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martes, 20 de noviembre de 2007

"Educación para la ciudadania" - 01.

Video-Recopilación de algunos momentos álgidos del Proyecto “Educación para la Ciudadanía” de nuestros hermanos musulmanes.
Subtitulado en ingles.

NI RAZA, NI MAZA, TODO POR LA PAZ(a)

Ruido de plumas en los medios de comunicación

Surge la intranquilidad tras leer el carácter pesimista de los últimos artículos de los periodistas que más se han opuesto a la política de Rodríguez Zapatero durante esta legislatura, por no decir el desasosiego. Parece que no hemos llegado al infierno electoral de Dante, aunque debemos andar cerca, así que podemos mantener la esperanza antes de iniciar el viaje atormentado hacia las urnas.

El editorial del domingo de Pedro J. en El Mundo, en el que ofrece sus pragmáticos consejos al PP para triunfar en las elecciones, proponiendo la moderación del discurso y algunas recomendaciones para vestir la verdad de forma que pueda ser adquirida por cualquier consumidor español medio, sea o no iletrado político, queda el regusto de la advertencia (ultimátum) sobre lo que viene.


Federico Jiménez Losantos le ha respondido de forma inmediata con ironía desde las propias páginas del diario, recordando a un asesor optimista de Aznar y considerando que si el PP después de esta legislatura y ante la evidencia de las cosas que en ella han ocurrido, está obligado a presentar un discurso mimético del PSOE, apañados vamos en la construcción de la historia de este país. Sin embargo, parece que el PP también va a presentar sus propuestas a los grandes temas de los que dice ocuparse la izquierda, (el cambio climático, la pobreza, la desigualdad, la búsqueda del máximo bienestar para todos), mientras realmente hace lo que le da la gana con los maltrechos dineros públicos.

Luis del Pino ha respondido desde el rigor que le caracteriza, diciendo que hay cosas a las que el PP no puede renunciar para ganar las elecciones, lo que se puede considerar como el núcleo de dignidad, de valores y principios, la línea ética ideológica que el partido de la derecha española no debe traspasar en ninguna circunstancia. Argumentando que si algo sobra en el PP es la posición moderada de Rajoy ante lo ocurrido, su anuencia permanente ante las agresiones del PSOE a la Constitución, la Nación, la Libertad, la Igualdad, y la Justicia. Evidentemente, el 11-M permanece vivo, tras el juicio equidistante que se ha realizado desde la ingeniería jurídico-política del magistrado Gómez Bermúdez, pero el PP ha comenzado a apoyar las reivindicaciones de justicia sobre el mismo con la boca pequeña, salvo algunas excepciones.

El pragmatismo de Pedro J. se enfrenta al idealismo racional moderado de Losantos y el más radical de Del Pino. El primero propone acomodarse a la realidad existente, los últimos cambiarla por asimilación. Los tres tienen su parte de razón, fundamentalmente porque hablan de cosas diferentes.

Pedro J. habla de cómo ganar las elecciones en un país con un voto cautivo en la izquierda y en la derecha, que se mueve más por la fe en el líder y la nostalgia, que por la razón y el juicio ecuánime de la realidad.

Federico satiriza sobre la circunstancia por no llamarle “maricomplejines” a Pedro J., y Luis del Pino, determina que no se puede seguir retrocediendo ante el despojamiento político del estado, la agresión permanente a la Constitución, y la falta de respeto a los ciudadanos españoles.

Lo que está claro en estas circunstancias es lo que en varias ocasiones se ha venido denunciando desde nuestro blog, Ciudadanos en la Red, que el PP necesita modernizar su discurso, su líder, su estructura y su presencia pública; que Zapatero y el PSOE controlan el país política y mediáticamente con los dineros públicos, que tiene unos apoyos electorales importantes que votarán Z haga lo que haga y pase lo que pase (votarían pon ChaveZ sin ningún problema) y que hay una buena porción de españoles que están hartos de seguir enfangados en el más de lo mismo y que van a engrosar las filas de la abstención o el voto en blanco, que al fin y al cabo es decirle al PP, al PSOE, y a los nacionalistas, al "establishment" político, que se vayan a freír dátiles al desierto correspondiente.

La parte creyente e irracional del electorado del PSOE y del PP, estarán dispuestos a votar por sus respectivos mesías digan lo que digan y hagan lo que hagan, por lo tanto poco se puede hacer para convencer a los "talibanes democráticos" de que pueden estar equivocados. Evidentemente, no todo el electorado del PP o del PSOE está tan fosilizado, pero hay varios millones de papeletas inamovibles. Son creyentes convencidos, herederos del nacional-catolicismo y la fe ya se sabe que mueve montañas y gobiernos.

Sin embargo, hay un porcentaje de electores en ambos partidos que sí puede cambiar con su decisión política el futuro, y en ese territorio es en el que entra la UPyD de Rosa Díez también a competir.

Es el "electorado potencial de todos", el no comprometido con nadie de antemano, el que está en juego, y ahí se ajustan mucho más las cosas; por ahora, la política de ambos gigantes con caperucita Rosa (UPyD) es ignorar esta opción política (a ver si realmente tienen suerte y no llega a la existencia política, se dicen), pero la UpyD existe, es real, y está ahí. Las dos grandes formaciones piensan que a quien más perjudica es al adversario, y por eso están tranquilos por ahora.

Pero a medida que se vayan conociendo los datos de las encuestas, y viéndose que los votos que el PSOE y el PP necesitan para gobernar se los va a llevar UPyD, el partido de Rosa Díez se convertirá en un pararrayos de sus iras, sobretodo del PSOE de Z por lo que más adelante se expone.

Si UPyD obtuviera suficientes diputados para decidir el futuro gobiernos de este país (15 a 25 escaños), está claro que Rosa Díez podría pactar con el PSOE, no en vano la gente de UPyD proviene en su mayor parte del socialismo racional, a lo que se suman los liberales huérfanos y algún radical, pero solo sería posible un pacto con el PSOE sin Z y su corte, en otro caso, pactaría seguramente con el PP. En cualquiera de las alternativas, sería bueno para el país, pero eso pondría en peligro la ropia existencia del PSOE al haber otra alternativa de la izquierda a la que votar, le ocurriría al Partido de Z lo que le pasó al PCE en su día, podría quedar desplazado por la moderación a la práctica inexistencia en cuestión de dos legislaturas.

La derecha permanece siempre, porque para eso son conservadores, pero ante la alternativa de que Rosa Díez pudiera pactar con un PSOE sin Z, posiblemente Rajoy dejara de guiar el PP, luego la única supervivencia personal se daría con un gobierno por mayoría absoluta o con el apoyo de la UPyD.

Esto es precisamente lo que no nos cuenta Pedro J. en su artículo, pero posiblemente lo piense, El Mundo se está pensando a que candidato va a apoyar, no le gusta Rajoy, y eso se lo han tomado muy mal en el PP. En El País de Cebrián (siempre lo será) ocurre otro tanto de lo mismo, porque tampoco les gusta Zapatero, pero apostar por UPyD es una apuesta demasiado arriesgada para sus intereses económicos.

Seamos transversales en esta ocasión, El Mundo y El País quieren cambios políticos en España, por razones muy diferentes pero convergentes, y digo por razones, por una cuestión muy sencilla, ellos viven de la razón de sus lectores, y Zapatero y Rajoy están acabando con ella, uno por diluirla y otro por fosilizarla.

Federico Jiménez Losantos y Luis del Pino también tienen razón en decir que esta legislatura ha sido esperpéntica, y que no se puede seguir adelante en las condiciones que impone al sistema la inanidad del presidente del gobierno, y el silencio ominoso de Rajoy aconsejado por sus asesores de que espere a ver pasar el cadáver de su enemigo ante su puerta sin hacer absolutamente nada.

En estas circunstancias, lo que Pedro J. ha insinuado realmente es que Rosa Díez va a tener el apoyo sutil de los medios de comunicación, tanto de El Mundo como de El País (si se atreven, que se lo están pensando), y no va a tener la oposición severa de ningún medio informativo, porque todos quieren pasar página a lo vivido durante los últimos tres años y medio. Sin embargo, el ataque vendrá desde los partidos políticos rivales, primero del PSOE, y más tarde de los dos.

La UPyD de Rosa Díez, a fecha actual, es la única garantía de que nuestro país recupere la normalidad política. Eso es lo que se piensa en las direcciones de los principales medios de comunicación, pero nadie se atreve a decirlo abiertamente: con el voto a la UPyD se puede cambiar la realidad actual de la política española, jubilando a Zapatero y Rajoy con una sola papeleta, y ya toca, creo.


Erasmo de Salinas

UPyD estará el 24-N en Madrid con la AVT.

Comunicado de la UPyD

Unión, Progreso y Democracia pone en conocimiento de la opinión pública su apoyo a la manifestación que, con el lema "Por un futuro en libertad. Juntos, derrotemos a ETA", ha convocado la Asociación de Víctimas del Terrorismo para el día 24 de noviembre.

UPyD quiere expresar así su apoyo y solidaridad a las víctimas del terrorismo y su respaldo político a las reivindicaciones que han venido expresando con respecto a ETA. El terrorismo tiene una naturaleza política que no debe ocultarse a los ciudadanos ni desconocerse por el Gobierno. Ese carácter político hace que, en la lucha para combatir y vencer a ETA, no sea suficiente la actuación diligente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y que la política antiterrorista deba centrarse, además, en los terrenos ideológico, financiero y político.

Dentro de la lucha política es muy relevante la exigencia expresada por la AVT al Gobierno para que inste la ilegalización de los partidos que, actualmente, operan por cuenta de ETA en las instituciones de representación y gobierno. Desde UPyD entendemos que la ilegalización de ANV y el PCTV constituye un paso imprescindible para lograr la derrota de ETA; y es asimismo necesario que, mediante la disolución de los 44 ayuntamientos que controla ANV, se impida que los presupuestos destinados a satisfacer las necesidades colectivas de los ciudadanos, acaben desviándose, como ya viene ocurriendo, a la financiación de las organizaciones vinculadas con ETA.

De la misma manera, constituye una necesidad de la lucha política contra el terrorismo que se reafirme el mensaje de que las organizaciones terroristas no van a encontrar ningún resquicio en el sistema democrático para el logro de sus pretensiones. Por ello, desde UPyD también apoyamos la exigencia de la AVT para que se retire la resolución aprobada por el Congreso de los Diputados a favor del diálogo con ETA, así como su llamamiento para que se restablezca el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

En UPyD somos radicalmente contrarios a cualquier negociación que proporcione una interlocución política a los terroristas, pues esos procesos de negociación, además de dañar severamente a las instituciones democráticas y al sistema constitucional, alientan la recuperación de la capacidad operativa de las organizaciones terroristas, como lamentablemente hemos tenido ocasión de comprobar en los últimos meses con respecto a ETA. A este respecto, no está de más recordar que, en los once meses transcurridos desde que ETA rompió su alto el fuego con su atentado en el aeropuerto de Barajas, en diciembre de 2006, se han cometido nueve atentados terroristas y 470 acciones de terrorismo callejero que han ocasionado tres muertes de ciudadanos inocentes, 19 heridos, cuatro secuestrados y 2.241 damnificados por daños materiales, así como destrucciones por un valor que supera los 58 millones de euros.

Asimismo, para el logro de la derrota de ETA es imprescindible trabajar por la unidad de las fuerzas políticas democráticas y los ciudadanos contra el terrorismo, a partir de un diagnóstico común y una voluntad de concertación. El Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo se formó con estos requisitos y se mostró muy eficaz para la lucha contra ETA. Su ruptura por el partido socialista constituyó un retroceso importante. Pero más allá de la valoración que pueda hacerse de esta decisión, lo relevante ahora es restablecer las condiciones que dieron lugar al Pacto. Desde UPyD llamamos también a los grandes partidos a que aparquen sus diferencias en este terreno y trabajen activamente para lograr la unidad democrática contra el terrorismo.

Por ello, UPyD se adhiere a la manifestación que, para el día 24 de noviembre, ha convocado la AVT y llama a todos los ciudadanos a secundar esta marcha solidaria con las víctimas del terrorismo.

Asimismo, UPyD anuncia que una delegación de sus dirigentes nacionales y de su Coordinadora en la Comunidad de Madrid acudirá a la manifestación. En ella se integrarán Rosa Díez [Portavoz de UPyD], Mikel Buesa, Cuca Sacristán, Francisco Pimentel, Guzmán Fernández Ortiz, Antonio Ballesteros, Carmen Martín, José Manuel Yánez, Iris Albajez, Ramón Rodríguez, Ramón Marcos Allo, Aurora García, William David Luna, Fernando Cózar, Cristina Muñoz, Susana Palacios y Elvira García.


Ciudadanos en la Red, sus colaboradores y seguidores también estarán en Madrid apoyando a la AVT el día 24 de noviembre.

La transversalidad política a debate (4)

Continuamos hablando de la transversalidad

La realidad a la que accedemos por nuestros sentidos, desde nuestra experiencia, lo que conocemos y sobre lo que podemos razonar, no es toda la realidad, precisamente de esa percepción inacabada de las cosas surgen numerosos conflictos que derivan en ideologías y planteamientos éticos diferentes. Siguiendo a Spinoza en su Ética, una ideología no se puede juzgar a priori como mejor que otra hasta que no se conocen sus consecuencias.

Solo las realidades cerradas, por ejemplo las figuras geométricas, permiten contemplar una realidad semejante desde distintas posiciones, pero la vida, el ser humano, la sociedad, o la política son realidades que nada tienen que ver con los poliedros, por mucho que se hayan empeñado algunos materialistas en cerrar las categorías desde la reificación.

Los políticos de los partidos convencionales, a la izquierda y la derecha de la frontera que les distingue en su maniqueismo, están imbuidos de la bondad absoluta de sus criterios, y de la situación privilegiada de sus posiciones para observar correctamente la realidad. Pero a su pesar, se equivocan y de sus errores proviene el conflicto, la deceleración y el estancamiento evolutivo del logro de mayores cotas de bienestar para los ciudadanos.

Dado un determinado problema, por ejemplo la elevación de los precios, las acciones políticas variarán según el criterio previo de los actores. Los partidos de izquierda se ocuparán de que eso no afecte demasiado a los grupos de la sociedad que se encuentran más deprimidas económicamente, los partidos de la derecha tratarán de que de que no suban demasiado los tipos de interés porque al reducirse la demanda disminuirá el vigor económico y esto traerá como consecuencia más inflación, desempleo y empobrecimiento.

Sin embargo, si se les pregunta por la acción del adversario ambos dirán que el rival está cometiendo un error, desde la transversalidad se considera que ambas alternativas son correctas y además necesarias, y sería un error prescindir de alguna de ellas. La izquierda dice que es necesario resolver la pobreza, la derecha dice que la mejor forma para conseguirlo es incrementar la riqueza.

La transversalidad política permite traspasar la delgada línea que separa a la izquierda de la derecha y establecer alternativas viables, según lo demanden las circunstancias, y según la disponibilidad de recursos que se puedan ofrecer, prescindiendo de los dogmatismos, y estableciendo el diálogo como vía de acceso a la solución, unas veces en forma de consenso y otras en forma de agregación.

Para que un automóvil circule por una autovía, lo primero que se necesita es una autovía y un automóvil. En este caso, como en otros muchos, es una tontería plantearse la cuestión en términos de prioridad, se necesitan ambos elementos para que la acción sea posible, y no es necesaria la discusión, ni el debate. Otra cosa es por donde debe pasar la autovía y que marca de automóvil se elegirá. Eso si requiere discusión.

El problema de la política en España es que dado el estado de crispación, enfrentamiento y exaltación del conflicto, se ha llegado a discutir sobre las cosas más absurdas sin ningún sonrojo por parte de los políticos, que prescinden de la mínima racionalidad para establecerse en idealismos beligerantes y fanáticos contra el adversario.

En toda la legislatura no se ha visto al PP reconocerle al PSOE que haya hecho algo correctamente, mientras que el PSOE ha pretendido aislar al PP hasta de la oportunidad de que expresara su criterio, diciendo algo así como que sabrán estos “carcas”. Así no vamos a ningún lado, porque lo que se ha conseguido es precisamente que las cosas de la política en este país hayan dejado de ser normales, para alcanzar en muchas ocasiones el grado de extravagancia.

Desde la transversalidad se puede decir abiertamente que tanto el PSOE como el PP se han equivocado, y que desde la disensión permanente no se puede alcanzar ninguna alternativa de futuro que sobrepase una legislatura.

Uno de los problemas más graves que sufren los políticos españoles es precisamente la visión de la realidad desde una perspectiva y un criterio absolutistas, sin reconocer que su percepción de la misma es incompleta, que debería ser relativa. En el caso de los nacionalistas esto se exacerba con sus particularidades respectivas.

Los ciudadanos somos los principales perjudicados de sus desacuerdos, pero como todos los partidos políticos españoles se mueven en ejes longitudinales, con una trayectoria histórica de competición con sus rivales, que además procuran exagerar para distinguirse del otro y dejar su identidad bien definida, pues mal remedio llevan las cosas.

Estamos condenados a vivir una y otra vez la guerra civil y a permanecer atrapados en un bucle del tiempo. Tal vez sea cada día más necesario que en España vivamos una experiencia de encuentros en la tercera vía, que es precisamente donde nos encontramos la mayoría de los españoles, porque son minorías las que piensan que el PSOE, el PP, y los nacionalistas e incluso todos a la vez, tienen toda la razón durante todo el tiempo y en todas las situaciones posibles.

Eso es totalitarismo y los españoles estamos hartos de que nos digan que si no hacemos caso a lo que nos dicen nos equivocaremos, pues va siendo hora de que cometamos algún error por nosotros mismos como ciudadanos, después de soportar durante siglos todos los errores que han cometido los políticos en gobiernos y oposiciones.

Todos los partidos del espectro político español actual son herederos del franquismo y del antifranquismo, y va siendo hora de que las cosas dejen de estar atadas y bien atadas como a ellos les conviene, para seguir resolviendo la guerra civil española eternamente.

Eso se puede lograr hoy en día exclusivameente desde la transversalidad política, desde alguna formación política que no tenga la necesidad permanente de seguir mirando al pasado. Y precisamente hoy, es un buen día para recordarlo.


Enrique Suárez Retuerta

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