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lunes, 26 de noviembre de 2007

La estrategia de Jonás

4:11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y tantos animales?

Libro de Jonás

No resulta fácil desenmascarar a un político que miente, en numerosas ocasiones a lo largo de la historia se ha podido observar cómo tras una máscara de bondad y altruismo se esconde la maldad humana en todo su esplendor.

Hitler, Stalin y Mao abrazaban a los niños en los actos públicos, y solo hay que contemplar a los políticos en campaña electoral para convencernos de que son unas excelentes personas en su acervo de gestos altruistas, hasta que comprobamos más tarde que el repertorio formaba parte de maniobras de propaganda política organizadas de antemano. La inocencia política de los ciudadanos es portentosa.


He reflexionado mucho sobre la auténtica personalidad política de Rodríguez Zapatero, para llegar a la conclusión de que todo lo que ha hecho desde su llegada a la secretaría general del PSOE forma parte de una estrategia urdida por sus asesores con la única finalidad de mantener a su partido en el poder, y a él como presidente.

Bambi era el apodo cariñoso de Rodríguez Zapatero en el PSOE, ¿conocen algún personaje más entrañable?. El cervatillo había perdido a su madre por la ambición de unos perversos cazadores (seguro que de la derecha) que acabaron con su vida , dejando sola a la tierna criatura en un mundo hostil.

Nuestro Bambi creció recordando que a su abuelo le habían fusilado inicuamente, por lo que se prometió a sí mismo que si algún día podía (alcanzaba el poder), vengaría su memoria y la de todos los represaliados por el franquismo opresor.

Poco a poco nos han ido convenciendo de la bondad de Zapatero, primero con el buen talante como método dialéctico, (el buen rollito), más tarde con la paz (la alianza de las civilizaciones, la necesidad de alcanzar acuerdos con los terroristas de ETA), posteriormente con su lucha por los oprimidos (la defensa de la mujer, de los homosexuales, de los dependientes, de los marginados), para proseguir con el samaritanismo bondadoso (abriendo este país a los inmigrantes, y aunque siguen llegando en patera, ahora son mucho mejor recibidos en nuestras costas, sin haber hecho ni una mínima planificación de sus necesidades, y su integración para adecuar los servicios a un incremento de un 10 % de población con mucha demanda de todo).

Zapatero nos sacó de la penosa guerra de Irak, nos alejó del imperialista Bush, (aunque en su lenguaje se sigue en misiones de paz en Afganistán y Líbano, porque lo de Irak es "misión de guerra"), es uno de los valedores de la cruzada internacional para revertir el cambio climático, y ha conseguido que se haga justicia con el 11-M, mostrándonos a los españoles que todo formó parte de la locura islamista contra Occidente, y nada más. También con él hemos comprendido el sentido amplio de palabras como "positivo", "políticamente correcto", "accidente", "diálogo", etc.

Ahora toca la mirada positiva, la subvención como norma electoral, el "bocadillo de Chaves", a los futuros padres, a los jóvenes, a los viejos, que poco a poco llegará a todos en su infinita bondad. Y Rajoy, trata de seguirle la estela. Mientras la productividad en España hace que el presidente del Banco Central Europeo se eche las manos a la cabeza.

Que bien nos ha dejado las cosas para que pensemos que él representa el bien, siempre y en cualquier circunstancia, y todos los que se oponen a su política son la misma representación del mal, del egoísmo, y de la maldad.

Ese PP “impresentable” con el que “nadie quiere saber nada”, esas víctimas del terrorismo egoístas que impiden que se pueda resolver el problema con los “demócratas” de ETA, esa prensa que se le opone “porque solo quieren conservar sus privilegios”. Se ha cargado la independencia del poder judicial, porque ha metido la política hasta en las ventanillas. La cohesión educativa con una asignatura que permita decir que los españoles descienden de Atapuerca y los vascos de Deva. Desautoriza todo lo existente para crear una nueva autoridad, la suya, como Chávez. Cambia el sistema político a su medida, no a la de las necesidades de los ciudadanos.

Pero todo está tan bien presentado, tan preparado para el consumo fácil, que definitivamente no puede ser verdad, y efectivamente no lo es. Rodríguez Zapatero, “Bambi”, se convierte en un superhéroe que lucha por traer la igualdad, la justicia, la libertad, la democracia y la paz, a un país en el que ya había igualdad, justicia, libertad, democracia y paz. Impresionante obra de intermediación, la de revendernos lo existente como algo hecho por él.

Sin embargo, los hechos cantan requiem, porque lo que ha traído a nuestro país es la etapa más larga e intensa de conflictos políticos, de desigualdad social, de totalitarismo mediático, de incremento de las diferencias entre las comunidades autónomas, y dentro de ellas. Pero también de crispación entre padres e hijos, mujeres y hombres, viejos y jóvenes, derechas e izquierdas, separatistas y españoles, entre unos y otros, de todos contra todos.

Una "guerra civil menor" rediviva, que recrea en su afán por arrojarnos a la memoria histórica antes que al futuro, porque los votos están en la ilusión de reparar los errores, como si se pudiera, y que sirve exclusivamente a sus intereses de perpetuación política.

He decidido definir el buen trabajo de sus asesores como la estrategia de Jonás, un hombre que fue obligado a predicar la bondad en la tierra de la maldad, que fue maltratado por todos, que quiso huir de su destino, que fue tragado por una ballena pero gracias a su fe y perseverancia, fue devuelto al mar para salvar al pueblo de Nínive.

Bambi es el valedor de las víctimas, de los desposeídos, de los débiles, de los oprimidos, de los muertos y de los vivos. El que tiene en su voluntad que este país progrese o retroceda, y prefiere que retroceda con tal de mantenerse en el poder, porque avanzar supone su derrota.

La estrategia de Jonás es propia de las enseñanzas de Maquiavelo, Goebbels o Tsun Tzu, consiste en predicar el amor, mientras que subrepticiamente se promueve la guerra.

Los ciudadanos quedan atrapados en un bucle de mentiras, porque piensan que lo que dice es lo que hace, y nada tienen que ver sus palabras con sus hechos. Dice que procura el bien, mientras hace todo lo posible porque este no se produzca; porque en su estrategia de perpetuación si el bien llegara, si se solucionaran los problemas, él dejaría de ser necesario, y por lo tanto tiene que mantener nuestro país en conflicto contínuo, en crisis permanente, y a los ciudadanos enfrentados entre sí, tensos, acogotados por los problemas, y al partido popular a distancia, con el cordón sanitario por medio, para evitar que acaben con su imperio de bondad y caos, para que no le impidan perpetuarse en el poder.

Si Zapatero triunfa en las elecciones del 9 de marzo, España pasará a la historia, y los españoles descubriremos la auténtica cara del sectarismo más virulento. De la advertencia al ultimatum solo es cuestión de tiempo.


Biante de Priena

1 comentario:

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Leyendo lo que apuntas he concluido que Z es el producto mediático que el PSOE necesitaba para poder continuar en la escena política: un personaje sin ninguna propensión hacia nada que no sea su propia promoción; lo cual, para un partido (el suyo antes del 1-M) que estaba en la bancarrota, fue como agua de mayo, ya que este personaje es capaz de casarse con su padre y su madre con tal de permanecer en el poder.

Lo que no me creo es lo del abuelo: no creo que un sujeto como éste, tenga el menor sentimiento de empatía hacia nadie, ni siquiera hacia ese abuelo del que tanto habla. Otra cosa es que le venga bien utilizarlo.

En fin, que como me has hecho recordar a vacuidad de este personaje, he incluido una entrada en mi blog sobre él.

Si quieres mirarlo, la dirección es:

http://muysenoresmios.blogspot.com


Saludos,

Alonso

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