Ciudadano Prometeo

Si algún delito cometió Prometeo (C´s), fue el de "robar" (recuperar) el fuego de los dioses (el poder), en más de una ocasión (las elecciones), para entregárselo a los hombres (ciudadanía).

En el Diccionario de Mitología de Noël se lee lo siguiente:

“Se formó el hombre (C´s), del limo de la tierra (el 3 %, el barrizal identitario), y Minerva (los padres fundadores), animó su obra y le proporcionó el temor de la liebre, la sutileza de la zorra, la ambición del pavo real, la fiereza del tigre y la fuerza del león” (¿somos así?)".

Prometeo visitó los cielos (las instituciones) acompañado de Minerva y comprobó que el fuego (el poder) era el que animaba todos los cuerpos celestes (la vida social), y en un descuido tomó una parte (3 diputados), para entregársela a la humanidad (ciudadanía).

Júpiter (el “establishment”) quiso prohibir el uso del fuego (el poder) a los humanos (los ciudadanos). Pero Prometeo, regresó al cielo una vez más y le arrebató al carro del sol (el 1-N), el fuego que desde entonces acompaña a nuestra especie.

Lo que más le dolió al todopoderoso Júpiter, fue el engaño al que le sometió, entregándole los huesos de un toro envueltos en su propia piel para un sacrificio (solo nos importan las personas, el cuerpo desnudo de Albert), para demostrar que no era tan poderoso como el creía (parece ser que no lo es, el tripartito).

El dios de dioses, decidió resarcirse del engaño enviándole, una mujer perfecta que le colmaría de todas sus necesidades (¿promesas, tentaciones, pesebre?), pero el astuto Prometeo no sucumbió ante los encantos de la dama, cosa que no ocurrió con su hermano, Epimeteo (siempre hay un hermano).

Júpiter (el "establishment", el sistema), hastiado de la inteligencia de Prometeo (ideario de ciudadanos), hizo que Mercurio (los poceros de la prensa) le llevara al monte Caúcaso, donde un águila hija de Tifón (la singular prensa más subvencionada), le devoraría el hígado por toda la eternidad (crítica continua y permanente hacia C´s).

El héroe Hércules (los electores), logró liberar a Prometeo (C´s), que desde entonces acompañó a los hombres en su larga trayectoria en el planeta Tierra (esto sólo ha comenzado).

Para conmemorar la hazaña del héroe, se hicieron altares en la Academia de Atenas (la representación de la razón política), y se disputaron los juegos prometeicos (el debate político), que consistían en recorrer con antorchas encendidas (honestidad política), la distancia desde la Academia (la razón), hasta el ágora de la ciudad (las acciones políticas y las leyes), en plena noche (en la que nos encontramos), procurando que no se apagasen (llevando el ideario de C´s a la legislatura).

Se considera que Prometeo tenía el don de la profecía (que las ideologías tradicionales están acabadas), y era el que había proporcionado a la humanidad el dominio de la naturaleza (el logro del máximo bienestar para todos).

Todos los militantes de C´s somos Prometeo o Albert, nos da igual. Cuando se agrede uno de nosotros, se está atacando a todos. Somos como las termitas, que unidas en el entusiasmo de un proyecto compartido son capaces de cambiar su entorno por completo, hasta exterminar las malas hierbas del panorama.

Por cierto, a la vista de los últimos resultados electorales, las termitas se reproducen de maravilla en los oasis, vamos a ver en las próximas elecciones, como quedan las cosas.

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¿Todo vale?