La situación actual de la democracia en nuestro país es esperpéntica, degenerada, agreste, confusa, disgregadora, patética. El sistema democrático español en su extraña decadencia anticipa una debacle de los partidos políticos vigentes. Ni con el PSOE, ni con el PP, ni con el resto de partidos representados en el Parlamento español hay posible salida a nuestros problemas. Debemos aceptarlo y asumirlo antes de que sea demasiado tarde.
Desde el PSOE se trata de usurpar la voluntad popular con algaradas de muchedumbres subvencionadas, promovidas por todos los que viven del pesebre gubernamental (sindicatos, colectivos, organizaciones, instituciones, contratados políticos), que invocan la sinrazón y enarbolan la bandera de la vendetta histórica, mientras la ineptitud y corrupción gubernamental campa alegremente hacia la tiranía de sus mendacidades.
En el PP no saben lo que está ocurriendo, ocupados en demostrar que ellos han robado menos que el PSOE a las arcas públicas –algo posiblemente cierto- y han perdido toda la credibilidad para enfrentarse al peor gobierno de la democracia postfranquista. Los nacionalistas aprovechan el río revuelto para obtener por confiscación política, derechos que no les corresponden e inhibirse, al mismo tiempo, de obligaciones insoslayables con el pueblo español soberano. No hay ningún partido político recomendable hoy en España, ni uno sólo. Todos son malos o peores.
Estamos viviendo una auténtica transición entre una detentación de la democracia que no acaba de morir y una regeneración de la democracia que no acaba de nacer. El embarazo no acaba de transformarse en parto.
Posiblemente nos dirijamos hacia un nuevo contrato social, entre ciudadanos unidos en el objetivo común de exigir el máximo respeto a los políticos por la sociedad y las cosas públicas. Somos una nación que mostrará, tarde o temprano, su soberanía, de forma discreta o violenta, y que acabará sometiendo a los políticos al imperio de la ley, porque realmente se han desmadrado y han entrado en un delirio de poder inadmisible.
Pero para que eso pueda ocurrir, una mayoría de españoles debemos tomar conciencia de la situación extravagante a la que estamos asistiendo, en ese declive de autoridad y credibilidad que nos ofrecen los representantes públicos, que son incapaces de resolver sin nuestra ayuda, control y dominio, los extraordinarios problemas que han creado sin posible solución. En una democracia como la española, el poder puede estar en manos de los políticos, pero la soberanía, el dominio, el ámbito limitado del poder, sigue perteneciendo al pueblo configurado en nación, es decir, a todos y cada uno de los españoles en su reunión y conjunto.
El pueblo español es dueño de su destino y su voluntad no pertenece a los detentadores que pretenden convertirlo en súbdito desde las élites del poder, ni a los usurpadores que pretenden convertirlo en masa amorfa desde la usurpación de los espacios públicos. El pueblo español es una entidad política soberana, que se pretende atenazar desde la propaganda, el adoctrinamiento, la coacción y la coerción. En estos momentos se está produciendo una auténtica campaña de acoso político contra los españoles, desde la política y sus sicarios a sueldo, que tratan de provocar una reacción violenta de la sociedad para luego criminalizarla y seguir usurpando las esquilmadas arcas públicas en plena impunidad.
Hemos cruzado la delgada línea roja que distingue a los que se anunciaron como servidores públicos y se han convertido en auténticas organizaciones mafiosas que se sirven de lo público. Llegados a este punto solo cabe plantar cara a tanto indigente moral, y hacerlo rápidamente, antes de que acaben con los cimientos sobre los que debemos sustentar nuestro futuro y el de nuestros hijos.
¿Cómo hacerlo?. Sólo hay una manera, uniéndonos en el objetivo común de erradicar del poder político a todos aquellos que han demostrado su absoluta inutilidad, para apartarlos de la cosa pública por las buenas o por las malas, y debemos ser inteligentes, porque sólo tendremos una oportunidad y tendremos que saber aprovecharla. Que se vayan olvidando todos los que están en el poder o la oposición de volver a representar, porque todos y cada uno de ellos han demostrado que no se merecen nuestra confianza.
La democracia sólo puede ser posible en la elección de seres humanos libres –no miembros de partidos políticos que conculcan nuestra voluntad y rinden cuentas a sus jefes, antes que a sus electores- que puedan representarnos realmente, aunque deberíamos ir pensando en que a partir de ahora cada uno tendrá que representarse a sí mismo, y pobres de los que decidan unirse en una secta o facción para medrar a costa de los demás, porque recibirán la ira irrefrenable de un pueblo soberano que nunca más permitirá que unos inmorales les vuelvan a tomar el pelo.
Ha llegado la hora de la responsabilidad ciudadana, bienvenida sea.
Biante de Priena
Desde el PSOE se trata de usurpar la voluntad popular con algaradas de muchedumbres subvencionadas, promovidas por todos los que viven del pesebre gubernamental (sindicatos, colectivos, organizaciones, instituciones, contratados políticos), que invocan la sinrazón y enarbolan la bandera de la vendetta histórica, mientras la ineptitud y corrupción gubernamental campa alegremente hacia la tiranía de sus mendacidades.
En el PP no saben lo que está ocurriendo, ocupados en demostrar que ellos han robado menos que el PSOE a las arcas públicas –algo posiblemente cierto- y han perdido toda la credibilidad para enfrentarse al peor gobierno de la democracia postfranquista. Los nacionalistas aprovechan el río revuelto para obtener por confiscación política, derechos que no les corresponden e inhibirse, al mismo tiempo, de obligaciones insoslayables con el pueblo español soberano. No hay ningún partido político recomendable hoy en España, ni uno sólo. Todos son malos o peores.
Estamos viviendo una auténtica transición entre una detentación de la democracia que no acaba de morir y una regeneración de la democracia que no acaba de nacer. El embarazo no acaba de transformarse en parto.
Posiblemente nos dirijamos hacia un nuevo contrato social, entre ciudadanos unidos en el objetivo común de exigir el máximo respeto a los políticos por la sociedad y las cosas públicas. Somos una nación que mostrará, tarde o temprano, su soberanía, de forma discreta o violenta, y que acabará sometiendo a los políticos al imperio de la ley, porque realmente se han desmadrado y han entrado en un delirio de poder inadmisible.
Pero para que eso pueda ocurrir, una mayoría de españoles debemos tomar conciencia de la situación extravagante a la que estamos asistiendo, en ese declive de autoridad y credibilidad que nos ofrecen los representantes públicos, que son incapaces de resolver sin nuestra ayuda, control y dominio, los extraordinarios problemas que han creado sin posible solución. En una democracia como la española, el poder puede estar en manos de los políticos, pero la soberanía, el dominio, el ámbito limitado del poder, sigue perteneciendo al pueblo configurado en nación, es decir, a todos y cada uno de los españoles en su reunión y conjunto.
El pueblo español es dueño de su destino y su voluntad no pertenece a los detentadores que pretenden convertirlo en súbdito desde las élites del poder, ni a los usurpadores que pretenden convertirlo en masa amorfa desde la usurpación de los espacios públicos. El pueblo español es una entidad política soberana, que se pretende atenazar desde la propaganda, el adoctrinamiento, la coacción y la coerción. En estos momentos se está produciendo una auténtica campaña de acoso político contra los españoles, desde la política y sus sicarios a sueldo, que tratan de provocar una reacción violenta de la sociedad para luego criminalizarla y seguir usurpando las esquilmadas arcas públicas en plena impunidad.
Hemos cruzado la delgada línea roja que distingue a los que se anunciaron como servidores públicos y se han convertido en auténticas organizaciones mafiosas que se sirven de lo público. Llegados a este punto solo cabe plantar cara a tanto indigente moral, y hacerlo rápidamente, antes de que acaben con los cimientos sobre los que debemos sustentar nuestro futuro y el de nuestros hijos.
¿Cómo hacerlo?. Sólo hay una manera, uniéndonos en el objetivo común de erradicar del poder político a todos aquellos que han demostrado su absoluta inutilidad, para apartarlos de la cosa pública por las buenas o por las malas, y debemos ser inteligentes, porque sólo tendremos una oportunidad y tendremos que saber aprovecharla. Que se vayan olvidando todos los que están en el poder o la oposición de volver a representar, porque todos y cada uno de ellos han demostrado que no se merecen nuestra confianza.
La democracia sólo puede ser posible en la elección de seres humanos libres –no miembros de partidos políticos que conculcan nuestra voluntad y rinden cuentas a sus jefes, antes que a sus electores- que puedan representarnos realmente, aunque deberíamos ir pensando en que a partir de ahora cada uno tendrá que representarse a sí mismo, y pobres de los que decidan unirse en una secta o facción para medrar a costa de los demás, porque recibirán la ira irrefrenable de un pueblo soberano que nunca más permitirá que unos inmorales les vuelvan a tomar el pelo.
Ha llegado la hora de la responsabilidad ciudadana, bienvenida sea.
Biante de Priena
11 comentarios:
20100430 – Biante, intuyo que intuyes por dónde tienen que ir los tiros para alcanzar una auténtica democracia. Sigue así, que cada día que pasa te vas superando. Mucho ánimo.
y que propones?, yo lo tengo claro, la abstencion politica ya que el voto en blanco es considerado nulo y se reparte entre esta gentuza.
20100430 – Anónimo, mis propuestas las vais a conocer dentro de muy poco. Me falta terminar el diseño de la cabecera de la web en que vamos a publicar y terminar un par de textos. Por lo demás, creo que lo que dices vas a hacer tú, es la peor solución de todas. Si de verdad deseamos dadle la vuelta al sistema, tenemos que dirigir nuestros esfuerzos a crear movimientos ciudadanos que estén dispuesto a trabajar para presentar candidatos independientes ( con mandato imperativo, como es lógico) en las próximas municipales y generales. Y eso si, entre otras muchas actividades, montar muy frecuentemente el chiringuito en la plaza pública con la finalidad de hacer pedagogía y captar adeptos por convicción.
Soy consciente que para llevar a cabo esto anterior y tener éxito se necesita una buena estrategia,( yo te repito que tengo diseñada la mía y si Dios quiere la vais a conocer muy pronto) pero para eso estamos unos y otros para aportar entre todos lo mejor de nosotros mismos.
Además, quiero aprovechar para hacer un llamamiento, y si alguien desea colaborar con nosotros, de momento, en mi blog tiene una dirección de E-mail, que se ponga en contacto conmigo, pues lo ponemos al día y le damos trabajo.
"... ya que el voto en blanco es considerado nulo y se reparte entre esta gentuza."
LLevo meses intentando explicarlo en varios sitios.
El voto en blanco NO ES NULO, precisamente porque como dices se lo reparten los grandes, con lo cual beneficias a los partidos más votados.
El voto es nulo cuando pintes una chorrada, rayes, destroces o rompas la papeleta y la metas en el sobre.
Yo creo que lo mejor es, a estos efectos, abstenerse (irse de juerga o quedarse en casita).
O pintarles un pollón en la papeleta o un adjetivo que les defina. Entonces sí que es nulo.
Imagina lo que les cabrea esto.
El texto de Briante es lúcido, peor creo que confía mucho en las masas. Las últimas hornadas son víctimas de la LOGSE, mucho más atontadas que los españoles de 1975-1980, por ejemplo.
Ojalá me equivoque.Porque fuera de las grandes movidas ciudadanas usando Internet y los telef móviles no hay salidas.
Los partidos políticos han incrustado un sistema totalmente corrupto. Y no quieren dejarlo y a buenas no lo dejarán.
NI aunque tengan unas decenas de condenas. NO lo dejarán porque les sale rentable.
Si no vais a votar pasará como el Estatuf la gente prefirió ir a la playa, sin embargo lo dan como bueno, a pesar que fue votado por menos del 50% de la población con derechoa a voto.
Es un estataf suspendido, pero lo dan como válido. O sea, no es quiestión de ir a votar o no.
Biante, creo que tienes mas fe que el Alcoyano, ya sabes la leyenda urbana: perdian por 11-0 y aún jugaban a la defensiva esperando empatar el partido.En este País no existe una mayoría ciudadana lo sufientemente formada como para hacer frente a los cientos de miles de seguidores que tienen los partidos mayoritarios, solo unos datos: PP (750.000 afiliados); PSOE (625.000 afiliados); a estas cifras has de sumar los familiares,afines y simpatizantes, en resumen, frente a estos números ¿cuantas personas estarian dispuestas a seguir un plan lo suficientemente mayoritario en cifras para ser capaz de ganar a los dos partidos que se reparten el poder político?.
A mi entender solo existe ua forma de que la situación actual de crisis pueda tener solución, y esta no es otra que recojamos las firmas suficientes para que se promulgue y se apruebe por el Parlamento una Ley Orgánica de "UN JUSTO Y EQUITATIVO REPARTO DE LA RIQUEZA"; (en el siguente comentario te esbozaré parte de su posible contenido);y en el supuesto de que no nos hagan "ni caso", pasariamos a un PLAN "B", y este ya es de aquellos que hace falta tener "un par de bemoles" para llevarlo a cabo, y consistiría en negarse a pagar cualquier clase de impuestos a todos los niveles: estatales, comunitarios y municipales,contratando a un notario que certificara que el importe de esos impuestos quedan depositados en una cuenta bancaria hasta que sean efectivas nuestras demandas, pero....¿cuantos ciudadanos estarian dispuestos a ello?, te contesto Biante: tu, yo el cabo, y dos que pasaban por alli.
"SOLUCIONES" Biante y no tanto ..bla..bla..bla...
Cordiales saludos
Antonio J. Barco Gil
Biante, te resumo parte del contenido de esa supuesta, pero necesaria "LEY DE UN JUSTO Y EQUITATIVO REPARTO DE LA RIQUEZA":
en la que se racionalicen los beneficios de cualquier trabajador en orden a su colaboración en la riqueza , no recibiendo las “migajas” de esas riquezas, subiendo las tablas de IRPF a aquellos cuyos ingresos sean superiores a 15, 20, 25, 30 veces , etc., con respecto al salario mínimo interprofesional, de tal forma que llegasen hasta unas retenciones del 60 o 70% en las escalas de mayor gravamen. Con el resultado de estas recaudaciones el Estado podría avivar la industria, el consumo, el acceso a la vivienda, las ayudas a jóvenes emprendedores, a las PYMES, a las industrias que desarrollen el I+D+I, a incentivar a las Autonomías con menos recursos, a mejorar la sanidad pública, a construir centros para mayores de edad, centros para personas deficientes, etc. etc.
Al mismo tiempo, esa misma LEY determinaría el sueldo máximo de los políticos con cargos públicos, sin prebendas, aboliendo todos los privilegios que gozan actualmente, determinando la incompatibilidad con cualquier otra actividad remunerada, determinando los sueldos de alcaldes, ediles, consejeros, etc.etc, con respecto al número de habitantes de cada localidad. Eliminando los Delegados del Gobierno y sus “cohortes” existentes en cada Autonomía, así como a los Delegados de cada Autonomía en las capitales de provincia que forman su territorio, la situación actual en este sentido es un despilfarro económico que no tiene sentido, puesto que ese papel lo cubren los ayuntamientos y las diputaciones.
En la misma LEY, se determinarían las normas referentes a los beneficios de agricultores, ganaderos y patrones de pesca eliminando el tráfico de beneficios fáciles que obtienen los “intermediarios” con la creación de un departamento fiscal dedicado exclusivamente a la observación y cumplimiento de las normas elaboradas al efecto.
Siguiendo con la mencionada LEY, se hace necesario la existencia de un cuerpo especial de fiscalidad en las transacciones bancarias entre entidades nacionales e internacionales e interviniendo en los conocidos “Paraísos Fiscales”, asimismo se formaría un cuerpo para el especial seguimiento de la “economía sumergida” dirigida en sumo grado a los negocios que existen entre los inmigrantes orientales.
Resumo mis propuestas manifestando, que si no existe en este País un político capaz de decir las cosas claras en vez de perder el tiempo en “dimes y diretes”, creo firmemente que ninguno de ellos se merece ni el voto ni la confianza de los miles de ciudadanos que como yo confiamos en que estas y otras muchas medidas se expongan y se desarrollen , personalmente eso es lo que espero del futuro Presidente de este País. Y en el supuesto de que todo continue por los mismos derroteros, este profesor recientemente jubilado se dedicará a disfrutar de sus nietos y a no querer saber nada mas de lo que pueda oler a política rutinaria y anquilosada solo para beneficio de los poderes económicos.
Un cordial saludo.
Antonio J. Barco Gil
20100501 – Profesor Jubilado, no me lo chafes cuando intervengas, que la “Resistencia” no estamos en condiciones de perder a un ariete imprescindible para derribar los muros del Sistema como es Biante. Si no nos animamos un poquito de vez en cuando entre nosotros, terminaremos la mayoría causando baja por depresión.
Profesor, sobre tus propuestas, mas adelante, cuando tenga un poco más de tiempo te haré un comentario
¡Ale!. Animo y un saludo para los dos.
profe, leyéndote, me recuerdas al hermano de la protagonista de la Rebelión de Atlas, la obra de Ayn Rand, que con otras palabras, venía apoyando la "ley del justo enriquecimiento", en un mundo utópico que se parece al nuestro como dos gotas de agua.
No verás, la solución es liberal, y eso quiere decir que los seres humanos comenzarán a distinguirse a partir de ahora en dos tipos: los que creen en sí mismos y los que no creen en sí mismos, los primeros liderarán el cambio social, los segundos irán a remolque. De los segundos a los primeros se pasará sencillamente abandonando la cárcel mental que les impide ser libres, el pesebre que les da de comer, la miseria de ser para otros.
Llevo muchos años estudiando la cuestión, con una dedicación importante, para saber que el mañana pertenece a los SERES HUMANOS LIBRES, porque la DEMOCRACIA es su territorio, no el de los pringados, asustados, aburridos, hastiados, y machacados.
A todo el mundo se le tenderá la mano para subir al futuro, pero el que decida seguir creyendo a los políticos elige en libertad, y está en su derecho de arruinar su existencia.
La solidaridad no da lugar al parasitismo
Biante, ¿me permites que te pregunte donde tienes guardada tu “varita mágica” para llevar a cabo tu “genial” estrategia?.Creo que a la hora de ser utópico me ganas por goleada, y no he visto esa película a la que aludes, pero intuyo que ni tu ni yo veremos ese mundo “tan mágico” en el que de golpe y porrazo..¡¡PLASF!!, 46 millones de españolitos hacen un “cursillo” sobre: “COMO HACERSE LIBERAL EN 15 DIAS”. Ya lo intentaron en la época de Adam Smith y tu mismo puedes comprobar cuales son los resultados en la actualidad.
Biante, sal de tu campana de cristal y observa el mundo que nos rodea, los poderes económicos han edificado una red en la que solo tiene valor dos cosas:
1.-La destreza en “engatusar” a tu vecino para sacar el máximo rendimiento con el menor esfuerzo posible.
2.- Ser un colaborador de la red.
Por mi parte ya sabes que no me quedan muchos caramelos por degustar y por lo tanto deseo con toda mi alma que te funcione tu “varita mágica” y ese sea mi último caramelo por saborear, te lo agradecería en el juicio final, si es que hasta allí no ha llegado aún el “virus” que impregna a nuestros actuales representantes judiciales.
Cordiales saludos. Antonio J. Barco Gil
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