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sábado, 31 de enero de 2015

¿No es casta Syriza?





Decía el Príncipe de Salina en El Gatopardo, ante los acontecimientos que se desarrollaban en la revolucionaria Italia que quería hacerse nación independiente: cambiemos algo para que todo siga igual. La casta siempre cambia de disfraz, para continuar en el poder

El partido dirigido por Alexis Tsipras que se ha anunciado antes de las elecciones como el gran muñidor de un cambio definitivo en Grecia, ha formado gobierno. ¿Quienes son los ministros del gobierno de Syriza en Grecia? ¿Han tenido alguna relación con gobiernos anteriores de su país?

¿Se puede decir que los ministros griegos no son casta cuando todos han ocupado cargos políticos asociados a gobiernos anteriores, que fueron los que precisamente hundieron a Grecia en el abismo en el que se encuentra?

Yannis Dragasakis, viceprimer ministro económico
 
El diputado y economista Yannis Dragasakis tendrá un papel central en el nuevo Ejecutivo de Syriza como viceprimer ministro económico y coordinador de todas las carteras con carácter económico y financiero. Pertenecía al Partido Comunista griego hasta 1991, cuando se unió a Synaspismos, formación que luego desembocó en Syriza, y llegó a ser viceministro en el Gobierno de transición de Xenofón Zolotas. Será uno de los encargados de tratar con la troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para renegociar los acuerdos alcanzados hasta ahora por el anterior Gobierno griego, como ha prometido Syriza.

Yanis Varoufakis, ministro de Finanzas.

El ministerio de Finanzas, otro importante interlocutor de la troika, lo ocupa el economista Yannis Varufakis, de nacionalidad griega y australiana. El titular de Finanzas fue desde 2004 a 2006 asesor económico en el Gobierno de Yorgos Papandreu (Pasok), con cuyas políticas fue después muy crítico después. Varufakis es un famoso analista económico, conocido por ser autor de varios libros sobre teoría económica y por colaborar como experto en varios medios de comunicación.

 Yorgos Stathakis | Ministro de Economía, Infraestructura, Marina y Turismo

Otro gran pilar de la coalición es Yorgos Stathakis, quien dirige a partir de ahora uno de los cuatro superministerios creado por este Gobierno. Su cartera se llama de Economía, Infraestructura, Marina y Turismo, y abarca Fomento, Competitividad, Marina y Egeo, Turismo, Infraestructura, Transporte y Redes. Stathakis tiene una larga experiencia como profesor universitario y director de varios centros de investigación estatales y junto a Stathakis y otros expertos es uno de los responsable del programa económico del partido izquierdista.

Panos Kamenos, ministro de Defensa

El nuevo ministro de Defensa y líder del partido conservador Griegos independientes, Panos Kamenos, es la cara visible del nacionalismo euroescéptico en Grecia. Kamenos, líder del partido socio del nuevo gobierno liderado por la formación izquierdista Syriza, se ocupará de una de las carteras clave en el país heleno. El Ministerio de Defensa en Grecia tiene un papel crucial por las delicadas relaciones que el país mantiene con Turquía, la cuestión chipriota y la explotación del mar Egeo.

Nikos Kotzias, ministro de Exteriores

Kotzias fue en la década de los 90 alto cargo del partido comunista y posterior consejero de Papandreu, del que también se distanció tras la firma del primer rescate en 2010.  Nikos Kotziás, ministro de Asuntos Exteriores, adherido desde su juventud al partido comunista griego KKE, del que formó parte de su comité central. Desde 2005 fue embajador de su país, actualmente era profesor en la Universidad del Pireo. En ambientes diplomáticos se asocia a su influencia por el ideólogo ruso Alexander Dugin

Nikos Vutsis | Ministro de Interior

Nació en 1951 y estudió Ingeniería Civil. Su ministerio abarca Interior, Reforma Administrativa, Gobierno Electrónico, Orden Público y Protección Ciudadana, y Macedonia y Tracia. Será el cuarto superministerio, que también incluye por primera vez bajo la rúbrica de Interior las competencias de Inmigración, de las que se ocupará una mujer.

Panagiotis Kurublis | Ministro de Sanidad y Asuntos Sociales

Nació el 2 de octubre de 1951. Viene de familia de refugiados y es doctor en Ciencias Sociales. Además es abogado y fue elegido tres veces diputado del Pasok (Movimiento Socialista Panhelénico).

Nikos Paraskevópulos | Ministro de Justicia

Es profesor de Derecho Penal de la Universidad Aristóteles de Tesalónica desde 1980 y ha sido director del Departamento de Derecho de la misma. Fue además Decano de la Facultad de Derecho, Economía y Ciencias Políticas AUTH.

Panagiotis Lafazanis | Ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía

Nació en 1951 en Eleusis (Grecia). Estudió Matemáticas en la Universidad de Atenas. Participó en el movimiento estudiantil contra la dictadura y fue perseguido por su activismo. Su ministerio engloba Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático, Desarrollo Rural y Alimentación.

Aristidis Baltás | Ministro de Cultura y Deporte, Educación y Asuntos Religiosos

Nació en 1943 en Corfú. Estudió Ingeniería Eléctrica en la Universidad Técnica Nacional, donde logró ser Profesor Emérito. Consiguió el postgrado y doctorado en Física Teórica en la Universidad de París. Es presidente del Instituto Nikos Poulantzas y miembro del Comité Central de Syriza, de hecho, fue uno de los firmantes de la declaración fundacional de creación del partido. En 2010 recibió el Premio a la Excelencia en la Enseñanza Académica.

Panos Skurletis | Ministro de Trabajo

Es un economista, graduado en 1986 en la Universidad Industrial de El Pireo. Ha ejercido como portavoz de Syriza en los últimos tres años como miembro de la Comisión Política Central de la Coalición. Panos Skurletis es de los miembros más antiguos del partido y cercano colaborador del exmiembro del Parlamento griego y el Parlamento Europeo Alekos Alavanos.

Hay otros cuatro ministros sin cartera, uno de estos últimos, el de Estado, que ocupará Nikos Papás, la mano derecha de Tsipras desde hace años, coordinará todas las acciones de Gobierno, que estarán basadas en el denominado “programa de Salónica”. 

Ministros de Estado (sin cartera)

Nikos Pappás (Syriza), en la Jefatura de Gobierno
Alekos Flaburaris (Syriza), coordinación del Gobierno
Panayiotis Nikoludis (independiente), lucha contra la corrupción 
Gabriil Sakelaridis, portavoz del gobierno

Fuentes:


lunes, 26 de enero de 2015

Cuatro de cada cinco electores griegos no han apoyado a Syriza



Desde hace años se viene recordando a los demócratas que la democracia representativa está muerta y lista para enterrar en la era de las nuevas tecnologías y la comunicación inmediata. No hay ninguna posibilidad de supervivencia para un vestigio electoral que proviene de la época del sufragio censitario, por la misma razón, los partidos políticos, como intermediarios de la voluntad de los electores se han convertido en impostores, usurpadores y detentadores de la voluntad del pueblo.

La paradoja la tenemos servida al contemplar un partido como Syriza, que ha triunfado en Grecia con un 36,5 % de los votos computados, está al borde de la mayoría absoluta (149 escaños de 151) con tan solo un 20,8 % de electorado real, es decir, con el apoyo de uno de cada cinco griegos, mientras que cuatro de cada cinco no han elegido a Syriza, es decir, la mayoría está sometida a la representación de una minoría impuesta por artefactos electorales y argucias de la casta correspondiente que ha establecido esta ley electoral.

Syriza ha triunfado en el mismo simulacro democrático en el que lo hace la casta, luego es casta. La opción que realmente ha triunfado en las elecciones de ayer en Grecia ha sido, como viene ocurriendo en las elecciones que se celebran actualmente en los países del sur de Europa, los no representados genuinos (abstención, voto en blanco y nulo), con el 41,9 % del cuerpo electoral, que sumados a los votantes no representados por Syriza, el 39 % del censo, suman el 80 % de los que estaban convocados a urnas.


Humildad obliga, señor Tsipras, deje usted de manipular a la opinión pública griega e internacional, porque usted sólo representa a uno de cada cinco griegos, y es usted un oclócrata farsante (no un demócrata), así que cuando mañana establezca sus primeras decisiones debe pensarlo detenidamente y reflexionar sobre ello, porque además, de no representar usted, como dice, un partido de la casta, lamentablemente está representando a una nueva tiranía o en griego tirannya, por si no lo comprende, que fundamentada en una minoría de apoyos electorales (1 de cada 5 griegos) está dispuesta a imponer su voluntad al 80 % de los griegos que no le han votado y cuídese usted mucho de dar lecciones morales a una Europa y a unos europeos, a los que usted y Grecia les importa una mierda si suponen un problema más para sus vidas, por su histeria zafia e impertinente, que nada tiene que ver con su gloriosa historia democrática. que ni usted ni los suyos podrían jamás representar.

240.000 millones de euros es lo que ustedes deben a todos los europeos, aproximadamente 7 años de trabajo de todos los griegos sin gastar un euro ni en comer para poder pagarlo. Debería usted reflexionar mucho, antes de seguir diciendo chorradas, porque como Europa cierre el grifo de las ayudas y créditos, va a ser usted el presidente que menos ha durado en la historia griega, cuando sus compatriotas no tengan lo más básico, gracias a su insólita impertinencia.

Los griegos antiguos, aquellos que inventaron la democracia, prohibieron los partidos políticos, por algo sería.

Enrique Suárez

Syriza o el epitafio griego


En Grecia se han celebrado hoy elecciones generales, según los resultados de los recuentos al 60 % parece que Syriza ha obtenido una magnífica victoria, quedando a cuatro escaños de la mayoría absoluta.

Sin embargo, ahora se abre una pregunta muy interesante, los griegos han decidido apoyar a un partido de izquierda radical, que por primera vez alcanza el poder, la mayoría han confiado su destino al que ha hecho el discurso más celebrado, pero ¿realmente tiene algún margen de maniobra Alexis Txipras el líder de la formación triunfadora de resolver los problemas económicos, políticos y sociales que tiene Grecia con su programa delirante?

Voy a echar un jarro de agua fría sobre la moral de los ilusionados que creen en iluminados, como Alexis Txipras, el líder de Syriza, no tiene absolutamente ninguna o menos. El porvenir de su ilusión concluye mañana. En Grecia asistimos a un fenómeno extendido por la mayoría de las democracias europeas, fundamentalmente las del sur y conocido desde hace 25 años en Japón que se mantiene en la recesión, la insuficiencia de la política para resolver los problemas de los ciudadanos, una vez que la economía ha sometido a estos países a su yugo.

La economía global puede ser muy injusta, pero no es arbitraria, sino ecuánime, quien cumple con sus deberes va bien y quien no los cumple va mal, es la regla que impera. Los países en los que se hacen las cosas bien, van habitualmente bien y en los que se hacen mal, van habitualmente mal. Y es una regla general que todos aquellos países que confían en iluminados, se acaban estrellando contra la realidad, ejemplos los tenemos en Venezuela, Argentina o ahora en Grecia.

Si Grecia no paga su deuda, y es cierto que no puede pagarla, saldrá del euro, si sale del euro entonces podrá pagarla aún menos y además se expondrá en el futuro a acreedores chinos, musulmanes, rusos, bolivarianos y fondos buitre, que todavía agravarán aún más las condiciones. Grecia está atrapada en una espiral muy peligrosa en la que la reducción del Estado a su más mínima existencia, es decir del gasto público, es su única posibilidad de salir adelante dentro de una década, sin embargo, el líder de Syriza se ha propuesto crear 200.000 nuevos trabajos públicos, cuando en realidad no puede sostener ni la tercera parte de los empleados públicos que actualmente tiene. 

Es decir, a la quiebra económica en la que está se sumará la quiebra del Estado y las instituciones públicas, ningún inversor internacional arriesgará su dinero en Grecia, salvo los especuladores que impondrán unas condiciones leoninas, que chocarán con la soberbia del pordiosero en la que se ha instalado el pueblo griego, yo no necesito limosna, sino justicia, pues con sus deseos van a terminar en la miseria, la degradación de su bienestar hasta cotas inimaginables y posiblemente la mayoría de los jóvenes griegos vuelvan a emigrar como hicieron sus abuelos.

Crecerá la inseguridad en todos los planos, los servicios públicos se deteriorán sin fin, los ingresos turísticos se reducirán porque Grecia se convertirá en un destino peligroso y caro, sus exportaciones se reducirán al igual que sus importaciones, habrá escasez de productos, cerrarán aún más empresas y habrá más paro, también habrá más crímenes, más muertes y más problemas. Dentro de pocos meses veremos a la gente en las calles al borde de la revolución protestando contra el gobierno de Syriza, posiblemente esto provoque graves conflictos y tal como están las cosas de enconadas, graves enfrentamientos entre los griegos que pueden tensar la cuerda hasta una guerra civil. El problema al que se enfrentan los griegos es que la cuestión no es tener buenas intenciones, sino inteligencia y fondos para poder pagarlas, porque los demás europeos no lo van a hacer. Así que los programas humanitarios están muy bien, pero sin fondos para hacerlos posible, se quedarán en un brindis al sol

Lo que nadie les contará a los griegos es la abstención, voto en blanco y nulo que se han producido en estas elecciones, aproximadamente del 41,9 %. Lo que quiere decir que sobre el censo electoral el auténtico triunfador ha sido ninguno, pues el partido que ha triunfado sólo ha sido apoyado por 1 de cada 5 griegos convocados a urnas, es decir, 1 de cada 5 griegos decidirá por los 4 restantes, los no representados por Syriza, gracias al sistema electoral de la casta griega, del que Syriza no se quejará a partir de ahora.

Y Europa tiene que decidir si arroja al cubo de basura de la historia a Grecia y a los griegos, algo que no podrá evitar, porque en caso de condonar la deuda pública a los griegos, parcial o totalmente, tendría que hacer lo mismo con otros países del sur de Europa y esto no puede ocurrir, porque el bienestar de los europeos del norte depende de que los europeos del sur paguen su deuda.

Así que Grecia terminará saliendo del euro, posiblemente pasen a ser una colonia china, islámica o rusa, o de algún fondo buitre, que no sólo impondrá sus condiciones económicas más allá de la austeridad, sino sus condiciones políticas, así Grecia perderá además de su soberanía económica, también su soberanía política.

Realmente, no sé qué pueden celebrar hoy los griegos en la plaza de Omonia de Atenas, no hay nada que celebrar, salvo su final como un país europeo y civilizado. Grecia hoy pertenece ya al tercer mundo, ha comenzado su camino hacia el Tártaro y Syriza es su epitafio como nación independiente.

Enrique Suárez


domingo, 25 de enero de 2015

Programa de Syriza con el que triunfó en las elecciones generales griegas de 2015


Programa de SYRIZA 

1. Realizar una auditoría sobre la deuda pública. Renegociar su devolución y suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía y vuelva el crecimiento y el empleo.
2. Exigir a la UE un cambio en el papel del BCE para que financie directamente a los Estados y a los programas de inversión pública.
3. Subir el impuesto de la renta al 75% para todos los ingresos por encima del medio millón de euros anuales.
4. Cambiar la ley electoral para que la representación parlamentaria sea verdaderamente proporcional. 5. Subir el impuesto de sociedades para las grandes empresas al menos hasta la media europea.
6. Adoptar un impuesto a las transacciones financieras y también un impuesto especial para los productos de lujo.
7. Prohibir los derivados financieros especulativos, como los swaps y los CDS.
8. Abolir los privilegios fiscales de los que disfruta la iglesia y los armadores de barcos.
9. Combatir el secreto bancario y la evasión de capitales al extranjero.
10. Rebajar drásticamente el gasto militar.
11. Subir el salario mínimo hasta su nivel previo a las recortes (751 euros brutos mensuales).
12. Utilizar los edificios del Gobierno, la banca y la iglesia para alojar a las personas sin hogar.
13. Poner en marcha comedores en los colegios públicos para ofrecer desayuno y almuerzo gratuito a los niños.
14. Ofrecer sanidad pública gratuita para las personas desempleadas, sin hogar o sin ingresos suficientes.
15. Ayudas de hasta el 30% de sus ingresos para las familias que no pueden afrontar sus hipotecas. 16. Subir las prestaciones de desempleo para los parados. Aumentar la protección social para las familias monoparentales, los ancianos, los discapacitados y los hogares sin ingresos.
17. Rebajas fiscales para los productos de primera necesidad.
18. Nacionalización de los bancos.
19. Nacionalizar las antiguas empresas públicas de sectores estratégicos para el crecimiento del país (ferrocarriles, aeropuertos, correos, agua…). 
20. Apostar por las energías renovables y por la protección del medio ambiente.
21. Igualdad salarial para hombres y mujeres.
22. Limitar el encadenamiento de contratos temporales y apostar por los contratos indefinidos.
23. Ampliar la protección laboral y salarial de los trabajadores a tiempo parcial.
24. Recuperar los convenios colectivos.
25. Aumentar las inspecciones de trabajo y los requisitos laborales para empresas que accedan a concursos públicos.
26. Reformar la constitución para garantizar la separación iglesia-Estado y la protección del derecho a la educación, la salud y la protección del medio ambiente.
27. Someter a referéndum vinculante los tratados europeos y otros acuerdos de importancia.
28. Abolición de todos los privilegios de los parlamentaarios. Eliminar la especial protección legal de los ministros y permitir a los tribunales ordinarios procesar a los miembros del gobierno.
29. Desmilitarizar la guardia costera y disolver las fuerzas especiales antidisturbios. Prohibir la presencia de policías encubiertos o con armas de fuego en las manifestaciones y mítines. Cambiar los planes de estudio de los policías para poner énfasis en los temas sociales, como la inmigración, las drogas o la exclusión social.
30. Garantizar los derechos humanos en los centros de detención de inmigrantes.
31. Facilitar a los inmigrantes la reagrupación familiar. Permitir que los inmigrantes, incluso los indocumentados, tengan acceso pleno a la sanidad y la educación.
32. Despenalizar el consumo de drogas, combatiendo solo el tráfico. Aumentar los fondos para los centros de desintoxicación.
33. Regular el derecho a la objeción de conciencia en el servicio militar.
34. Aumentar los fondos para la sanidad pública hasta los niveles del resto de la UE (la media europea es del 6% del PIB y Grecia gasta el 3%).
35. Eliminar el copago en los servicios sanitarios.
36. Nacionalizar los hospitales privatizados. Eliminar toda participación privada en el sistema público de salud.
37. Retirada de las tropas griegas de Afganistán y los balcanes: ningún soldado fuera de las fronteras de Grecia.
38. Romper los acuerdos de cooperación militar con Israel. Apoyar la creación de un estado Palestino dentro de las fronteras de 1967.
39. Negociar un acuerdo estable con Turquía.
40. Cerrar todas las bases extranjeras en Grecia y salir de la OTAN.

sábado, 24 de enero de 2015

Podemos echarlos a todos


Celebro la declaración contra la estupidez patria que ha pronunciado el recientemente nombrado director de la Real Academia Española de la Lengua, Darío Villanueva: “la RAE nunca hará un diccionario políticamente correcto”. Garantía de todos los derechos y deberes es poder denominar a las cosas por su auténtico nombre, poniendo subrayados, cursivas y negrillas sobre los despropósitos que asolan y asedian la opinión pública española

Tal vez, haber sido uno de los primeros medios donde los españoles pudieron acceder al concepto de casta –otro fue “Voto en blanco” de Francisco Rubiales-, y divulgarlo con insistencia desde entonces,  conceda a este humilde blog la potestad de poner negro sobre blanco en la entelequia que se dirime en este país. Por aquel tiempo, alrededor de 2007, los partidos políticos españoles que conformaron la casta vivían felices en su Arcadia de despropósitos, despilfarros y desenfrenos, mientras que algunos líderes de Podemos, Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, servían a los intereses de las castas bolivarianas de Latinoamérica (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua), la gerontocracia cubana y la islamista tiranía teocrática persa, sin haberse pronunciado al respecto de la imposición del poder político sobre los ciudadanos de estos países, cercenando su libertad, pisando los derechos humanos, arruinando su futuro y asfixiando su convivencia.

Es por ello preciso, determinar, más allá de fintas retóricas y argucias demagógicas, la descripción del escenario en el que se dirimen las cuitas del poder en nuestro país, porque si Voltaire nos acompañara, seguramente pronunciaría su “ecrasez l´infame”, pues nunca en este país, de nombre España, ha existido más esplendor de la infamia, la ignominia y el escarnio. Alarde de demagogia y despotismo verbal, para ocultar que nos ha tocado en suerte la representación política más degenerada de la historia democrática reciente. Infamia, ignominia, escarnio, son los ejes de la política española actual.

El escenario de la infamia se corresponde con el PP, con Luis Bárcenas, ex tesorero del partido acusando a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de financiarse de forma ilegal y del partido de acusar a Luis Bárcenas de haber robado 48 millones de euros de las arcas de la formación política sin que nadie se hubiera enterado entre los que conforman la casta dirigente del desfalco. Sin autocrítica es imposible la democracia, sólo puede existir despotismo. Sí Barcenas ha robado en el PP, el PP es responsable de que lo haya hecho, bien en grado de participación directa como indica el acusado o de negligencia irresponsable, por parte de sus dirigentes. Roma no paga a traidores, pero paga sus errores. En cualquier circunstancia, los dirigentes del PP actual consideran que los españoles somos idiotas.

El escenario de la ignominia se corresponde con el PSOE,  CIU y el PNV, también UPyD y Ciutadans forman parte del engendro, pues todos ellos consideran a los demás, en prodigio de desfachatez, responsables de lo ocurrido, cuando en realidad han sido autores o cómplices del descalabro. En todos estos partidos se produce al mismo tiempo una lucha interna entre los que pretenden seguir haciendo lo mismo, es decir, trincar sin límite y los que pretenden tirar de la cadena, aunque algunos de sus líderes más reconocidos se vayan a las cloacas de la historia, sea Zapatero, sea Pujol, sea Rosa Díez. En cuanto a los nacionalistas, nunca se han sentido españoles más que para robar lo que pudieran, a los de dentro diciéndoles que eran diferentes y a los de afuera diciéndoles que también lo eran. Prodigio de la diferencia, que vale lo mismo para roto, que para descosido

El escenario del escarnio se aventura entre las izquierdas y los nacionalismos radicales, en realidad hijos del trotskismo, aquel que recomendaba caminar separados para golpear juntos, que juegan a la desestabilización, el cuanto peor mejor para nosotros, y las propuestas más descorazonadoras que se han visto, en las que la realidad nada tiene que ver con sus presupuestos y la demagogia, la agitación y la propaganda son medios que justifican el asalto al poder que se han propuesto. Aquí tenemos a formaciones políticas como Podemos, IU, ERC, Bildu, CC, y otras de menor entidad, que anhelan destruir lo existente para imponer su propio despotismo.

Cuando los griegos decidieron prohibir los partidos políticos en los albores de la democracia, comprendieron que toda secta partidaria es un enemigo común de los intereses generales. España no se salvará hasta que estos profesionales del ensañamiento en el expolio y la extorsión, auténticas alimañas carroñeras de libertades, derechos y recursos de los españoles estén alejadas del poder, con estigma de ostracismo. No hay ninguna posibilidad para que la democracia exista entre aquellos que han abrazado el despotismo, la putrefacción y la oclocracia como ejes de su miserable calaña, ni para aquellos que los abrazan a ellos, como única alternativa a sus males.

Mientras tanto, en año electoral, una mayoría silenciada y silenciosa de no representados, harta de descerebrados gastándose sus impuestos en un simulacro esperpéntico a su mayor gloria, medita sobre como desalojar del poder para siempre a tanto hijo de puta disfrazado de demócrata.

Enrique Suárez 

miércoles, 21 de enero de 2015

Las fuerzas del mal




No voy a parodiar al Presidente George Bush, pero voy a utilizar este concepto que acuñó durante la invasión de Irak para definir un grupo de propagandistas que ejercen su trola de forma permanente en las redes sociales, sin recato alguno. Las fuerzas del mal, son precisamente las que no ven nada bien de lo que hagan los contrarios y, sin embargo, ven todo bien en los propios, aunque se demuestre que esté mal, sea inútil, o sea un engaño. 

Decía Noam Chomsky que quien en una democracia distribuye propaganda viene a ser un totalitario que en un régimen  que estableciera repartiría coerción, y va a tener razón. En estos tiempos hay enemigos de la información veraz en una proporción inusual. Nunca medraron más fantasmas imponiendo sus mentiras que en los tiempos actuales. Y lo curioso es que no se cortan un pelo, y como te atrevas a decirles que lo que publican no es correcto, lo mínimo que te espetan es que eres un fascista.

No está bien que en una democracia haya individuos que vayan de lobos solitarios intoxicando a la gente, pero todavía está mucho peor que se organicen en sectas para hacerlo. Estos enemigos de toda libertad de expresión que no sea la suya deberían ser excluidos por los demócratas, perseguidos y condenados al ostracismo público. Sin duda sus actos de terrorismo menor, con la finalidad de lograr su propósito, le hace un flaco favor a la democracia y también a la libertad de expresión, y por supuesto a la comunicación normal entre la gente.

¿Por qué hay gente que trata de hacer lo posible por llenar de mierda los escenarios donde otros están charlando tranquilamente sobre lo que les dé la gana? ¿Qué derecho tienen a hacerlo? ¿Hasta cuándo los que no lo hacemos lo vamos a consentir?

Cierto es que hay orientaciones políticas interesadas en ofrecer una realidad diseñada por sus deteriorados cerebros, que elevan a categorías universales casos particulares y que deducen que la única vedad en este mundo es la que ellos pregonan como si fueran súbditos del califato de Levante. No tiene mucho sentido, en un mundo en el que la gente puede acceder a diferentes fuentes de información y constatar que una noticia es verdadera o falsa, de poco sirve dedicarse a la innoble tarea de intoxicar a los demás.

Como se decía ayer con las falsas banderas, es tan fácil descubrir a los propagandistas que nos intoxican cada día, que sólo pensando que consideran que la gente es idiota, es decir, más idiotas que ellos, pueden seguir con su cruzada para implantar sus mentiras.

Les dejaré un instrumento para desmontar a los impostores, que usurpan cada día nuestro derecho a estar informados con noticias reales y no  con opiniones totalitarias a la carta de los intereses de los propagandistas y los amos/clientes que patrocinan. 

Si ustedes ven que alguien publica una noticia que inclina a su falsedad, sólo tienen que seguir durante un tiempo la conducta del sospechoso, cuando vean que no comenta, que sólo entra un muro de Facebook o un foro a dejar su cagadita, que no responde a las respuestas que se le dan, que siempre está con el mismo tema o contra los mismos enemigos, y que por último, se enfada si alguien le acusa de ser un troll, ni lo duden un momento, es mucho más valioso para su salud contar las líneas de corte del papel higiénico en el futuro, que leer lo que ponen estos cenutrios, parásitos de nuestra atención y libertad

Enrique Suárez

lunes, 19 de enero de 2015

Las falsas banderas


Cada vez que ocurre una barbaridad en este mundo alguien tira rápidamente de falsas banderas, ha ocurrido con el último atentado cometido en París contra la revista satírica Charlie Hebdo. ¿Pero qué son las falsas banderas?

En realidad tal cosa es una forma de denominar que cuando ocurre algo  que pone en peligro la seguridad, la libertad, la democracia, siempre es culpa de los mismos, los habituales criminales de todas las cosas que ocurren en este planeta son: 1) el capitalismo, esos malditos “neoliberales” que siempre están masacrando a la pobre gente 2) los Estados Unidos, habitualmente la CIA, 3), los israelitas, habitualmente el Mossad, 4) cualquier gobierno de derechas, la casta o vete tú a saber.

Las falsas banderas, extrañamente nunca están protagonizadas por agrupaciones políticas de izquierda, rusos o chinos, países islámicos, o países de América Latina, incluyendo Cuba. Las conspiraciones siempre son de los otros, de los contrarios, a los que las enarbolan.

Sin embargo, es curioso que precisamente, la inmensa mayoría de los que hablan de las falsas banderas sean de izquierdas, habitualmente radicales y extremistas. Se suelen representar en nuestro país en una bandera, la republicana que es falsa, puesto que vivimos en una monarquía, y en un himno, el de Riego, que no les corresponde, porque Riego era un liberal y no un republicano. Los nacionalistas les suelen colocar estrellitas a las banderas de sus comunidades, es decir, también son falsas. Así tenemos que los que hablan de falsas banderas, son precisamente, los que defienden banderas falsas, cruel paradoja. 

En realidad, creo que las falsas banderas son una herramienta de agitación y propaganda enarbolada por los que se quieren aliar con los enemigos de Occidente, el capitalismo, los Estados Unidos, Israel y el sistema de libertades en el que vivimos en Europa, habitualmente pertenecientes a formaciones políticas de izquierda o nacionalistas radicales, que tienen como objetivo destruir las banderas auténticas para imponer las suyas, aunque sea en connivencia con aquellos que agreden a nuestra democracia, la libertad de expresión y el Estado de Derecho.

Podemos, por ejemplo, es una formación política de falsa bandera que ha estado patrocinada por Irán, Venezuela y Cuba, donde sus líderes han apoyado a las castas de las dictaduras que gobiernan estos países, que ha apoyado a los seguidores de ETA, a los nacionalistas radicales catalanes que buscan su escisión de España y que son capaces de apoyar cualquier causa que pueda oponerse al imperio de su retórica caduca que oculta el comunismo que contiene con oropeles circulares, mientras que el Comité Central dirigido por Pablo Iglesias, va cercenando cualquier brote de libertad entre sus seguidores, eso sí, sin que se note mucho que pronto hay elecciones y parece que la propaganda funciona mejor que nunca.

¿Acaso Podemos no es un partido comunista radical que enarbola la democracia como falsa bandera? ¿Es el comunismo democrático? ¿Dónde y cuándo lo ha sido tras alcanzar el poder? Creo que va siendo hora de reflexionar sobre las tonterías que ocurren.


Enrique Suárez

viernes, 16 de enero de 2015

Consecuencias de la deflación para los ciudadanos





Los precios en España se han reducido en un 1 %  en diciembre de 2014 con respecto al año anterior. Según el FMI,  dos trimestres consecutivos con bajada de precios, deben considerarse como deflación.  Pero ¿qué es la deflación?, ¿cómo afecta a nuestras vidas? 


Trataré de exponer a continuación, algunas de las consecuencias que pueden producirse en nuestras vidas relacionadas con este pernicioso fenómeno que, por ejemplo, ha mantenido a Japón en una crisis prologada de 25 años.


La deflación es en realidad una consecuencia de la reducción de la demanda agregada, por decirlo en cierta forma es un retroceso en el consumo de bienes y servicios que se va reduciendo progresivamente, en una espiral, algo que se va manifestando en la reducción de precios.


España ha entrado en deflación por la bajada de los productos del petróleo, pero hay que tener en cuenta que tras Grecia, es el segundo país del mundo que más deflación ha tenido el año pasado. No solo la bajada de los carburantes explica la deflación en España, el elevado paro, la escasa liquidez y las deudas acumuladas, tienen algo que ver también en el fenómeno, y por supuesto, las nefastas políticas de falsa austeridad que ha promovido el gobierno, siendo austeridad para los ciudadanos, pero no para los que detentan el poder, que todavía han incrementado más el gasto público.


Si la gente no consume, los precios disminuyen, pero las empresas productoras sólo pueden abaratar sus precios hasta un límite, porque a partir de ahí se producirán pérdidas. Antes de eso las empresas abaratan costes y entre ellos los laborales son los primeros, por lo que la deflación es una presión que incrementa el desempleo.  En un país como España con cotas de desempleo del 24 % esto puede tener unas consecuencias funestas, porque cuanto más se reduce el empleo y los salarios, más se sigue reduciendo el consumo. El valor 100 de diciembre de 2014 es hoy 99, es decir, el valor se ha devaluado, pero sigue costando prácticamente lo mismo.


Por otra parte, al saber que los precios tienden a la baja, se difiere el consumo, si alguien tiene que comprarse una vivienda o un vehículo, espera, pues sabe que los precios seguirán bajando, esto también reduce la demanda de viviendas y vehículos, que actualmente se encuentran ya subvencionados en su compra, y también contribuye a reducir los trabajadores en los sectores afectados. Lo mismo se puede decir de electrodomésticos, o bienes de cierto valor, pero también de los de valor mínimo, por ejemplo la alimentación, se reduce la demanda de productos de más valor y se incrementa la de los de menos valor, por lo que los productos de alto valor no resultan rentables y empiezan a desaparecer del mercado produciéndose escasez.


Al mismo tiempo se incrementa el valor de las deudas, la reducción de los salarios que es una consecuencia de la deflación, termina haciendo que las deudas cada día requieran más horas de trabajo para pagarlas. Quien tiene una hipoteca de 100.000 euros y ve que su salario se reduce un 10 %, en realidad es como si su deuda se hubiera incrementado a una deuda de 110.000 euros. Como la gente tiene que pagar sus deudas de forma prioritaria, el dinero libre del que disponen cada día es menor y eso reduce aún más el consumo.


Cuando los precios caen, el dinero se vuelve más valioso porque la misma cantidad de euros compra más, es decir, aumenta el poder adquisitivo de los consumidores. Por eso los que tienen unos ingresos fijos como los pensionistas o muchos funcionarios, salen, a la larga, beneficiados, porque aumenta el poder adquisitivo de sus ingresos, mientras que todos los demás sectores de la población se ven perjudicados. El que tiene dinero, tendrá más dinero, y el que no lo tiene, tendrá más deudas. La deflación beneficia a los ricos y perjudica a los pobres.


En circunstancias sin crisis económica, los gobiernos podrían cambiar el sentido del índice de precios con inversiones públicas, pero con la elevada deuda pública que hay en España y con el elevado déficit público, esto resulta imposible. La deflación es una presión sobre el gasto público que debe reducirse, pues el Estado recauda menos al contraerse la economía y existir menos consumo. La deflación repercutirá de forma negativa sobre las inversiones públicas y los empleados públicos que tenderán a reducirse. En cuanto a las medidas monetarias, al ser España un país miembro de la unidad monetaria no depende de sí misma para aplicarlas y como otros países como Alemania o Francia, luchan por no entrar en deflación, tratarán de aplicar políticas de rescisión de grandes inversiones en Europa.


Independientemente del crecimiento que se supone que España tendrá en 2015, próximo al 2,5 % según los más optimistas, la bajada de precios contrarrestará los efectos positivos del crecimiento. Solo una reducción del gasto público podría permitir realizar inversiones públicas para incrementar los precios, el empleo y la demanda de los consumidores,  pero eso no debe entrar en los planes de los numerosos gobiernos que hay en España, que siguen exigiendo austeridad a los españoles, con una carga impositiva cada vez mayor, mientras que se despilfarra en gasto público suntuario e innecesario buena parte de las oportunidades que nos quedan de no entrar en una recesión para varias décadas. 


Enrique Suárez
  

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