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viernes, 1 de octubre de 2010

Los cien mil hijos de José Luis


¿Cuántos políticos hay en España?. En ejercicio tenemo alrededor de unos 100.000 “servidores públicos”, que en buena parte se sirven de lo público para mejorar su historia personal, la de su familia, la de sus amigos. Ser político es un chollo, que permite cobrar un sueldo de alto funcionario presentando un curriculum de inepto, que ha fracasado en todo lo que ha hecho fuera de la política o ni siquiera ha hecho nada más que dedicarse a la política.

Quizás esta sea una de las mayores injusticias de este país, que gracias a la política nefasta del gobierno de un partido –luego será de otro- tenemos jóvenes con muchas ganas de vivir su vida, que se han formado sin interrupción y que están anclados al paro en los mejores años de su vida, condenados a una dependencia del Estado, del Mercado explotador o de sus familias, mientras que tenemos ministros que no han acabado ni el bachiller dando lecciones al mundo de cómo se hacen las cosas y cobrando por ello.

De los cien mil hijos de José Luis que viven a nuestra costa, posiblemente no más de un 25 %, habitualmente concejales de pequeños municipios donde tienen control directo por parte de sus vecinos sean más o menos honestos, de los demás me reservo la opinión. En España hay alrededor de 8.100 municipios, 17 autonomías y dos ciudades autónomas, diputaciones, Congreso de Diputados, Senado y otras muchas instituciones donde desarrollan su actividad los jefes del Estado.

Si sumamos el presupuesto que administran estos señores y señoras alcanza aproximadamente el billon de euros. Evidentemente buena parte de este dinero ya está dedicado a pagar subsidios, pensiones, sueldos de funcionarios e intereses y amortización de la deuda (20 %), también todas las instituciones del Estado. Pero el manejo de tanto dinero público siempre permite conceder subvenciones, obras, contratos, y lo que les dé la gana a los amigos y negárselo a todos los demás. Vivimos en una economía corrupta, ahora más que hace años, solo un detalle, para que no les manipulen el coco los de siempre, cuando Aznar entró en el Gobierno España ocupaba el puesto número 32 en la Escala de Corrupción de Transparency International, cuando se fue en el año 2004, estábamos diez puestos más arriba en el número 22, hoy tras los seis años de gobierno de Zapatero, estamos otra vez en el puesto 32. Pero lo importante son los trajes de Camps. No les crean nada a los socialistas, a los del PP tampoco, pero a los socialistas nada de nada, porque solo dicen la verdad cuando se equivocan.

La mayoría de los políticos tienen complejo de garrapata al poder, porque saben que en su vida la vieron más gorda y harán lo que no está escrito tanto para permanecer aferrados a sus puestos, como para impedir que otros puedan acceder a ellos. Al final, las decisiones de la mayor parte de lo que ocurre en España depende de menos de mil personas, que son las que realmente tienen poder, pdríamos identificarlos uno por uno.

Esas mil personas son las que han conseguido que estemos al borde de la ruina, con cinco millones de parados, un 14 % de déficit y una deuda total, pública y privada, que se aproxima al 400 % del PIB. Si estas personas no estuvieran en la política hace mucho tiempo que estarían despedidas de su trabajo, pero estar en la política concede inmunidad para gastar el dinero según el buen criterio del inepto de turno que habitualmente lo que hace es promoverse y promover al partido que le ha impuesto, con el dinero de todos los españoles, para incrementar su valor electoral. El salario medio de todos ellos supera con creces los 120.000 euros sin contar los privilegios y las especias. Y que a ningun parado o mileurista se le ocurra decirles algo, porque harán la representación basilisco power en sus diferentes versiones, mientras siguen trincando sin descanso por hacerlo mal o peor.

Dentro de un año o dos habrá elecciones, y a todos lo que han hecho lo que les ha dado la gana, que se han beneficiado personalmente, que han obtenido privilegios inmerecidos y que han jodido a todos los que no son de su grey, serán salvados por el milagro de las urnas y los votos de todos sus errores, fiascos, estafas y corrupciones. Su expediente político quedará en blanco aunque hayan cometido las mayores tropelías y podrán volver a ofrecerse a los electores para seguir haciéndolas, y los electores, como borregos, volverán a concederles su confianza para que sigan haciendo lo mismo, y a este espectáculo bochornoso algunos iletrados lo denominan democracia. Y todo ésto ocurre porque el Fiscal General del Gobierno lo eligen en la ONCE y España es el pueblo más generoso del mundo con los estafadores que les representan políticamente.

Aquí tenemos a los cien mil hijos de José Luis viviendo magníficamente a costa de los españoles y diciéndonos a todos que no pueden conducir por nosotros, tengan cuidado, que muestran sus intenciones. dentro de poco se nos quedan con el coche, la casa, y lo que sea necesario para seguir sirviéndonos, y encima se enojaran si no les mostramos agradecimiento por su altruismo. Lo mejor de todo es que cuando alguien les llama sinvergüenzas se ofenden. De los sindicalistas hablo otro día, que no me cabe más mierda en el artículo. Por cierto, la foto del artículo es un retrato apócrifo de un ciudadano que acudirá a las urnas para disculpar que los suyos le roben y para impedir que le roben los que no son suyos. Que les roben bien sus votos, después no se quejen, que todavía estoy esperando que algún votante socialista se cague en los muertos de alguien después de haberse quedado en el paro, quedarse sin casa por no poder pagar la hipoteca, y tener el porvenir más negro que si hubiera llegado al país en patera. Pero nada, no le oirán públicamente una palabra de queja, salvo que le convoquen los sindicatos, para hacer el paripé.

Verán ustedes, lo digo sin acritud, como Felipe González, hay gente en este país que se merece lo que le está ocurriendo, porque han hecho todo lo que estaba en sus manos y cerebros para lograrlo, gracias a sus representantes políticos, y no tienen agallas ni para llamarlos de todo cada vez que se cruzan con ellos, y volverán a votar como si no hubiera ocurrido nada, para que ocurra otra vez más de lo mismo.


Biante de Priena

1 comentario:

fractalio dijo...

¡Olé, olé y olé! Nítido y real, como la vida misma. Me he reído un montón, porque aunque la realidad es para llorar, de vez en cuando los mecanismos biológicos de defensa nos evaden por un rato de los dramas que nos rodean.

Una discrepancia: jamás podré considerar honesto a ese 25% que, por muchas buenas intenciones que tengan inicialmente, son capaces de estar rodeados de delincuentes sin denunciarlo. Lo mínimo exigible sería que hiciesen mutis por el foro. Si no lo hacen, son cómplices y encubridores, por lo que ya no son más o menos honestos. Son absolutamente deshonestos. Y además, chupópteros.

Eso sí, el espectáculo de las urnas nos vuelve a esperar a la vuelta de la esquina, en todos sus niveles circenses, y de nuevo veremos las colas para sacar las entradas.

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