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sábado, 22 de marzo de 2008

Chávez quiere controlar México

El presidente venezolano no se callará nunca, hasta que los ciudadanos de su país recuperen la libertad. El bolivariano líder de la revolución socialista latinoamericana ha heredado el “princeps Inter Pares” de su amigo, mentor y maestro cubano, Fidel Castro, ahora retirado por fuerza mayor de la vida política.

Hugo Chávez quiere extender sus zarpas sobre la nación mexicana, y para ello dota de fondos a la oposición afín, al mismo tiempo que lanza consignas al pueblo vecino de los Estados Unidos; en realidad, a Chávez, México solo le importa como lanzadera para el enfrentamiento con su enemigo infernal, porque quiere tener frontera con el “no hermano” americano.

La historia viene de atrás, en Mayo de 2004, el embajador de Venezuela en México, Lino Martínez, critica en una entrevista al diario "La Crónica" al presidente Vicente Fox por sus promesas incumplidas y asegura que su rival político, Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, representa un "rayo de luz" para el futuro de México.

Posteriormente, en noviembre de 2005, Hugo Chávez acusa a Fox de "entreguista" a Estados Unidos durante la IV Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata (Argentina). México rechaza las declaraciones y opta por tratar de solucionar las diferencias por vías diplomáticas. El 13 noviembre 2005, Chávez renueva sus críticas en su programa semanal de radio y televisión "¡Aló, presidente!, a lo que responde México con un ultimátum para exigir a Caracas sus disculpas por las declaraciones del gobernante venezolano. El 14 noviembre 2005, el gobierno de Venezuela anuncia la retirada de su embajador en México, Vladimir Villegas, tras considerar como "una agresión sin sentido el ultimátum" mexicano por exigir a Caracas disculpas por las críticas de Chávez a Fox. La situación se saldó con la retirada de embajadores por ambos países.

El triunfo de Calderón que le permitió alcanzar la presidencia de la nación mexicana, hizo que el líder venezolano expresara su buena voluntad a la hora de mejorar las relaciones con México, corría el verano del año 2007 cuando Hugo Chávez hizo estas declaraciones. Pero la cosa solo se ha quedado en palabras.

En realidad, Hugo Chávez “controla” un importante sector del PRD, el partido de López Obrador al que se ha empeñado en resucitar para las próximas elecciones, esto ha llevado a Cuahutémoc Cárdenas, fundador del partido a escribir
una carta en la que se “intuye” la denuncia sobre quienes quieren hacerse con el control del partido revolucionario democrático. En realidad su mensaje es claro y contundente, denuncia a su propio partido al que no considera capaz de afrontar un proceso democrático.

México es el próximo objetivo de Hugo Chávez

Jean Le Non

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un abrazo Jean, te dejo un artículo de libertad digital de Ricardo Medina Macías es analista político mexicano © AIPE y explica a la perfección el sistema zapateriano de mentir sin mentir y manipular sin manipular, el pueblo es jilipollas, millones de votos los avalan, el hispanomasoquismo famoso, y es que ser esclavo hoy en día ya no es lo que era, ahora tenemos aire acondicionao.

juanky


Apoyo mexicano al terrorismo
Las FARC, sus amigos y Orwell
Si las consecuencias de esta degradación del lenguaje –encaminada a terminar definitivamente con la posibilidad de distinguir entre verdad y mentira– no fuesen tan atroces, uno debería admirar la habilidad y el descaro con la que muchos la practican.


Asistimos a una corrupción del lenguaje –para retorcer más allá de cualquier límite el significado de las palabras– que recuerda inevitablemente la pesadilla totalitaria descrita por Orwell: "La guerra es paz. La libertad es esclavitud. La ignorancia es fuerza."

Si las consecuencias de esta degradación del lenguaje –encaminada a terminar definitivamente con la posibilidad de distinguir entre verdad y mentira– no fuesen tan atroces, uno debería admirar la habilidad y el descaro con la que muchos la practican.

Recientemente, un editorialista en el periódico Reforma, Roberto Zamarripa, calificó como "académica" a la joven mexicana que resultó herida durante el bombardeo que el Ejército de Colombia hizo en contra de un campamento de las FARC ubicado en Ecuador. Las FARC no son, por cierto, una pacífica ONG, sino un grupo terrorista dedicado al secuestro, la extorsión y el asesinato, asociado al narcotráfico y patrocinador de movimientos subversivos en distintas regiones de América Latina y debe ser imposible encontrar, en el vasto mundo de la producción académica publicada, una sola investigación realizada por dicha joven. Es similar a la versión, dicha con todo aplomo como si no se tratase de un embuste, de que el "Segundo Congreso Continental Bolivariano" realizado en Ecuador fue "un evento académico".

Lo sorprendente –habilidad admirable, repito, si no fuese atroz– es que en el mismo editorial, la mujer que en un párrafo es llamada "académica" en el siguiente se transforma en "joven con inquietudes sociales" que muestra afinidades con los métodos de las revoluciones violentas, simpatías de las cuales, sugiere el editorialista, ella no es responsable, por supuesto, ¡sino el Gobierno de México, empezando por el presidente de la República, por no atender eficazmente ese descontento juvenil!

Escribió George Orwell: "Si el líder dice que tal evento no ocurrió, ¡pues no ocurrió! Si dice que dos y dos son cinco, pues dos y dos con cinco. Esta perspectiva me preocupa mucho más que las bombas."

No es extraño, empero, que los simpatizantes de las FARC y los simpatizantes de los simpatizantes de las FARC torturen de tal forma el lenguaje. Basta recordar que para esa banda criminal la extorsión que sigue al secuestro de una persona ("sólo la libero si liberas a tales o cuales delincuentes o si me das territorio de la nación") no se llama chantaje sino "intercambio humanitario".

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