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viernes, 17 de octubre de 2008

Más memoria histórica (21): "El Capitán Lozano"



Se puede ampliar. Fuente: El templete (24 de octubre de 2006) - Publicada en el diario El Mundo el 16 de octubre de 2006. La esquela fue publicada por Roberto Centeno, catedrático de Economía de la Escuela Superior de Ingeniería de Minas de Oviedo, sobrino de Carlos González Alvarez, el minero asturiano, socialista, que murió en octubre de 1934 junto con otros compañeros socialistas cuando se enfrentaron a una columna de soldados enviada desde León por Franco.

ASTURIAS NO OLVIDA Y LAS MONTAÑAS DEL NORTE DE LEÓN EN LAS PROXIMIDADES DE PUERTO VENTANA (Torrestío, San Emiliano, Babia, ...), TAMPOCO

José Luis Rodriguez Zapatero tiene una deformada memoria histórica. La versión de José Luis Rodríguez Zapatero sobre su abuelo, el capitán Lozano, es totalmente falsa. Su pertenencia a la Masonería y las vinculaciones del presidente del Gobierno con la logia leonesa en la que participaba su abuelo con el apodo de Rousseau es real.

La deformada historia familiar del presidente del Gobierno, la figura conscientemente maquillada de su abuelo, convertidas desde su llegada a La Moncloa en motivaciones para las reivindicaciones guerracivilistas de exaltación y sectarismo.

El Capitán Lozano: un agente doble

Veamos el expediente sancionador abierto contra el capitán Juan Rodríguez Lozano incoado por la justicia militar por ofrecerse en secreto a escribir y pasar información a Julián Zugazagoitia, político y director de El Socialista.

El abuelo del presidente era considerado agente doble por el ejército de la República y por tal motivo es apartado de la carrera militar a pesar de los inestimables servicios prestados a la República en la dura represión contra los mineros sublevados por el PSOE y la UGT de Asturias, en la que participa como segundo de a bordo del coronel La Fuente Valeztena en la toma de los pueblos de Ronzón, Ujo, Pola de Gordon y Mieres.

Los documentos demuestran que el abuelo Lozano fundó y fue miembro activo de la logia masónica Emilio Menéndez Pallarés n.º15, de León. Cuestión ésta que no tendría mayor trascendencia de no ser porque al lugar donde el capitán Lozano celebraba las tenidas masónicas semanales de su logia acudió en julio de 2006 Rodríguez Zapatero. Lo hizo en su calidad de Presidente del Gobierno para inaugurar la casa museo propiedad de la Fundación Sierra-Pambley, tres días antes de que el Consejo de Ministros aprobara el polémico proyecto de ley de Memoria Histórica.

Lo que ni La Moncloa ni, por supuesto, la propia fundación difundieron es que el inmueble y la aparentemente irrelevante institución filantrópica son la sede de la Logia en la que el abuelo Lozano se convirtió primero en “aprendiz” y luego en “compañero” masón.

Respondiendo a diversas cuestiones hasta ahora ocultadas por Zapatero, como el hecho de que acuda en fechas puntuales a la que fue la cárcel de su abuelo, fusilado por los nacionales, coincidiendo con conmemoraciones atávicas y secretas familiares.


El abuelo tiene un plan

En su empeño de falsear la historia de España de manera sectaria y tergiversada. el presidente ha erigido un monumento a su abuelo en el lugar del frente republicano al que el capitán Lozano nunca se incorporó.

En efecto, el 8 de septiembre de 2001, un año después de ser nombrado secretario general del PSOE, Zapatero erige en Araya de Luna un monumento a la figura del capitán Lozano en la que descubrió una placa que reza textualmente: “Homenaje a la dignidad. Muero inocente y perdono, mi credo fue siempre un ansia infinita de paz, el amor al bien y mejoramiento social de los humildes. Capitán Lozano 1893-1996”.

La inscripción alude al párrafo más significativo del testamento Lozano que también citó Zapatero el día de su investidura como presidente del Gobierno. Lo cierto es que Lozano jamás acudió al lugar del frente republicano donde Zapatero levantó el monumento y del que se encontraba apenas a seis kilómetros cuando estalló la guerra. En su lugar, acudió a la capital leonesa, tomada ya por los nacionales, donde fue detenido, encarcelado y fusilado en agosto de 1936 por alta traición.

Zapatero ha pretendido situar a su abuelo como un icono de toda una generación perdedora y maltratada a base de falsear de manera consciente incluso su propia historia. Y por ende, el jefe del Ejecutivo, que se autodefinió como “el presidente rojo” ha resucitado con una agresividad inusitada un equivocado, falaz y sectario revisionismo histórico, tan tergiversado como el de su propia historia familiar.

La Ley aprobada por el Ejecutivo de Zapatero termina con la aspiración de la Transición de no utilizar la Guerra Civil en la contienda política. La utilización parcial y partidista radical del presidente del Gobierno busca de manera consciente la criminalización de una parte de España, el centro derecha, representado por el Partido Popular, para evitar que en un futuro próximo esa nueva “extrema derecha” le desbanque en las urnas.

Crónicas de un miliciano viejo

De los que se han ocupado del capitán Juan Rodríguez Lozano, unos dicen que era afable y buena persona y otros que sibilino, por la doblez, por saber poner una vela en un altar y otra en el contrario, pero será mejor que lo diga un paisano suyo: Yo.

El capitán nació en Alange, Badajoz, pero su historia personal se desarrolló en León, más en concreto en la comarca de Luna donde yo nací.

Concretamente su relación con Luna le venía por parte de su mujer, Josefina, de Pola de Gordón, que tenía una hermana casada con Manuel Hidalgo, panadero y natural de San Pedro de Luna.

Rodríguez Lozano y su esposa iban con frecuencia a San Pedro, a casa de sus parientes, porque esta casa llegó a ser algo así como el centro o núcleo aglutinador de la familia.

En La Canela , un pueblo cercano a San Pedro de Luna –hoy no existen porque los hicieron desaparecer las aguas del pantano de Los Barrios de Luna- había tres hermanos, zapateros los tres, que tenían el colmillo muy retorcido. Uno de ellos, Fernando (Fernandín) estaba casado con una mujer de Aralla, y es el responsable de una inscripción que está en la collada de Aralla que, referida al capitán Rodríguez Lozano, dice:

“Trinchera del capitán Rodríguez Lozano/ Tira bien, miliciano. Defiende la República / 16/ 09/ 1936.

Por otra parte, el monolito en memoria de Rodríguez Lozano no trae buenos recuerdos a los “escoberos” (habitantes de Aralla) no por cuenta del homenaje sino porque lo asocian al tal Fernando, principal responsable de algunas fechorías de los rojos en el pueblo, como quemar todos los legajos antiguos del arca del concejo que se conservaban en la ermita de San Antonio o destrozar los santos de iglesia y la ermita –parece ser que el retablo no lo tiraron por miedo de que les cayera encima.

Fernando, de Aralla era muy amigo, y devoto del capitán Rodríguez Lozano. Entre las "hazañas" que se atribuyen a estos tres hermanos zapateros, los Fernández, Fernando, Manuel y José, una de ellas es que se apostaban “en las inmediaciones de la carretera a pegar tiros a los viandantes o realizar pillajes, como el robo de una máquina de zapatero, la de un tío de Cándido Rodríguez –que compartía con los Fernández la profesión de remendón. Capturados dos de ellos por los nacionales en Pola de Gordón –Manuel había muerto en la contienda- fueron trasladados a León. Uno de ellos –José-, herido, fue operado en el hospital que estaba donde hoy se levanta el seminario para extraerle un trozo de metralla. Luego fue trasladado a San Marcos. Estos salvaron el pellejo en parte por la intermediación de los Fierros –acaudalada familia de León con la que una hermana suya estaba de muchacha- y en parte por la suya, ya que un Sargento de la Guardia Civil le pidió razón de ellos y los describió como gente inofensiva que, terminada la guerra y apartados del ambiente desordenado de las milicias, no habían de causar mal alguno al orden público.

Los hermanos Fernández consideraban a Rodríguez Lozano como comilitón, es decir, rojo y revolucionario como ellos. Por eso le dedicarían la inscripción de Aralla

Uno de los misterios de Rodríguez Lozano, es que poco antes, hubiese estado machacando y matando con saña a mineros asturianos que esos sí que eran revolucionarios y rojos, rojos.

Los misterios de la santísima falsedad

Otro misterio es que el día que estalló la guerra civil Rodríguez Lozano estaba en San Pedro de Luna (zona roja entonces y por un mes, porque los nacionales llegaban hasta la peña de Los Barrios de Luna) y no digo misterio, porque el capitán huyó de San Pedro, donde estaban los suyos, a no ser que tuviera miedo de los mineros asturianos y se marchase a León a buscar cobijo en el bando nacional. ¿Pasteleó también el abuelo?. ¿Era el capitán Rodriguez Lozano un doble agente de la República?.

Si pasteleó con unos y con otros, por su doble condición de masón y de militar, por lo de represor de revolucionarios y…, la referencia frecuente del nieto ZP a la honestidad del su abuelo se desmorona.
Cuando estalló la guerra civil, el abuelo, el capitán Rodríguez Lozano, estaba en San Pedro de Luna. -hoy San Pedro no existe- en casa de los cuñados, el panadero Manuel Hidalgo.

San Pedro, al comenzar la guerra, fue zona republicana, aunque, cerca, un poco más abajo, en la peña de Los Barrios de Luna, mandaban los nacionales.
El abuelo, teóricamente, debería estar bendiciendo su suerte porque estaba con los suyos, pero no fue así; su comportamiento fue ilógico, porque se marchó a zona nacional, a León. Rodríguez Lozano tenía miedo a los rojos procedentes de Asturias.

Por Babia y por el valle de Luna, es decir por toda la zona, que era roja, bajaban los mineros y milicianos asturianos y previsiblemente podrían llegar y establecerse en San Pedro de Luna.

¿Por qué marchó Rodríguez Lozano a zona nacional?. Juan Rodríguez Lozano, el abuelo, había estado destinado para asistir como militar a las maniobras que llevaría a cabo el regimiento de Infantería, núm. 36 para limpiar de rebeldes los montes de León y para luchar en Asturias contra los revolucionarios.

Lozano y su jefe La Fuente Valenzuela permanecen en Vega del Rey tres o cuatro días. Hasta que… ocupan Pola de Lena y Ujo. El comportamiento de las tropas de esta columna no fue precisamente ejemplar por el demoledor saqueo de que son víctimas los habitantes que permanecieron en esas localidades. La labor arrasadora de esta columna no se paró en el saqueo; los militares enterraron vivos a ocho mineros que habían controlado una pieza de artillería usada, naturalmente, contra las tropas de la República.

El obediente capitán del ejército conquistó Mieres, la capital de la rebelión minera, el 19 de octubre; su jefe La Fuente fue nombrado Comandante militar de la plaza. A partir de ese momento, los insurrectos son víctimas de una represión que recuerda en sus memorias el comunista Manuel Grossi Mier. Dice Mier, al que hay que hacer el caso justo, que los militares habilitaron como cárcel la casa del pueblo del PSOE. La Fuente y su segundo, Lozano, instalaron también en Mieres dos cárceles más: los sótanos del Ayuntamiento y el colegio de los “baberos”, de los hermanos de las Escuelas Cristianas. Lo habitantes más viejos del pueblo aún recuerdan la dureza con que se trató a los detenidos en “el hachu.

¿Sería tan rojo el abuelo como dice ZP si torturaba con saña a los rojos? ¿Tendría miedo el abuelo a los mineros y por eso huiría de San Pedro a León donde estaban los nacionales?

Su cuñado, Manuel Hidalgo, el panadero de San Pedro, debía ser nacional porque, cuando, al mes de estallar la guerra civil, San Pedro fue ocupado por los nacionales y se estableció allí el frente, el Teniente Coronel se asentó en la casa de Manuel y no sólo no sufrió, que yo sepa, represión alguna, sino que parece que había cordialidad mutua entre el Teniente Coronel y el panadero. Por ello, pienso que su cuñado Hidalgo, el cuñado del abuelo, era nacional. ¿Cómo siendo el abuelo tan rojo como dice ZP podía ir de mil amores durante los veranos y en numerosas ocasiones a la casa de un “facha” por más que éste fuera de la familia?

¿Será que ZP, el presidente del gobierno sueña un mundo de buenos y malos y él, sin más fundamentos, asigna a cada uno el papel que a él le gustaría que hubiese desempeñado?

¿Será que Zapatero se siente iluminado y predica una idea cual Pablo de Tarso, cual cruzado en Tierra Santa, cual Pol Pot, cual Stalin?

Si el abuelo hubiera sido rojo, muy rojo, como dice el nieto presidente, no hubiera puesto tanto empeño en la represión de los mineros asturianos artífices de la revolución de 1934.

En Madrid, Lerroux se enfrenta a una huelga general, en Barcelona Companys declara que las “fuerzas monárquicas y fascistas” se habían hecho dueñas del poder en Madrid y él, como contrapeso, proclama el “Estat Català” dentro de una República federal.

Por si el caos fuera poco, en Asturias tiene lugar una “revuelta de mineros que comienza con la toma de Mieres el 4 de octubre”. A continuación, comunistas, socialistas, anarcosindicalistas, gentes del Sindicato Minero y de la Confederación Regional del Trabajo, toman Oviedo.

El Ministro de Guerra, Hidalgo, encarga al joven general Franco terminar con la rebelión. Tropas regulares indígenas son llamadas de África a dar la batalla. Y la dan. Y siguió el sometimiento y la represión de los mineros revolucionarios de izquierdas. Y en la represión y limpieza, en la zona de Ujo y de las montañas de León, participó, con calor, el capitán Rodríguez Lozano, el abuelo. Por lo tanto, si el abuelo hubiera sido tan rojo como hoy se nos intenta vender y, si hubiera sido un hombre íntegro e idealista, se habría negado, no digo ya a participar en la guerra contra los mineros, pero sí a las barbaridades de la represión una vez desarmados y vencidos los enemigos.

Rafael Alberti, del que no cabe duda de que fue rojo y rojo hasta la médula, cuando la rebelión de Asturias, reaccionó de forma muy distinta; se fue a América a dar una serie de recitales para recoger fondos para ayudar económicamente a los mineros sublevados en Asturias. Alberti con los mineros. El capitán Rodríguez Lozano contra los mineros.

El capitán Rodriguez Lozano enviando y recibiendo el burro explosivo. El burro explosivo se utilizó en la revolución de Asturias y en la guerra civil. Uno y otro bando enviaban “mensajes” a las trincheras enemigas. A veces, los resultados no eran los esperados porque el burro se daba la vuelta y devolvía a su origen la carga explosiva.

Alberti escribió el poema “Un burro explosivo para Franco”:

Tú, todavía, general botijo,
caudillo cantimplora sin pitorro,
liliputiense, hijo
de zorra cabezorra y cabezorro.
Di, Francisco, ¿hasta cuándo
con tus bordados camisones nuevos,
de cara al sol y caracoleando,
nos tocarás la yema de los huevos?
Contempla, rebozado cochifrito,
la desgraciada Italia de Benito,
la Alemania de Adolfo destrozada.
Pero siendo tan chico de estatura
para contemplar nada,
sube a admirarlas, paticuesco enano,
desde la interminable sepultura
de tanta España muerta por tu mano.

Y el capitán Rodríguez Lozano dándole vueltas al dilema de saber en qué bando de la guerra civil estaría mejor. Y, tal vez, su participación, la participación con Franco como general, aunque no estuviese a su lado, en la represión de los rebeldes de Asturias, en el 34, tal vez, le hiciese pensar al capitán Lozano, que estaba en San Pedro de Luna (zona republicana) cuando estalló la guerra civil, en que lo más prudente fuese ir a León, capital de zona nacional. Tal vez pensó que su destino era volver a pelear al lado de Franco. El pobre hombre se equivocó. Y lo pagó con su vida por alta traición.

Como ven el pobre capitán Rodriguez Lozano fué un pelele más en la Guerra Civil, con la diferencia de que no era rojo ni nacional, un avenido masónico que se vendía al mejor postor que le garantizase su mísera vida. Con un "abuelo" como este ¿no nos daría vergüenza de llevar su apellido?. Creo que sí, y si tuviéramos el poder, creo que haríamos lo increible para cambiar esa imagen vergonzante. Ser el nieto de un traidor fusilado no es cosa de orgullo.

Por eso José Luis Rodriguez Zapatero quiere convertir a su abuelo en un paladín heroíco que fué ejecutado por esa otra España que tanto odia. La fantasía creada en la mente de un José Luis Rodriguez de 14 años es un caso de psicopatía impresionable. La continuación de esa fantasía como presidente de una nación, es criminal y traicionero.

Miliciano Viejo (escrito en los comentarios de Batiburrillo en abril de 2007)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jope, ese zapatero, tan "criminal y traicionero" como su abuelo. sin que se exprese, la conclusion es obvia: hay que fusilar a zapatero, igual y por igual motivo que a su abuelo.

esto va mas alla del referente ciudadano que era el terror jacobino.

esto es barbaridad pura y dura.

solo espero que este blog se publique tambien en ingles.


berenger

Enrique Suárez dijo...

berenger, pero que cosas dice, el problema no es ese, es como lo de Companys, que nos quieren vender bacalao por merluza, y verá, como que no, que ya hemos pagado por las supprime.

Respecto al inglés, abajo a la derecha puede hacer usted traducción literal del blog -mecánica- a seis idiomas, inglés incluído.

Y se ha vuelto a equivocar, no va la cosa del fusilamiento del abuelo de Zapatero, sino de los socialistas que él fusiló...como le da vuelta a las cosas.

¿Usted no será profesor de Educación para la Ciudadanía, verdad?. Es que le noto cierta connivencia con la política correcta.

Saludos Liberales

Erasmo

Anónimo dijo...

D. Berenjena hacer sentir vergüenza ajena.
Cada vez que postea, mete la gamba y mea.
Sigue sin desmayo,intentando justificar al Ayo.
A la cuadra Zapateril,se ajusta su perfil.
La realidad suya, intenta que nos la pongamos de casulla.
IGNARO ADANISTA SEGURO, por lo que ha de cobrar sus buenos duros.
Sino, se entiende caletre duro, que necesita del partido para estar seguro.

Anónimo dijo...

este infradotado es ejemplo de la tropa-juguete tan mísera e inútil que tienen los neonazis
se merecen desprecio i escupitajos

Anónimo dijo...

realmente da igual de que va el texto: yo me refiero a lo que dice.

lo bonico con el como con todo lo que se exhibe aqui es que se pasa tanto de la raya que la ideologia subyaciente se hace claramente visible.

aqui nunca se trata de una merecida critica de zapatero etc.

lo que no gusta es la democracia.


berenger

Anónimo dijo...

el neolenguaje del neonazi

democracia=tirania de acuerdo con

el ministerio de la mentira de orwell i con aquello que vemos tocamos sabemos oímos sufrimos de ZP&PP togheter

pues claro que no admitimos tirania en ninguna esquina española
die shiiiiiiiiine cangrejen dice lo contrario de lo que regurge como el criminal zapatero merecedor de guillotina critica afilada

i sujeto el cuello con argollas

¡¡abajo el sicopata neonazi asesino de la moncloa!!

Anónimo dijo...

¿que ahora? ¿asesino de niños, o asesino de la moncloa?

me hago un lio.


b.

Anónimo dijo...

Los Judas modernos, a los que estimulan con muuuuuuuucho dinero para cometer delitos, dicen que no lo quieren coger eludiendo colgarse de una higuera y evitando que los cuelguen. Sabia maniobra.
En cualquier caso es repugnante y obsceno la pasta gansa que se levantan con el timo organizado que se traen.


http://elmundo.es/mundodinero/
2008/10/17/economia/1224270172.html

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