Fernando de los Ríos
Es una pregunta que nos
hacemos muchos ciudadanos españoles, tras la debacle a la que estamos
asistiendo en la política española, la profesión de político atraviesa sus peores
horas en el desprestigio y la devaluación pública.
Si utilizamos el símil del
fútbol, esto vendría a ser una escenificación en la que los árbitros estuvieran
comprados, la federación de fútbol fuera corrupta, los medios de comunicación
no dejaran de intoxicar ininterrumpidamente, los jugadores se vendieran a los
equipos contrarios y el balón estuviera trucado, además de las medidas de las
porterías, las reglas deportivas, las líneas del campo y el césped, que sería inexistente. En esas condiciones resulta inútil
salir a jugar, porque el resultado final de cada partido será el que decidan
los que mueven los hilos y los maletines.
Y ante este panorama
desolador, unos ciudadanos hartos del engaño decidieran denunciar sin descanso
todo lo que está ocurriendo, hasta que las autoridades competentes
intervinieran y despejaran los estadios de imposturas y trampas. ¿Qué habría
que hacer en estas condiciones para volver a jugar al fútbol se preguntarían?
Pues en la política ocurre
algo muy similar, de nada sirve que juegue cualquier equipo en el campo, los
morados contra los azules o los rojos, porque no hay ninguna posibilidad de que
el resultado, en estas condiciones, muestra otra realidad que la que se desee
desde el poder que gestiona, consiente y anima estas cosas.
Por eso la pregunta que
debemos hacernos a partir de ahora los ciudadanos de este país en relación a la
representación política es hasta donde soportará el sistema este nivel de degeneración
y fiasco. Y sin duda la gran incertidumbre se encuentra en quien será el que
más engañe a los que votan para que acudan a las urnas a depositar su confianza
en ellos o más bien su desconfianza en todos los demás. Lamentablemente, soy de los que piensa que pasarán muchas legislaturas hasta que la mayoría de los españoles volvamos a confiar en la política, como una actividad noble, decente, que se ocupa de procurarnos bienestar en una vocación de servicio público.
No será fácil resolver
este dilema, mientras la palabra de un político no tenga otro aval que el
viento, y otra pena que ninguna por sus demanes, no habrá nada que hacer; porque todos los políticos mienten en todas las circunstancias, hasta que se demuestre lo contrario y
además ni les importa, porque la gente se olvida de una calamidad con la
siguiente.
En estas condiciones hemos llegado a la conclusión que Vladimir Illich “Lenin” le espetó al socialista español Fernando de Los Ríos, cuando este le preguntó por la democracia, y el líder soviético le respondió: ¿Democracia? ¿Para qué?, ciertamente tenía razón, si ésto que tenemos en España es lo que los políticos y ciudadanos españoles consideran como democracia, entonces se le puede responder, sin ningún temor a equivocarse: para nada señor Lenin, tiene usted toda la razón, para nada. Mejor quitarle el disfraz democrático a la dictadura en la que vivimos y nos ahorramos de esa forma lo que nos cuestan las elecciones.
En estas condiciones hemos llegado a la conclusión que Vladimir Illich “Lenin” le espetó al socialista español Fernando de Los Ríos, cuando este le preguntó por la democracia, y el líder soviético le respondió: ¿Democracia? ¿Para qué?, ciertamente tenía razón, si ésto que tenemos en España es lo que los políticos y ciudadanos españoles consideran como democracia, entonces se le puede responder, sin ningún temor a equivocarse: para nada señor Lenin, tiene usted toda la razón, para nada. Mejor quitarle el disfraz democrático a la dictadura en la que vivimos y nos ahorramos de esa forma lo que nos cuestan las elecciones.
Enrique Suárez
¿Qué representación política nos espera? http://t.co/Bfk9a7ytlu vía @ebuzzing
— Enrique Suárez (@biantedepriena) diciembre 18, 2014
5 comentarios:
Enrique, mientras sigan pasando legislaturas salidas de las urnas, jamás llegaremos a tener una política noble ni decente. Por la sencilla razón de que los que salen elegidos de esas urnas tienen rigurosas órdenes de no cambiar nada. Y para que lo cambiemos los ciudadanos es imprescindible no pasar por las urnas, porque es la única forma de que no estén avalados para seguir haciendo lo mismo.
Me alegro de que por fin asumas que “todos los políticos mienten en todas las circunstancias”, y que “mejor quitarle el disfraz democrático a la dictadura en la que vivimos”. Quizás así veríamos todos que es la peor de las dictaduras que se pueden tener, por ser anónima, por estar repartida en acciones. Porque aunque realmente no sea anónima, para los efectos sí que lo es mientras no queramos reconocer a los dueños de dichas acciones.
Yo, hace ya bastante tiempo que sin ser fatalista en absoluto, sino observadora de traumas y desenlaces inesperados a lo largo de la historia del mundo, me inclino a pensar que toda lucha es estéril y que las cosas se solucionan de la forma más inesperada. Bueno, que creo en el sino. A napoleón además de su soberbia, cegadora por cierto, le vencieron los elementos ensu última batalla. Waterloo era un cenagal donde se hundían sus hombre y perterechos, inmovilizados, como esttuas de sal. Nadie habría soñado un desenlace así. Pero creo que en realidad a Napoleón le había llegado su hora y punto. Otra batalla de desenlace inesperado, la bataille d'Azincourt. Voy a terminar por creer a pies juntillas que el destino está escrito y no lo mueve ni la má firme voluntad. La Revolución Francesa, la Rusa de los Zares, todo acabó de forma inesperada como en Waterloo o en Azincourt (La nuit de la longue attente). Hoy ha dimitido Torres Dulce, las cosas se están moviendo de prisa. Cada vz más cerca "écrasez l'infame"
Se me olvidaba... ayer ardía la Fiscalía de Barcelona, hoy es el Miniterio de Defensa el que está en llamas.
APOCALIPSIS 3:16
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque dices: ``Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo...
Y a la Ana Mato la colocan en un puesto cobrando 1000 euros más al mes que cuando estaba de ministra. Tiene razón el anónimo, caerán por su propio peso pues están ganando su caída a pulso. Si fuera una tómbola diríamos que tienen todas las papeletas. Lo malo es que ... hay alguien decente en quien se pueda confiar?
XAD MAR, los Dioses ciegan a los que quieren perder. Y sí, tienen todas las papeletas de la rifa que conduce al abismo. Una ergüenza más lo de Ana Mato, tanto como la condonación de deuda a las Comunidades Autónomas derrochadoras. Van a calzón quitado en su huída hacia adelante de desvergüenza. Y mira esta mañana un coche cargado de explosivos se empotra en alucinaje en la sede de Génova 13. Cada vez se hunden más en el cieno de su Waterloo...
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