabilizado el no-nacionalismo como negocio.

En la misma línea está la dirección de UPyD Cat, con March, Barbat -¿cómo va lo de las europeas?, Hernández, etc, con el conocimiento de Rosa Díez y Martínez Gorriarán, lo que quiere decir que UPyD es más de lo mismo: un partido de izquierdas no nacionalista, que pretende obtener votos para hacer su política y acumular poder, y seguir sin hacer nada. Que más da que Rosa Díez hable, si realmente nadie hace nada más que hablar, no es suficiente, porque en realidad UPyD se ha desentendido de Cataluña, y está mucho más interesada en rentabilizar electoralmente el País Vasco y la lucha contra el terrorismo de ETA, que conocen mucho mejor. Pero que UPyD no haga nada en Cataluña es la mejor representación de la dimensión española de este partido, prácticamente nula, aunque parezca lo contrario.

Se ve en su política de defensa de la lengua común (y no del español), se ve en la defensa de la Educación para la Ciudadanía como adoctrinamiento pedagógico desde el Estado, se ve en la jugada fanática por el laicismo integrista, se ve en la España que se la sopla a Savater o la España de DENAES que le molesta a Gorriarán. UPyD tampoco sirve, es un instrumento que ha demostrado su inutilidad y además su incapacidad para ser una organización siquiera democrática, como algunos llevan denunciando meses.

Hasta ahora todas las organizaciones sociales y políticas existentes en Cataluña que se han ocupado de la defensa de lo español en esta comunidad han fracasado, no sólo por la fuerza del nacionalismo de CIU y ERC, con sus aliados de la izquierda representados por el PSC, e ICV sino por la inexistencia de una oposición real representada por Ciutadans, UPyD y el PPC. Esa es la auténtica y distorsionada realidad, que han sido todos los partidos, por activa y por pasiva, los responsables de lo que ha ocurrido.

Es hora de que cambien las cosas definitivamente, porque la defensa en estos tiempos de lo español en Cataluña es el mejor exponente de la lucha por la libertad, la igualdad y la justicia, y se opone radicalmente a la utilización de los recursos económicos con la única finalidad de engrandecer el nacionalismo catalán y exterminar la cultura española de Cataluña.

Es la hora de los ciudadanos responsables, no los del partido o la asociación que se cargaron la esperanza de cambiar las cosas con conocimiento, intención y alevosía, tampoco los de UPyD Cat que no han hecho nada y nada harán, porque nada quieren hacer y además no saben como se ha demostrado en el último año, y evidentemente tampoco los del PPC que según su nueva presidenta, no ve que haya ninguna agresión a lo español en Cataluña, y no se le cae la cara de vergüenza.


Se acabó la sala de espera, se acabó para siempre.

Es la hora de lo español en Cataluña, pero sin políticos y sin intelectuales de postín, porque el problema no es exclusivamente político o social, sino cultural, que incluye ambas vertientes. Y cultural tanto en el sentido propio, porque cualquiera que no sea un adoctrinado por el nacionalismo conoce que Cataluña forma parte de España, como el Rosellón forma parte de Francia, o Escocia del Reino Unido, como de antítesis de la ignorancia característica de los que consideran que lo mejor para Cataluña es no ser España, porque así recibirán más tajada del asunto de las balanzas fiscales para fomentar sus delirios de grandeza (ejemplo reciente "el padrino catalán" de ICV con los niños extremeños, como ejemplo de la mafia y la insolidaridad absoluta del excremento político que es la izquierda de LLamazares y Saura).

La realidad histórica no miente, los nacionalistas sí lo hacen porque les conviene y les interesa, y los no nacionalistas les aplauden en la intimidad, aunque públicamente hagan una insinuación de crítica con la boca pequeña y sudando. No existe nación en Cataluña, porque está fundamentada en una noción errónea y falsa, ontológicamente inadmisible y epistomológicamente deleznable.

Recientemente se ha visto lo que ha ocurrido con la Selección Española de Fútbol en Cataluña, esa es la realidad de Cataluña, de los ciudadanos a pie de calle, mientras los políticos nacionalistas y socialistas se ocuparon de prohibir una pantalla gigante de televisión sufragada por entidades privadas, trataron de que no se celebrara esta victoria del fútbol español en Europa, pero miles de personas se echaron a la calle con banderas españolas en un lugar donde se han exterminado los signos de identidad española desde las instituciones. Asistimos a un ensayo general de lo que viene, porque hay mucha gente harta de los nacionalistas en Cataluña, que votan al PSC porque no quieren votar a la burguesía de CIU y por supuesto, abjuran de un PP que se hace estatua en el pedestal del ridículo; hay muchos españoles con ganas de salir del armario o de la jaula que les han impuesto en Cataluña, y como se ha visto, sólo necesitan una oportunidad para celebrar su identidad española.

Ahí está el guión a seguir, que ningún español se sienta aislado en Cataluña porque eso fue lo que ocurrió entre los judíos con los nazis y ya conocemos las consecuencias, la resistencia contra el aplastamiento cultural de los español por el catalanismo sólo puede ser civil, porque es derecho y deber de los ciudadanos españoles que viven en Cataluña exigir que les traten en español en las instituciones, que sus hijos puedan estudiar en español, y que cuando gane la selección de fútbol española puedan sentirse orgullosos de su victoria como españoles que son.

Es hora de decir: hola Cataluña, ya estamos aquí, los españoles hemos regresado desde el silencio que nos han impuesto entre nacionalistas y no nacionalistas, y venimos para quedarnos y exigir nuestros derechos. Se acabaron las luchas colectivas, ahora comienzan las individuales, que se irán agregando hasta formar una resistencia presencial, activa y permanente, porque no hay partido político que represente los intereses de los españoles en Cataluña, y es hora de que se sepa y se actúe en consecuencia.



Biante de Priena

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hemos estado, estamos y siempre estaremos aquí los españoles. Se han encargado de que no podamos organizarnos y parcialmente lo han logrado, pero ni del todo, ni mucho menos para siempre,

Al movimiento ciudadano antinacionalista catalán se le opuso el foro Babel como recipiente recogedor de “rebeldías” para tratar de encauzarlo hacia lo políticamente correcto cual contenedor en el PSC del rebose social.

Después, el drama modificado, corregido y aumentado, se ha vivido en Ciudadanos, donde otra vez el aparato del PSC se metió para “regular” la circulación opositora.

Ahora, este bostezo estertóreo de UPD ha venido a demostrar claramente dos cosas: a) el PSC no puede con la tropa, por tanto se ha hecho cargo directamente del asunto la Moncloa, a través de su enviada “disidente” Rosa Díez.. b) la nueva y frustrada tienda izquierdista no registra apenas clientes, después del rechazo masivo del truco efectuado en C’s y encabezado por los zanahorios, que llamaron al abandono de la burlesca trampa en que convirtieron el partido.

Ayudando a los enemigos durante lustros, el bienestar y progreso material de los catalanes ha sido un elemento considerable también para impedir una extensión y profundización de la protesta; aún así, los enemigos no han podido impedir el aumento creciente de insumisión política en el principado, expresadas en el escaso interés por el estatuto, la trifulcas nerviosas y descomposiciones dentro del PUC, la conquista del nacionalismo por parte de los nazis monclovinos, la convicción por toda España del egoísmo, explotación, racismo o despotismo de los nacionalistas, etc. Cuando el nivel de vida de la población alcance el punto de la trompeta, el régimen de los charnegos encumbrados perderá sus murallas como Jericó ante el tararí¡¡¡¡¡¡¡¡¡ de Josué.

Y no será sino un frente bélico más aunque importante, de todos los que abrirá la Patria en sus diferentes rincones, por diferentes motivos y con su vórtice en el Palacio Real.

Ni la lengua española va a desaparecer de Cataluña, ni los españoles pueden dejar de vivir y ejercer su soberanía en esta parte de España, ni su casta medieval pude durar más tiempo perjudicando los intereses de sus habitantes.

Ese delirio, compartido por las restantes castas hispanas, está condenado a una desaparición radical e inevitablemente violenta, por mor de la violencia que los enemigos emplean para mantener sus inmorales privilegios a través de los insoportables delitos que cometen contra todos los ciudadanos españoles.

Anónimo dijo...

Nueva casa para la nueva lucha

Durante un siglo determinadas condiciones socio-políticas han mantenido con vida la “clásica” teoría política, incluido eso de “izquierda-derecha”, y a pesar de su discutible validez científica, ha permanecido como teoría política dominante o por lo menos hegemónica. Al acabarse la realidad mundial de la que esa ideología venía a dar noticia y explicación, su caída ha sido estrepitosa particularmente en España, donde por razones explicables ha sido fulminante. Tanto, que en unos años ha debido erigirse con prisas una “nueva teoría” ante la necesidad de dar respuestas válidas a sus acontecimientos políticos, y la invalidez total de la "clasica" para dar cuenta de los mismos.

Hoy se pude decir de manera retórica, ¿es de izquierdas o de derechas la crisis económica? ¿Es la China de izquierdas o de derechas, de qué lado es la Nación Española, de cual su Estado, de qué su lucha patriótica; y su bandera e himno, son los nacionalistas de izquierdas o de derechas, y las castas regionales?, etc. Un precursor ejemplo lo tenemos en el nazismo o el stalinismo difíciles de ubicar de esa forma y fenómenos “pasajeros” ambos, a los que se opusieron tanto las izquierdas como las derechas mundiales, difíciles hoy de ver como cosas diferentes.

Quiere decirse que se hizo necesario emprender la tarea de producir un cuerpo de pensamiento que diera explicación a lo que ocurría en la realidad hispana, -tarea inacabada pero con suficientes cimientos y vigencia-, desechando lo que esa realidad ya no admitía como respuesta satisfactoria a su nueva presentación. Surgió así el concepto de “transversal” de infausto sonido y poca audiencia entre los “pensadores”, pero de paulatina implantación y práctica esencial en las movilizaciones sociales. También el de las “castas”, de absoluto y consagrado arraigo, así como se ha recuperado “tradición” acudiendo a los conceptos de patriotismo, españolismo u otros como los símbolos nacionales, todos ellos de impensable introducción -e incluso pronunciación- tan sólo hace un lustro, pero completamente verificados en la actualidad y asumidos socialmente como útiles vigentes, operativos e imprescindibles.

Es natural por tanto que los intelectuales “tradicionales”, -al margen de sus intenciones o intereses particulares- estén mudos y sumidos en la perplejidad para dar unas respuestas que su formación personal o sus coordenadas de referencias no tienen registradas entre sus pertrechos; semejan trenes que se han quedado sin las vías por los que discurrrir. Ante lo nuevo, es necesario armarse con esquemas nuevos y desechar los inservibles. Aquí se insertan los nombres de aquellos que iniciaron la aventura de Ciudadanos y que en su recorrido se apearon porque no sabían por donde andaban. Igual ocurre con la “teoría” de UPD, por llamar algo a lo que producen intelectualmente esas tres letras de anuncio, y asimismo con la producción en general de los partidos políticos españoles, que no puede verse más que como justificación de ladrones y reos sin atrapar.

Es comprensible por tanto que aquellos que trataron -o aún tratan- de mantener postulados derribados por la vida pública, como por ejemplo en el seno de Ciudadanos donde la bandera nacional era tabú o el no-nacionalismo buscó erigirse en religión, estén en la actualidad desaparecidos como desaparecido está en la conciencia nacional española ese pensamiento tetrapléjico y acabado.

Sin lugar a dudas la nueva teoría ha necesitado aprovechar materiales del derribo, pero ha logrado construir una sólida casa donde día a día se acogen más y más españoles preparando la victoria definitiva sobre sus opresores. Y los demás, permanecen olvidados en los restos de su derruido edificio.

Severino Miranda

http://marcapola123.blogspot.com/2008/07/nueva-casa-para-la-nueva-lucha.html

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