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lunes, 20 de diciembre de 2010

Crisis Económica, Estado del Malestar y Leire Pajín


El Estado del Bienestar keynesiano se ha ido para siempre, ahora viviremos en sus ruinas. El Gobierno socialista de España ha comenzado a recortar los derechos sociales de forma tímida pero inevitable. Es hora de hacer balance de lo que debemos a los Gobiernos de Rodríguez Zapatero de los últimos seis años, a su imprevisión y a sus numerosas improvisaciones, también a los que eligieron al PSOE les corresponde parte de la responsabilidad, no porque el PP hubiera evitado la crisis, pero al menos no nos hubiera mentido con tanto desparpajo y soberbia como lo han hecho los socialistas, tratando de enmascarar con propaganda la realidad. Posiblemente tampoco se hubiera despilfarrado con la derecha tanto como se ha hecho con el socialismo para defender la alegría y la alianza de civilizaciones, para crear pesebres clientelares con la única intención de promoverse a la perpetuación en el poder.

Las más graves consecuencias de las contumaces políticas gubernamentales en el ámbito social son el desempleo, la deuda y el déficit. La “triple D” que como Espada de Damocles pende sobre nuestro destino. Hace más de dos años en este blog denunciamos que estábamos entrando en una situación de estanflación técnica, que trataba de regularse por medio de medidas de ingeniería financiera: incrementando el gasto público, fundamentalmente con planes E que se han mostrado absolutamente inútiles y que solo han servido para retrasar la debacle; también socorriendo desde el Estado a las entidades financieras privadas, y privatizando las Cajas de Ahorro, la mayoría al borde de la quiebra por haber soportado económicamente proyectos políticos de dudoso interés y necesidad.

Realmente lo que ha ocurrido en nuestro país es que las cosas se han hecho muy mal, porque partiendo de una situación óptima en 2004 con superávit económico, una deuda saneada y 2,3 millones de parados una política orientada por una inusitada mendacidad nos ha conducido a una situación extraordinariamente precaria. La violencia de los gobiernos de Rodríguez Zapatero sobre el bienestar de los españoles y sus vidas privadas ha sido la más cruenta y perjudicial de todos los gobiernos que hemos tenido en la democracia. Su mayor delito ha sido el engaño más artero, la negación de la realidad, con el único objetivo de afianzarse en el poder. Las encuestas conceden actualmente al PSOE un 30.5 % de los votos en unas elecciones generales, si decidiéramos pasarle a este partido la factura electoral por todo lo que ha hecho mal lo más justo sería que no obtuviera ni un 10 % de los parlamentarios, por habernos llevado al mayor Estado de Malestar de nuestra reciente historia, cuando en los demás países de la Unión Europea la incidencia de la política ha sido muchísimo menor que en el nuestro y cuando ya están saliendo de la crisis, a nosotros nos queda más de una década, perdida, exclusivamente por el fanatismo paleto de unos irresponsables.

Pero quizás el efecto más pernicioso de la crisis no haya que vincularlo al ámbito social, sino al nivel humano. Los británicos hace tiempo que distinguen el bienestar social (welfare) del bienestar individual (wellbeing). La política realmente tiene capacidad de acabar con la vida de los seres humanos como ha denunciado el año pasado la Dra. Margarita Chang, directora de la Organización Mundial de la Salud. En los países desarrollados la crisis económica hará que los ciudadanos pierdan bienestar, calidad de vida, niveles de salud, su trabajo, sus propiedades y ahorros, pero en los países no desarrollados, la crisis económica provocara muertes, muchas muertes, porque donde se está al límite de la supervivencia cualquier desliz puede conducir a la pérdida de la vida. Advertía también del deterioro que esto ocasionaría sobra la salud mental de los ciudadanos, algo que resultará indeleble e irrecuperable.

La crisis económica también es psicológica, además de social. Quizás el factor que más incide en la crisis psicológica que se ha producido en España es la absoluta falta de credibilidad que han atesorado los Gobiernos de Rodríguez Zapatero, que muy pocos (menos de un 20 %) le conceden capacidad para resolver los problemas que tenemos. Pero una vez más, en vez de establecer medidas preventivas con un plan anticipado, la ministra del ramo, Leire Pajín, se muestra absolutamente incapaz de hacer nada, fundamentalmente porque carece de los conocimientos necesarios, pero también porque desde su soberbia, y con una mezquina intencionalidad política, sólo alcanza a ocuparse de los temas que le interesan, como la violencia de género, cuando en las últimas semanas hemos visto como seis niños han perdido la vida a manos de sus padres en nuestro país (no menos de 60 en lo que va de año), pero no le interesa que se presente una estadística acumulada de infanticidios y parricidios, hasta ahí llega su miseria, porque, echaría por tierra su programa estrella sobre la inusitada criminalidad masculina en nuestro país, que en términos reales es la menor de Europa junto con Portugal e Irlanda, algo que nunca nos han dicho desde el Instituto de la Mujer. Se debería pedir la dimisión preventiva de la ministra de sanidad, antes de que haga más daño a los españoles y las españolas con su fanatismo iletrado.

Con políticos que tratan, como sea, de hacer coincidir la realidad con su ideología y no al revés, a España le esperan graves problemas en la salud psíquica de sus ciudadanos, pero también sobre la salud física, como se referirá a continuación. Estas son algunas hipótesis sobre lo que ocurrirá en nuestro país en los próximos meses-años, que alcanzará cotas de auténtica “epidemia social”.

Se elevarán las tasas de estrés (el 44 % tiene más estrés que hace dos años según un estudio de Pfizzer), esto ocasionará más fallecimientos por enfermedades cardiovasculares, debido a la subida de la tensión arterial, el colesterol y los factores favorecedores de estas patologías. También se producirá una disminución de los sistemas defensivos que incrementará las tasas de infecciones y posiblemente las cancerígenas.

Se elevará el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, lo que hará que el estado recaude más impuestos pero también que se deteriore acumulativamente la salud de los ciudadanos.

Al tener menos poder adquisitivo, la alimentación de los españoles será de peor calidad, incrementando los productos más industriales con elevación de los niveles de grasas, lo que redundará en un incremento acumulado de problemas.

Se incrementarán los estados de ansiedad y angustia en la población, al igual que los de depresión y suicidio. La carga de acontecimientos vitales multiplicará los efectos perjudiciales. Se producirán numerosos trastornos del sueño y un incremento en el consumo de psicofármacos.

Por los mismos motivos se incrementarán los accidentes de circulación, al igual que los suicidios y los homicidios, en el caso de los suicidios masculinos en un estudio realizado en Japón, hasta el 67 % se asociaron a la pérdida de trabajo. Al igual que se produjo en la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos.

Se incrementará la agresividad y la criminalidad, consecuentemente la inseguridad, el desamparo y la indefensión, por lo que el estrés también aumentará y producirá numerosas patologías, tanto somáticas como psíquicas.

Debido al incremento de patologías de diverso tipo, se producirá un aumento considerable en la demanda sanitaria, que ya está extenuada por el crecimiento de población inmigrante sin haber incrementado el personal que atiende los servicios.

Esto ocasionará un deterioro en la atención recibida, que a su vez repercutirá de negativamente sobre la salud de los ciudadanos, que verán cómo se va mermando su estado de salud sin que el sistema sanitario pueda atenderlas de forma debida. La crisis económica también incidirá sobre las partidas dedicadas a la atención y asistencia de los ciudadanos, lo que también incidirá sobre los problemas de salud de los ciudadanos.

Ante un funesto panorama como el que se avecina para la salud de los ciudadanos de este país, en el ministerio de sanidad y otras cuantas cosas, tenemos a una señora que es socióloga, sin experiencia sanitaria alguna, que nombra “por qué le sale de los cojones” a una de sus subordinadas, que con una formación de auxiliar administrativo, está dispuesta a acometer el Plan Nacional Antidrogas.

Cuando dentro de un par de años veamos el desastre sin precedentes que se va a organizar en la sanidad española ya será demasiado tarde para muchas personas que habrán visto como su salud se ha deteriorado y no pocos habrán perdido hasta la vida, gracias a que la ineptitud con carnet vale más en estos tiempos que los conocimientos contrastados. Pero que nadie se extrañe, porque ante la crisis sanitaria que se avecina lo único que escucharemos es que se ha producido una pequeña desaceleración de la salud, pero que todo está controlado. ¿Pero cómo va a estar controlado si quien dirige el ministerio no tiene ni puñetera idea de lo que se debe controlar? ¿Pretenden acaso desde el Gobierno que volvamos a creer en los milagros?. Con la salud no se debe jugar nunca, ni siquiera en tiempos de crisis.

Biante de Priena

6 comentarios:

fractalio dijo...

Biante, tiene Vd. toda la razón. Todo lo que dice es cierto, y las previsiones son lógicas y difícilmente rebatibles, salvo que como sea se trate de hacer coincidir la realidad con la ideología, y no al revés, como hacen los políticos.

Sólo querría hacer alguna matización en cuanto al ámbito y calificación del asunto:

- Para mí está bastante claro que esto no es una crisis, es un colapso, y que afecta a todo el mundo (ya lo verá en pocos años), porque igual que las causas se han producido encadenadas y a nivel global, los efectos se sufrirán de la misma manera. Unos tendrán algo más de defensas que otros, pero caerán.

- Mucho me temo que todas esas catastróficas previsiones coinciden exactamente con los intereses de los que manejan todo esto (entre ellos Pfizzer). Vamos, que cabe la posibilidad incluso de que sea un asunto de diseño, aunque más bien quiero creer que se lo van encontrando y lo van modelando y utilizando todo a su beneficio presente y futuro. Van matando varios pájaros de un tiro: más recaudación a través de impuestos de drogas y venta de fármacos, y menos jubilados a los que pagar la pensión.

Enrique Suárez dijo...

Coincido con sus matices fractalio. El negocio es el negocio, para el mercado y para el Estado. Mientras tanto, entre políticos y financieros, se repartirán los beneficios de nuestro naufragio y despojo. Simplemente, en nuestro país, ha sido como poner a un tonto a gobernar y va a arrasar mucho más que en otros porque con una sociedad civil analfabeta estamos condenados al desastre sin remedio alguno. Que la gente pierda toda esperanza, tampoco el PP podrá resolver la situación (y menos viendo como desprecia a gestores avezados como Cascos), los próximos diez años van a ser absolutamente extravagantes y creo que concluirán con una rebelión de las masas contra los políticos, no qued otra.

hundir al PSOE congelador de pensiones dijo...

http://pastehtml.com/view/1cflfh4.html

en la barra de direcciones y es una web anti-Ley Sinde (descargas en Internet) que se dedican de forma legal a dar por saco a la web que tú quieras a base de peticiones múltiples de datos.

Solo hay que entrar en el link de arriba y poner como selección de objetivo: "www.psoe.es" y verás que risas nos vamos a echar como logremos tirar abajo su servidor.

Cada día somos más ... pásalo

profesor jubilado dijo...

Érase una vez un sistema liberal tan bien organizado que todo empresario multinacional edificaba su empresa en base a establecer una pirámide organizada siguiendo la estrategia de tener próximo a el a asesores ex-políticos de alto nivel conocedores de información privilegiada, en el siguiente escalón un equipo de maestros en economía, y por último un departamento de especialistas en temas de contratación y despidos con el fin de que la masa de obreros que realizaba la labor mas dura estuviese siempre pendiente de un hilo en cuanto a su continuidad en la empresa.
A la hora de realizar los balances anuales de producción y beneficios, estos empresarios eran condecorados y premiados por tener en sus nóminas a miles de obreros que recibían las remuneraciones aprobadas en los respectivos convenios laborales aprobados por los consabidos sindicatos, pero nadie regulaba los beneficios obtenidos por el resto del Staff que formaba esa pirámide incluido su presidente, como tampoco los fondos destinados a previsiones futuras de competencia y renovación de métodos de fabricación y maquinaria.
Durante décadas ningún gobierno había aprobado leyes que obligasen a dichos empresarios a realizar un reparto razonablemente justo de los beneficios de la empresa, sin embargo en el supuesto de quiebra empresarial, cierre o despido, era el propio Estado el que “apechugaba” pagando a los obreros la situación de “Paro”, mientras que el citado Staff ya se había “blindado” económicamente lo suficientemente bien como para no padecer la situación de paro de la clase obrera,¡¡ no faltaba mas!!,e incluso se permitían el lujo de promover otras empresas de nueva implantación tanto en territorio español como en países donde la mano de obra fuese mas barata.
¿Dónde se encontraban las críticas de los “vividores sindicales”?, ¿Qué actuación se realizaba desde los inspectores laborales? ¿Dónde se encontraban los fiscales que miraban para otros lados? ¿Qué labor de investigación periodística realizaban los rutilantes titulados en Ciencias de la Información?. ¿Qué labor realizaban nuestros sesudos Diputados, Senadores y representantes en Europa?.
Enrique, aún estando de acuerdo contigo en la realidad social de nuestro País, aunque no tan catastrofista como tu lo expones, y confirmando que no es de recibo que nuestra sanidad esté en manos de una persona inexperta, auque supongo que tendrá a su espalda a un buen equipo de técnicos en el tema, hemos de hacernos todos nuestra propia autocrítica y reconocer que en mayor o menor grado todos somos responsables de nuestra triste realidad, te lo he dicho siempre, cuando un País ha olvidado disponer de un buen sistema educativo y sanitario formado por los mejores profesionales, y alejado de afianzar los conceptos de Autoridad, Disciplina, Respeto y Equidad en sus principales Estamentos, ese País solo puede aspirar a alcanzar el lamentable panorama en el cual nos encontramos y lo que es aún mas grave, en el futuro mas próximo.
Espero que tu adalid, Álvarez Cascos me sepa convencer de que, emulando a Don Pelayo, sea capaz desde Asturias demostrar a las siguientes generaciones que aún es posible el enderezar el rumbo perdido,ese que los ciudadanos honrados nos merecemos.
Paz y Amor.

Enrique Suárez dijo...

Profe, a mí me fascina tu ecuanimidad inflexible, así que todos los problemas de este país son culpa de la derecha, incluso que en la época de Aznar hubiera superavit, la deuda estuviera controlada y fuera menor y se fuera dejando 2,3 millones de parados...

Pero cuando los socialistas nos llevan a la ruina, entonces la responsabilidad la repartimos equitativamente entre todos, porque el país no está a la altura del socialismo, ¡manda narices!, mira que eres fanático.

Cierto que no ha habido sistema educativo, cierto que España es un país de pandereta, cierto que los españoles somos responsables, pero cada uno de lo suyo, no de LO QUE HAGAN MAL LOS DEMÁS, SEAN DE LA DERECHA O SOCIALISTAS.

A mí me fascina que distribuyas la responsabilidad entre las víctimas igual que entre los criminales y te quedes satisfecho como si eso fuera muy democrático.

Saludos

Anónimo dijo...

Seguimos con el recuento, esto si que es violencia de Género, derivado del maltrato de a casta política contra el género de los ciudadanos.

Suicidio familiar

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