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miércoles, 1 de septiembre de 2010

España necesita un antipartido político


A fecha actual, agosto de 2010, estamos asistiendo a una espiral de violencia inusitada de los políticos contra los ciudadanos. La mayoría de los españoles sabemos que no podemos esperar soluciones de los partidos políticos convencionales, por eso quiero hacer una propuesta nueva, porque la solución a nuestros problemas como ciudadanos, debe provenir de la política, aunque no de los partidos políticos que conocemos, luego necesitamos un antipartido político.

¿Qué es un antipartido?

Un antipartido es una organización social que participa en la política sin llegar a convertirse en un partido político, puede influir, intervenir en la vida comunitaria, incluso presentarse a las elecciones, pero está vacunado para no caer en el cancer de los partidos políticos.

¿Cómo se vacuna un antipartido para no ser un partido político convencional?

Sencillamente evitando la concentración de poder. Estableciendo una autoridad horizontal, no jerárquica, que proviene del agregado de ciudadanos y no de su dominio por alguien. En un antipartido todos sus miembros son realmente iguales, las funciones son por delegación no por autoridad. El Presidente o el Secretario, siempre están en funciones, y pueden abandonar su cargo cuando les parezca. Para evitar la concentración de poder se establece en los estatutos de la agrupación que todo intento de formación de facciones, sectas o fiascos de la democracia serán sancionados de forma inmediata con la expulsión. No puede haber "lobbys" entre los que pretenden lo mismo. En un antipartido la gente se representa a sí misma, cada ciudadano tiene un voto que le pertenece y no puede transferirlo a nadie.

¿Qué ideología tiene un antipartido?

Aquí hay diversidad de opiniones, hay partidos como el Partido Pirata que se ocupan exclusivamente de defender un área concreta de la política, como es la libertad en internet, pero hay otros que tienen la ambición de controlar al poder en todas sus formas, tanto políticas como económicas o culturales. La función de un antipartido es el control del poder. Su ideología es transparente, trata de acumular las conquistas de la humanidad a lo largo del tiempo, quedarse con lo bueno y desechar lo malo. Un antipartido no defenderá una dicotomía entre igualdad y libertad, sino ambas cosas a la vez: libertad-e-igualdad, porque ambas son necesarias. Los antipartidos se encuentran cómodos en la transversalidad política, superando el maniqueismo tradicional de los partidos políticos convencionales, pero también el consenso como estrategia última, si nos damos cuenta muchos de los enfrentamientos existentes entre los partidos convencionales son artificiosos. Nadie sacrificaría sus derechos fundamentales, las conquistas de libertad, todo el mundo está contra los conflictos bélicos y contra muchas otras cosas, pero también es necesario ser responsable si se quiere ser libre y actualmente en un mundo global, el pertenecer a un país avanzado requiere nuestra participación en cosas que no nos agradan. Responsabilidad y transparencia son dos características de los antipartidos.


¿Qué objetivo tiene un antipartido?

En realidad los antipartidos tienen la pretensión de que la política no sea un negocio para los partidos políticos, a costa de la devastación del bienestar de los ciudadanos. El objetivo fundamental de un antipartido es controlar el poder y sus desmanes. Tratar de devolver a los ciudadanos su soberanía secuestrada, exigir que las leyes se cumplan y se hagan otras que limiten el poder de los que gobiernan. Los antipartidos consideran que la democracia es la única vía para acometer las tareas políticas que permitan un desarrollo social e individual máximos. Los individuos no son enemigos de la sociedad, ni sus dueños, como otros pretenden. Los individuos somos la sociedad, pero en el momento en que perdemos nuestra condicón individual por medio de la representación por otros, nos convertimos en un cero a la izquierda. Eso ha hecho que la abstención haya crecido y que la gente cada día tenga menos interés por la política al tiempo que está más cabreada con los que la representan mal. Los antipartidos más que acabar con el sistema tienen la pretensión de que este funcione con libertad, democracia, justicia y transparencia.

La verdad es un resultado, más que un propósito. Antes de que las cosas se demuestren con hechos que son buenas, son siempre entelequias, proyectos, y promesas. La gente debe aprender a juzgar la realidad por los hechos, no por la propaganda. Los ciudadanos no estamos condenados a estar mal representados siempre. El poder debe estar al servicio de los ciudadanos, no los ciudadanos al servicio del poder.

¿Cuáles son los problemas de los antipartidos?

Fundamentalmente dos, como logra sus objetivos por una parte, y como se financia por otra. El dinero es goloso, todo se mueve en este mundo por el poderoso caballero, pero no tiene que ser siempre así, hoy, gracias a las nuevas tecnologías se puede conseguir que la información sea inmediata y transparente, accesible para todo el mundo. Estamos hartos de que nos engañen, no sabemos siquiera la situación que atravesamos, porque los medios de comuncación han perdido su condición de reflexión propia sobre la realidad para proponernos exclusivamente los comunicados que les remiten las distintas formaciones políticas. El ciudadano tiene que hacerse político, tener criterio propio, saber que es lo que está ocurriendo con su dinero, como está siendo representado, como está siendo manipulado y engañado, como está siendo ninguneado. Esa es la principal función de un antipartido, mostrarle a los ciudadanos las miserias de la política, bien desde fuera o dentro del escenario de poder.

Pero el problema fundamental para que un antipartido salga adelante es la financiación, aunque la austeridad sea su bandera, siempre se producirán gastos en la acción política. En principio, la mejor alternativa para no contaminarse como las demás opciones políticas, debe renunciar a estar subvencionado tanto por el Estado como por el Mercado, solo así podrá mantener su independencia. Para ello sólo puede sostenerse con las cuotas de sus afiliadaos y con donaciones transparentes, con nombre y apellidos, a la vista de todo el mundo. Pero hoy, gracias a las nuevas tecnologías, el proceso de comunicación se ha abaratado tanto que con imaginación se puede llegar al equilibrio entre lo que aporten los asociados y el cumplimiento de los objetivos, evidentemente esto requiere trabajo, esfuerzo y campañas de divulgación para que la gente comprenda de que va un antipartido, pero con el agotamiento de la esperanza en los partidos políticos convencionales, una buena organización y un voluntariado amplio, se puede lograr la suficiente presencia para empezar el trabajo, y sobre la marcha ya se irá decidiendo lo que sea necesario. Como es una idea nueva, está abierta a su perfeccionamiento con la participación de todos los que quieran agregarse. Esto es en grandes líneas un antipartido, posiblemente la solución a la mayoría de los problemas que tenemos los españoles con la política.

¿Quién dijo que no hay solución?

Desde los partidos políticos se vende la especie de que no hay alternativa a lo existente, una falacia que les permite continuar en el poder. Evidentemente que en una democracia hay alternativas, pero todas pasan por la responsabilidad de los ciudadanos en las cuestiones públicas y la eliminación de la representación política, que es la forma de opresión más perversa, la última frontera en el dominio de los seres humanos, la esclavitud misma. Para no ser representados, debemos representarnos a nosotros mismos, sin admitir que nadie hable y decida por nosotros, eso estaba bien para las épocas en que la mayoría de la población era analfabeta y no había comunicaciones inmediatas, hoy eso se ha convertido en un anacronismo que se debe erradicar. La única solución política a los problemas que tenemos los españoles pasa por la reducción de poder de los partidos políticos convencionales, algo que nunca harán por si mismos, sino todo lo contrario, por lo tanto hay que crear una alternativa a todos ellos que reconduzca la vida política hacia la libertad, la equidad, la democracia, la justicia y la transparencia. Eso se puede lograr con un antipartido, el antídoto de la miseria en la política.

Biante de Priena

5 comentarios:

epi dijo...

No seré yo el que vaya a la cola del paro a explicarles que España necesita, ahora, un antipartido. A los pensionistas tampoco. A lo mejor en alguna universidad tendríamos eco.

"Todo buen escribiente echa un borrón" lo malo es que el suyo es, ahora, en los momentos mas inoportunos. :(

Enrique Suárez dijo...

Epi, confiemos en la democracia, como decía Lord Acton, los problemas de la democracia se resuelven con más democracia

epi dijo...

Sí. Cuando está implantada la democracia, no cuando hay que tirar la dictadura de los PPSOETAS para implantarla. Pequeño detalle no tenido en cuenta. :)

visitador dijo...

este blog conseguirá el Nobel si logra sentar las bases de la antimateria.
tanta cumbre de mollera precisa una tREPANACIÓN PARA EL ENGUAJE CXRANEAL y el ajuste neuronal, como es jocosa y lastimeramente.

dIOS MÍO QUÉ LUMBRERAS Y QUÉ ESPECTÁCULO EL RIDICULO TAN PINTORESCO E INVOLUNTARIO que deslumbra.

como mínimo, a la asistencia social del barrio o al párroco

José M Magallon dijo...

¿te acuerdas un ciudadano una chincheta? tu sabes yo fui de los primeros, te acuerdas que debatimos sobre "ideas" y dije, el ciudadano no entiende de filosofías democráticas el ciudadano entiende mensajes contundentes, sobre situaciones concretas a erradicar, pero ni aún así, propuse cosas concretas como estas; http://mortalcontribuyente.blogspot.com/2008/11/busco-partido-poltico.html

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