desde 2.006 en Internet

martes, 27 de febrero de 2007

La mordaza política

Leyendo un libro de Teuffen, titulado “El mundo oriental”, he ido descubriendo algunas cosas interesantes, como el segundo origen de la humanidad ubicado en Asia central (el primero fue Africa), y que las razas humanas se expandieron más o menos de la siguiente forma, hacia el noroeste la blanca, las asiáticas hacia el noreste y las negroides hacia el sur, lo que tiene sentido por aquello de la profusión de melanina y la exposición al sol.

Actualmente poblamos el planeta alrededor de 6500 millones de seres humanos, que vivimos según latitudes económicas y políticas en desigual forma. Alrededor de unos mil millones no tenemos demasiadas dificultades para sobrevivir, y unos dos mil millones solo tienen ciertas dificultades . Los tres mil quinientos millones restantes (un 60 % de la población mundial), presentan bastantes dificultades para hacer una dieta suficiente, para tener un sitio donde dormir y para contar con lo mínimo necesario para desarrollar una vida cotidiana no insatisfactoria.
A la vista de estas cifras, el mundo no está bien organizado. Hay mucha miseria dispersa para considerarnos seres civilizados. El problema es difícil de resolver, porque la civilización occidental, que es la que actualmente disfruta de mejor posición sobre las demás está asentada en el sobreconsumo y en la producción incesante, con lo que cada día que pasa, los más afortunados tenemos menos tiempo libre, aunque podamos disfrutar de muchas más cosas a nuestro alcance, que luego pasado el periodo de sorpresa se convierten en problemas.

El tiempo en Occidente cada día es un bien más escaso, por lo tanto más anhelado; cuando se dispone de un trabajo y el dinero suficiente para llevar una vida sin problemas, es el bien más deseado. Los sistemas de organización de nuestra vida, que se han implantando en las sociedades del primer mundo no han sido realmente humanizados, y provienen, de la servidumbre feudal, primero al señor, luego al rey, luego al Estado, pero siempre al sistema.

Parece mentira, pero en pleno siglo XXI, hay muchos problemas que se derivan de la organización inexistente de las necesidades humanas, y en ocasiones, la organización realizada es un auténtico desastre, como se puede observar en los malos ejemplos de los países comunistas y sus economías planificadas, que hicieron exclamar a un sociólogo marxista de nombre Kerkoff, lo siguiente: “menos mal que el muro ha caído, ahora, por fin, Marx ha quedado liberado de sus intérpretes”.

A algunos les cuesta aún trabajo reconocer, que la extinta Unión Soviética, China y otros ejemplos de socialismos de Estado, han interpretado a Marx, como una vaca puede interpretar una sinfonía de Bethoven con su cencerro, para dar lástima.

Pero prosigamos con la cuestión, si se trata de organizar el mundo, habrá que contemplar la historia para no cometer los mismos errores de siempre, pero también habrá que mirar el futuro desde la plataforma privilegiada del presente, con el estallido tecnológico y comunicativo en el que estamos viviendo.

ALGUNAS PROPUESTAS UNIVERSALES

Desde mi ciudadanía en este planeta quiero realizar algunas propuestas sencillas, pero a la larga seguro que eficaces:

La primera es, dotar a la ONU de poderes reales, es decir, fundamentalmente de dinero, por lo que sería necesario que en los países avanzados se dedicara un porcentaje del PIB a su manutención y desarrollo (aquí se puede incluir el 0,7 famoso de impuesto compensatorio con los países menos desarrollados). Pero también un tres por ciento de la estructura burocrática, de las tecnologías, de los militares, de los sanitarios.

Es decir, cada Estado debería conceder al bien común una parte equitativa, y el que no pueda aportar dinero, que aporte otras cosas, todo se puede arreglar con buena voluntad.

La segunda es, erradicar diversas cosas que nos distorsionan la vida e incluso acaban con ella, como el hambre, las guerras, las enfermedades en los países más pobres y las diversas formas de corrupción en los países más ricos, incluidas las diversas propagandas políticas y publicidades engañosas. Es decir, el mundo tiene que alcanzar una talla moral de la que actualmente carece, y un talante ético que hoy es prácticamente inexistente.

La tercera es, promover a los mejores a los puestos de responsabilidad política y económica, y poder destituirlos con la misma facilidad si no muestran capacidad para ocuparlos, estando a la altura de los requerimientos que se les han de exigir. Cada día vemos más “políticos garrapata” aferrados al poder, y ejerciendo de parásitos, no solo en nuestras vidas, sino en las oportunidades para cambiarlas que ellos boicotean con precisión.

La cuarta es, cambiar por completo la política educativa que se hace en los países avanzados y en los menos desarrollados. Si vivimos en un mundo globalizado, debemos disponer de una cultura globalizada, más allá del futbol y la cocacola.

Creación de asignaturas que hoy no existen como conocimiento del mundo y de sus culturas, organización económica, iniciación a la participación política, filosofía de lo cotidiano. Esta formación común, nos hará comunes y no extraños en relación a otros. Un sistema educativo que comparta elementos es la mayor prevención posible ante los conflictos entre razas y países.

La quinta se refiere a la metodología del proceso, es decir, periodos, desarrollos, implantación y otras cosas relevantes. Será necesario un periodo de transición, y una implantación paulatina, de la que se pueden encargar expertos en organización de sistemas y programadores de recursos.

Por último, como vivimos en democracia, el plan debe ser asumido por todos los ciudadanos, por lo que por primera vez se tiene que llegar a un acuerdo mundial sobre algo tangible y positivo, y ese acuerdo no puede ser otro que aquel que nos permita organizar nuestra existencia de la forma que queremos y no de la que nos imponen.

Es decir, como no hay otra forma de hacerlo, creo que la única es que todas estas propuestas se organicen de una forma sencilla y se cree un foro mundial en internet en el que la gente manifieste que está de acuerdo con ellas y que las apoya con su nombre y firma.

En tres años, puede haber millones de ciudadanos que digan si o no a algo, y lo más importante, de forma alternativa a los canales habituales. Creo que el mundo se está preparando para su gran revolución, y esta no puede ser otra que la recuperación del poder por la ciudadanía.

QUE CADA UNO SE REPRESENTE A SI MISMO

Esa mayoría silenciosa de la que tanto se habla, debe expresarse de una vez por todas y para siempre. A mano alzada, o con el indicador del puntero en la pantalla sobre la alternativa adecuada. Si no nos expresamos estamos condenándonos al más de lo mismo

Este proceso va a comenzar muy pronto, porque el ser humano siempre que tiene la oportunidad de cambiar a mejor lo hace, así ha ocurrido siempre y así seguirá ocurriendo. Las únicas fuerzas que impiden este cambio son los que viven bien mientras no se produzca.

Mi propuesta es que se elimine la figura de los intermediarios entre las necesidades reales y las decisiones de los ciudadanos, por que no se necesitan. Es imprescindible que se creen foros de apoyo a propuestas concretas con capacidad y legitimidad política más allá de dirigismos interesados. Los políticos sobran ya en nuestras vidas.

Ha llegado la hora de que la mayoría silenciosa hable, y la minoría que vive representándola se calle para siempre. El único problema importante de los países occidentales es como conseguir que los ciudadanos pueden recuperar el poder político que les pertenece, rescatándolo de la usurpación de los detentadores, que son los representantes políticos que ellos mismos eligen.

En los recientes intentos de legitimar una constitución europea, se ha visto la rebelión de los ciudadanos ante las propuestas de sus representantes. El modelo político occidental de legitimación política está absolutamente agotado, y nuestros políticos lo saben, por eso han comenzado a marear la perdiz y lo van a seguir haciendo, para que veamos lo importantes que son en el proceso de organización de nuestras vidas.

Por eso nos hacen vivir en la conciencia de alerta permanente ante una agresión desconocida en forma de terroristas, o extraterrestres si se tercia. El poder se mantiene aterrorizando a las masas y sobornando a los que protestan, es tan viejo como el arte de la guerra de Tsun Tzu o el príncipe de Maquiavelo.

A nuestros políticos les interesa un pueblo socialmente analfabeto, como a Luis XIV o a los Reyes Católicos; la mejor definición de democracia la hizo Cea Bermudez, aquel ilustrado absolutista, cuando dijo que: “el mejor gobierno es aquel que hace todo por el pueblo, pero sin el pueblo”, o como hoy podría decirse, todo por el pueblo, con el apoyo implícito de la mayoría silenciosa. Solo cambian las palabras, pero la expresión es la misma.

El pueblo ha evolucionado y lo sigue haciendo, pero los políticos que nos representan permanecen atrapados en las normas, formas y sombras de sus antepasados del siglo XIX. Es una auténtica imprudencia permitirles que sigan jugando con nuestra existencia.

Es hora de que la mayoría tome palabra y abandone el silencio. Cuando todos los que formamos esa mayoría asumamos nuestra responsabilidad sin excusas, entonces el mundo cambiará, y realmente lo estamos necesitando. Que nadie espere que los políticos se hagan el harakiri.

El primer paso para que la ciudadanía asuma directamente la responsabilidades del poder, es tomar conciencia cada uno de que vivimos secuestrados y amordazados, por políticos que no representan más que sus propios intereses. El segundo paso es reconocer que nadie está solo en esta batalla por recuperar la libertad política, sino que forma parte de una mayoría. El tercer paso, es no rendirse jamás, hasta conseguir el cambio de poder de políticos a ciudadanos; no permitamos que nadie asesine la esperanza, porque sino nuestras vidas se desarrollarán en la más miserable desesperación teñida de silencio, y nuestros sueños serán pesadillas.

Mi admirado Biante de Priena, hace 2500 años pronunció una frase excepcional: "la humanidad está cautiva"; Platón, más tarde nos habló de "el mito de la caverna" ha pasado mucho tiempo, y aún seguimos igual. La única forma que tenemos de liberarnos es eliminar la presencia de los políticos, que no de la política, en nuestras vidas.


Biante de Priena

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ecs, un blog pepero. Es la misma mierda provocativa de todos los días.

Enlaces Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...