Queridos amigos:
La mañana ha sido muy rica e interesante, ¡hemos tenido exactamente una hora de retraso sobre nuestro horario previsto!. Esto hace que naturalmente tenga el deber de ser conciso, trataré de cumplir con ese deber.
He advertido a los periodistas que estaré obligado a sobrevolar rápidamente sobre el discurso que ellos tienen en sus manos, pero sustancialmente será el mismo. Que por cierto será - y esta es mi primera reflexión -, el mismo que hemos escuchado a lo largo de la mañana, porque lo sorprendente en este nuevo movimiento político, ha sido la extraordinaria coherencia a lo largo de los debates, la coincidencia lógica entre los participantes y asumida por todos los que han intervenido en la sala y en la tribuna, en el interior y en el exterior, del debate que han desarrollado ante ustedes.
Esta es la prueba de que este movimiento no es una creación, sino más bien, una revelación.
Me dirán que he tenido algunas razones para preverlo, porque habiendo vivido de cerca la campaña presidencial, sabía que esto que era una sorpresa para muchos, no era más que la afirmación, la encarnación de una corriente política que existía, y que no requería más que tomarla en cuenta para triunfar.
Esta es la corriente política que se ha escuchado por la mañana y os prometo que si se afirma con esta fuerza, los franceses van a unirse a ella y van a cambiar su interpretación de las cosas.
Sabéis, esta sociedad es muy paradójica y en ella tenemos que asumir una parte de responsabilidad. Se trata de una sociedad consumista, una sociedad en la que se puede escuchar que no hay más leña que la que arde... Y al mismo tiempo, me decía mientras preparaba este discurso de clausura, que durante esta semana para muchos franceses, lo que habrá sido importante no es la crisis de la que se habla desde hace meses, sino el rostro de la hermana Emmanuel, que ha provocado en ellos una emoción profunda; como el rostro del Abate Pierre en el momento de su muerte, que para ellos era alguien importante, y que ha afectado a la esencia profunda de sus vidas.
Por lo tanto, hay una expectativa en nuestras sociedades, una expectativa de algo más allá de lo material, lo mecánico, lo financiero, lo consumista. Hay otra cosa y no es otra que lo que hemos debatido a lo largo de la mañana, al hacer la reflexión sobre la necesidad de una revolución moral o la necesidad de un análisis ético, o sobre la necesidad de promover un ideal europeo. Habéis comprendido correctamente que nos aferramos a estos principios, porque pensamos que al final son los únicos elementos importantes que van a darle a nuestra sociedad, no sólo una estructura, sino también un alma, y para nosotros, las almas son tan importantes como las estructuras.
Una crisis centenaria
Sin embargo, estamos viviendo un momento histórico de dimensión secular. He dicho esta mañana que es igual que para las inundaciones. Los funcionarios locales electos saben que cuando hacen un plan contra las inundaciones, deben pensar que puden ser recordadas durante una década, o un siglo. También para los ciclos, los hay cada diez años y también cada siglo.
La crisis que estamos viviendo es una crisis de dimensión secular. Es una crisis de alcance total, su sentido -se ha mencionado por varios oradores esta mañana - si se compara con la crisis o ciclo de 1989 -hace veinte años exactamente- hay que recordar que arrastró el socialismo soviético a su final.
Los dos modelos, el modelo soviético y el modelo capitalista, están en vía de encontrarse en una crisis, en la que creo que ni uno ni el otro se van a recuperar, al menos de forma íntegra.
Quiero detenerme un instante para decirles que, contrariamente a la versión oficial, no creo en la refundación del capitalismo, como tampoco creo en la refundación del socialismo. Quiero decirles que esto no es un accidente histórico, que la crisis de uno es la crisis del otro, esta es la crisis y el fracaso de las ideas fundamentales que soportan cada uno de los dos sistemas.
Quisiera hacer un inciso sobre la crisis del socialismo, que se vino abajo con la caída del Muro de Berlín. Su idea era que la bondad del Estado podría decidir la situación de las personas, sustituir con decisiones planificadas las múltiples decisiones de la sociedad libre. Esta idea ha demostrado ser falsa y trágica, y ha conducido a los países que la han aplicado al hundimiento.
La idea fundamental del capitalismo también ha fallado, su postulado fundamental era que la suma de los intereses particulares era el interés general. Esta premisa también ha resultado falsa.
No sé si me han seguido hasta este momento, pero para los que están familiarizados con internet (y hay muchos en esta sala), deben contemplar la increíble escena ante el Senado norteamericano del hombre que ha simbolizado la certeza del acero, el hormigón armado del capitalismo americano, Alan Greenspan, por que surgio de él.
Se decía que era "el economista de economistas", "el maestro", "el brujo". Cuando digo "se decía", utilizando el imperfecto, es porque era la forma de denominarlo hace unos meses. Este hombre era citado para todo, y ha sido escuchado sobre el origen de la crisis por el Parlamento americano. Es fascinante, porque no se expresaba desde el análisis de ideas generales, de teorías, sino desde una tragedia humana.
Este hombre con el rostro descompuesto, un hombre de 82 años que ve como sus fuertes creencias y sus sólidos principios se han derrumbado, ha dicho esta frase que resume lo que quiero decirles: " Pensé que los banqueros serían conscientes de sus propios intereses, de su propia seguridad, para asegurar así la de los demás". Reconoció haber aplicado a la banca el teorema dominante del capitalismo, a saber, que la suma de intereses era el interés general.
Y hasta aquí, se ha demostrado su falsedad.
Os quiero recordar que era la afirmación que llevamos ante los franceses durante la campaña presidencial, pero también, su diferencia con todas las controversias que se han vivido durante los últimos años y que voy a recordarles. Todas las polémicas establecidas por los dirigentes franceses contra el Banco Central Europeo, y cito como ejemplo el descenso de los tipos de interés por la Reserva Federal americana, demandando, exigiendo, y advirtiendo de la demora en seguir el ejemplo de Mister Greenspan -y en una cita inédita pero clarificadora- se proponía el modelo de los préstamos hipotecarios norteamericanos como el modelo a seguir por nuestro país.
Bueno, afortunadamente, los europeos se resistieron, ha habido algunos responsables europeos -y discúlpenme por decirlo- afortunadamente hay un Banco Central Europeo que ha impedido la laxitud en los créditos que han conducido a los Estados Unidos a donde están.
Traducción: Ciudadanos en la Red y Ramón Gutiérrez
Discurso íntegro en francés
Vídeo en francés
continuará...
La mañana ha sido muy rica e interesante, ¡hemos tenido exactamente una hora de retraso sobre nuestro horario previsto!. Esto hace que naturalmente tenga el deber de ser conciso, trataré de cumplir con ese deber.
He advertido a los periodistas que estaré obligado a sobrevolar rápidamente sobre el discurso que ellos tienen en sus manos, pero sustancialmente será el mismo. Que por cierto será - y esta es mi primera reflexión -, el mismo que hemos escuchado a lo largo de la mañana, porque lo sorprendente en este nuevo movimiento político, ha sido la extraordinaria coherencia a lo largo de los debates, la coincidencia lógica entre los participantes y asumida por todos los que han intervenido en la sala y en la tribuna, en el interior y en el exterior, del debate que han desarrollado ante ustedes.
Esta es la prueba de que este movimiento no es una creación, sino más bien, una revelación.
Me dirán que he tenido algunas razones para preverlo, porque habiendo vivido de cerca la campaña presidencial, sabía que esto que era una sorpresa para muchos, no era más que la afirmación, la encarnación de una corriente política que existía, y que no requería más que tomarla en cuenta para triunfar.
Esta es la corriente política que se ha escuchado por la mañana y os prometo que si se afirma con esta fuerza, los franceses van a unirse a ella y van a cambiar su interpretación de las cosas.
Sabéis, esta sociedad es muy paradójica y en ella tenemos que asumir una parte de responsabilidad. Se trata de una sociedad consumista, una sociedad en la que se puede escuchar que no hay más leña que la que arde... Y al mismo tiempo, me decía mientras preparaba este discurso de clausura, que durante esta semana para muchos franceses, lo que habrá sido importante no es la crisis de la que se habla desde hace meses, sino el rostro de la hermana Emmanuel, que ha provocado en ellos una emoción profunda; como el rostro del Abate Pierre en el momento de su muerte, que para ellos era alguien importante, y que ha afectado a la esencia profunda de sus vidas.
Por lo tanto, hay una expectativa en nuestras sociedades, una expectativa de algo más allá de lo material, lo mecánico, lo financiero, lo consumista. Hay otra cosa y no es otra que lo que hemos debatido a lo largo de la mañana, al hacer la reflexión sobre la necesidad de una revolución moral o la necesidad de un análisis ético, o sobre la necesidad de promover un ideal europeo. Habéis comprendido correctamente que nos aferramos a estos principios, porque pensamos que al final son los únicos elementos importantes que van a darle a nuestra sociedad, no sólo una estructura, sino también un alma, y para nosotros, las almas son tan importantes como las estructuras.
Una crisis centenaria
Sin embargo, estamos viviendo un momento histórico de dimensión secular. He dicho esta mañana que es igual que para las inundaciones. Los funcionarios locales electos saben que cuando hacen un plan contra las inundaciones, deben pensar que puden ser recordadas durante una década, o un siglo. También para los ciclos, los hay cada diez años y también cada siglo.
La crisis que estamos viviendo es una crisis de dimensión secular. Es una crisis de alcance total, su sentido -se ha mencionado por varios oradores esta mañana - si se compara con la crisis o ciclo de 1989 -hace veinte años exactamente- hay que recordar que arrastró el socialismo soviético a su final.
Los dos modelos, el modelo soviético y el modelo capitalista, están en vía de encontrarse en una crisis, en la que creo que ni uno ni el otro se van a recuperar, al menos de forma íntegra.
Quiero detenerme un instante para decirles que, contrariamente a la versión oficial, no creo en la refundación del capitalismo, como tampoco creo en la refundación del socialismo. Quiero decirles que esto no es un accidente histórico, que la crisis de uno es la crisis del otro, esta es la crisis y el fracaso de las ideas fundamentales que soportan cada uno de los dos sistemas.
Quisiera hacer un inciso sobre la crisis del socialismo, que se vino abajo con la caída del Muro de Berlín. Su idea era que la bondad del Estado podría decidir la situación de las personas, sustituir con decisiones planificadas las múltiples decisiones de la sociedad libre. Esta idea ha demostrado ser falsa y trágica, y ha conducido a los países que la han aplicado al hundimiento.
La idea fundamental del capitalismo también ha fallado, su postulado fundamental era que la suma de los intereses particulares era el interés general. Esta premisa también ha resultado falsa.
No sé si me han seguido hasta este momento, pero para los que están familiarizados con internet (y hay muchos en esta sala), deben contemplar la increíble escena ante el Senado norteamericano del hombre que ha simbolizado la certeza del acero, el hormigón armado del capitalismo americano, Alan Greenspan, por que surgio de él.
Se decía que era "el economista de economistas", "el maestro", "el brujo". Cuando digo "se decía", utilizando el imperfecto, es porque era la forma de denominarlo hace unos meses. Este hombre era citado para todo, y ha sido escuchado sobre el origen de la crisis por el Parlamento americano. Es fascinante, porque no se expresaba desde el análisis de ideas generales, de teorías, sino desde una tragedia humana.
Este hombre con el rostro descompuesto, un hombre de 82 años que ve como sus fuertes creencias y sus sólidos principios se han derrumbado, ha dicho esta frase que resume lo que quiero decirles: " Pensé que los banqueros serían conscientes de sus propios intereses, de su propia seguridad, para asegurar así la de los demás". Reconoció haber aplicado a la banca el teorema dominante del capitalismo, a saber, que la suma de intereses era el interés general.
Y hasta aquí, se ha demostrado su falsedad.
Os quiero recordar que era la afirmación que llevamos ante los franceses durante la campaña presidencial, pero también, su diferencia con todas las controversias que se han vivido durante los últimos años y que voy a recordarles. Todas las polémicas establecidas por los dirigentes franceses contra el Banco Central Europeo, y cito como ejemplo el descenso de los tipos de interés por la Reserva Federal americana, demandando, exigiendo, y advirtiendo de la demora en seguir el ejemplo de Mister Greenspan -y en una cita inédita pero clarificadora- se proponía el modelo de los préstamos hipotecarios norteamericanos como el modelo a seguir por nuestro país.
Bueno, afortunadamente, los europeos se resistieron, ha habido algunos responsables europeos -y discúlpenme por decirlo- afortunadamente hay un Banco Central Europeo que ha impedido la laxitud en los créditos que han conducido a los Estados Unidos a donde están.
Traducción: Ciudadanos en la Red y Ramón Gutiérrez
Discurso íntegro en francés
Vídeo en francés
continuará...
5 comentarios:
Sorry, ¿y qué tiene esto que ver con Gorriaran?. Hay una distancia estratosférica del respeto que este hombre siente por los ciudadanos, que nada tiene que ver con como nos tratan los políticos españoles a los ciudadanos.
Dan ganas de hacerse francés.
El pesimismo de la Fed abre la puerta a una bajada de tipos 'a la japonesa'
Ainhoa Giménez, Bolságora | 0:13 - 30/10/2008
1 comentario
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bernanke-reunion.JPG
Una de las teorías sobre la política de la Fed de las que les hablábamos ayer en esta sección planteaba que Bernanke no iba a bajar los tipos más de medio punto porque quería guardarse balas en la recámara en caso de otro episodio de pánico; además, todavía no hay señales que hagan de la deflación el principal escenario para EEUU. Esta teoría se cumplió como saben, y la Fed dejó el precio del dinero en el 1%.
Pero también puede cumplirse otra de esas teorías, la que afirma que la Fed puede llegar a bajar los tipos hasta cero al estilo japonés si las cosas se ponen suficientemente feas. De hecho, el martes la CNBC planteaba una encuesta si su audiencia sobre esta posibilidad. Sin llegar a tanto, en lo que coincidían anoche los principales medios norteamericanos era en que el comunicado posterior a la reunión fue tremendamente pesimista.
Así, los comentaristas destacaban que no hubo comentarios que afirmasen que la crisis está siendo "contenida", ni tampoco referencias al riesgo inflacionista que hasta hace unos meses estaba empatado con el riesgo de recesión en el discurso del banco central. ¿Dónde han quedado los famosos halcones? Esto, que puede parecer positivo -un peligro menos para la economía-, en realidad es muy preocupante porque abona la tesis de que EEUU se encamina hacia la deflación, que es el peor escenario económico posible como bien saben los japoneses.
Panorama muy negro
Lo cierto es que el comunicado es un dechado de desastres: la economía se ha "ralentizado marcadamente"; el gasto de consumo está cayendo; la inversión empresarial y la producción industrial se han "debilitado"; la crisis global perjudicará a las exportaciones; y "la intensificación de las turbulencias de los mercados financieros provocará una contracción adicional del gasto" de consumidores y empresas al negar el crédito incluso a los más cualificados.
De ahí que el banco central no diga nada sobre el final de las bajadas de tipos y sí sobre la caída de las materias primas y el petróleo, lo que abre la posibilidad de nuevos descensos en los próximos meses. De hecho, algunos expertos como Ian Shepherdson, de High Frequency Economics, apostaban tras conocer el comunicado por otra bajada de medio punto en la próxima reunión, prevista para el 16 de diciembre. No obstante, el consenso no es tan radical (de momento) y piensa que la Fed mantendrá los tipos en el 1% durante un tiempo y sólo los bajará si efectivamente hay indicios claros de la amenaza deflacionista.
Sin esperanzas
Frente al escenario tan negro que pinta, el comunicado no ofrece ninguna esperanza; ni siquiera hace referencia a un aumento del gasto público como el que recomendó el propio Bernanke la semana pasada. Y lo que es más preocupante: la Fed no muestra ninguna confianza en que la bajada de tipos vaya a reactivar el mercado inmobiliario. Lo único que dice es que hay que tener paciencia.
"Después de expandir su balance en casi un billón de dólares (un trillion), recortar los tipos de interés drásticamente y establecer a la Fed como el prestamista de último recurso prácticamente para todos los sectores de la economía, lo mejor que la Fed puede ofrecernos en la promesa de que "con el tiempo" estas medidas extraordinarias "mejorarán las condiciones de crédito y promoverán una vuelta a un crecimiento económico moderado"", concluye Rex Nutting, comentarista de MarketWatch.
Ciertamente, el panorama es desolador, porque a las medidas citadas hay que sumar la adquisición de participaciones en el capital de la banca por parte del Tesoro, su plan para comprar los activos tóxicos, la compra directa de papel comercial por la Reserva Federal y otro nuevo plan para ayudar a los fondos monetarios. Así las cosas, no es raro que Nutting crea que tenemos una recesión muy larga por delante.
Es fascinante Bayrou, que envidia, pensar que ha deshecho un partido con más de 100 parlamentarios, la UDF, para refundar un movimiento ciudadanos, el MoDem.
Más próximo a los ciudadanos que a los políticos y aquí Ciutadans ocupando la marca, y UPyD discutiendo sobre que es bueno y malo.
¿Alguien sabe si hay alguna delegación del MoDem en España?. Creo que sería importante importar el modelo y sacarlo en nuestro país. Hay que echar abajo a todos los advenedizoa.
Saludos liberales
Erasmo
Epi
Dice D. François Bayrou:
Los dos modelos, el modelo soviético y el modelo capitalista, se han enfrentado a una crisis, de la que creo que ni uno ni el otro se van a recuperar, al menos de forma íntegra.
Y yo me pregunto, ¿Sabrá que se pueden fundir ambos sistemas, para sacar la aleación del Capitalismo Comunitario? El instituto Joan Bardina, investigador y promulgador del sistema, se creó el 25 de octubre de 1984.
Quisiera hacer un inciso sobre la crisis del socialismo, que se vino abajo con la caída del Muro de Berlín. Su idea era que la bondad del Estado podría decidir la situación de las personas,con sustituir con decisiones bien planificadas las múltiples decisiones de la sociedad libre. Esta idea ha demostrado ser falsa y trágica, y ha conducido a los países que la han aplicado al hundimiento. las múltiples decisiones de la sociedad libre.
Sin defender la practica y sí la teoría de la organización del comunismo de la UU.RR.SS, en sus planes quinquenales de producción, falló por las dificultades para la obtención de datos reales de planificación-(el equivalente a las tablas de input output de la actualidad)-y en la corrupción, inherente al dinero anónimo existente, en circulación.
La idea fundamental del capitalismo también ha fallado, su postulado fundamental era que la suma de los intereses fundamentales era el interés general. Esta premisa también ha resultado falsa.
La premisa ha resultado falsa por la EVOLUCIÓN de los sentimientos morales de ayer-(siglo XVIII)- a hoy:
“Por más egoísta que se le pueda suponer al hombre, existen evidentemente en su naturaleza algunos principios que lo mueven a interesarse por la suerte de los otros, y hacer que la felicidad de estos le resulte necesaria, aunque no derive de ella nada más que el placer de contemplarla”
Adam Smith.
Oder, si todo esto lo soluciona, técnica y filosóficamente, la moneda telemática nominativa comunitaria-(MTNC)-como hacemos para publicitarlo.
Sería posible mandar al Sr. Bayrou, Parlamentos y a todo el mundo mundial, algo parecido-( Se puede consensuar la mejora de sintaxis, síntesis y presentación) a lo expuesto en estas dos direcciones:
MTNC
MTNC en video
EL CAPITALISMO NOS MUESTRA EL CAMINO
J. Colomar. Octubre 2008.
Publicado en www.tercerarepublica.org,, órgano del Partido Nacional Republicano.
Afirma uno de los textos fundamentales del Partido Nacional Republicano:
“El mundo de las máquinas, ha provocado un trastrocamiento integral de la existencia. Ha convertido de modo irrevocable la relación del hombre con la naturaleza en una empresa cada vez más colectiva, que establece apretados lazos de dependencia reciproca entre millones de hombres e instaura una realidad cada vez más compleja. Ha convocado poderes inmensos, que permitirían una formidable ampliación de horizontes. Existe un gigantesco material que aguarda con impaciencia que se le impregne de un sentido legítimo. Una colosal acumulación de medios de poder se halla dispuesta para un nuevo dominio histórico. El sufrimiento del mundo, un sufrimiento de signo universal, es que el mencionado dominio no se ha plasmado todavía. El dominio del Burgués subordina todo ese inmenso caudal de posibilidades a los "derechos del Individuo" y a la búsqueda frenética de su felicidad consumista. El resultado no ha sido "la Libertad". Han sido las formas más monstruosas de tiranía y, sobre todo, el desarrollo de un proceso económico que se superpone al hombre como un gigante desencadenado.¿Qué son las crisis periódicas, sino la demostración de que el trabajo y la técnica no pueden ser racionalmente organizados desde las categorías políticas y económicas del individualismo?”.
En efecto, el advenimiento de la técnica industrial destruyó el mundo de los pequeños trabajos completos y separados, propios de la agricultura arcaica y del artesanado. Desde entonces, ha ido pidiendo a gritos una ordenación holista, un todo que fuese más que la suma de sus partes. En definitiva, un sistema comunitario y funcional, no una mera adición de átomos pretendidamente autosuficientes. Incluso le impone al Burgués pasos técnicos en ese sentido, para afrontar la concurrencia de capitales y para protegerse de sus propias contradicciones. Esto es lo que ha ocurrido con el reemplazo de la centralidad de la propiedad privada individual por la propiedad privada colectiva (sociedades anónimas), con la cartelización de sectores enteros mediante la creación de oligopolios y monopolios, con la disociación de la gerencia respecto de la propiedad, con la introducción de elaboradas formas de planificación en el ámbito de la empresa, e incluso con las nacionalizaciones para salvar a sectores del capital en crisis: ¡en este momento, en los propios USA y en Inglaterra!
Algunos ultraliberales académicos siguen anunciando los manuales de Hayek y de Von Mises: su maqueta es un idílico mundo de competencia entre pequeñas empresas que se ajusta automáticamente, mientras el Estado no intervenga, mediante el juego de la oferta y la demanda. Pero el liberalismo es una representación primero errónea y luego mentirosa de la realidad. Para empezar, en lo que concierne a la proyección del Estado. El dominio del Burgués sólo ha sido posible desde un principio merced a la decisiva intervención del Estado –la acumulación primitiva de capital en Inglaterra a base de patentes de corso, tráfico de esclavos y expediciones coloniales-. En la actualidad, asistimos al desenmascaramiento del falso dilema entre “liberales”, partidarios de que sea el mercado quien purgue las crisis, e “intervencionistas”, partidarios de la acción del Estado. Los “liberales” ensalzan al mercado en los tiempos de vacas gordas, pero se avienen a que, en tiempos de vacas flacas, Papá Estado acuda en auxilio de sus negocios. En cuanto al “intervencionismo”, no significa otra cosa que el enjuague público de las pérdidas del capital y de los dispendios de la corrupción de los aparatos políticos, a cuenta de los contribuyentes, para reemprender la privatización cuando las condiciones lo permitan.
Ese dominio sigue amurallando a la sacrosanta propiedad privada, que incluso Tomás de Aquino situaba dentro del "derecho de gentes" y no del "derecho natural". Pero, en la práctica, se ha desplegado como la más implacable palanca de expropiación –primero de campesinos y artesanos, luego de empresarios pequeños y medios... Hoy asistimos a un colosal proceso de expropiación de unos grandes capitales por otros mayores, a través de absorciones, fusiones… Masas astronómicas de capital están cambiando de estantería. Pero, con todo esto, es el Burgués quien nos muestra el camino de la concentración técnica y financiera, de la anulación del sacrosanto mercado, de la planificación e incluso de la estatización! ¡Es el Burgués quien nos indica la “hoja de ruta” que debe conducir a la superación de su mundo! Naturalmente, ésta no se producirá evolutivamente y de forma indolora. No ha existido jamás un sector privilegiado que haya asistido pasivamente a su propia extinción. Pues, a la vez, el Burgués, atado irremisiblemente a las “categorías del individualismo” -propiedad privada incondicional y demás “derechos humanos”, mercado como mecanismo insuperable de la asignación de recursos, beneficio, dinero como mercancía y no como simple equivalente, “sociedad civil”, parlamentarismo liberal, etc.- no puede sino propulsar a niveles cada vez más elevados las contradicciones de su mundo, en un proceso desenfrenado que discurre de una catástrofe a otra mayor.
Mientras exista concurrencia de capitales y necesidad de los mismos de contrarrestar las tendencias a la caída de sus tasas de beneficios, habrá innovación tecnológica. Pero no todo es progreso en el mundo del Burgués. Así, hoy constatamos que el capitalismo, cuya forma propia de excedente adopta la forma de beneficio industrial, no ha podido prescindir de formas de renta procedentes de sociedades anteriores –como es el interés bancario, herencia del vampirismo de los usureros-, que inyectan brutales cuotas de parasitismo al sistema. No obstante, esto no abona el discurso de algunos moralistas del capitalismo, aferrados a la distinción entre un capitalismo bueno -la “economía productiva real”, y un capitalismo malo –el bancario-. Ambos han unido indisolublemente sus destinos. Al igual que en nuestro país se han unido los de la oligarquía económica –finanza y oligopolios- y los de la oligarquía política, desde la Zarzuela para abajo, con todos sus pajes de izquierda y de derecha.
Nosotros, republicanos y socialistas españoles, somos la verdadera gente de orden frente al desorden establecido. Contrariamente a lo que creen los progres y los libertarios -unos liberales cabreados- no será la “libertad del individuo” sino la exigencia de orden nacional justo la mayor fuerza subversiva.
pnr@tercerarepublica.org
676 090 121
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