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viernes, 9 de julio de 2010

Un millón de parásitos


Esta es la cifra de beneficiarios del pesebre nacional, la inmensa mayoría son del PSOE, de los que 150.000 son sindicalistas de UGT y CCOO, hay unos 150.000 que son nacionalistas y unos 250.000 del Partido Popular. Esta es la casta que vive a costa de los ciudadanos gracias a la política, los que han convertido la democracia representativa en una empresa muy rentable. Los que han sido directamente elegidos en la urnas por los ciudadanos apenas llegan a los cien mil, luego los nuevecientos mil restantes han sido colocados a dedo por los partidos políticos, sin participación directa de los ciudadanos en su elección.

Este millón de facinerosos se encargan de que los 45 millones de españoles restantes les sigan manteniendo en su posición de privilegio, con el único mérito de pertenecer a un partido político. Han capturado los puestos fundamentales de la administración pública y no van a abandonarlos fácilmente.

Este millón de parásitos están ocupando muchos puestos que corresponderían a los cinco millones de parados que hay en este país, algunos con cualificaciones que superan en cien veces a la de algún ministro. Son los que consienten que en este país tengamos una de las juventudes más desesperanzadas de Occidente, porque saben que hagan lo que hagan tienen un 50 % de posibilidades de irse al paro por lo menos una década.

También son los responsables de la crisis económica que estamos viviendo, porque cuando se coloca a un inepto al mando de cualquier institución de la administración pública en sus distintos niveles, no podrá hacer maravillas y lo más posible es que su gestión sea nefasta. Además, desde la política se ocultan sus cuentas de resultados, por eso el despilfarro es posible. No hay nada como elevar a notorio a un imbécil, como para que permita que en los asuntos que gestiones se podrán hacer todas las corrupciones posibles e imposibles.

En España tenemos una administración pública plagada de parásitos, cobrando sueldos y recibiendo beneficios que en su vida hubieran soñado si no fuera por su pertenencia a una secta (PSOE, nacionalistas) o un clan (PP) que le asegurara su bienestar, aunque sea a costa del perjuicio de los ciudadanos que han votado PSOE, PP o nacionalista. La política infecta la vida pública española, la sociedad y cualquier servicio administrado o gestionado por los representantes de los partidos políticos.

Esta situación no puede continuar así por mucho más tiempo, porque con esta gente es imposible que este país salga adelante. Como son gestores pésimos que juegan con el dinero público con el mismo criterio que un niño pequeño se hace caca en los pañales, cada día que pasa estaremos condenados a pagar más impuestos, tener más deuda, jubilarnos más tarde y recibir peor atención en los servicios públicos.

Se va haciendo necesario que a partir de ahora para ocupar un cargo público con responsabilidad se deban superar unas pruebas mínimas de competencia en la política, como las correspondientes a cualquier ciudadano español para acceder a un puesto de trabajo. El analfabetismo de nuestros políticos se transforma directamente en perjuicios para los ciudadanos y en este país se cuentan con los dedos de una mano las destituciones de la gente que ha cometido enormes errores en la política que luego han costado millones de euros a los ciudadanos. Dimisiones no se conoce ninguna, salvo cuando han apuntalado su futuro en alguna empresa privada a la que previamente han concedido favores.

No se pregunten que ha pasado para que estemos como estamos, pregúntense lo que está ocurriendo ahora mismo, es bien sencillo de averiguar, hay un millón de parásitos viviendo a nuestra costa, que además tienen dificultades para hacer la o con un canuto, eso lo explica todo, si siguen en el poder, no nos llevarán a la ruina en la que ya estamos, sino a la miseria extrema, y si no es ahora, será en las generaciones próximas.

Nunca en la historia de España ha habido tanta gente tan incapaz dirigiendo el país, si aún estamos como estamos, no es porque lo hayan hecho bien por casualidad, es por qué este país aguanta lo que le echen. Sólo les dejo un dato, por cada voto que ustedes conceden a un partido político en los procesos electorales que hay en este país en cada legislatura, les conceden para su gestión más de 25.000 euros por año. Ahora piensen un momento, hagan una pequeña reflexión, ¿reciben ustedes 25.000 euros al año de las administraciones que sufragan con sus impuestos?. Pues lo que falta es lo que se llevan ellos, hagan sus cálculos y sabrán lo que nos cuesta la casta política a los españoles.

Este fin de semana tendremos la oportunidad de comprobar en la ciudad de Barcelona la extravagante realidad de estas dos españas, el sábado, con la manifestación política de la Cataluña independentista organizada por 600 asociaciones subvencionadas, auténtica representación del pesebre nacional, y el domingo, la exaltación de la Selección Nacional de futbol en el mundial, que será espontánea, popular y viva. Hay una pequeña diferencia entre ambas, la primera se organiza desde el poder y la segunda desde el pueblo, a pesar de todas las trabas que se han puesto desde el poder. Si los políticos representan al pueblo cabe hacer una pregunta, ¿acudirán el señor Montilla y el señor Hereu a la celebración del triunfo de la Selección Española o se quedarán replegados defendiendo su pesebre?.

Es necesario desparasitar este país de políticos que viven a nuestra costa. Hay que localizarlos y apartarlos de la cosa pública antes de que devoren nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Biante de Priena

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