¡Bastardos!

Algunos han dicho que nuestra opción política, la de Ciudadanos, no es una opción legítima, que su finalidad última es desestabilizadora (“antisistema”), además de oportunista, arribista, e incluso, neopopulista, lo que resumido puede significar que somos una opción bastarda en el escenario político español.

La incultura pertinaz y la intención interesada, se han unido en la voluntad de deslegitimar a Ciudadanos, que lo único que ha hecho es recurrir a la fecundación “in vitro” con esperma seleccionado. La sociedad ha quedado afortunadamente preñada, y el resultado han sido tres mellizos estupendos, felizmente alumbrados a la realidad política el día 1-N, y que ya comienzan en el Parlament Catalán, a balbucear sus primeras propuestas en castellano, o en catalán.

ACOMPLEJADOS

A los líderes de los partidos tradicionales, les ha pillado por sorpresa esta circunstancia. En el Partido Popular, se ha pasado de prevenir a la sociedad diciendo que nuestro presidente, Albert Rivera, había formado parte de su partido, (una demostración más de su escasa inteligencia política), hasta el vapuleo de su máximo representante, el Sr. Rajoy, diciendo que éramos un partido como el GIL, el de Rumasa, o el de Mario Conde, para pocos días después reconocer que el comparte la mayoría de los valores que se proponen desde Ciudadanos. Lamentable liderazgo el que se fragua en la negación del recién llegado.

El PP, lo que ha tenido siempre es complejo, como heredero histórico del franquismo, y no se lo acaba de quitar de encima. Defiende políticas conservadoras en temas sociales (en contra del aborto, apoyo de la iglesia y la tradición, prioridad del orden y la seguridad, defensa de la “libertad” y la pluralidad, la igualdad de oportunidades), y políticas liberales en economía (defensa de la iniciativa privada y soporte de la pública, que van a resultar las únicas posibles), y su talante vehemente, rezuma ciertas tentaciones de veneración por la autoridad.

El PSOE, por su parte, navega en los espacios siderales del posibilismo, y ahora con su presidente Rodríguez Zapatero, ha tomado el rumbo histérico del “buenismo”, que recuerda a los héroes de los comics, dejando como malos a todos los demás.

Lo que al PP le ocurre con Franco, le pasa al PSOE con Marx y el descalabro del socialismo real en los países de la órbita rusa. No saben salvar la obra de Marx (que es válida en muchas cuestiones sociales y económicas), de las interpretaciones perversas que han ofrecido sus seguidores cuando alcanzaron el poder.

Pero en el ámbito socialista, han comenzado a escucharse voces acompasando su discurso al de Ciudadanos. La candidata socialista en Francia, Ségolène Royal esta hablando de “tribunas ciudadanas”, y el candidato del PSOE en Extremadura, ha dicho que sus políticas se van a parecer a las nuestras, bien aconsejado por Ibarra.

El PSOE defiende la legalidad del aborto, el matrimonio homosexual, un Estado laico, el mínimo orden suficiente para que haya seguridad, consideran que la igualdad es prioritaria a la libertad y la pluralidad, de ahí la discriminación positiva del feminismo, las leyes de dependencia, las de la pobreza, o la política de inmigración.

Trata de ejercer un férreo control en los servicios públicos, encomendando su dirección y control a los más afines, demuestren o no su capacidad para el cargo, lo que de paso tiene de uñas a la inmensa mayoría de los funcionarios españoles. No pudiendo soportar por lo tanto una legitimación de la autoridad, por lo que deslegitima la autoridad misma.

Lo que se ha dicho para el PSOE es válido para IU, pero corregido y aumentado.

En cuanto a los nacionalismos que hay en España, siguen un patrón similar en Cataluña y el País Vasco, varía en Galicia y otras comunidades. El objetivo último que promueven estas formaciones, es la independencia de sus comunidades del Estado, aunque en realidad, su objetivo último sea obtener más prebendas con la defensa de la legitimidad de su independencia.

Sin embargo, y ellos lo saben, su movimiento es imposible en nuestros días, porque supone el regreso al feudalismo político, donde la tierra y la lengua eran más importantes que las personas.
Hoy no se puede defender nada por encima de los ciudadanos, ni ajeno a su bienestar, pero tratan de sacar tajada del asunto, en un alarde de victimismo honorable. En cuanto a las formaciones, las hay de talante moderado (CIU, PNV, EA) y las hay de talante radical (ERC, Batasuna), no se diferencian más que en la forma de proponer las cosas, los primeros educadamente, y los últimos desde la violencia vehemente de las palabras o las armas.

Uno de los grandes problemas del nacionalismo en España, es que las fuerzas que se necesitan para obtener sus objetivos, si bien son compatibles en la solicitud de la independencia, no lo son en nada más. Tanto el PNV, como CIU, prefieren seguir en España contra España, que ser independientes, con compañeros de viaje radicales, por que saben que eso traería el malestar y una fatalidad indeterminada a sus comunidades.

EL DESGOBIERNO DE ZAPATERO

En un análisis sucinto de las grandes propuestas políticas de nuestro presidente, podemos contemplar absortos, la grandiosidad de un proyecto faraónico, que imita a las pirámides de Egipto, como legado a la posteridad.

Su trayectoria viene determinada por sucesivos hitos singulares, que se suceden en una cascada de despropósitos desde el comienzo de su mandato, que aconteció de la forma más abrupta e insospechada, y que se tuvo que asumir desde el desconcierto y el dolor. Entre las grandes obras del mandato Zapatero se encuentran:

Retirada inmediata de las tropas de Irak tras ganar las elecciones, lo que ocasiona un conflicto con los Estados Unidos (y Reino Unido), no resuelto hasta ahora tras varios años (y un incremento considerable del déficit comercial con estos países) . Se podría haber hecho mucho mejor, pero se hizo a la tremenda, de la forma más torpe y pueril.

Imposición por decreto del matrimonio homosexual, que si bien es irrenunciable, debería de haberse planteado de una forma menos violenta. Aplazamiento de la custodia compartida, implantación del necesario divorcio express, énfasis en la defensa del feminismo radical, segregando a la sociedad en hombres violentos y mujeres indefensas, lo que terminará incidiendo en la educación negativa y sesgada de los más jóvenes.

Son políticas clientelares que buscan el apoyo electoral de las mujeres a su proyecto (50 % del electorado). La violencia no es sólo un problema de género, es un problema cultural que se ha incrementado en el ámbito de la convivencia familiar, escolar, e institucional a lo largo de la presente legislatura, fundamentalmente por los problemas que el PSOE tiene para ejercer la autoridad que le compete, tomando decisiones definitivas sobre estos problemas,(¿hay que sentirse legitimado para ejercer la autoridad sin contemplaciones?).

La política de inmigración, que si bien no es un problema tan importante, y además es una opción inteligente, no puede asumirse, sin realizar una política complementaria en los servicios públicos, pues a medio plazo estos se verán desbordados y deteriorados por un incremento de la demanda, sin expandir la oferta. Esto repercutirá sobre el Estado del Bienestar de todos los españoles. España ha pasado de 40 a 45 millones de habitantes con los mismos servicios, y eso repercutirá en su calidad.

La negociación con Eta sin acuerdo parlamentario previo, sin renuncia permanente de la banda a la lucha armada y entrega de las armas, sin explicación social a las víctimas del terrorismo que somos todos, sin plan previo organizado por los expertos y nuestros representantes, es una auténtica locura, y posiblemente sea la tumba de todos sus proyectos. Cada día que pasa, la opinión pública de los ciudadanos, acumula un sillar más, a la singular pirámide del presidente Rodríguez Zapatero.

La Alianza de las Civilizaciones, la política hidrológica nacional, la política energética, las estrategias de recuperación ambientales, la manipulación de la justicia, el control mediático, la política errática en el ámbito internacional, la dependencia de Europa, la insuficiente producción, el déficit comercial, la corrupción masiva en numerosos ámbitos de la vida pública y privada, el problema de la vivienda, el trabajo para los jóvenes, las políticas autonómicas extravagantes, el incremento de la delincuencia, la negación de la realidad cerrando los ojos con fuerza, son algunas opciones más de la inmensa colección de barbaridades de la era Zapatero.

LA LLEGADA DE CIUDADANOS

Estas son las circunstancias en las que nace un proyecto nuevo: Ciudadanos; ocurre en Cataluña, fundamentalmente como resistencia a la política de apisonadora de la cultura española en Cataluña, ejercida desde el tripartito, pero también por el hartazgo de la estupidez en el escenario de la política española.

En un principio, el proyecto Ciudadanos, estaba limitado a una cosa, que la política catalana se ajustara a realidad existente en Cataluña. Sin embargo, a lo largo del proceso de constitución del partido, se observa una demanda de sus propuestas por parte de los ciudadanos y algunos medios de comunicación, que induce a la ampliación del proyecto sin límites definidos. Pero eso llevará su tiempo, si se quiere hacer bien.

Todo el mundo se pregunta por las propuestas políticas de Ciudadanos, por la ideología, por las afinidades electivas, por sus auténticos objetivos. Sencillamente, esta pregunta es innecesaria, a poco que se haya leído el ideario de nuestra formación política.

Ciudadanos, sólo pretende llevar la racionalidad a la política catalana y española, para animar el progreso y el desarrollo de nuestro país, y procurar el mayor bienestar posible para los ciudadanos que lo habitan.

La racionalidad no es otra cosa que el agregado de coherencia y congruencia en las acciones políticas. Entiéndase por coherencia, establecer un criterio para ajustarse a las acciones políticas que no vulneren la honestidad, la lógica, la justicia, o la realidad; entiéndase por congruencia, la adecuación a las circunstancias en las que vivimos. Se busca, por tanto, la mejor adaptación posible en las circunstancias existentes.

Nadie tiene toda la razón todo el tiempo, por lo que en algunas ocasiones las acciones políticas de Ciudadanos coincidirán con las del PP, o las del PSOE, o las nacionalistas, o en otras ocasiones, se defenderán propuestas singulares, y serán los otros partidos los que tendrán que definirse respecto a ellas.

No creo que Ciudadanos sea una opción bastarda en la escena política española actual, es una opción tan legítima como las demás, con talento y talante demostrados para propoener e iniciar cambios reales en nuestra sociedad.

Quizás lo ilegítimo sea que a todas las demás formaciones políticas les gustaría ser tan interesantes, tan limpias y tan simpáticas como nuestro proyecto, pero eso sólo puede denominarse de una forma: envidia.

Bueno, de aquí al 2008, queda mucho tiempo.

Enrique Suárez Retuerta