desde 2.006 en Internet

miércoles, 30 de marzo de 2011

De las creencias políticas a la credibilidad por los hechos


Asistimos a la apoteosis final de un democráta acaudillado, quizas de un partido político que ha pasado de los cien años de honradez a por todo malogrado, y tal vez, de un régimen político, asentado en el bipartidismo imperfecto y fundamentado en la propaganda contumaz y la prosodia del talante. El legado de este periodo legislativo está ahí, no admite parangón con otras épocas: un paro de un 20 %, un déficit de un 10 % y una deuda galopante del Estado e incalculable del pueblo, con una actividad económica en decadencia por la desconfianza que provoca el Gobierno. Habrá que hacer balance, pero en frío, cuando se callen los que tratan de embadurnar los hechos con falacias y maquillajes.

Los problemas políticos y económicos que tenemos en España no provienen exclusivamente de la casta política que nos mal representa, sino de la ausencia de formación política del pueblo español, que posiblemente sea de las más bajas de la Unión Europea. Este pueblo nuestro sigue entonando el “viva las caenas” del recibimiento en Madrid al felón Fernando VII, pero en nuestro tiempo ha cambiado por el “viva las caenas de televisión”, que no osan morder la mano del amo que ha concedido los canales de la TDT.

El pueblo español siempre ha mirado a la política con desdén, como antiguamente miraban los siervos a la nobleza, sabiendo que eran sus súbditos. A estos hechos han contribuido fundamentalmente la inducción al apoliticismo de la época de la dictadura de Franco y el escaso interés de la partitocracia vigente por educar al pueblo en sus libertades y derechos, prueba de ello es el desconocimiento profundo de los españoles en cuestiones relacionadas con la democracia, reducida exclusivamente al hecho activo y periódico del voto, que sirve para legitimar lo existente cada cuatro años y para exonerar a los responsables de cualquier responsabilidad política en sus actos; pero también se puede constatar en la escasa organización de la sociedad civil en España, limitada habitualmente a la subsidiariedad política o determinades actividades extrapolíticas.

Sin embargo, la llegada de internet, con el estallido comunicacional directo entre los ciudadanos de todo el planeta está cambiando las cosas, fundamentalmente porque permite la comunicación entre personas en tiempo real a un coste muy bajo, aunque todavía queda la organización civilizada de la información, que actualmente recuerda a un periodo selvático. Internet ha hecho más por la formación política de los españoles que 40 años de dictadura y 35 de democracia, este cultivo intensivo y extensivo dará sus frutos dentro de unos años.

Hasta ahora los partidos políticos fundamentaban en la propaganda su éxito, que consiste en varias actividades concatenadas: ensalzar lo propio; hacer promesas sin soporte real, es decir mentir descaradamente; ocultar los hechos al pueblo, o la ausencia de los mismos; denostar a los rivales; ofrecer esperanzas y seguridad. Hay algunas otras cuestiones relacionadas con el mercantilismo electoral, pero estas son las más destacadas. De forma resumida se construye un mensaje, habitualmente falso, sobre las virtudes de lo propio y los pecados de lo ajeno, posteriormente se expande por los medios de comunicación que deben su supervivencia actual más a la política que a sus audiencias y el efecto se consigue en las urnas cuando corresponda. Este paradigma fundamentado en las creencias se puede denominar mitocracia.

Por el contrario, cada día más ciudadanos de este páis votan siguiendo los criterios de la razón, el empirismo que se fundamenta en los hechos. Es difícil confiar en un partido que ofreció pleno empleo para alcanzar la victoria electoral y ha conseguido cinco millones de parados, los hechos incontrovertibles no necesitan explicaciones. Pero también el mayor conocimiento de los ciudadanos sobrea las cosas de la política les ha llevado a acceder a información que hace tan solo unos años estaba vedada a su conocimiento, como los datos estadísticos o los hechos de la corrupción. Hoy los ciudadanos españoles hacen seguimiento de los desmadres de la política con parsimonia. El modelo fundamentado en el conocimiento de los hechos y su correlato con la razón o el sentido común, podría denominarse logocracia, pero posiblemente tenga mejores alternativas de denominanción.

Se puede establecer de esta forma un criterio racional para votar por un partido político considerando la credibilidad como método de evaluación política. La credibilidad sería una función de los hechos favorables realizados de los que habría que descontar la propaganda (promesas de lo que se hará, ocultación de lo que no se ha hecho y se ha prometido previamente).

Credibilidad = Hechos – Propaganda, la cuestión sería establecer unos indicadores que estimaran los hechos y la propaganda. Sobre los hechos se pueden elegir tres alternativas: lo prometido y realizado, lo hecho en comparación con otras épocas, y también en comparación con otros países. Sobre la propaganda, se podría estimar sobre las promesas incumplidas del pasado o cada vez que un partido habla de los errores de los demás, sin dar cuenta de los errores propios. En cuanto a la oposición, siguiendo patrones similares, se podría valorar su eficiencia en las propuestas presentadas, en las actividades realizadas o en el descubrimiento de lo no hecho o mal hecho por el gobierno y su exposición a los ciudadanos.

Desde cualquier punto de vista que se analice, los últimos siete años de Gobierno y oposición son sin duda el periodo más oscuro de la democracia española, con niveles de corrupción insoportables (actualmente estamos en Transparency Internacional por debajo de 2004), con atentados al Estado de Derecho, con ausencia de democracia real, con deterioro constatado del bienestar de los ciudadanos y con la mayor sarta de mentiras urdidas por un Gobierno y calladas por una Oposición en los últimos 30 años de democracia.

Una auténtica kakistocracia es lo que hemos vivido, los peores gobiernos con las peores políticas urdidas por el peor presidente, a lo que se añade la peor oposición política de nuestra historia. El único consuelo que nos queda a los españoles, es que si nos quitamos de encima este yugo nuestras vidas están obligadas a mejorar en cualquier circunstancia. Desde lo peor siempre se mejora. Hay que ser optimistas, por tanto, porque solo podemos mejorar una vez que ayudemos a que se vayan los que la han cagado, luego tardaremos una década en retirar los destrozos, y que no se nos olvide jamás quienes fueron los autores.

Biante de Priena

lunes, 28 de marzo de 2011

Manifiesto contra la tiranía política realmente existente en España

Monumento a Torrijos y sus compañeros. Plaza de la Merced. Málaga (Detalle)

Como se tratará de mostrar a continuación, actualmente vivimos en España en una tiranía política encubierta, que explica mejor que todas las demás causas el origen de nuestro malestar, la erradicación paulatina de nuestro bienestar y la asfixia de nuestra libertad. Para combatir una realidad infame, primero hay que conocerla, saber su origen, desarrollo y qué puede hacerse para eliminarla de nuestras vidas para siempre. Estas son algunas de las razones por las que en España estamos tan mal, mientras no seamos capaces de corregirlas, seguiremos estando cada vez peor.

El fenómeno más importante de la política española en estos tiempos es la paulatina evolución de los partidos hacia diversas formas de tiranía, en una deriva personalista incuestionable, tanto en su organización interna como en sus propuestas públicas, coincidiendo todos los conocidos en la usurpación de la democracia, el abuso de poder y la organización de un centro de decisión fundamentado alrededor de un liderazgo. “Tirannya”, significa “alguien que gobierna solo”, bien en autocracia, u oligocracia, en compañía de sus leales prosélitos y edecanes.

Resulta extraño que los medios de comunicación no hayan ocupado del análisis de esta cuestión en profundidad. Quizá porque sufren el mismo problema que los partidos políticos en su organización jerárquica o porque se han convertido en un inmenso pesebre al servicio del poder.

Las enseñanzas y características políticas de las tiranías modernas recuerdan a las clásicas, pero tras un velo de confusión y enmascaramiento, para que no se distingan de las democracias (remedándolas exclusivamente de manera formal en su usurpación).

Ustedes podrán juzgar por si mismos, que partido político español no cumple el test de la tiranía (10 criterios de sí o no), que se presenta a continuación y les aconsejo reflexionar sobre la calidad democrática de la oferta que les anunciarán en las próximas semanas cuando comience la próxima campaña electoral:

Características de la Tiranía Política Actual

1) Desprecio por la justicia:

Aristóteles decía que el peor de los gobiernos era la tiranía, fundamentalmente por ser el más alejado de la Constitución. Usurpación de los órganos legislativos por la política, eliminando la separación de poderes, para reunificar todos los poderes exclusivamente en uno, el que beneficia al tirano correspondiente y a los sátrapas emuladores de los demás partidos políticos, Comunidades Autónomas, o Municipios. Montesquieu y su Espíritu de las Leyes ha pasado a mejor vida, como anunció Alfonso Guerra. Las leyes terminan siendo exclusivamente para los otros, porque la detentación del poder, en su abuso, inmuniza de la justicia humana y también de la divina, para dar paso al más desaforado despotismo.

2) Anulación de la libertad

La deriva hacia la opresión y el sectarismo es evidente. Los poderes de las sectas políticas se organizan para aplastar la libertad de los ciudadanos. Surge la opresión, que se siente cada vez que alguien independiente se aproxima al poder y ve como es rechazado por la secta si no le entrega su alma. La pluralidad de criterios ha desaparecido hace tiempo en España, sólo hay dos opciones válidas: los que están a favor de la política existente y los que estamos en su contra. Evidentemente, ellos no defienden la libertad para todos, nosotros sí. La política española requiere que se recobre el civismo, la civilidad, la “areté”, la honestidad.

Al mismo tiempo se produce la asfixia de la libertad individual en detrimento de una entelequia social como son “las libertades colectivas”, trampa saducea que sustituye “derecho a la libertad” por la propia libertad. El pueblo queda atrapado en el engaño. La libertad se convierte en una condición cuantitativa, no cualitativa, lo mayoritario suplanta a lo esencial, si dos sujetos viven en libertad y uno está siendo oprimido, se acepta entonces que existe libertad y nada se dice de la opresión y el cautiverio del que lo padece. Se invisibiliza desde las instituciones y los medios de comunicación la situación, como ocurre en las comunidades secesionistas con el idioma, o en el territorio nacional con el catecismo del feminismo o las elucubraciones sostenibles.

3) Usurpación de la democracia y transformación en demagogia

Democracia significa gobierno del pueblo, no de sus representantes acantonados en la defensa de los intereses de los partidos políticos que les han designado y sus privilegios. El pueblo, los ciudadanos, solo pueden ratificar lo que se les ofrece para consumo electoral, no elegir. Hay un conflicto entre los intereses de los ciudadanos y los intereses de los políticos, porque los políticos instrumentalizan la democracia en su exclusivo beneficio y en perjuicio de todos los demás. Son fieles seguidores de los postulados defendidos por Lenin desde el poder, que se preguntaba: Democracia, ¿para qué?. La democracia se ha convertido en instrumental al propósito de conceder el abuso de poder a los gobernantes

4) Liderazgo mesianista

Se observa con claridad el fenómeno en el PSOE como en el PP, en todos los partidos políticos. Un poder absoluto depositado en el líder –tirano-, fundamentado en la demagogia y el populismo, acompañado de la eliminación de cualquier voz discrepante o crítica dentro de su formación. Ni siquiera se observan matices en el discurso, un extraordinario halo de silencio de los propios –la secta- se ciñe como fortaleza transida de las palabras del líder. Todo es líder, y sus seguidores tratan de convertirse en clones, a imagen y semejanza de su guía espiritual.

La lealtad al líder destaca sobre cualquier otra característica de los seguidores, porque esta es la única condición que deben cumplir los que aspiran a la designación como representantes públicos, produciéndose un divorcio con la responsabilidad ante sus electores, que solo son necesarios cada años para conferirles ratificación y legitimación en las urnas, así como exención de sus responsabilidades si no resultan elegidos. ¿Quién es responsable en este sistema si se perjudica al pueblo?: nadie.

5) Dogmatismo ideológico

Las ideas –o su ausencia- se han convertido en fortalezas, se ha eliminado la pluralidad, la discrepancia y la crítica. Lo que dice el PSOE es exactamente lo contrario de lo que dice el PP y viceversa. Se ha eliminado el consenso del centrismo y la convergencia en intereses generales comunes. Los discursos de todos los líderes políticos españoles tienen la misma consideración: son planos, inanes, alejados de la realidad social, y más que fundamentados en la política, son ofertas sin sentido, gratas a la ilusión de los ciudadanos, de todo lo que se pasa por la cabeza al líder convertido en tirano, para lograr la continuidad de su permanencia y la de los suyos en el poder. El único objetivo de sus discursos es embaucar al pueblo para mantenerse aferrados al poder, lo único que les importa es su perpetuación en el pesebre público.


6) Relativismo doctrinario

Todas las tiranías son doctrinarias, y fundamentándose en la posesión de la verdad, consideran que cualquier otra razón que no sea la suya está equivocada. Sin embargo, para evitar que sus planteamientos sean desbaratados con argumentos, secuestran la razón propia en un relativismo que les permite adaptar el discurso a cualquier coyuntura y contexto. De esta forma, convierten sus principios en algo que no se puede rebatir ni es susceptible de falsación, así se configuran los nuevos dogmas, que en realidad son falacias argumentales que desplazan a los principios, valores y criterios existentes en el imaginario colectivo, para eliminar toda oposición a su hegemonía. La realidad se sustituye exclusivamente por la coyuntura. Los individuos desaparecen en sus circunstancias. El pueblo es una entelequia.

7) Totalitarismo discreto

Tras la segunda guerra mundial, esta palabra servía para definir tanto el fascismo, como el comunismo. Hanna Arendt se dedicó a su estudio en profundidad, para denunciar el cáncer político que se expandía como el aceite derramado por todas las estructuras e instituciones de la sociedad, hasta sus mismos confines. El totalitarismo se corresponde con la idea de conseguir un ser humano nuevo en una sociedad perfecta, lo que comparte objetivos con una religión civil. El Profesor Mark Lilla lo define así: “mientras más nos sensibilizamos ante los horrores de las tiranías totalitarias, menos sensibles somos con respecto a la tiranía en sus formas más moderadas que se produce en nuestro ámbito vital”.

El totalitarismo se puede constatar en todas las ramificaciones del poder, administraciones y servicios públicos de nuestro país, en connivencia con el partido o los partidos políticos que gobiernan en el Estado, los Ayuntamientos y las Autonomías correspondientes. También en los medios de comunicación que repiten el mismo discurso de forma permanente como si fuera los altavoces sociales de la novela 1984 de Orwell, quien tan bien definió en su relato “Rebelión en la granja” lo que está ocurriendo en España.

En sus aspectos negativos y dinámicos, se produce la persecución de los oponentes y críticos, acusándolos de los pecados más siniestros: fascistas, aprovechados, ventajistas, capitalistas, españoles, luego prosigue con la persecución de los que tienen criterio propio, para continuar con todos los que discrepan en lo más mínimo. Hay que acabar con toda discrepancia, porque lo que existe, nos dicen, no es sólo lo único posible, sino lo mejor.

8) Integración de la corrupción, el nepotismo, y el patronazgo en la cultura como un hecho normal.

Ejemplo palmario en nuestro país es la SGAE, pero también asuntos como Gürtel, Filesa, o la historia de Roldán, hay otros casos evidentes, como las organizaciones sindicales.

Se favorece a los propios para establecer una guardia pretoriana privilegiada entre la clase política y el pueblo, en mutua simbiosis, para financiarse y apoyarse recíprocamente, también se hace con todos los cargos de designación política que en este país son varios cientos de miles, que ocupan su puesto exclusivamente por pertenecer a un partido político y no por sus propios méritos.

Una auténtica timocracia, que es el gobierno de los privilegiados, de sus más bajas pasiones, entre las que se encuentran la ambición y la codicia, la soberbia y la envidia y por supuesto la avaricia y el desprecio de los ciudadanos.

Una de las características de la tiranía es despojar de sus bienes a los demás para dárselos a sus partidarios. Los recursos se reparten conduciendo a los partidarios a la riqueza, a los demás a la miseria. La propaganda sirve al propósito de ofrecer las mejores intenciones, ocultando los hechos más deleznables.

9) Desprecio por el ser humano, los ciudadanos y la sociedad

Los ciudadanos se convierten en la tiranía en una función del poder, porque sólo este importa al tirano. Los derechos se disuelven, la libertad se obvia y la democracia se somete a intereses personales del líder. El ser humano, sujeto de derechos, es relegado a su disolución en una entidad colectiva inmensurable, perdiendo su soberanía e identidad –la supuesta nación en los nacionalistas, el bienestar común en los socialistas, los valores tradicionales en los conservadores-; la sociedad se contrapone al Estado, y se somete a sus designios. La Constitución y el Estado de Derecho se convierten en papel mojado, prevaleciendo como criterio de valoración del poder las expectativas inalcanzables, y no la realidad insoslayable. Hasta Marx dijo en su día que era la sociedad la que debía controlar y educar al Estado, pero en la realidad actual el Estado domina a la sociedad por completo.

10) Apropiación de la cultura

Uno de los deseos más venerados por cualquier tiranía, es confundirse con la cultura vigente en su ámbito de gobierno, sustituirla con nuevos “valores, principios, y criterios”. El feminismo radical, el talante “conciliador”, la alianza de las civilizaciones, el “buenismo”, el pacifismo, el ecologismo, el anticlericalismo, el antipatriotismo, la memoria histórica, el androginismo, el desprecio por la vida, junto a la condena pública al ostracismo de los que no veneran sus intenciones, son características que distinguen al actual Gobierno del Estado de todos los anteriores. Y por supuesto, a todos los demás partidos políticos en sus pretensiones de ocupar el poder, para implantar sus catecismos, como ocurre esencialmente con los partidos nacionalistas, que niegan la nación de todos para imponer la suya particular, a la medida de sus pretensiones de perpetuarse en el poder haciendo conversión de los diferentes.

La Educación para la Ciudadanía y la legión del “cejismo”, la inmersión lingüística y cultural contra las que nada se hace, son medios para conseguirlo, junto con la promoción en todos los medios de comunicación de sus peroratas, para lograr el adoctrinamiento de la población, comenzando desde la más tierna infancia el lavado de cerebro constante y permanente. ¿Qué hace la oposición ante la opresión del Gobierno?: callarse, consentir, esperar a que destroce el país para heredar las ruinas y seguir haciendo lo mismo que ha hecho el Gobierno, cuando le corresponda, pero en sentido contrario. No hay oportunidad para un buen gobierno, si los que gobiernan y hacen oposición son igualmente nefastos.

¿Cómo se implanta una tiranía?

Llega un día en que un demagogo se proclama protector del pueblo y de la democracia amenazada, por una amenaza real o fingida, como en nuestro país fue el atentado del 11-M. He aquí al tirano. Primero la emprende contra los privilegiados (a los que envidia y convierte en chivos expiatorios de todos los males acontecidos), después contra todo hombre de bien, para eliminar críticas, y no tener jueces ni rivales.

El tirano, perdido todo rubor y alcanzada toda desvergüenza, henchido de soberbia, enajena la sociedad de lo que realmente es para aproximarla sus deseos, en la búsqueda de reconocimiento y prestigio en su infinita vanidad y soberbia. Intemperante, contumaz y díscolo, acude al fraude, al engaño y a la opresión para conseguir sus propósitos. Sin amistad, sin fe, sin tranquilidad, es el perfecto malvado.

Se produce una desorganización progresiva de la estructura social, el descrédito de los más dignos y el crédito absoluto a los privilegiados por su poder, habitualmente los más vanos y mezquinos, se desprecia al ser humano y se promueve la desigualdad, persecución de la libertad en todos los frentes, por medio de intoxicaciones y propaganda.

En términos similares, adaptados a nuestro tiempo, exponía Platón el Gobierno que deriva en Timocracia –el gobierno de los que persiguen la gloria ante los demás- antes que cualquier forma de bienestar colectivo. El paso inicial para alcanzar la tiranía es la abolición de la democracia, cuando una infinidad de desposeídos, confían en que el tirano “les devolverá”, lo que “les ha arrebatado” una minoría de privilegiados, la historia, o la naturaleza. El tirano, lo único que hace es cambiar unos privilegiados por otros, manteniéndose las mismas condiciones en los desposeídos, que entonces permanecen cautivos y obligados por su compromiso previo con el tirano.

Sócrates, fue el primero en estudiar la tiranía política, a la que consideraba un trastorno espiritual en el que la jerarquía natural del alma y la política están igualmente desquiciadas. La tiranía, a su juicio, es la forma más corrupta de gobierno, porque está exclusivamente al servicio de los deseos básicos del gobernante y no toma en cuenta el consejo de los demás.

Aristóteles ofreció una importante versión, más refinada, de este análisis, al señalar que un estilo tiránico de gobierno no se limita a reyes y príncipes malos, sino que las formas extremas de oligarquía y aun la democracia pueden considerarse tiránicas si no acatan la ley, si son arbitrarias y si se oponen al interés público. La tiranía así entendida constituye una clase general de regímenes en extremo perjudiciales, que niegan los bienes esenciales que puede brindar la vida política.

El cristianismo implantó en la sociedad el respeto por la jerarquía teocrática, la verticalidad del poder, la Teoría de las dos Espadas de Gelasio, y contrapuso por medio de Guillermo de Ockham el poder divino al poder terreno de los reyes, el poder humano: República de Dios, Gobierno de Cristo, usurpando a los seres humanos individuales la posibilidad de concederse un gobierno democrático, en libertad.

La Ilustración y la Revolución francesa fueron un momento histórico en el logro de libertades y derechos colectivos, no así individuales. Los periodos revolucionarios implantaron regímenes de terror como el de Robespierre, en un exceso sin precedentes en la historia de la razón. El despotismo ilustrado sustituyó a otros despotismos, pero no se consolidó en una auténtica democracia de seres libres.

Tocqueville acertó en su definición de un "despotismo suave" que convertía a la opinión pública en el nuevo tirano, que permiten las formas modernas de la democracia de masas, conducidos por sus representantes públicos, los políticos. Para John Stuart Mill, el verdadero reto para la libertad humana ya no venía de los malvados reyes ni de las instituciones corruptas, sino de "la tiranía de la opinión y el sentir predominantes", mientras que para Marx el capitalismo industrial mantenía su tiranía sobre la clase obrera a través del sutil mecanismo de la ideología burguesa, más eficaz que la fuerza política para sostener el moderno sistema de producción.

Freud y Max Weber fueron los últimos representantes de la tradición racional de liberación de los seres humanos, y no sólo de sus condiciones, como hizo Marx con su interpretación sectaria del problema a “cosificando” al ser humano y convirtiéndolo en parte de un juego perverso, del que sólo podía liberarse colectivamente. Reduciendo la complejidad del ser humano exclusivamente a su capacidad productiva y reproductiva.

Freud quería ayudar al individuo moderno a deshacerse de la tiranía de un pasado que lo esclavizaba inconscientemente. Weber, quería reconciliarlo con la vida en la "jaula de acero" de un mundo racionalizado y burocrático profundamente "desencantado".

La plenitud de la democracia llegó asociada al incremento de la riqueza en los países occidentales, primero de una forma selectiva a las clases privilegiadas, y tras la Segunda Guerra Mundial paulatinamente a todos los ciudadanos. El Estado de Bienestar Keynesiano vino asociado a la redistribución de la riqueza y de la cultura de forma más equitativa entre los ciudadanos. La democracia llegó a nuestro país más tarde, en el año 1978 con la aprobación de la Constitución vigente por el pueblo español, a partir de entonces la partitocracia imperante ha ido erosionando progresivamente la soberanía de los ciudadanos. Esta erosión democrática coincide en estos momentos con la crisis económica más importante de la historia moderna, con un ámbito global y una duración inestimable.

Es necesario recuperar la democracia para salir de la crisis económica y para lograr este objetivo fundamental, lo primero que debemos hacer los ciudadanos es erradicar la tiranía encubierta en la que vivimos, gracias a los partidos políticos. Lo segundo es devolverle al ser humano su lugar protagonista en la historia, como causa y consecuencia de la vida y la libertad. Por último, hay que aborrecer y acabar con todas las representaciones políticas falsas, que diciendo defender los derechos de los ciudadanos, lo único que hacen es incrementar los privilegios de los partidarios.

Como Leo Strauss nos recuerda en su obra: “Sobre la tiranía”:

“Nos vemos ahora confrontados con una tiranía que amenaza con convertirse, gracias a -la conquista de la naturaleza- y en particular de la naturaleza humana, en lo que ninguna tiranía anterior llegó a ser: perpetua y universal. Puestos ante la espantosa alternativa de que el hombre, o el pensamiento humano, haya de ser colectivizado sea de un plumazo y sin piedad, sea mediante procesos lentos y suaves, nos vemos forzados a preguntarnos cómo podríamos escapar de este dilema. Reconsideremos, por tanto, las condiciones elementales de la libertad humana”.

Para decidir con criterio hay que conocer de antemano la realidad, no se puede elegir en libertad si la información que nos proporcionan proviene de la demagogia y la propaganda. Sólo hay una forma de acabar con la tiranía política que nos mantiene en cautiverio en España: no creyendo jamás a los políticos que nos han defraudado. Los políticos no son nuestros nuevos amos, sino servidores públicos que deben rendir cuentas al pueblo de sus errores.

Biante de Priena

domingo, 27 de marzo de 2011

Derribemos el muro del socialismo que nos separa de la libertad y el progreso


No son pocos los que han acusado al Presidente de este país de ser un “adanista”, en alguna ocasión también lo he hecho posiblemente, pero si definiéramos exclusivamente como adanista a José Luis Rodríguez Zapatero, perderíamos algunas de sus características peculiares. Adán, por ejemplo, nunca jugó a ser Dios, más bien fue receptor de su bondad y su ira, como los españoles hemos sido el cuerpo sacrificial del personaje político que ha logrado que hayamos perdido veinte años de nuestras vidas en un viaje a ninguna parte, gracias a su empeño en convertirse en el Ícaro de nuestro tiempo.

No es baladí la cuestión, porque se tardarán al menos dos décadas para que los españoles logremos recobrar el grado de bienestar económico y político que teníamos en 2004, medido en cifras de paro, no será antes del 2024, gracias al “progresismo abélico”, la derivación del socialismo que ha guiado la política en nuestro país, desde hace 7 años . Cierto es que sin la colaboración del PP con su tancredismo y anuencia en la oposición, jamás hubiera acontecido semejante perjuicio, pero la fatalidad nos ha ofrecido a los españoles, por nuestra credulidad democrática, una singular conjunción política denominada kakistocracia, que es, de forma resumida, el peor gobierno con las peores políticas, en este caso acompañado de la peor oposición, lo que incrementa el perjuicio.

Los personajes políticos son los actores de la tragicomedia de nuestro tiempo, su representación teatral nos muestra su máscara (“hypócritas”), mientras representan el guión de la obra que escriben con nuestras vidas. En los medios de comunicación, se nos muestran alzados sobre coturnos y nos imprecan con soflamas intrascendentes. La sociedad de masas permanece atrapada en la hipnosis a que es sometida por el elenco de privilegiados que viven a nuestra costa, ofreciéndonos el cielo desde su propaganda para llevarnos directamente al infierno de la realidad, para amargarnos la vida, supuestamente por el bien de una entelequia denominada sociedad, que al final soporta un reparto injusto de privilegios entre aquellos que han reunido menos méritos para representarnos, pero sí más apoyos entre los que les designan para hacerlo.

Nosotros, los ciudadanos, acudimos como borregos a las urnas cuando nos convocan para sancionar con nuestros votos su legitimación y eximirlos de responsabilidad por sus numerosos errores al mismo tiempo. Esta radiografía sencilla de la demagogia (promesas incumplidas, hechos injustificados) que nos ofrecen los representantes políticos, cada día es comprendida por más ciudadanos, lo que por una simple ley de acumulación de voluntades, algún día nos terminará ofreciendo una solución a los problemas que tenemos. No se puede permitir que en una sociedad avanzada, ciudadanos y políticos sigamos viviendo con códigos diferentes. Siempre debemos recordar que los políticos son políticos gracias a nuestros votos y nuestros votos son una consecuencia de nuestra creencia en su propaganda de promesas incumplidas (y no en sus hechos realizados) que nos ofrecen en su espectáculo bochornoso.

¿Es José Luis Rodríguez Zapatero un adanista?

Pero no nos apartemos del tema, la cuestión es descubrir si José Luis es un adanista o mejor dicho, si es exclusivamente un adanista. En un análisis inferencial más profundo, descubriremos que José Luis Rodríguez Zapatero no es solamente un adanista, aunque tiene características adanistas, pero también las tiene abelitas (muy propias de nuestro tiempo) o erostráticas (propias de su narcisismo, inmadurez y donosura particular). Hagamos la disección de la personalidad de este sujeto del que vamos a tardar años en olvidarnos.

Hace un año, a propósito de recordar la obra de Gustavo Bueno: “Zapatero y el pensamiento Alicia”, publicada por Temas de Hoy en el año 2006, se hacía referencia en un artículo a la gran novedad cultural que nos presentaba el ínclito personaje, algo que se denominó por entonces “el zisma de ozidente”, que era la representación literaria de su obra inolvidable

“El zisma de Ozidente, es la simpática forma de definir lo que está haciendo el inefable cejado al convertir sus delirios pueriles en una nueva realidad –porque está seguro que la realidad auténtica se equivoca-, lo hace cerrando los ojos fuertemente, tratando de convencer a la humanidad de que lo que él piensa es la única forma de entender lo que ocurre; con él, la democracia española ha dejado de ser episódica, plural y alternante, para regresar a sus ancestrales raíces franquistas. Tanto se ha empeñado en erradicar el franquismo este inepto, que ha acabado resucitando lo peor del régimen de “la oprobiosa”, para decirnos exactamente lo contrario: que Franco estaba equivocado, porque el único que puede tener razón es él –lo dejo en minúsculas, por ahora-; la verdad revelada por su abuelo, es la única verdad que podemos creer, porque él tiene “la certeza”, al igual que Mahoma con Alá o Moisés con Yavhe, de que la verdad que le reveló su abuelo es la más verdadera, la única posible, así, convertido en el San Agustín del socialismo español, se ha propuesto traernos la buena nueva de un mundo mejor, aunque destroce todo lo existente desde su detentación del poder, para mutar la sociedad real por una sociedad imaginada en su videojuego presidencial”
Ahorcada por la fuerza de los tiempos, la RAE ha acabado aceptando el término adanismo que define de la siguiente forma: “hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente”. Realmente, el ínclito personaje cumple criterios suficientes para ser denominado adanista, que además de la etimología correspondiente, también se define por la ceguera a otra realidad que la percibida por el sujeto, porque la mejor forma de tener razón es desconsiderar todo aquello que la cuestiona.

Una de las características más notorias de los adanistas es que jamás pueden equivocarse, porque si la realidad, la razón o el sentido común no les apláude, es una prueba de que realidad, razón y sentido común se equivocan, desde esta perspectiva, todos los adanistas son infalibles. Por eso antes de reconocer sus errores, prefieren hablar del tiempo, mirar a otro lado o rellenar con falacias sus fiascos. El adanista prototípico es creador de una nueva realidad, en la que si le parece bien, por inspiración mesiánica, decir que 2+2 suman 5, aunque no sea capaz de demostrarlo, deben obligatoriamente cambiarse todas las reglas aritméticas para incorporar el hecho incuestionable. Es inútil debatir con los adanistas, porque cuando la realidad demuestra que se han equivocado, son capaces de cambiar hasta el significado del lenguaje con tal de no reconocerlo, siempre dispuestos a rellenar con falacias sus imposturas.

Pero si bien el adanismo nos ofrece una simplificación semántica sobre el proceder de José Luis Rodríguez Zapatero y sus seguidores, no nos explica suficientemente la motivación argumental sobre la que construyen su inefable propaganda y la seducción de las masas a que nos tienen acostumbrados. En primer lugar, hay que recordar que el PSOE nunca ha respetado la democracia, porque si fuera así, no podría haber actuado con inusitada demagogia, sin considerarse responsable de haber embaucado a sus electores y a los ciudadanos en general. El procedimiento colectivo es interesante al caso, el PSOE reúne entre sus seguidores aquellos, que bien por depender del pesebre o por defender los privilegios obtenidos, están dispuestos a echarse a la calle para decir “No a la Guerra de Irak, pero Sí a la de Libia o Afganistán”, sin considerar que esa conducta es una incoherencia y una incongruencia. Evidentemente, para el PSOE la democracia no existe, porque viven en su degeneración: la oclocracia, que es la tiranía o el abuso de poder que se establece de forma violenta apoyándose en las muchedumbres que les apoyan, formadas por la cofradía de su partido, las izquierdas, los colectivos y los sindicatos. Toman las calles en cada ocasión que bien les parece, para imponer su voluntad en las urnas y en los medios de comunicación, amenazando a los ciudadanos con males mayores si no acaba dándoseles la razón y el poder, henchidos de razones que no pueden justificar más que en los privilegios que detentan los que organizan el agit-pro correspondiente.

Ciertamente hay algo más, algo que nos explicó José Ortega y Gasset en 1930 cuando se publicó su magnífica obra “La rebelión de las masas”, lo que nos condujo en nuestro país a la Guerra Civil en 1936, pero también a la situación actual, como se describió en: “La muerte de la democracia en las garras del socialismo”, que se puede resumir en esta frase: “el PSOE nunca ha entendido que la democracia no se fundamenta exclusivamente en el acceso al poder a través de las urnas, sino en el estricto respeto a las reglas de juego compartidas y aprobadas por el pueblo al que gobierna”

Pero aún nos faltaría la motivación para el engaño, evidentemente la crucial es el reparto de privilegios entre aquellos que no reúnen méritos suficientes para representar a los demás, pero gracias a su escalada personal dentro del PSOE, como antaño se hacía en la Iglesia, la Nobleza, o el Ejército, reúnan o no reúnan condiciones para representar a los demás, resultan designados para hacerlo por un aparato de partido que les exigirá siempre lealtad a las siglas, y a la jerarquía de su formación política, antes que a los ciudadanos que les votan. Este procedimiento de selección negativa y ascenso social es compartido por todos los partidos políticos españoles en la actualidad, aunque posiblemente en el PSOE sea el exclusivo.

Los tiempos abélicos

Además hay que tener en cuenta “los tiempos abélicos” que vivimos en esta época, algo que el PSOE ha aprovechado para imponer su voluntad en las urnas con un mensaje de paz y amor. La mutación del pensamiento socialista en progresista, que será el origen de su extinción, proviene al menos de tres raíces: una la caída del muro de Berlín, mostrándonos en su esplendor la decadencia y miseria de los regímenes del socialismo real (como hoy se puede seguir contemplando en Cuba o Corea del Norte); otra la riqueza acumulada por los países occidentales y su redistribución más equitativa, que se ha traducido en un bienestar social que a pesar de llegar a más gente, sigue dejando a una quinta parte de la población española en la pobreza; y por último, las nuevas tecnologías que permiten competir a los ciudadanos con las “verdades oficiales” redistribuidas anteriormente en monopolio por los medios de comunicación y que hoy son criticadas por todo aquel que quiera hacerlo, creándose una “verdad extraoficial” que suele coincidir más con la realidad que la “oficial” porque es directa y no intermediada. La crisis de los medios de comunicación, hoy dependientes del poder más que de sus seguidores, los ha convertido en fuente de intoxicación, correa de transmisión de las “verdades oficiales” que interesan a los que administran el poder, han perdido credibilidad y están condenados al cambio o a la desaparición.

No quiero concluir sin dedicar atención a "los tiempos abélicos” que tanto le gusta representar a la izquierda occidental, cuando su relato histórico se olvida de que las mayores atrocidades que han ocurrido en este mundo han corrido a cargo de la izquierda, tanto del socialismo y del comunismo, enemigos de la libertad, en el pasado, como de los regímenes actuales que todavía mantienen bajo su yugo a miles de millones de personas allí donde establecen su dictadura social, como las tiranías socialistas musulmanas que están cayendo por doquier. Las izquierdas hacen su juego político atribuyendo a todos los demás los males de este mundo, al capitalismo, al liberalismo, a los conservadores, a la religión, al individuo, al egoísmo humano, a la historia, a la cultura, entre otros muchos enemigos que se inventan, para quedarse en el rol social de la bondad, de la paz y el amor, de la solidaridad, de la honestidad, del altruismo.

Todos menos los socialistas son la representación de Caín, mientras que ellos mantienen la exclusividad de la representación de Abel, pobre víctima de la maldad humana, que representan en el individualismo, mientras que la sociedad sería la representación del humanismo bondadoso, que respeta la Tierra desde la ecología y a los demás desde el talante, que buscan la igualdad entre todos los seres humanos y que quieren erradicar los privilegios de este mundo (cuando en realidad les falta tiempo cuando alcanzan el poder para aferrarse a ellos e incrementarlos todo lo que pueden). Para los socialistas lo más importante es no distinguirse, aparentemente, porque su soberbia es insoportable una vez que se han alzado en el poder, así vemos auténticos tarugos dando lecciones a la humanidad desde la más absoluta ignorancia que atesoran, sobre lo que debe y no debe ser este mundo y pobre del que se atreva a llevarles la contraria, porque entonces se transforman en auténticos talibanes y establecen su yihad particular contra el osado.

George Orwell nos ofreció una magnífica alegoría del comportamiento de los socialistas en su obra “Rebelión en la Granja” cuando los cerdos se hicieron con el poder. Los socialistas erradican la libertad de los demás para hacer su propia libertad mayor, y para ello no les importa nada, ni renunciar a la verdad desde el relativismo, ni acabar con aquellos que se opongan a su opulencia o a su mesianismo de la estupidez. Los socialistas transforman a los individuos en entes sociales anómicas y alienadas con el único objetivo de reducir su dignidad para transformarlos en una masa social amorfa abúlica, dócil a su propósito de tener secuestrados a los ciudadanos en su Pandora particular, mientras ellos disfrutan de la vida a su costa, sin otro mérito que haber sido suficientemente listos para colocarse aprovechando la inocencia de la gente.

En un mundo racional y libre, el socialismo no tiene sentido, es un artefacto político que se opone radicalmente al progreso y la evolución de la humanidad. En la mayoría de los países europeos ya ha comenzado su decadencia, pues no gobierna en ninguno de los más importantes, España que siempre llega tarde a todo, en esta ocasión ha tardado un poco más, pero el socialismo no tiene sentido en estos tiempos, aunque se disfrace de Abel y criminalice sin descanso todo lo que no es socialismo. Se acaba también en nuestro país, de ahí la tremenda desesperación que nos brindarán públicamente en los próximos tiempos antes de que concluya su segura desaparición.

No puede haber libertad, ni evolución, en el socialismo, ha llegado la hora de que los españoles derribemos el muro de Berlín (propaganda y ruina) que ha construido el PSOE, para eliminar la libertad de un pueblo soberano. El próximo 22 de mayo que nadie se olvide de lo que nos han hecho, que compare la situación actual con la que viven en otros países o con la de antes de que ellos alcanzaran el poder en España y que no se crean sus mentiras, porque resulta que mientras en otros países, no gobernados por socialistas, hace tiempo que están saliendo de la crisis económica y política, en España todavía no acabamos de tocar fondo y mientras los socialistas sigan en el poder seguiremos decayendo.

La cuestión para que José Luis Rodríguez Zapatero se vaya del Gobierno y el PSOE del poder, que importa a los españoles ya no es ¿por qué?, sino ¿cuándo?

Biante de Priena

Liberando la política de su cautiverio demagógico


Alegoría del mal gobierno por Ambrogio Lorenzetti

Palazzo Pubblico de Siena, 1338-1340


Mientras en los países musulmanes del norte de África y Próximo Oriente, se establecen revoluciones contra el poder autárquico de los tiranos, que los dirigen y representan; en los países occidentales del sur de Europa, tal vez por contagio o proximidad, se está produciendo un fenómeno de rebelión contra los principios tradicionales que regulan la vida dentro de los partidos políticos.

En los países del centro y norte de Europa, así como en Norteamérica (con excepción de Méjico) o Japón, Australia y Nueva Zelanda, el comportamiento de los partidos políticos es más riguroso y honesto. Esta circunstancia política y ética, está repercutiendo considerablemente sobre la situación económica de los países europeos meridionales, que junto con Irlanda, forman los PIIGS (Portugal, Irlanda, Grecia, Italia y España) que están amenazando la continuidad monetaria de la Unión Europea. No es casualidad que los países más proclives a la intervención económica, sean los que presentan el mayor grado de degeneración política del continente europeo.

La política (o su ausencia o degeneración) es causa del declive económico que atravesamos en España. Los formaciones políticas en nuestro país amenazan con convertirse en proveedoras de una nueva aristocracia, donde la designación de los representantes públicos por los órganos de poder (como en otros tiempos se hacía por orden del Rey), prevalece sobre la elección democrática de los “princeps inter pares” por parte de los afiliados. No resulta extraño que, en esta coyuntura, los aspirantes a candidatos a la representación pública, veneren las siglas que les confieren el privilegio designado, por encima de los méritos que les definan o sus habilidades peculiares. La concesión de privilegios inmerecidos atenta contra los principios esenciales de la democracia y la justicia, pero se han incrustado con vehemencia en la vida pública española.

Los partidos políticos se han convertido en organizaciones burocráticas, que se rigen por un principio autoritario descendente, que degenera los criterios de selección de candidatos, antes que por un principio jerárquico ascendente, fundamentado en la preferencia de los mejores, los más capacitados y reconocidos por sus propios compañeros, resulta que son apartados por aquellos que ejercen el oficio de selección. En este panorama, los mejores candidatos son relegados por los más acomodaticios y dóciles, los que reconocen su deuda con la jerarquía nominadora, siendo sabedores de que no son sus cualidades, recursos o virtudes los que les han llevado a la posición de privilegio que detentan. En estas condiciones deplorables, la usurpación de la democracia está servida para el consumo de masas, tanto interno, dentro de las formaciones políticas, como por el pueblo, en las convocatorias electorales, como antesala de los abusos de poder y las injusticias, que luego derivaran en corrupciones, nepotismos y degeneración de la representación política.

Resulta extraño que los medios de comunicación, con “tan buenos y numerosos profesionales” como albergan, no se hayan ocupado del análisis en profundidad, de esta cuestión tan importante para la vida pública y para la confianza de los ciudadanos en sus instituciones políticas, que en estos momentos suponen el tercer elemento de preocupación para los ciudadanos españoles en las encuestas del CIS, inmediatamente por detrás del paro y la crisis económica.

Los medios de comunicación sufren una contaminación de la degeneración que afecta a la representación política en nuestro país, posiblemente porque su supervivencia dependa más de los patrocinios políticos con recursos públicos de los gobernantes nacionales, autonómicos y municipales, bien de forma directa, por su dependencia exclusiva de los gobiernos correspondientes, o bien de forma indirecta, por medio de propaganda política o de publicidad institucional, que de los lectores que adquieren diarios, escuchan emisoras de radio o ven programas de televisión. Pocos medios critican la estructura política que permite la degeneración de la representación pública y su cautiverio por los aparatos de los partidos políticos, fijándose exclusivamente en los detalles anecdóticos o las particularidades personales de aquellos que conforman el elenco de la representación pública en España. Además, la información que fluye por la red de redes, está desplazando de la credibilidad a los medios de comunicación tradicionales, incapaces de adaptarse a la revolución tecnológica e informativa que estamos viviendo.

El comportamiento del estamento político español, remeda a las tiranías de épocas pretéritas, con la única diferencia de que cuidan las formas de la representación teatral que ofrecen a sus electores, pues enmascaran tras un velo de confusión y ocultación, las auténticas relaciones de servidumbre que se establecen entre los candidatos y representantes públicos y los aparatos de los partidos que les designan directamente, según criterios arbitrarios, siempre que se aparte a los mejores de la selección positiva, porque el poder, en nuestro país, parece que solo puede ser representado desde la selección negativa, considerando como méritos para la evaluación, la docilidad, la anuencia y la fidelidad permanente a los nominadores.


Biante de Priena



viernes, 25 de marzo de 2011

Al PSOE no le queda mucho de existencia


La acumulación de despropósitos que ha atesorado el PSOE durante los años de Gobierno de Zapatero no puede quedar impune, creo que se han rebasado todos los límites de alarma y la soberbia de los mandatarios socialistas, henchidos de poder, instalados en la depravación pública, les lleva, una vez más a tratar de tapar el sol con la mano. El descrédito del socialismo en España sólo había sido mayor en la época del GAL de Felipe González, y por aquella época, por lo menos se intentaba gobernar y no como ahora que La Moncloa parece un circo.

Hace precisamente un año, alertábamos a nuestros lectores de lo que acontecería si en el PSOE no se tomaban medidas drásticas para detener los delirios sectarios del Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero y su corte de edecanes. Si hubieran actuado a tiempo los barones, podrían haber salvado la nave, aunque fuera con destrozos importantes, per ahora ya es demasiado tarde.

En fecha tan temprana como octubre de 2008, advertíamos que la crisis económica acabaría con el socialismo español y poco después augurábamos el imprescindible final del progresismo. En julio de 2010, descubrimos que la realidad había alcanzado a Zapatero y que se había cruzado la línea de no retorno para el PSOE. En octubre de 2010, Angel Gimeno, militante socialista de muchos años, nos ofrecía una carta de despedida al PSOE, que había abandonado el socialismo y se había convertido en una corte de aprovechados y hacía una declaración estremecedora: “El PSOE debe entrar en el cementerio de los Partidos Políticos cuanto antes”

El destino de Zapatero es incierto, como incierto también es el del PSOE, hoy precisamente que los únicos gobiernos socialistas de Europa, tras la caída de Sócrates en Portugal, son la devastada Grecia al borde de la revolución permanente y la España de los brotes verdes, en la que solamente ya un 10 % de los españoles apoya la gestión del Gobierno, y un 86 % consideran que ha gestionado mal la crisis económica, según el último eurobarómetro.

En Octubre de 2010, cuando nos anunciaron los brotes verdes, que se marchitaron en su mismo nacimiento, recordábamos el precedente del Partido Socialista en Italia, con su disolución y exilio de su lider Bettino Craxi, como posible alternativa a lo que está sucediendo.

“Que no se nos olvide que hay un precedente en Italia de disolución del partido socialista y exilio de su Presidente, Bettino Craxi, huyendo de la justicia por haber sido acusado de corrupción y su delito no alcanzaba ni el 1 % de lo que ha hecho el PSOE en estos últimos seis años. Ya se va haciendo costumbre que los gobiernos socialistas en España terminen con ministros en la cárcel. Es hora de exigir responsabilidades, aunque para ello haya que no acudir a las urnas para mostrar que los españoles no podemos admitir como democracia algo que solo es demagogia, soberbia y codicia enmascaradas de política”

No hay ninguna alternativa para el PSOE que no pase por su refundación inminente o su disolución inmediata. Cuanto más tiempo esperen para derrocar a su bienamdo líder de las cejas, que ahora está empeñado en demostrarnos que la participación de España en la guerra de Libia, en realidad es una misión de paz, más años tardarán en regresar al poder. Si actualmente los expertos consideran que para regresar a una situación política y económica como la que teníamos en España en 2004 tendrán que pasar al menos 13 años, es decir hasta el 2024, posiblemente el PSOE no sobreviva a Zapatero. El progreso que nos vendieron nos ha llevado a un retroceso económico de 20 años y a un declive institucional sin precedentes.

¿Qué encontraremos en las cuentas públicas el día que tengan que abandonar el poder?, pues sencillamente el retrato de su mezquindad, de cómo engañaron a los españoles, de los auténticos motivos personales que tuvieron para destrozar este país, como ahora están haciendo con la política de tierra quemada en todas las comunidades autonómas y municipios de los que van a ser expulsados. Posteriormente, quedará hacer memoria histórica de sus andanzas y juzgar en los tribunales a todos los que han obrado fuera de la ley, que no van a ser pocos, para volver a levantar el país que han arruinado.

Biante de Priena

jueves, 24 de marzo de 2011

PSOE Asturias: Un vídeo por 7.880 millones de euros



Los asturianos somos afortunados, acabamos de entrar en el Guinnes de todos los records audiovisuales, gracias al vídeo que ayer presentó el PSOE para “demostrar con hechos objetivos” que en Asturias se han hecho más inversiones en infraestructuras en la era de Zapatero que en la etapa de Cascos en el Gobierno

El vídeo de compensación nos cuesta a los asturianos la magnífica cifra de 7.880 millones de euros, que es lo que habría tenido que invertir de más el PSOE entre 2004-2010, para igualar, en proporción, lo inversión realizada por el PP en la época en que Alvarez Cascos formaba parte del gobierno.

El cálculo es sencillo, como se demostraba ayer: el PSOE ha dedicado entre 2004-2010 a las infraestructuras asturianas un 35,62 % de lo que tendría que haber invertido para igualar la proporción sobre PIB que invirtió el PP en la época de Alvarez Cascos en el Gobierno

La cantidad invertida durante 2004-2010 ha sido de 4.360 millones de euros

¿Qué cantidad tendría que haber invertido el PSOE para que fuera equivalente a la inversión realizada en la época de Álvarez Cascos? (4.360 millones es un 35,62 % de lo que tendrían que haber invertido para igualar la proporción), pues 12.240 millones de euros, como sólo invirtieron 4.360 millones de euros, resulta que faltan:

7.880 millones de euros

Cómo en su defecto, el PSOE nos ofrece un vídeo se puede deducir que ese ha sido el vídeo más caro de la historia de la humanidad. Eso es lo que nos ofrece el PSOE a los asturianos: vídeos.

Pero el dinero de las infraestructuras para otros lugares de España donde tienen que asegurar los votos o pagar pesebres más onerosos y exigentes, inversiones electorales con futuro, los asturianos ya se sabe que son de izquierdas, mientras tanto, Asturias avanza hacia la decadencia extrema, gracias al Gobierno del PSOE-IU y la anuente oposición del PP; como no somos ni catalanes, ni vascos, nos toman el pelo y se ríen de nosotros, dejando testimonio de ello, con el smile que abre el vídeo. ¿Nos consideran idiotas?.

Gracias a Foro Asturias y a Francisco Álvarez Cascos, hoy los asturianos pueden conocer la verdad, que a nadie se le olvide el próximo 22 de mayo

El Pacto del Duerno es así.

Biante de Priena

PSOE invierte en infraestructuras en Asturias (2004-2010) un "35,62 %" de la inversión del PP en la época de Cascos


LOS GOBIERNOS DEL PSOE DEDICARON A LAS INFRAESTRUCTURAS EN ASTURIAS EL 35,62 % DE LO QUE INVIRTIÓ EL PP, CUANDO ALVAREZ CASCOS ESTABA EN EL GOBIERNO

En la FSA asturiana están acostumbrados a campar por sus fueros con la propaganda gracias a la incapacidad para rebatir las cifras por parte de la oposición (PP) o su connivencia, o al silencio de sus aliados de IU en el Gobierno asturiano.

El método de intoxicación de la opinión pública asturiana es sencillo, se crea una noticia FALSA, y gracias al monopolio de los servicios informativos de la TPA, (más de 30 millones de euros anuales que pagamos los asturianos) se expande sin rubor alguno, al mismo tiempo que se ratifica desde La Nueva España, el diario dependiente del poder, que recibe millones de euros tanto de la administración socialista asturiana, como del Ayuntamiento de Oviedo gobernado por el PP, en subvenciones directas, pero también como en propaganda institucional. Los demás diarios asturianos, mantienen una actitud diversa, en ocasiones favorable al poder (la mayor parte de las ocasiones) y en otras, más escasas, desfavorable a las intoxicaciones desde el poder.

En esta ocasión, la intención de la FSA, no es otra que rebatir que durante la etapa en que Francisco Álvarez Cascos formó parte del Gobierno de España con el PP se realizaron más inversiones que en la era Zapatero.

La noticia creada ex profeso, ha sido hoy presentada con vídeo y fanfarrias por la FSA en rueda de prensa, establecida a propósito por Jesús Gutiérrez y Fernando Lastra a los medios asturianos, recogemos su exposición en El Comercio:

«La FSA no va a negar que todos los gobiernos han contribuido a la mejoría de Asturias a través de sus infraestructuras, pero quiere dejar claro que esa suma, los que más han sumado han sido los gobiernos del PSOE», explicó el secretario de Organización de la FSA, Jesús Gutiérrez, que estuvo acompañado por el portavoz parlamentario, Fernando Lastra. Su intervención estuvo precedida por la emisión de un vídeo en el que los socialistas exponen argumentos que, según ellos, constatan el dispar compromiso con Asturias de PSOE y PP a través de una comparación de cifras «objetivas» entre las inversiones de los respectivos gobiernos y que, advierten, «no tienen discusión posible».

Evidentemente sí tienen discusión posible, porque se les ha olvidado decir a los asturianos que el PSOE ha manejado en el periodo 2004-2010 un PIB 2,33 veces mayor que el gestionado por el PP entre los años 1997-2003 (un 42,8 % del manejado por el PSOE en los siete años). Evidentemente con mil euros que ha manejado el PSOE, por cada 428 que manejó el PP, no se pueden hacer las mismas cosas, por eso el esfuerzo inversor se debe relativizar al PIB correspondiente.

Por cada 100 euros por billón que el PP dedicó a inversiones en infraestructuras en Asturias en el periodo 1997-2003, el PSOE dedicó 83 euros por billón (un 83 %) en el periodo 2004-2010. Como el PIB nacional manejado por el PSOE fue 2,33 veces mayor que el utilizado por el PP, para igualar la cifra del PP tendría que haber invertido 233 euros por billón, como invirtió sólamente 83 euros, la relación proporcional es que (83/233 € por billón) el PSOE invirtió un 35,62 % entre 2004-2010 de lo invertido proporcionalmente por el PP en el periodo 1997-2003 en Asturias, en los gobiernos durante los que Francisco Álvarez Cascos, actual Presidente de Foro Asturias, fue Vicepresidente de Gobierno y Ministro de Fomento.

En la imagen que acompaña este análisis, se puede observar que el PSOE no dice la verdad, pues su inversión en infraestructuras en Asturias durante los años 2004-2010, en realidad ha sido un 35,62 % de la realizada por el PP en los años 1997-2003, equilibrando inflaciones y presupuestos, cuando Francisco Álvarez Cascos formaba parte del Gobierno.

Fuentes para los datos:

PIB España en Banco Mundial

La Voz de Asturias

Biante de Priena

domingo, 20 de marzo de 2011

CRÓNICA DE "OTRA" MUERTE ANUNCIADA


· Una “garganta profunda”, genuina militante del proyecto encarnado por UPyD pero no por los “cerdos orwellianos” encaramados y confabulados en la cúpula del partido, mal llamado de Rosa Díez, me acaba de enviar un comunicado, dirigido a los afiliados de Cataluña y firmado por el Responsable de Desorganización, un tal Juan Luis Fabo Ordóñez. En dicho comunicado se informa del nombramiento de una Comisión Gestora con dos objetivos claros: 1. gestionar la participación de UPyD en las próximas elecciones municipales; y 2. preparar las elecciones de un nuevo Consejo Territorial. En efecto, después del fracaso estrepitoso en las elecciones del pasado 28 de noviembre de 2010, dimitieron más de la mitad de los componentes electos. Y éstos fueron reemplazados por los designados unilateral y digitalmente por Mari Cruz Hernández, pasándose por el arco de triunfo las previsiones estatutarias, al tiempo que hacía oídos sordos a los requerimientos reiterados de los “cerdos orwellianos” de la “Granja Madrileña de UPyD”, negándose a convocar una asamblea de militantes y proceder a la elección de los reemplazantes de los dimitidos.

· Este comunicado, según cómo se mire, esconde o delata una realidad muy orwelliana en la “granjita” franquiciada catalana de UPyD. Y provoca en mis meninges una cascada de preguntas y reflexiones, que paso a verbalizar (sólo algunas), por el bien del proyecto encarnado por UPyD y por el mal de esos “cerdos orwellianos” de Madrid y de Cataluña, que tienen secuestrado (y creo que inutilizado y ya es inservible) dicho proyecto.

1. Según el comunicado, se nombró una “Comisión Gestora”, en aplicación de los estatutos de UPyD. Y yo me pregunto, ¿y ahora se acuerdan esos “cerdos orwellianos” del Consejo de Dirección de aplicar los Estatutos? ¿O es que ahora les conviene aplicarlos para desplazar y eliminar a Mari Cruz Hernández, a su valedor y representado (Antonio Robles) y a sus peones de brega, alumnos aventajados en los comportamientos orwellianos de la Granja de UPyD? ¡¡¡Qué hipocresía muestran con esta apelación a la aplicación de los estatutos!!! ¿Qué hicieron los “cerdos madrileños” (en sentido orwelliano, por supuesto) con aquellos genuinos militantes y afiliados catalanes de UPyD, que tenían criterio propio y un bagaje cultural y ético, y que no eran sobornables ni manipulables? Los marginaron, los ningunearon o simplemente los expulsaron del partido, sin expediente previo, sin ni siquiera comunicárselo (simplemente dejaron de cobrarles las cuotas, que tenían domiciliadas), sin respetar las previsiones de los estatutos de UPyD, ni de la Ley de Partidos Políticos, ni la letra ni el espíritu de la Constitución española. Cuando veo u oigo o leo a estos “cerdos orwellianos” en los medios de comunicación afirmando (verba) lo contrario de lo que hacen (facta), me dan arcadas y pienso, tristemente, en todos aquellos que han depositado su esperanza en UPyD y que ha sido y continúan siendo utilizados por ellos para satisfacer sus apetitos personales e inconfesables.

2. Tras las elecciones del 28 de noviembre de 2010, en las que Carmen de Mairena dio sopas con onda, como diría Luis María Anson, a una de “esas viejas rameras que hacen la calle por los pasillos del Congreso y a los que todos llamamos políticos” (me refiero a esa Madame Claude de la política, llamada Antonio Robles), más de la mitad de los miembros del Consejo Territorial presentó su dimisión. Ante este hecho, los militantes y votantes de UPyD, si es que aún quedan algunos, tienen derecho a saber, en aras de la transparencia y otra forma de hacer política, qué motivos tuvieron para abandonar sus funciones. ¿Acaso A. Robles y su vicaria, Mari Cruz Hernández, curtidos y experimentados “cerdos” (en sentido orwelliano, por supuesto) en otras granjas orwellianas, quisieron crear su chiringuito particular, al que son tan dados; y, por lo tanto, marginaron y ningunearon a los dimisionarios y nombraron a otros, pero de su cuerda?

3. Este comunicado denota y connota que el Consejo Territorial de UPyD-Cataluña —una vez guillotinadas las cabezas más amuebladas, como diría M. de Montaigne, de la militancia— quedó en manos de A. Robles y de su “femme à tout faire”, Mari Cruz Hernández. Y éstos, siguiendo sus instintos más profundos y el ejemplo de sus patrocinadores en Madrid (Rosa Díez y su muchachada), se les subieron a las barbas e implantaron como moneda de curso legal la discrecionalidad, la arbitrariedad, las diferentes varas de medir y la ley de la selva. Ahora bien, no se dieron cuenta que su forma de actuar era un desafío, en toda regla, al rey de la piara (orwelliana, por supuesto), que no es otro que Rosa Díez y su corte de entregados. Por eso, la eliminación de A. Robles y de su vasalla, Mari Cruz Hernández, era una crónica de “otra” muerte anunciada.

4. Lo que ha pasado en la Granja Orwelliana de UPyD, y esto desde un principio —como escribió, hace unos días, A.M. Beaumont— es que “la lealtad (a un proyecto político) es una virtud escasa en el curiículum de los políticos”. Lo que prima en ellos son los intereses personales y, por éstos —como le gusta decir a la Princesa del Pueblo, La Belén Estaban— los políticos “matan”. Esta aseveración está en consonancia con las constataciones del CIS, en sus barómetros mensuales: los políticos no son la solución de ningún problema; forman, más bien, parte del problema, como lo dejó dicho para posteridad José Saramago: “Sin política no se puede organizar una sociedad. El problema es que la sociedad está en manos de políticos profesionales”. En efecto, como afirmó, hace poco, el diputado del PSOE, J.L. Rascón, “los aparatos de los partidos no eligen a los mejores”. Y de estos polvos aquellos lodos, según palabras de J.L. Cebrián: “hay diputados de peor calidad intelectual o personal que Belén Esteban”. El futuro de UPyD es la crónica de “otra” muerte anunciada. ¿Para cuándo el óbito y su posterior incineración o inhumación?

Manuel I. Cabezas
Seguidor y practicante de la doctrina de la “Honestidad Radical” y de “lo políticamente incorrecto”, que es lo correcto (16 de marzo de 2011)

La izquierdona casposa


Han sido siete largos años contemplando como la casta política del PSOE secuestraba la realidad a los españoles bajo la autoridad impropia del Ahmadineyad de La Moncloa. La corte de los milagros y el esperpento ha campado por la patria con la soberbia que solo pueden brindar la ignorancia y la estupidez. España ha sido el edén del despropósito y la zafiedad desde el 14 de marzo de 2004.

La aristocracia roja nos ha brindado su plenitud durante este tiempo, hemos descubierto que bajo las siglas del PSOE se encuentran la mayor colección de mentirosos, estafadores y sinvergüenzas del planeta. De algo bueno nos servirá, porque saber que alguien es socialista es la mejor forma de conocer que es deshonesto, que ampara el crimen y la delincuencia y que está dispuesto a hacer lo que sea necesario, contra la ley y contra el pueblo si es preciso, para mantener sus privilegios.

En nombre de la justicia social se ha cometido la mayor de las injusticias, desposeyendo a 46 millones de españoles de su bienestar, a cinco millones de parados de su trabajo, a miles de empresarios de sus empresas. A los españoles nos han arrebatado la dignidad, el fuero y el huevo exclusivamente para reunir los privilegios que no les corresponden en justicia.

Zapatero ahora nos ha metido en una guerra contra Gadafi, con el que hace cuatro meses se paseaba cogido de la mano. La corrupción nunca ha sido mayor en este país, salvo en el periodo en que Felipe González organizó lo del GAL. Y el zurupeto de José Blanco, expresión magna de la locura de un régimen que compite con el de Calígula y Nerón, advierte a la derecha de que deje de “rebuznar” y les deje gobernar. ¿Gobernar?, más quisiera José Blanco que saber lo que es gobernar. Incitato lo hubiera hecho mejor que algunos representantes políticos del PSOE, porque sería menos corrupto, de rebuznos vamos sobrados, señor Blanco.

En fin, están muertos, son zombis, no tienen ninguna posibilidad de seguir adelante, ni siquiera organizando otro 11-M, han agotado su credibilidad por si mismos, porque no pueden ni argüir que la oposición les ha derribado, se han caído por si mismos, por sus errores y ahora tratan de buscar, sin encontrarlo, un enemigo al que culpabilizar del desastre que han confeccionado con la etiqueta Made in Spain.

Ahora viene hacer balance del legado, de la herencia que nos van a dejar estos engendros de la política, un país endeudado, pletórico de corrupción, con cinco millones de parados, con un crédito internacional que compite con el de Venezuela y Cuba. Pero lo peor es la estructura mafiosa que han urdido en las administraciones públicas con auténticos ineptos demostrados sobrealzados a directores generales. Vamos a tardar años en desparasitar, alguien ha calculado que los progresistas han conseguido lo imposible, que vayamos en tardar al menos 13 años, hasta el 2024 en volver a estar como en el año 2004.

La izquierdona casposa nos ha robado, por tanto, veinte años de nuestra vida, para jugar a políticos, para convertirnos en el país más ridículo del planeta, al que nadie con dos dedos de frente puede respetar. El mal está hecho, ahora solo queda saber cómo lo resolvemos, creo que a partir de ahora ser socialista se va a convertir en un estigma para siempre, una especie de lepra política recorre España

Se lo tienen Lo bien merecido, ellos que por todos los medios trataron de confundir a la gente echándole la culpa a los demás de sus propios crímenes contra la razón, ahora deben pagar por ello. ¿Qué pensarán los votantes socialistas, al menos los que no se benefician del pesebre nacional, cuando vean que los que ellos han elegido para representarles, son lo peor de lo peor, más ladrones y sinvergüenzas, más aprovechados y opresores, que cualquiera que hubiera gobernado en su lugar?.

Han sembrado odio y lo van a recoger multiplicado por sus numerosos errores, la verdad que dan mucha pena y vergüenza, lo único que nos queda por saber, es si esa lumbrera de la política que nos propuso alcanzar el pleno empleo y estaba orgulloso de todo lo logrado, tendrá el suficiente coraje para pedir disculpas y perdón a los españoles antes de marcharse, o en su soberbia y propaganda, seguirá diciendo a los españoles que la realidad se ha equivocado.

Confiemos en Torrente y Paquirrín, a ver si averiguan lo que ha ocurrido.

Biante de Priena

sábado, 19 de marzo de 2011

No a la guerra de Zapatero que nos va a fastidiar la Alianza de Civilizaciones


Hace siete años, las hordas oclocráticas de la izquierda española se echaban a la calle, en una escena de agit-pro de diseño, urdida por los aspirantes a gobernar este país. El PSOE y sus adeptos, no dudaron en aliarse, de forma sobrevenida, con los terroristas que ocasionaron el atentado del 11-M, el mayor atentado de Europa que dejó 192 muertos y más de 1500 heridos, con el único objetivo de derrocar al gobierno del PP, proyectando sobre el inconsciente colectivo de los españoles, el fantasma de que aquel atentado era una consecuencia de la decisión de Aznar de participar en la guerra de Irak, con algunos de sus aliados, para derrocar al dictador Saddam Hussein. El PSOE, aliado con la estrategia supuesta de los terroristas del 11-M, triunfó en las elecciones del 14 de marzo de 2004.

Desde entonces, hemos asistido a la deriva más delirante que jamás Gobierno alguno en los últimos treinta años había sometido a los españoles, con la excepción del Terrorismo de Estado del GAL organizado por el PSOE en la época de Felipe González.

Hoy España está en guerra contra el dictador de Libia, Muamar el Gadafi, gracias a una decisión del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el que hace tan solo cuatro meses paseaba de la mano.

En el año 2007, Zapatero recibió a Gadafi como su compañero en la Internacional Socialista con todos los honores que solo pueden provenir de una gran amistad. Moncloa aducía en aquella ocasión intereses económicos españoles en Libia y recordó la ayuda del régimen de Gadafi para combatir la inmigración ilegal para justificar los honores que dispensaría al dictador libio. El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos declaraba que el Gobierno socialista era partidario del diálogo como método para resolver los problemas internacionales, destacando la "actitud constructiva" de Gadafi en los asuntos que "interesan a la estabilidad en el mundo".

En junio de 2010 Gadafi recibió a Zapatero en una cumbre rebosante de cordialidad celebrada en una "jaima" en el terreno de una de las residencias del dictador en las afueras de Trípol, acompañado del ex-ministro Moratinos, pudieron analizar las relaciones bilaterales España-Libia y la evolución de Oriente Próximo. Fuentes del Gobierno español afirmaron entonces las importantes oportunidades de negocio para empresas de infraestructuras españolas que se podían emprender en el régimen del acogedor dictador libio.

A últimos de noviembre de 2010, se reunían por última vez Zapatero y Gadafi, en aquella ocasión se pasearon de la mano, y es importante recordar que numerosas armas de las que han permitido aplastar a su pueblo al dictador libio, provienen de España, y fueron exportadas bajo la administración socialista de los gobiernos de Zapatero.

Por último, es necesario recordar que los dictadores del norte de África que han sido derrocados, Saddam Hussein en Irak, Ben Alí en Túnez y Mubarak en Egipto, al igual que Muamar el Gadafi, pertenecían junto a los partidos que les brindaban apoyo, para vergüenza de los miembros del PSOE y de sus votantes, a la Internacional Socialista.

Evidentemente, la mejor forma de recobrar la imagen deteriorada de Zapatero es ponerse a la cabeza de los que exigen medidas extremas para derrocar al dictador con el que hace pocos meses se paseaba de la mano. Elena Valenciano, con la geta extrema que caracteriza a la zurupeta, manifestaba recientemente muy ufana: "estamos muy cerca de la caída de Gadafi".

Creo que asistimos al colofón magnífico del régimen político más estúpido que hemos tenido en los últimos treinta años de democracia, porque al final, los españoles hemos descubierto que todo lo que ha hecho el PSOE ha sido un montaje propagandístico y mediático, con la única finalidad de embaucar a los españoles en sus delirios interesados, incluidos los votantes del PSOE que un día salieron para derrocar al PP con aquel “no a la guerra” y hoy se quedan tranquilamente en sus casas, viendo por televisión, como todos los canales, que el Gobierno controla, tratan de convencernos de que esto es una guerra justa, porque lo dice Zapatero.

Sin tener en cuenta los cientos de millones de euros que lleva invertidos el Gobierno de Zapatero en la Alianza de Civilizaciones desde 2004, otra inversión inútil para gloria del "pazguatismo socialista" y para abrillantar la aureola del infame, soporte de dictadores, que sigue manteniendo a los españoles rehenes de su estupidez, desde La Moncloa, convertida en manicomio de su esquizofrenia política.

¿No les dará vergüenza?

Biante de Priena

Enlaces Relacionados

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...