Cuando a Napoleón le preguntaron sobre la gran nación China hace doscientos años, dijo unas palabras que hoy alcanzan plena vigencia: "Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte se moverá el mundo entero"
El gigante chino se ha despertado y el mundo tiembla, como auguró el pequeño corso, mientras tanto Obama llama a Zapatero a ver si entre ambos miembros de la conjunción interplanetaria pueden conjurar el maleficio. Difícil lo veo, porque ambos participan de la misma inanidad: incrementar el bienestar social de la humanidad, todo gratis para sus súbditos y que trabajen los chinos para ellos. La cuestión ha funcionado durante un tiempo, pero ahora la estupidez de repartir lo que no se tiene, nos va a salir cara, y las chorradas de los mandatarios actuales las acabarán pagando nuestros hijos y nietos con sus vidas.
La cuestión es fácil de entender, China practica un capitalismo de puertas afuera, mientras que los chinos viven en un férreo régimen comunista de puertas adentro, al fin y al cabo, los esclavos chinos trabajan para Occidente y para el Comité Central del Partido Comunista chino, ¿para qué quieren libertad o democracia los chinos?. Todo lo que necesita el mundo para moverse lo producen los chinos, los hindúes y los países emergentes, tres o cuatro veces si fuera necesario, y a un precio extraordinariamente competitivo. Un chino o un hindú cobra 50 euros al mes y trabaja jornadas de 60 horas a la semana, produciendo un valor de 1.000 euros. La diferencia entre valor y precio, que es de 950 euros, se multiplica por 500 millones de chinos y 500 millones de hindúes, más 200 millones de indonesios, malayos, birmanos y orientales y otros 700 millones de otros países pobres y tenemos que cada mes hay 2 billones de euros en el mercado, para comprar deuda de USA, España, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, etc. Así que los dirigentes de los países emergentes compran la deuda de los países avanzados, mientras van viendo como decaen las condiciones vitales de los occidentales, sin apenas mejorar las de sus súbditos.
En Occidente se pierden puestos de trabajo, se cierran empresas, se produce más déficit comercial, más deuda, y más miseria, lo que ocasiona más estallidos sociales, más protestas y más problemas. China maneja la mayor masa monetaria del planeta y juega con ella, a destruir el capitalismo. Al final, todos los países occidentales pierden soberanía, mientras China va teniendo más poder económico, pero también la seguiridad de que mientras Occidente tenga problemas, en China no habrá ningún problema político, que cuestione la cúpula dominante.
Es una acción inteligente de los dirigentes chinos, ellos saben que mientras en Occidente haya problemas, a nadie se le ocurrirá pedir que los derechos humanos se respeten en China. De hecho, lo que está haciendo China es producir un “dumping” mundial (abaratamiento de todos los productos por debajo de su coste real) para hundir todas las economías occidentales. La trampa es el consumo, porque los occidentales estamos condenados a consumirnos consumiendo para que en China, India y otros países puedan comer todos los días. Aflojarán la correa con la que nos tienen atados, para que podamos respirar y no nos asfixiemos, pero no la soltarán. El modo de producción asiático descrito por Marx, sin consumo propio y elevadas producciones, introducido en el capitalismo de la globalización es una auténtica bomba nuclear de relojería. Si consumimos malo porque China nos asfixiará con la deuda, si no consumimos peor, porque China seguirá produciendo hasta bajar los precios del mercado a cifras irrisorias en una economía de escala sin precedentes a nivel global, con lo que todas las empresas occidentales se acabarán hundiendo porque no podrán competir con la oferta china.
Así que a este paso sólo nos queda consumir lo que producimos, en una especie de autarquía patriótica, porque lo peor que nos puede ocurrir es tener por esclavos a nuestros futuros amos, que además son comunistas. Como no nos demos prisa, tendremos que pedirles permiso hasta para ir al retrete.
Enrique Suárez
El gigante chino se ha despertado y el mundo tiembla, como auguró el pequeño corso, mientras tanto Obama llama a Zapatero a ver si entre ambos miembros de la conjunción interplanetaria pueden conjurar el maleficio. Difícil lo veo, porque ambos participan de la misma inanidad: incrementar el bienestar social de la humanidad, todo gratis para sus súbditos y que trabajen los chinos para ellos. La cuestión ha funcionado durante un tiempo, pero ahora la estupidez de repartir lo que no se tiene, nos va a salir cara, y las chorradas de los mandatarios actuales las acabarán pagando nuestros hijos y nietos con sus vidas.
La cuestión es fácil de entender, China practica un capitalismo de puertas afuera, mientras que los chinos viven en un férreo régimen comunista de puertas adentro, al fin y al cabo, los esclavos chinos trabajan para Occidente y para el Comité Central del Partido Comunista chino, ¿para qué quieren libertad o democracia los chinos?. Todo lo que necesita el mundo para moverse lo producen los chinos, los hindúes y los países emergentes, tres o cuatro veces si fuera necesario, y a un precio extraordinariamente competitivo. Un chino o un hindú cobra 50 euros al mes y trabaja jornadas de 60 horas a la semana, produciendo un valor de 1.000 euros. La diferencia entre valor y precio, que es de 950 euros, se multiplica por 500 millones de chinos y 500 millones de hindúes, más 200 millones de indonesios, malayos, birmanos y orientales y otros 700 millones de otros países pobres y tenemos que cada mes hay 2 billones de euros en el mercado, para comprar deuda de USA, España, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, etc. Así que los dirigentes de los países emergentes compran la deuda de los países avanzados, mientras van viendo como decaen las condiciones vitales de los occidentales, sin apenas mejorar las de sus súbditos.
En Occidente se pierden puestos de trabajo, se cierran empresas, se produce más déficit comercial, más deuda, y más miseria, lo que ocasiona más estallidos sociales, más protestas y más problemas. China maneja la mayor masa monetaria del planeta y juega con ella, a destruir el capitalismo. Al final, todos los países occidentales pierden soberanía, mientras China va teniendo más poder económico, pero también la seguiridad de que mientras Occidente tenga problemas, en China no habrá ningún problema político, que cuestione la cúpula dominante.
Es una acción inteligente de los dirigentes chinos, ellos saben que mientras en Occidente haya problemas, a nadie se le ocurrirá pedir que los derechos humanos se respeten en China. De hecho, lo que está haciendo China es producir un “dumping” mundial (abaratamiento de todos los productos por debajo de su coste real) para hundir todas las economías occidentales. La trampa es el consumo, porque los occidentales estamos condenados a consumirnos consumiendo para que en China, India y otros países puedan comer todos los días. Aflojarán la correa con la que nos tienen atados, para que podamos respirar y no nos asfixiemos, pero no la soltarán. El modo de producción asiático descrito por Marx, sin consumo propio y elevadas producciones, introducido en el capitalismo de la globalización es una auténtica bomba nuclear de relojería. Si consumimos malo porque China nos asfixiará con la deuda, si no consumimos peor, porque China seguirá produciendo hasta bajar los precios del mercado a cifras irrisorias en una economía de escala sin precedentes a nivel global, con lo que todas las empresas occidentales se acabarán hundiendo porque no podrán competir con la oferta china.
Así que a este paso sólo nos queda consumir lo que producimos, en una especie de autarquía patriótica, porque lo peor que nos puede ocurrir es tener por esclavos a nuestros futuros amos, que además son comunistas. Como no nos demos prisa, tendremos que pedirles permiso hasta para ir al retrete.
Enrique Suárez
7 comentarios:
¡THAT IS THE QUESTION!, Enrique. La has dibujado muy bien, pero por aquí, por Occidente, nadie se da por enterado. Debe ser porque a las grandes compañías les interesa penetrar esos mercados gigantescos, produciendo barato y vendiendo mucho más de lo que venden. Y también debe haber silencio, porque los neoliberales son fundamentalistas y creen en San Mercado, aunque en China y muchos países asiáticos no haya tal cosa, sino dictaduras que someten a los trabajadores para abaratar el mercado de trabajo.
Los neoliberales no se quieren enterar, con su fe del carbonero en San Mercado; supongo que los liberales inteligentes lo teneis claro.
Saludos.
Besteiro.
…08-08-11
Arde Londres. (Memento mori).
En las altas esferas todos se quitan el muerto de encima, sea en las cuestiones económicas, sea en las políticas o sea en cualquier otra responsabilidad. Si la iniciativa privada no quiere comprar la deuda de los Estados en quiebra, viene la iniciativa pública, es decir, oficial, a comprar todo lo que haga falta. Lo tienen muy fácil dando al botón de la fábrica de Monedas y Billetes en Euros, de allí brota un papel infinito que sin duda sirve para envolver bagatelas. De forma descaradamente ilegal -¡a estas alturas…!- el jefe del BCE estimula a los subordinados para que adquieran la deuda, es decir, para que faciliten numerario circulante a los países semi-colapsados, lo que significa que todo el mundo tiene escondido el dinero por si acaso, y, al mismo tiempo, que los Estados no tienen ni un Euro. Dentro del espectáculo dantesco que ofrece esta des-comandancia mundial, esta nueva falsedad, chistera de conejo, violación legal, ejercicio de cinismo incontenible y absoluta inutilidad de gesto, viene a confirmar que la pelota de las decisiones unificadas dentro de las élites, sigue rodando de mano en mano como una patata caliente. Cosa bastante lógica, pues si cada uno va a su bola, como va, y si en su seno “con-mueren” intereses irreconciliables, jamás de los jamases lograrán ponerse de acuerdo. Según los saldos, es decir, sin fundamento material alguno -nuevo numerito de magia pura- , unos grupos de malandrines son deudores de otro u otros grupos de sus colegas. La decisión que beneficie a unos perjudica a otros y se establece la inevitable lucha que se presencia. Ese es el fondo de la realidad, todo lo demás está superpuesto a modo de envoltorio o es un excipiente edulcorado y colorido que sirve de hilarante entretenimiento y de conocimiento público expréss.
(El periódico pide comprensión a los lectores ante el crudo realismo de las crónicas)
…
.(…)Además de peleados entre si como vulgares verduleras, y aterrados como conejos en manos de las fieras, la casta política mundial recula como los cangrejos por todas partes, de cualquier forma y cada vez más rápido. Mírese el mapamundi político y compruébese una y otra vez la presencia de un ambiente universal cuya irresistible energía señala fogosamente contra los responsables de esta trepidante hecatombe social universal, cuales son los inservibles e insignificantes mandoncillos oficiales que van desapareciendo como por ensalmo del primer plano de las cosas públicas.
Trátese de Londres “en llamas”, Telaviv de paseo, EE.UU. de auténtica República Popular, España Campeona del Mundo o la Revolución Mundial progresando positivamente en Africa, el perdedor desahuciado por la historia humana pretende todavía ganar más tiempo, aunque al revés que al principio: antes lo necesitaba para soñar vencer y ahora lo implora para huir como liebre que lleva el viento. .
Eran vanas e inútiles sus ilusiones desde el principio y ya han sido canjeadas en la taquilla social por unas cuantas horas para desaparecer definitivamente de la faz terráquea.
En ello andan de la mano en la actualidad la humanidad y su historia.
(…)Crónica de Guerra X. Corresponsal. 5/Agosto/2011
¡Pero que injustos somos! Cientos de años lleva el “primer mundo” estafando al “tercer mundo”, y creciendo, viviendo y sofisticando hasta la respiración, a costa de millones de vidas y de otros millones de penurias infrahumanas de gentes que tienen los recursos a su alcance y ni los ven ni saben que existen, y ahora, cuando la globalización les ha abierto los ojos, pretendemos que ellos no especulen. Y más aún, cuando ha sido ese cáncer de la humanidad que supone EEUU y sus maravillosas “multinacionales” lo que les han llevado a su casa el concepto puro de especulación, con el traslado de la producción para abaratar costes a su costa. Pero eso sí, cuando toca globalizar los problemas, entonces no, que se los coman ellos solos. ¡Acojonante, oiga! Cuando en este país se instalaban las multinacionales porque la mano de obra era regalada, no había problema, no hablábamos de dumping. Ahora que se van a otros lares, ¡hay que boicotearlos! No es muy coherente que digamos.
Multinacionales y grandes empresas, que por otra parte, según un informe reciente de los técnicos del Ministerio de Hacienda, defraudan más de 42.700 millones de euros al año, el triple que las PYMES y los autónomos. Claro, pobrecillos, es que tienen que competir con los chinos. Qué pena dan, deberíamos hacer una colecta para ayudarlas. Continúa…
Además, tal vez nos viniera bien entender de una vez por todas que el consumo no entiende de política. Y si no que se lo pregunten a los “ilustres” representantes del comunismo y el socialismo en España, como puedan ser Javier Bardem, Víctor Manuel, Ana Belén, o a todos los políticos que representan a esa “izquierda” irreal, que son los adalides de la sofisticación de lo estúpido y lo superfluo a grados que rayan en lo ridículo si no fuera por la grave ofensa al sentido común que suponen sus vidas, identificadas plenamente con las de los componentes de esa “derechona cavernaria” que tanto les ofende y a la que tanto imitan.
Otro gallo nos cantara si supiéramos hacer una estimación de dónde está el límite del nivel de vida tal que los recursos del planeta fueran sostenibles si toda la población mundial lo tuviera. Creo que la mayoría del “primer mundo” se llevaría una gran sorpresa. Muchos incluso se avergonzarían.
¡Coño, que este sistema expiró hace décadas, a ver si nos queremos enterar!
A lo mejor se solucionaba la crisis de deuda (gigantesca) simplemente devaluando el Dólar, el Euro y la Libra Esterlina. Se iban a quedar los acreedores Chinos con tres palmos de narices.No sé cómo no se les ha ocurrido antes la treta. Seguro que se acaban poniendo de acuerdo los politicastros de las distintas castas y lo hacen.
Yo no sé si está en China o en EEUU el origen de la crisis, así que para entender algo más me han recomendado un libro que se llama UN CUENTO DE ECONOMIA: EMPRESA, BANCA Y POLÍTICA. Es de un tal Mario Fenollar y se puede comprar por 18 €. ¿Alguien puede indicarme dónde se puede descargar gratis?.
Muchas gracias.
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