El estado de sitio “democrático” que estamos viviendo los ciudadanos españoles tiene precedentes históricos en los preludios de la guerra civil. La convulsión política, económica y social que nos han deparado nuestros representantes públicos, no puede resolverse siquiera con unas elecciones anticipadas. Quizás sea bueno ver como algún juez encarcela a algún político, aunque tampoco resuelve el mayor problema que tenemos los españoles: la corrupción.
Que existe corrupción en las democracias occidentales, tan enmascarada al menos como la de los paraísos del socialismo real, es algo que los ciudadanos más atentos no desconocíamos, lo que sin embargo si ignorábamos eras las inmensas proporciones del monstruo que devora hoy el porvenir de nuestros nietos.
Atribuir a Rodríguez Zapatero el origen de la insania política que estamos contemplando es un eufemismo de la realidad, porque el Presidente del Gobierno de España, más que causa es consecuencia de lo que ocurre. Si es cierto que el inestimable circunflejo es el resultado visible de la desmesura, pero no lo es menos que Rajoy le acompaña en el tinglado, al igual que los nacionalistas, como puede comprobarse con los discípulos de Pujol.
En este país no hay políticos honestos, porque los que roban no lo son y los que no roban se callan y son cómplices de los ladrones. La proporción de los untados y los callados, posiblemente sea muy favorable a los primeros.
Los grandes partidos políticos son descomunales maquinarias de corrupción, difíciles de abordar desde los medios al alcance de los ciudadanos, no así los pequeños partidos, como Ciutadans o UPyD, dispuestos a suceder a sus antecesores jurásicos en el arte de robar, ofreciendo el paraíso a los ingénuos ciudadanos.
En la plataforma Ciudadanos en la Red, un puñado de disidentes de la impostura política, nos hemos ocupado de denunciar los excesos dictatoriales y los defectos democráticos de estas dos formaciones durante los tres últimos años. El resultado ha sido muy satisfactorio. Medio millón de lecturas en nuestro blog principal, 200.000 lecturas en el blog de Ciudadanos en la Prensa, cerca de 40.000 en textos ciudadanos y más de un millón de lecturas en nuestro foro, con más de cien mil comentarios, no es un mal balance para esta obra colectiva.
Quizás por eso o porque a lo largo de estos años hemos alcanzado el respeto de muchos internautas a nuestra forma de hacer las cosas, el candidato democrático Valia Merino, rival de Rosa Díez en el I Congreso de UPyD, que se celebrará del 20 al 22 de noviembre de este año en Madrid, nos ha elegido para ofrecer su primer encuentro digital con los internautas españoles.
La historia de nuestra plataforma ha sido sinuosa, con quebrantos y triunfos, pero siempre orientada a la denuncia pública de los agravios políticos que hemos sufrido los ciudadanos españoles durante los últimos tres años. Nuestra crítica ha procurado ser transversal con todos los partidos políticos, pero especialmente nos hemos dedicado a denunciar la opresión de los nacionalismos, los graves errores del Gobierno del Estado, los tremendos fiascosde la oposición, la ausencia de una sociedad civil organizada y la germinación de nuevos proyectos políticos, como Ciutadans y UPyD, que tienen la pretensión de seguir haciendo lo mismo que sus hermanos mayores.
Es difícil conocer el entramado interno que sostiene las formaciones políticas, pero aunque todas terminan siendo iguales, se puede apreciar gracias a la comunicación interactiva que nos proporciona internet, como los partidos pequeños, como el de Albert Rivera y el de Rosa Díez se van desviando de las reglas democráticas, asfixiando la libertad de sus seguidores, mintiendo descaradamente a sus votantes, creando un cinturón oligárquico e inoperante, presentando informes de gestión en los que no se explica el destino de millones de euros, y reuniendo todos los privilegios de los que disfrutan los designados por sus amos para acompañarles en la gran estafa pública.
En Ciudadanos en la Red siempre hemos pensado que si los ciudadanos no somos capaces de mostrar a la sociedad española las barbaridades que se cometen en estos partidos, difícilmente podremos resolver algún día el grave problema que este país tiene con la política, auténtico cáncer de nuestro desarrollo social y cultural.
Que Rosa Díez ofrezca regeneración democrática a los ciudadanos de este país, con un discurso populista dirigido a recoger el descontento, no quiere decir que no comparta el mismo objetivo que el PSOE o el PP. Que Ciutadans ocupe el lugar de la defensa de los intereses de los ciudadanos que se sienten españoles en Cataluña, no quiere decir que por eso no sirva a los objetivos de los partidos nacionalistas catalanes. La clase política es la aristocracia de nuestros días, junto a los sindicatos, los colectivos apoyados desde los partidos políticos y los medios de comunicación subvencionados, directa o indirectamente.
Los españoles tenemos un problema y no sólo es Zapatero, sino la política y la desmesurada corrupción pública que existe en este país, junto con una justicia adocenada, unos medios de comunicación complacientes y una sociedad civil aletargada.
Que haya cuatro millones de parados, un déficit público que se aproxima al 10 %, y unos cuantos casos millonarios de corrupción, no son más que la consecuencia prevista de una apoteosis esperpéntica. La solución está en nosotros, en todos los ciudadanos, acudir a las urnas en estas condiciones –lo advertimos en las elecciones europeas- es convertirnos en cómplices de los políticos que están haciendo en estos momentos la mayor estafa pública de la historia de España. Hoy dos mil vecinos han intentado asaltar el ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet, el próximo sábado día 7 la plataforma de las clases medias anuncia una concentración ciudadana que llegará a La Moncloa, y con toda seguridad habrá incidentes, tal vez muy graves.
Estamos paseándonos por la frontera de la civilización, los políticos nos han traído hasta aquí, ya no tienen la confianza del pueblo, los graves problemas que tenemos sólo pueden resolverse juzgando a los 100.000 aprovechados que viven de la política, a todos, algunos demostrarán su honestidad, pero muchos terminarán en la cárcel, y hasta que eso no ocurra, España vivirá al borde de la revolución.
Los delitos públicos de los políticos que no son sancionados son caldo de cultivo de todas las corrupciones. Un político que defrauda a los ciudadanos que lo han elegido es un criminal, mucho más criminal que el carterista que nos roba en el metro o el estafador que nos vende productos defectuosos, y sin embargo, las penas por robar 100 millones de euros se resuelven con condenas menores que las de los que roban 1000 euros. Es lo mismo que si un asesino tuviera la misma condena que alguien que nos insulta.
Pero las leyes por las que se juzgan a los políticos las hacen los propios políticos, de ahí su extrema lenidad. Político que roba 30 años de cárcel, sin reducción de pena posible, y tema resuelto. ¿Quién dijo que no se puede resolver la corrupción?. ¿Dónde hay que firmar?
Enrique Suárez Retuerta
Que existe corrupción en las democracias occidentales, tan enmascarada al menos como la de los paraísos del socialismo real, es algo que los ciudadanos más atentos no desconocíamos, lo que sin embargo si ignorábamos eras las inmensas proporciones del monstruo que devora hoy el porvenir de nuestros nietos.
Atribuir a Rodríguez Zapatero el origen de la insania política que estamos contemplando es un eufemismo de la realidad, porque el Presidente del Gobierno de España, más que causa es consecuencia de lo que ocurre. Si es cierto que el inestimable circunflejo es el resultado visible de la desmesura, pero no lo es menos que Rajoy le acompaña en el tinglado, al igual que los nacionalistas, como puede comprobarse con los discípulos de Pujol.
En este país no hay políticos honestos, porque los que roban no lo son y los que no roban se callan y son cómplices de los ladrones. La proporción de los untados y los callados, posiblemente sea muy favorable a los primeros.
Los grandes partidos políticos son descomunales maquinarias de corrupción, difíciles de abordar desde los medios al alcance de los ciudadanos, no así los pequeños partidos, como Ciutadans o UPyD, dispuestos a suceder a sus antecesores jurásicos en el arte de robar, ofreciendo el paraíso a los ingénuos ciudadanos.
En la plataforma Ciudadanos en la Red, un puñado de disidentes de la impostura política, nos hemos ocupado de denunciar los excesos dictatoriales y los defectos democráticos de estas dos formaciones durante los tres últimos años. El resultado ha sido muy satisfactorio. Medio millón de lecturas en nuestro blog principal, 200.000 lecturas en el blog de Ciudadanos en la Prensa, cerca de 40.000 en textos ciudadanos y más de un millón de lecturas en nuestro foro, con más de cien mil comentarios, no es un mal balance para esta obra colectiva.
Quizás por eso o porque a lo largo de estos años hemos alcanzado el respeto de muchos internautas a nuestra forma de hacer las cosas, el candidato democrático Valia Merino, rival de Rosa Díez en el I Congreso de UPyD, que se celebrará del 20 al 22 de noviembre de este año en Madrid, nos ha elegido para ofrecer su primer encuentro digital con los internautas españoles.
La historia de nuestra plataforma ha sido sinuosa, con quebrantos y triunfos, pero siempre orientada a la denuncia pública de los agravios políticos que hemos sufrido los ciudadanos españoles durante los últimos tres años. Nuestra crítica ha procurado ser transversal con todos los partidos políticos, pero especialmente nos hemos dedicado a denunciar la opresión de los nacionalismos, los graves errores del Gobierno del Estado, los tremendos fiascosde la oposición, la ausencia de una sociedad civil organizada y la germinación de nuevos proyectos políticos, como Ciutadans y UPyD, que tienen la pretensión de seguir haciendo lo mismo que sus hermanos mayores.
Es difícil conocer el entramado interno que sostiene las formaciones políticas, pero aunque todas terminan siendo iguales, se puede apreciar gracias a la comunicación interactiva que nos proporciona internet, como los partidos pequeños, como el de Albert Rivera y el de Rosa Díez se van desviando de las reglas democráticas, asfixiando la libertad de sus seguidores, mintiendo descaradamente a sus votantes, creando un cinturón oligárquico e inoperante, presentando informes de gestión en los que no se explica el destino de millones de euros, y reuniendo todos los privilegios de los que disfrutan los designados por sus amos para acompañarles en la gran estafa pública.
En Ciudadanos en la Red siempre hemos pensado que si los ciudadanos no somos capaces de mostrar a la sociedad española las barbaridades que se cometen en estos partidos, difícilmente podremos resolver algún día el grave problema que este país tiene con la política, auténtico cáncer de nuestro desarrollo social y cultural.
Que Rosa Díez ofrezca regeneración democrática a los ciudadanos de este país, con un discurso populista dirigido a recoger el descontento, no quiere decir que no comparta el mismo objetivo que el PSOE o el PP. Que Ciutadans ocupe el lugar de la defensa de los intereses de los ciudadanos que se sienten españoles en Cataluña, no quiere decir que por eso no sirva a los objetivos de los partidos nacionalistas catalanes. La clase política es la aristocracia de nuestros días, junto a los sindicatos, los colectivos apoyados desde los partidos políticos y los medios de comunicación subvencionados, directa o indirectamente.
Los españoles tenemos un problema y no sólo es Zapatero, sino la política y la desmesurada corrupción pública que existe en este país, junto con una justicia adocenada, unos medios de comunicación complacientes y una sociedad civil aletargada.
Que haya cuatro millones de parados, un déficit público que se aproxima al 10 %, y unos cuantos casos millonarios de corrupción, no son más que la consecuencia prevista de una apoteosis esperpéntica. La solución está en nosotros, en todos los ciudadanos, acudir a las urnas en estas condiciones –lo advertimos en las elecciones europeas- es convertirnos en cómplices de los políticos que están haciendo en estos momentos la mayor estafa pública de la historia de España. Hoy dos mil vecinos han intentado asaltar el ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet, el próximo sábado día 7 la plataforma de las clases medias anuncia una concentración ciudadana que llegará a La Moncloa, y con toda seguridad habrá incidentes, tal vez muy graves.
Estamos paseándonos por la frontera de la civilización, los políticos nos han traído hasta aquí, ya no tienen la confianza del pueblo, los graves problemas que tenemos sólo pueden resolverse juzgando a los 100.000 aprovechados que viven de la política, a todos, algunos demostrarán su honestidad, pero muchos terminarán en la cárcel, y hasta que eso no ocurra, España vivirá al borde de la revolución.
Los delitos públicos de los políticos que no son sancionados son caldo de cultivo de todas las corrupciones. Un político que defrauda a los ciudadanos que lo han elegido es un criminal, mucho más criminal que el carterista que nos roba en el metro o el estafador que nos vende productos defectuosos, y sin embargo, las penas por robar 100 millones de euros se resuelven con condenas menores que las de los que roban 1000 euros. Es lo mismo que si un asesino tuviera la misma condena que alguien que nos insulta.
Pero las leyes por las que se juzgan a los políticos las hacen los propios políticos, de ahí su extrema lenidad. Político que roba 30 años de cárcel, sin reducción de pena posible, y tema resuelto. ¿Quién dijo que no se puede resolver la corrupción?. ¿Dónde hay que firmar?
Enrique Suárez Retuerta
1 comentario:
...no puede resolverse siquiera con unas elecciones anticipadas.
Parece que van confluyendo pareceres. Esto no lo arregla los partidos políticos, es cosa de la sociedad civil; en manifestación permanente hasta la instauración de un gobierno de salvación nacional Personalidades posibles:
García Trevijano, Vidal Cuadras, Mariano y Javier Gómez de Liaño, José Luis Requero, Mari Mar Blanco, Manuel Pizarro, Santiago Niño Becerra, Esperanza Aguirre, Mayor Oreja, Mariano Barbacid, Jesús Neira, Ramón Peralta, Amando de Miguel, Julio Anguita, María San Gil, Ortega Lara, Teresa Jiménez Becerril,
Estamos paseándonos por la frontera de la civilización, los políticos nos han traído hasta aquí, ……………
Con nuestra pasividad cómplice contemplativa, añado yo.
Pero nadie dice el objetivo a conseguir para crear las condiciones legales, en las cuales, al primer asomo de sospecha de la mala gestión de un diputado podamos cesarle del cargo sin que termine su mandato. Y esto es posible si el diputado en vez de ser puesto por el partido X, es elegido por la circunscripción uninominal donde habita. Tiene que ser el pueblo el que elija y deponga a sus diputados, hay que quitar el poder a los jefes de los partidos para que nunca más digan como Rajoy “QUE ES ÉL, EL QUE APRUEBA LAS LISTAS” traducido a Román Paladino: que pone y quita diputados independiente de la valía personal y dependiente de su servilismo al jefe.
El conseguir estas condiciones sería obtener nuestro derecho a la Libertad política que perdimos cuando se abolió la Constitución de Cádiz.
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