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domingo, 20 de julio de 2008

El ominoso final de la representación política

Al contrario de lo que pudiera pensarse, el problema más grave que atraviesa nuestro país, no es ni económico, ni cultural, ni social, ni religioso, ni tecnológico, ni institucional, ni siquiera coyuntural.

Nuestro principal problema es exclusivamente político, pero no porque la política ya no resulte necesaria en un mundo de postmodernidades y relativismos, sino por la genuina incapacidad gestora de nuestros representantes públicos, por la desconfianza que concitan, por la soberbia que destilan, por su insoportable desdén y desidia, y por qué realmente les importa una mierda la opinión pública de los ciudadanos que les han elevado a los altares parlamentarios o municipales.

El origen del problema proviene de los comienzos de la transición, la política, una actividad extraordinariamente sobrevalorada en las postrimerías del franquismo ha sufrido una degeneración larvada e incoercible, hasta llevarnos a la situación de inanidad extreama e incongruencia perentoria que caracteriza el presente.

Los más afortunados por esta cadencia consideran que la política, por fin se ha aproximado a los ciudadanos, en realidad no es así, porque cada día más ciudadanos están muy por encima de lo que puedan ofrecerle los políticos de cualquier partido. Los ciudadanos han ido desarrollándose de forma lenta pero paulatina, mientras los políticos han degenerado mucho más deprisa de lo esperado; la clase política es un entramado regresivo que condiciona cualquier opción de futuro, se han convertido en un lastre para el bienestar de los españoles envuelto en la oferta embaucadora de posibles soluciones a nuestros problemas.

La actividad política en este país es un lodazal, un pantano cenagoso y pútrido que desprende hedores mefíticos por la costra de corrupción incrustada en cualquier actividad del Estado, desde el ingreso en algunas plazas de funcionarios hasta la concesión de cualquier licencia pública. Los políticos de las últimas generaciones han ahormado las instituciones a su ambición desmedida. “Carpe diem” para todos, expresiones como “estar en la pomada” se han hecho frecuentes en nuestro país, para definir los que se benefician y los que salen perjudicados con cualquier acción política.

La corrupción, otrora denunciada por los funcionarios del Estado, cada día está más consentida por los trabajadores de la administración pública, que no quieren complicaciones, ni enfrentamientos con el poder político, que le impone sus jefes y sus normas contra cualquier condición de mérito que no sea política. Los sindicatos se han acostumbrado al pesebre de Rodríguez Zapatero, y le piden permiso para protestar. Y la oposición política al poder establecido ha alcanzado su cota máxima de ridiculez y complacencia.

Once millones de ciudadanos que han recibido “lo suyo” o esperan recibirlo, han aupado al poder a un Gobierno de papel cuché guiado por un mesiánico inepto y mediocre, que les promete lo que sea mientras les recorta hasta el aire que respiran, pretendiendo pasar a la historia como un híbrido entre Gandhi y el Rey Sol.

Lo que queda es previsible, los ciudadanos que no han apoyado este regreso al fascismo encubierto ocuparán el espacio que dejarán los actuales gerifaltes cuando comiencen a perseguirlos a gorrazos los que van a pagar miles de euros por recibir los cuatrocientos prometidos, los que pierdan su trabajo, los que no puedan pagar su hipoteca, los que no puedan entrar ya a formar parte de la “guardia de corps funcionarial” del tío de las cejas.

Mientras la mayoría de países occidentales han establecido pautas para amortiguar la crisis, aquí el intelecto del Presidente que confunde accidentes con atentados propone más políticas sociales, y estar siempre al lado de los trabajadores, cuando en realidad su política es la principal amenaza para todas las políticas sociales y todos los trabajadores, por qué destroza sociedad y trabajo sin contemplación alguna.

Los del Partido Popular con un líder agónico y momificado, han perdido ya la oportunidad de liderar cualquier movimiento de oposición que se convierta en alternativa. Definitivamente, en este país el eje de confrontación ya no estará nunca más entre los partidos de izquierda o derecha, porque prácticamente todos defienden lo mismo, para seguir trincando mientras se pueda, son aliados de pesebre y opresión.

La nueva confrontación está en marcha, será entre ciudadanos defendiéndose a sí mismos, y políticos desquiciados tratando de representarles. La nueva frontera entre unos y otros vuelve a ser la misma de todas las revoluciones pendientes: la libertad.

En un lado están los que viven de los demás o aspiran a hacerlo, y en el otro, los que viven de sus propios recursos sin explotar a nadie y siendo explotados por todos los que dicen velar por su bienstar. La desigualdad entre ambos sectores de la sociedad es abismal, hemos regresado democráticamente a un mundo en que se distinguen dos clases la de los privilegiados por el poder y la de los desposeídos. Y los más desposeídos, son los que trabajan más de lo que pueden dejándose la vida en existir, para mantener a los privilegiados que disfrutan más de lo que se merecen, imponiendo además su criterio desde la política para perpetuar la injusticia.

Desengáñense lectores, el único fin de los políticos que nos representan en la actualidad es vivir sin dar golpe mientras nos regalan los oídos diciendo todo lo que van a hacer por nosotros. La democracia se ha convertido en un negocio para una minoría que explota a la inmensa mayoría, como en la Unión Soviética, en Cuba o en China.

Las urnas electorales se han convertido en cenotafios de la democracia, templos mortuorios de la política. Cada político español es un adversario de nuestro bienestar como ciudadanos. No hay posibilidad de regeneración porque no queda nada que regenerar, sólo volver a empezar tras echar a todos los explotadores que han elevado el maltrato a los ciudadanos a código de supervivencia particular.

Hemos llegado al final de la representación política, pero también al comienzo de la representación ciudadana, sólo así la democracia recobrará sentido y razón. La única interrogante sobre la nueva cruzada que se avecina es la siguiente: ¿quién liderará a los ciudadanos en su liberación o seremos capaces de representarnos a nosotros mismos?.


Erasmo de Salinas

7 comentarios:

Enrique Suárez dijo...

Zapatero promete un sistema de financiación mejor para que «todos ganen»

Rajoy ofrece "ayuda en la crisis" a Zapatero"

Cúando alguien dice que para que todos ganen está mintiendo porque es imposible, y cuando alguien apoya a su opositor en una crisis está mintiendo, porque entonces dejaría de ser opositor.

Nos mienten y esperan que les aplaudamos, ¡serán crápulas!

Anónimo dijo...

erasmo, decidase. ¿es "el problema más grave" o es "nuestro único problema"?

mi mas ironico "bravo" por unas comas: "Los más afortunados por esta cadencia, consideran que la política, por fin se ha aproximado a los ciudadanos, en realidad no es así, porque cada día ...". las primeras dos, separan sujeto y predicado, el tercero, da comienzo abrupto a otra oracion, a mi me parece una perla.

¿la actividad politica es un lodazal? ¿"en este país"? pues claro, entre todas las idiosincrasias de este pais esta es la que mas. perdon, estoy bromeando. ¿usted tambien, verdad? ¿¿¿solo en españa???

¿los ciudadanos han evolucionado? pero no aquellos "once millones", hay que suponer. porque solo se considerara evolucionados a aquellos que esten acorde a los baremos de erasmo, que por cierto no son muy muchos, ya que "todos (los politicos) definen lo mismo", asi que los tontos no son solo once millones.

¿y con esos quiere llegar "al comienzo de la representación ciudadana"?

por supuesto, para que el pueblo, perdon, los ciudadanos, puedan gobernar necesitaran unos lideres fuertes. seran ellos unos verdaderos paladinos del pueblo, perdon, de los ciudadanos.

todo mas visto que el toro de osborne, y bouza-brey for president.

oiga, la proxima vez no se queje cuando digo que solo he leido las primeras lineas (aqui eran esas en las que no sabia ni decidirse por la cuantia del problema). es que por regla las primeras lineas de lo que usted vomita por aqui son suficiente para saber que esta vomitando.

vomitar por vomitar puede ser muy interesante cuando el interes esta en fingir una libertad de expresion, pero cuando se necesitan propuestas reales vomitar no sirve de nada.

esta usted haciendole un favor al regimen, y no lo sabe.


berenger

Anónimo dijo...

El, engaño es burdo, pero los ingenuos se lo tragan. Esa aceptación de la patraña reside en el miedo, no en la razón; es el miedo a las consecuencias prácticas lo que impide a algunos cándidos aceptar como verdad lo que es una rueda de molino como una catedral.

Veamos el tema de los derechos por ejemplo. En la sociedad moderna los derechos se traen con el cordón umbilical, no hace falta que nadie otorgue ni regale nada puesto que una sociedad democrática los presupone a sus ciudadanos, hayan nacido o estén por nacer.

Sin embargo en la España del Matrix neonazi el presidente del gobierno tiene en la boca todo el santo día eso de DAR DERECHOS.

1.- Nadie tiene la potestad de dar derechos a nadie, eso es esclavismo añejo.

2.- El derecho lo puede otorgar un poder constituyente, jamás uno constituido como es el puesto de “empleado” de un jefe de Gobierno, ni siquiera una cámara de representantes legalmente existente.

3.- Anunciada la patraña, se legisla dando derechos a unos si y a otros no, contraviniendo con ello la Constitución en su proclama de IGUALDAD ciudadana, donde se recogen y redactan; o bien cambiándola subrepticiamente, lo que califica por este motivo y una vez más de “golpistas nacionales” a nuestra casta política.

Este jueguecito de los derechos ya fue debidamente denunciado y despreciado políticamente con motivo de los estatutos regionales, donde se otorgan derechos de REGION a unos españoles pero no a los que no tengan el pedigrí del terruño local.


Esta farsa histórica ha culminado su camino. A partir de ahora todo aquel que pretenda justificar, razonar o argumentar medidas políticas arregladoras en el interior de este sistema neonazi conculcador de todas las conquistas democráticas en España, deberá ser denunciado como apoyador queriendo o sin querer del régimen autoritario camino del totalitarismo que se puede contemplar en nuestro país desde hace años.


La única solución a esta crisis es acabar con todos los clanes de las castas y con todos los políticos sostenedores del régimen. En una palabra, hay que ponerse al lado de la revolución española en marcha cuyo primer objetivo es acabar con la monarquía.
El cómo y cuando los españoles harán eso es otro problema a resolver en lo sucesivo, pero el enunciado no puede ser otro que derroca los neonazis.

Lo que están haciendo todos los políticos en España es distraer la perdiz, continuar la farsa, actuar sin recato ni escrúpulos ante la ausencia de oposición. Están esperando la reacción popular para combatirla mediante la represión. A esto se reduce el momento político español.

20 de julio de 2008 01:31:00 CEST

Enrique Suárez dijo...

berenger,

al menos, poco a poco, le va arrastrando el texto, aunque todavía se quede en la sintaxis, pero llegará a la semántica, todo es cuestión de tiempo.

Y no se preocupe por nada, usted vive bien con lo que hay, lo que prueba que no tiene ningún interés en que las cosas cambien, que es lo mismo que decir que le van bien las cosas con el "régimen". Es usted un "falangista" de Zapatero..., y no lo sabe, ¿o sí lo sabe?. La duda, siempre la duda, y acaso la incertidumbre.

Saludos

Erasmo

Anónimo dijo...

erasmo, me gustaria ver un cambio, tanto, que le tuve que decir que por esa via suya no va a llegar.

y mucho menos por la de zoquetes que sostienen: "En una palabra, hay que ponerse al lado de la revolución española en marcha cuyo primer objetivo es acabar con la monarquía."

todo bonito para desahogarse. felicidades.


berenger

Anónimo dijo...

El cangrejo es tontoelculo. Cuando se tiene que marchar a la lucha hay que saber qué se tiene que tomar en cualquier momento, de igual modo que no se puede andar sin poner un pie delante de otro.
Pero eso no existe para los crustáceos de agua dulce.
¿Será capullo el langostino amanuense asalariado de los neonazis?.

Anda torpe, que ya no te quieren ni los subnormales,como a tu jefeNazi España entera.

SANTOS dijo...

Lo que están haciendo todos los políticos en España es enriquecerse, asegurar su futuro, claro esta distraer la perdiz, y continuar con la farsa mientras se les consienta, no tienen recato ni escrúpulos ante nada ni nadie, no existe oposición. Todos están convencidos que no abra reacción popular alguna, y m e parece que están acertados. A esto tan simple se reduce la política Española de los últimos años.

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