Cada día estoy más perplejo con la deriva
de los asuntos políticos de este país, a la falta de respeto habitual de los
políticos de la casta con las instituciones democráticas y el pueblo español,
se suman ahora las lecciones de democracia de los totalitarios líderes de
Podemos.
Sin duda algo no debe funcionar bien en la
cabeza de los representantes del poder en este país, sean partidarios de una
casta casposa o un champú anticaspa. A mí, todo esto me parece una
extraordinaria tomadura de pelo. ¿Hemos elegido los españoles que nos
representen así?, los que han votado por alguna formación política deberían
hacérselo mirar, porque son cómplices y responsables de lo que está ocurriendo.
Si
extraordinario resulta que desde los grandes partidos políticos representados
en el poder todavía no se haya pedido disculpas a los españoles por sus delitos
y crímenes en la usurpación del poder que han ejercido permanentemente durante los últimos años, también
resulta extravagante que la justicia española no haya llevado a la cárcel a
10.000 miembros de los partidos políticos españoles implicados en casos de
corrupción, y no menos alucinante que haya comunidades como Cataluña en la que
algunos políticos incumpliendo la Constitución Española de 1978 se propongan
enaltecer el secesionismo con el dinero público de los españoles, por no
recordar el bochornoso espectáculo de ver a los discípulos de ETA dando
lecciones de democracia desde el Parlamento Vasco.
En este
país, cuando las cosas están mal, todavía se pueden poner peor, y ahora tenemos
una formación política en la que sus líderes, que se declaran partidarios de la república bolivariana de Venezuela,
han colaborado para crear
una casta política en el país de Hugo Chávez que tiene contra las cuerdas al pueblo
con las
más elevadas tasas de criminalidad, miseria y corrupción del continente,
al mismo tiempo se presentan como redentores de la casta política
española, y lo más sorprendente es que reciben 1,2 millones de votos, un 3,41 %
del electorado y parece que son la inmensa mayoría de los españoles no
representados, aproximadamente un 58 % que no votaron por ningún partido en las
pasadas elecciones europeas (ni por la Casta, ni por Podemos), y como no salen en la tele tanto como Pablo
Iglesias o Mariano Rajoy, parece que no existen.
Mientras
tanto los partidos que conforman la casta en este país se felicitan por la
presencia de Podemos, en el PP no mueven ni una ceja, viendo cómo se van a
destrozar en los próximos meses todas las izquierdas representadas en este
país, el PSOE, IU, Podemos y los nacionalistas de izquierdas, muchos de ellos
afines a Podemos.
En el
PSOE, su recién elegido Secretario General, Pedro Sánchez no ha esperado ni un
día para arremeter contra Podemos diciendo que su
programa económico nos llevaría de nuevo a la Gran Depresión del 29 y no pasará una semana antes de que se
produzca el choque de trenes, o más bien de un tren contra un carro que pasaba
por allí. Que gran ocasión va a tener el nuevo líder del PSOE para apartarse de
Zapatero, el nacionalismo y los "totalitarismos benefactores" al mismo tiempo.
Y sin haberlo pedido, los españoles, la inmensa mayoría de los españoles que no hemos votado
por ningún partido político en las pasadas Elecciones Europeas (58 %, recuerdo), seguiremos
asistiendo al espectáculo de lucha por el poder de todos aquellos a los que les
hemos dado la espalda, por no hacer nada por resolver nuestros problemas
reales, por ocupar la democracia con sus ambiciones y corrupciones, por montarse un circo a nuestra costa en el que los gladiadores políticos entretienen al personal, mientras casi seis millones de parados y sus hijos, siguen siendo pasto de las fieras de la miseria, en un expolio genocida al que, desde el poder, denominan crisis, y desde el pueblo, despojo.
Pueden
seguir debatiendo sobre quien es mejor o peor en su pugna hipócrita, a este paso, como sigan así, se quedarán sin
pueblo al que representar y descubriremos que en realidad, sólo se representan
a sí mismos (que es lo que tratan de ocultar). No sería extraño que se acabará cerrando el teatro democrático de este país por falta de público, porque esta compañía teatral formada por el elenco más depravado de nuestra democracia, que vive de nuestros impuestos que nunca le parecen suficientes y gobierna sin responsabilidades de forma inmunda e inmune, con una oposición siempre cómplice, aburre ya a la mayoría de los españoles representando siempre la misma obra: quítate tú, para ponerme yo.
Con lo fácil que sería hacer un sorteo en el que participaran todos los españoles mayores de edad, donde el español más afortunado fuera elegido Presidente del Gobierno y luego decidiera quienes le acompañaban para gobernarnos, lo que nos íbamos a ahorrar en gilipolleces y lo rápido que saldríamos de la crisis, en la que tan confortablemente siguen discutiendo los que la crean, para vivir a nuestra costa.
Con lo fácil que sería hacer un sorteo en el que participaran todos los españoles mayores de edad, donde el español más afortunado fuera elegido Presidente del Gobierno y luego decidiera quienes le acompañaban para gobernarnos, lo que nos íbamos a ahorrar en gilipolleces y lo rápido que saldríamos de la crisis, en la que tan confortablemente siguen discutiendo los que la crean, para vivir a nuestra costa.
Enrique
Suárez
2 comentarios:
Sí, la Casta ya estamos hartos de saber lo que es los que no hemos ido a votar en esta farsa inmunda. Por mí que sigan peleándose y a la rebatiña hasta que se saquen los ojos. Dentro de poco no tendrán nada que ganar estos reyezuelos de la corte de los milagros. Un país de tullidos, hanbrientos y andrajosos. Pero convendrá conmigo señor articulista que los felones hacen lo que hacen porque hay una a multitud que les sigue apoyando. No sólo es una marea de atonatados y abducidos, en España impera una sociedad ENVILECIDA Y ENCANALLADA, no son sólo ciegos y sordos.
Enrique, descuida, que no se van a quedar sin pueblo al que representar, porque jamás lo representaron. Y jamás se quedarán sin representar a los que realmente representan, porque jamás habrá una abstención masiva en las urnas. Y no habrá una abstención masiva en las urnas porque el consumo de televisión, lejos de desaparecer, como sería lo lógico, va en aumento. Y la realidad se obstina en demostrar que la vida es ni más ni menos que cuota de pantalla. Esto es así, y es matemático. Así que mientras exista la televisión, seguiremos a tumba abierta hacia el abismo. Ya queda bastante poco recorrido. El único consuelo es que en ese abismo caerán también los representados por los políticos, los auténticos creadores de esta sinrazón, que morirán matando a todos, pero morirán también. Son así de subnormales. E insisto, en las próximas elecciones, más de lo mismo, no te quepa duda.
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